El tiempo empleado en bici va en beneficio directo del bienestar físico y del bienestar interior. Cada vez que ando en bicicleta, siento: el viento en la cara, mis piernas en movimiento, mis brazos en el manubrio, mis ojos puestos en la calle, los oídos atentos al tráfico que viene por detrás. Aún así, pienso. Pienso en mi destino, pienso en lo fácil que es usar la bicicleta y también en lo arriesgado que puede ser.
Bici Zen no es una apología sobre lo práctico de la vida en dos ruedas con tracción a sangre: ¿por qué en bicicleta si hay maneras más cómodas?
Aquí es donde se hace interesante este libro: porque usarla es un camino al Bienestar interior o la vida bien vivida. Para esto el autor hace un fascinante entreverado que incluye desde la cotidianidad de un ciclista bonaerense que va a su trabajo rutinariamente, las enseñanzas de Buda y los maestros de artes marciales japoneses. Una tarea titánica. Nadie mejor que Juan Carlos Kreimer que se ha pasado buscando (y encontrando) calidad interior en su vida, y compartiéndola. Esto, sin fomentar misticismo, o engrandecimiento alguno, apoyándose en todos quienes tienen algo que aportar ?y compartiendo siempre los descubrimientos.
En lugar de propender al Homo Colossus, que pareciera ser el deseo mayoritario imperante, nos ha llevado por el camino del Homo Verídicus, que es vivir con lo que hay.
Bonito ensayo sobre la experiencia moderna y urbana del uso de la bicicleta. Pone en palabras lo que muchos hemos sentido de manera inconsciente al pedalear, da consejos muy útiles y realmente dan ganas de "usar la bici por usar la bici"... Todos los amantes de las dos ruedas sin.motor deberían leer este libro.
En lo personal: me recordó mucho a mi abuelo quien con más de 80 años, jamás se bajó de la bicicleta.
Demoré mucho en la lectura y no porque quise disfrutarlo en actitud “zen” ni nada parecido, sino por la simple realidad que el libro no me enganchó del todo y hubo lecturas entre medio de sus páginas. Kreimer cuenta de su amor, relación y sabiduría que le ha entregado andar en bicicleta: mantener un equilibrio. Con ello, mezclar con la sabiduría oriental de la calma, la contemplación y el disfrute del presente, una simbiosis perfecta con el andar en bicicleta. Con algunas secciones de racionalidad pura (como la mecánica en torno a la bicicleta) y otras de una profunda reflexión con lo qué significa ser un usuario de la tracción a sangre. Es una lectura que no motiva a andar en bicicleta, pero si que sirve para entender que de todo lo que hacemos en el diario vivir, podemos aprender una lección cuándo sabemos apreciar ese momento. Una lectura liviana para matar los minutos sin uso del día.
Es un libro que se lee fácil, lleno de sabiduría del zen,m y enmarcando todo ese conocimiento al rededor del acto de andar en bici. Una lectura entretenida si disfrutas el andar en bici.
Una idea en la cual había pensado muchas veces hecha libro. Para ciclistas urbanos que observan cómo a las ocho de la mañana quienes vamos en bicicleta solemos ir con una sonrisa, silbando o incluso cantando sin saber por qué.
Es un buen ensayo sobre el ciclismo urbano, una lectura para personas que disfrutan de la bicicleta. No es el mejor libro de ciclismo sin embargo tiene una buena intención y se disfruta en su mayoría.