Ciudad de México, 2014. El suministro de electricidad se termina sin explicación. Es cuestión de tiempo para que el sistema de gobierno se quebrante. La supervivencia es el primer paso. Cuando la oscuridad se adueña de todo, las proyecciones interiores de los personajes merodean por las calles. Dos personajes, Golondrinas y un arquitecto sin nombre, entremezclan sus historias en esta novela post-apocalíptica de suspenso. Nadie puede adivinar lo que le espera en la ciudad sin luz.
Me pareció una propuesta muy interesante de historia, aunque la manera de desarrollarse rumbo al final fue algo arriesgado por parte del autor. Sin embargo, la historia tiene esa esencia que atrapa y ese misticismo de pesadilla que se clava en el subconsciente.
Una de las pocas, si no es que la única, novela posapocalíptica mexicana seria (o sea bien escrita, bien pensada) que sigue las reglas del género tal como se han ido estableciendo en las últimas décadas en la ficción popular de este tipo. Oscilo entre otorgarle 3 o 4 estrellas, pero lo dejo en 3 porque carece de impacto. Sí, la historia tiene su interés, pero nunca sentí que realmente me atrapara. Como novela posapocalíptica merece 4, pero como novela, creo que lo dejaré en 3. Hay dos personajes principales a través de quienes vemos la historia y uno de ellos me parece plano e insípido: mi mente a mitad de la novela dejó de preocuparse por él, de tratar de imaginarlo, de identificarse; el otro, en cambio, está muy bien logrado y vivo a pesar de sus elementos fortuitos e inverosímiles. Casi me siento tentado a revisar mi 3 y pasarle a 4 cuando pienso que la ambigüedad de ciertos pasajes hace que la novela no sea tan evidente dejando al lector algo confundido, como con los sueños de Golondrinas o cuando intuyo que el autor está jugando, o haciendo algo, en el fondo con los cuentos de hadas, pero luego pienso que no veo la relación entre la novela y estos cuentos así como tampoco logro entender qué se logra con los elementos ambiguos. En fin. . . 3.5
El libro comenzó muy bien, pero me da la impresión que en algún momento el autor ya no sabía qué hacer con la historia y cómo llevarla a buen puerto; así que comenzó a meter cosas de aquí y allá sin ningún sentido. No sé, en la segunda mitad comencé a desear que terminara, no porque ya no lo aguantara, sino para ver si llegaba a algún lado, si podía recuperar la historia.
Me pareció muy interesante la dinámica de escritura por parte del autor para los dos personajes distintos, es una forma curiosa de mostrar la dualidad de una misma historia, creí que esta esta sería una gran cualidad del libro, pero en mi caso solo sirvió para acentuar mi simpatía hacia solo un personaje: Golondrinas, por su autenticidad en su forma de pensar. El personaje del arquitecto, aunque tenía un buen pasado que daba paso a desarrollar a un personaje más profundo me terminó pareciendo un poco autocompadeciente y resignado, lo cual llegaba a sentir tedioso. La historia me pareció muy buena, aunque me hubiera gustado ver más acción me pareció realista la forma de representar el comportamiento de la sociedad mexicana desde su raíz la cual solo puede salir bajo la desesperación de una situación extrema, no me encantó el final pero debo de admitir que fue muy adecuado a la historia
Es interesante y empezó muy bien, pero siento que en algún punto el autor no supo cómo cerrar todo y dejó que los personajes tomaran su rumbo solos.
De hecho, siento que el final es apresurado en el sentido que no resolvió nada. Puedo entender en una novela postapocalíptica eso (de hecho, es algo que suele gustarme), pero siento que acá no cerró ciertas tramas como la situación del jefe y su hijo o de Golondrinas con Margarita. Me hubiese gustado ver ambas con un final más satisfactorio.
Pero a pesar de todo eso, la ambientación es buena, el drama psicológico también y los personajes están bien construidos. Algo que me gustó mucho es que todos son muy cobardes a su modo. Eso siempre me ha parecido muy humano.
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