Definir lo que hace Miguel Noguera es tan imposible como inútil. Le ofrecemos unos consejos para saber por dónde coger este libro (en un sentido metafísico):
Acepte lo que le viene con la valentía y la estupidez de un lector trágico. Si sospecha que se están quedando con usted, disfrútelo. Siempre es bueno que alguien se acerque a jugar. Prepárese para pasar por todos los estados de ánimo y pensamiento, para sufrir, compadecer, identificarse y hacer catarsis. Entre sin miedo en este mundo roto de humor fino y chistes malos, de psicoanálisis extremo y costumbrismo desarraigado, de interrogación moral sin moraleja, de poesía primitiva y análisis lingüístico. Este mundo lleno de ideas que no se le habían ocurrido a nadie en más de tres mil años. Sepa que se va a reír tanto que le dolerá la barriga, pero será una risa nueva. Y un dolor que hacía tiempo no sentía. Por último, abandone toda esperanza de poder explicar lo que ha leído y, sobre todo, de poderlo olvidar.
«Ha aparecido un genio entre nosotros, alguien que se ha inventado algo nuevo». Borja Cobeaga
De verdad: Miguel Noguera es un señor con un cerebro gigantesco. Ojalá tener ideas como las suyas. Tener más pelo que él, eso sí, pero unas poquitas ideas así de brillantes.
No es una novela, son ideas ilustradas apuntadas una tras otra pim pam pim pam.
1. No busques una lectura con enjundia. Es como poner en papel todas esas chorraditas graciosas que se te ocurren cuando no tienes nada que hacer, o mientras contemplas el paisaje cuando estas en el bus, y que no le cuentas a nadie, que te hacen gracia a ti y a los 4 amiguetes que son como tú; vamos, que Noguera se ha atrevido a poner todo eso sobre papel y le ha salido bien. Hay ideas que tienen su qué, con las que te ríes o que te provocan cierta extrañeza por lo absurdas que son, y las hay que no, que no tienen ninguna gracia. Más o menos mitad y mitad.
2. Y esto gana enteros cuando ves a Noguera en uno de sus ultrashows, porque más de la mitad de la gracia de esto es ver cómo lo cuenta y lo representa Noguera en un escenario.
¿Entonces Ultraviolencia es un libro malo? No. Digamos que es una lectura muy personal.
Compruebo que debe ser uno de los libros que más me han marcado porque, diez años después, sigo recordando (de aquella manera, claro) la gran mayoría de las ideas que salen y me he dado cuenta de la de veces que rondan mis pensamientos en mi vida ordinaria. Estaba buscando una en particular que sale alrededor de la página 200 y ya que estaba me lo he vuelto a leer casi sin darme cuenta, es impresionante este libro.
Tiene sus altibajos inevitables por ser un compendio de ideas, pero, en general, este libro es una maldita genialidad. Noguera plantea un buen número de conceptos y situaciones absolutamente brillantes y descojonantes, haciendo gala de una imaginación desbordante. El simple hecho de tener ideas con un desarrollo tan limitado no sería excesivamente meritorio, pero sí lo es cuando se acompañan de una prosa finísima y un dibujo muy expresivo.
Segunda vez que lo leo y tiene ideas de gran nivel. La capacidad de Noguera de retorcer la realidad, de moldearla como plastilina, para transformarla y luego arrojarnos a la cara una nueva perspectiva imaginativa, surrealista, extraña y rompedora es admirable. A veces da la sensación de estar leyendo a un niño chico que simplemente juega con las palabras, el discurso y el mundo que le rodea. Palos gruesos y cortos, rampas a trocho mocho, autobuses de batalla, escenas de cafetería, y más armas extrañas que se mezclan con personajes y situaciones estrambóticas dejadas caer como una cascada de potencia mental espesa e inabarcable. En fin, que en estos tiempos de confinamiento es una buena manera de desconectar y soltar algunas risillas. Jejeje.
Este libro es un recopilatorio de ideas locas de Miguel Noguera, una obra de un humor muy particular que no está hecho para todos los públicos (en el amplio sentido de la expresión). En sus 312 páginas de idas de olla hay ocurrencias geniales, pero en mi opinión estas no llegan al 5% del total. El resto son locuras que entretienen y que te dejan una sonrisilla constante (en su mayoría), pero alguna queda que no hay por dónde cogerla. Ultraviolencia es lo que yo llamo un libro de WC, aunque principalmente me lo he leído fuera del aseo, y sin duda es el que mejor edición presenta de los de esta clase que tengo en mi biblioteca. Resumiendo: entretenido en general, con algunos momentos de genialidad y pocos de todo lo contrario. Abstenerse haters del absurdo y de las rampas.
Miguel Noguera es posiblemente mi artista cómico favorito, sea porque es realmente divertido o a que compartimos cierta demencia.
Desde que recuerdo me he sentido atraído a lo absurdo, al discurso roto, al recuerdo defectuoso de un refrán o los chistes mal contados, esos donde se pierde el control o el orden de la narración y caen de lleno en el sin sentido, en fin, carcachitas destartaladas que medio avanzan y medio explotan.
Para los que no saben, Noguera hace espectáculos improvisados llamados Ultrashows, se pueden ver en youtube y están repletos de estas carcachitas sin rumbo, el contrario absoluto de la eficiencia- energía gastada en pura redundancia vivificada por los eventuales estallidos de locura y risa. Entiendo que a no todos les agrade pero a mi me mata. Este libro es una extensión de lo mismo, de lo que ha llamado "una catedral de nimiedades", un collar de perlas, idea tras idea, 312 paginas de basura e imaginación.
Recopilación de ideas y dibujos del cómico Miguel Noguera. La imaginación de Noguera me fascina y me perturba a partes iguales. Algunos conceptos son muy "hit or miss", pero no se hace pesado de leer.
Libro no apto para personas con un sentido del humor blanco.
La cabeza de Miguel Noguera es un lugar tan privilegiado como terrorífico. Arrastra cada idea, tira de ella con uñas y dientes y la deforma y quedas completamente extenuado intentando comprender cómo llegó hasta ahí.
Leerlo me ha curado la gangrena. Releerlo me la ha devuelto. Tendré que darle una tercera oportunidad, pero tengo otros libros pendientes así que tendrá que esperar.
El humor de Noguera es lo más fresco, en cuanto a la risa se refiere, que me he encontrado últimamente. Tiene chistes o, como él los llama, "ideas" que superarían las cinco estrellas de Anobii de largo.
No es humor para todo el mundo, no por exquisito sino por extremo. Hay chistes absurdos, incómodos, descolocantes, violentos, xenófobos, sociópatas; una risotada cruel contra niños, ancianas, enfermos de cáncer, gatitos,... Es algo muy delicado, porque si la "idea" no es lo suficiente original o no está expuesta de la manera acertada, no sólo no consigue mover las comisuras de los labios sino que causa malestar y desprecio.
El libro, como era esperable, tiene altibajos, pero estos empiezan a partir de la 150. Éstas primeras las leí de un tirón, con carcajadas constantes, tanto interiores como exteriores. La escenas que capta o imagina Noguera no tienen parangón.
No sabría definirlo exactamente pero está claro que su humorismo está en su manera de exponer sus textos, en su lenguaje, en la oralidad de su discursos que te sitúa en lo incoherente y, a la vez, verosímil o no-demasiado-alejado-de-la-realidad.
Lo más cercano que se me ocurrió para: humor de loca intelectual, camp, absurda y delirante. Aunque, ya digo, se queda muy corto esta descripción.