"Entré a trabajar en La Opinión una semana antes de la aparición de su primer número, en mayo de 1971, y me quedé hasta mediados del 74, cuando la atmósfera ya era irrespirable por la caza de brujas. El paso por ese diario fue, para mí, una suerte de laboratorio donde tracé los borradores de mi primera novela, Triste, solitario y final, y me acerqué al estilo despojado de la segunda, No habrá más pena ni olvido. Sin duda hay, en los textos aquí reunidos, señales que anticipan y acompañan aquellas novelas. A mí me permiten ver el camino recorrido desde que, una mañana de 1969, llegué de Tandil a una pensión de la Avenida de Mayo para trabajar en el periodismo de Buenos Aires."
Soriano became a staff writer at La Opinión right from the start in 1971 when editor Jacobo Timerman founded the newspaper. La Opinión was permeated with progressive politics and soon there was an attempt to squash the left-wing influence with-in the paper. After six months of not having any of his articles published, Soriano began writing a story in which a character named Osvaldo Soriano reconstructs the life of English actor Stan Laurel. The work became his first novel, Triste, solitario y final (English: Sad, lonely and final), a melancholic parody set in Los Angeles with the famed fictional Philip Marlowe detective as his joint investigator. It was some months after the publication of his novel that he visited the American city, and actually stood by the grave of Stan Laurel, leaving there a copy of his book. Shortly after the Proceso de Reorganización Nacional coup d'etat in Argentina in 1976, he moved to Brussels first (where he met his wife Catherine), and then to Paris, where he lived in exile until 1984. While in France he befriended Julio Cortázar with whom he founded the short-lived experience of the monthly magazine Sin censura. After the fall of the military junta he returned to Buenos Aires and the publication of his books were met with large success, not only in South America but also in Italy and several other countries where his works begun to be translated and published. In his books, Soriano succeeded in mixing his experiences as a democratic activist and as a strong critic of the violence wielded by reactionary governments with extraordinary humour. A lover of both football/soccer and cinematography, he often honored both in his work. Soriano was a known San Lorenzo fan. After his death in 1997, he was buried in the La Chacarita Cemetery in Buenos Aires. His work has since been translated into at least fifteen different languages, and has inspired film directors and producers on fiction and documentary works based on his novels and life-experience.
Este libro es un grupo de notas de Osvaldo Soriano para el diario "La Opinión" (en su mayoría). Es como dar un paseo por la Historia mientras Soriano cuenta, con mucho talento, el origen de cada nota y luego la presenta completa. No todas son excelentes y el hecho de que los temas sean variados (hay una nota sobre Carlos Robledo Puch, otra sobre el origen del club San Lorenzo, otra sobre un boxeador, y así) ya advierte al lector que no le podrá gustar todo lo que lea. Si bien algunas me aburrieron particularmente, lo pude disfrutar. Eso sí: no hay ninguna nota focalizada en una mujer. Son todas sobre hombres (o hechos en donde sólo participaron hombres) que se destacaron por algo. De todas formas, es un buen libro para acercarse al Soriano periodista.
Hay libros que ayudan a aliviar los jabs que la vida envía cada tanto. Este, sin duda, es uno de esos. A través de estas crónicas y narraciones periodísticas, Soriano se enfrenta a varias de sus obsesiones: el box, el fútbol, la gente de a pié, el crimen, el cine y la vida, esa punzada que acomete desde la nada a la consciencia y la acribilla a punta de realidades.
Con humor y honestidad, Soriano entrevé su propia lectura de la derrota y el triunfo, de los hitos y los acontecimientos triviales, de los sucesos de crónica roja y las trastiendas de la historia para, demostrar que no vale la pena creer tanto. Que, en este mundo, dejarse llevar por las habladurías y el afán de triunfo inmediato es una trampa irresistible, pero no ineludible. En cierto modo, estas crónicas hablan a la médula de las aspiraciones de una persona común.
Yo, como persona más bien anodina y soñadora que soy, no puedo dejar de conmoverme con lo aquí narrado; con la historia de Obdulio Varela y el surgimiento de San Lorenzo, o estremecerme con las nefastas tretas del primer latifundista de la California americana. Porque Soriano es de esos tipos que invita a reírse de las propias aspiraciones sin desistir de ellas, y su prosa, como un bálsamo de risa y realidad, confronta la cadencia de los días e invita a esforzarse por aquello que a uno de verdad le mueve el alma.
Los relatos mezclan biografías de personajes destacados del cine y el deporte argentino y estadounidense y anécdotas de sus viajes como corresponsal del diario. Muchas de las crónicas son tragicómicas, como el abandono de figuras famosas y ricas en su momento pero ahora ya viejas y pobres (“Laurel y Hardy”, “Johann Suter. La fiebre del oro”, “Francisco Xarau y Juan Gianella. El nacimiento de San Lorenzo de Almagro”), o los artículos de la nefasta historia argentina (“Asesinato de Juan Ingalinella” y los relatos de la vuelta de Perón).
Soriano dimostra, come se fosse ancora necessario, la sua incredibile stoffa di giornalista in questa raccolta di articoli pubblicati su un importante quotidiano argentino alle soglie del peronismo. Gli articoli veri e propri, interviste in cui importanti personaggi si svelano al giornalista raccontando il proprio intimo e la propria formazione, sono preceduti e seguiti da alcuni scritti da considerare preparatori e conclusivi a Triste, solitario y final.
Me tomó 24 años coincidir con Osvaldo Soriano, y no puedo estar más agradecida por este primer encuentro. Una prosa inigualable, nostálgica y algo timorata, pero conmovedora hasta los huesos. Ya observo de reojo esas novelas que fueron hitos en la literatura argentina. Que vivan nuestros escritores!
El gordo Soriano nunca decepciona, este tipo de libro de recopilación de viejas notas escritas en repetidos casos tiene mucho de relleno y cosas recicladas que se nota fueron escrita sin intenciones de trascender en el tiempo, quizás el tampoco tenia esa búsqueda, pero cualquier relato suyo es tan divertido e interesante que no lo necesita.
Muy buena colección de notas periodísticas que se leen muy al ritmo que vos quieras. Está cargada de historias mismas. Mis favoritas: El nacimiento de San Lorenzo de Almagro y El tango de Abasto a Paris.
3.5 🌟 Un compilado maravilloso de Soriano y su periodismo tán único, ese que ya no se hace pero que se extraña. Gracias a mi profe Gauffin que me prestó el libro para leerlo 🩷
Una joyita imposible de dejar de leer. Emotivo, crítico, trágico, dulce, todo en un mismo libro. La manera de narrar de Soriano es maravillosa, sin dudas.
Soriano puede escribir la cosa más simple y cotidiana y yo la voy a disfrutar. Me encanta como se ve la génesis de las ideas de sus libros en pequeñas cosas que acá relata.
Un compendio de notas de Soriano de principios de los 70, con introducciones hechas en perspectiva. Interesante, algunas notas muy buenas y otras no tanto.