What do you think?
Rate this book
El coronel Chabert seguido de El verdugo, El elixir de larga vida y La obra maestra desconocida
«El coronel Chabert» (1832) es una sobrecogedora novela breve que retrata una sociedad donde la justicia y el honor han perdido su significado. Chabert, héroe de las campañas napoleónicas, es dado por muerto en la batalla de Eylau y arrojado a una fosa. No obstante, el coronel recobra el conocimiento y consigue salir de la tumba. Como si fuera un espectro, regresa a París para reclamar una identidad que nadie le reconoce. Y menos aún su esposa.
Completan el volumen tres cuentos magistrales: «El verdugo», un macabro episodio de lealtad familiar ambientado en España durante la guerra de la Independencia; «El elixir de larga vida», una alucinada versión del mito de Don Juan, y «La obra maestra desconocida», que relata los intentos de un pintor por reproducir la esencia de una mujer.
Esta edición, que se presenta en impecable traducción de Mercedes López-Ballesteros, se complementa con los apéndices con los nombramientos del Reino de Redonda que se publican al final del texto.
Completan el volumen tres cuentos magistrales: «El verdugo», un macabro episodio de lealtad familiar ambientado en España durante la guerra de la Independencia; «El elixir de larga vida», una alucinada versión del mito de Don Juan, y «La obra maestra desconocida», que relata los intentos de un pintor por reproducir la esencia de una mujer.
Esta edición, que se presenta en impecable traducción de Mercedes López-Ballesteros, se complementa con los apéndices con los nombramientos del Reino de Redonda que se publican al final del texto.
208 pages, Paperback
Published January 1, 2013
2 people are currently reading
91 people want to read
About the author
Honoré de Balzac
9,540 books4,362 followersFrench writer Honoré de Balzac (born Honoré Balzac), a founder of the realist school of fiction, portrayed the panorama of society in a body of works, known collectively as
La comédie humaine
.
Honoré de Balzac authored 19th-century novels and plays. After the fall of Napoléon in 1815, his magnum opus, a sequence of almost a hundred novels and plays, entitled, presents life in the years.
Due to keen observation of fine detail and unfiltered representation, European literature regards Balzac. He features renowned multifaceted, even complex, morally ambiguous, full lesser characters. Character well imbues inanimate objects; the city of Paris, a backdrop, takes on many qualities. He influenced many famous authors, including the novelists Marcel Proust, Émile Zola, Charles John Huffam Dickens, Gustave Flaubert, Henry James, and Jack Kerouac as well as important philosophers, such as Friedrich Engels. Many works of Balzac, made into films, continue to inspire.
An enthusiastic reader and independent thinker as a child, Balzac adapted with trouble to the teaching style of his grammar. His willful nature caused trouble throughout his life and frustrated his ambitions to succeed in the world of business. Balzac finished, and people then apprenticed him as a legal clerk, but after wearying of banal routine, he turned his back on law. He attempted a publisher, printer, businessman, critic, and politician before and during his career. He failed in these efforts From his own experience, he reflects life difficulties and includes scenes.
Possibly due to his intense schedule and from health problems, Balzac suffered throughout his life. Financial and personal drama often strained his relationship with his family, and he lost more than one friend over critical reviews. In 1850, he married Ewelina Hańska, his longtime paramour; five months later, he passed away.
Honoré de Balzac authored 19th-century novels and plays. After the fall of Napoléon in 1815, his magnum opus, a sequence of almost a hundred novels and plays, entitled, presents life in the years.
Due to keen observation of fine detail and unfiltered representation, European literature regards Balzac. He features renowned multifaceted, even complex, morally ambiguous, full lesser characters. Character well imbues inanimate objects; the city of Paris, a backdrop, takes on many qualities. He influenced many famous authors, including the novelists Marcel Proust, Émile Zola, Charles John Huffam Dickens, Gustave Flaubert, Henry James, and Jack Kerouac as well as important philosophers, such as Friedrich Engels. Many works of Balzac, made into films, continue to inspire.
An enthusiastic reader and independent thinker as a child, Balzac adapted with trouble to the teaching style of his grammar. His willful nature caused trouble throughout his life and frustrated his ambitions to succeed in the world of business. Balzac finished, and people then apprenticed him as a legal clerk, but after wearying of banal routine, he turned his back on law. He attempted a publisher, printer, businessman, critic, and politician before and during his career. He failed in these efforts From his own experience, he reflects life difficulties and includes scenes.
Possibly due to his intense schedule and from health problems, Balzac suffered throughout his life. Financial and personal drama often strained his relationship with his family, and he lost more than one friend over critical reviews. In 1850, he married Ewelina Hańska, his longtime paramour; five months later, he passed away.
Ratings & Reviews
Friends & Following
Create a free account to discover what your friends think of this book!
Community Reviews
Displaying 1 - 13 of 13 reviews
April 29, 2021
“¿no acabamos de reconocer que hay en la sociedad unos seres que llevados por nuestras leyes, por nuestras costumbres y nuestros hábitos piensan sin cesar en la muerte de los suyos y la codician?”
A mediados del año pasado, hablando con un amigo que es aficionado a la literatura francesa del siglo XIX, me decía algo así:
“Si estamos en cuarentena, y no te lees la comedia humana de Balzac, cuando todo esto acabe, ¿podrás decir que estuviste en cuarentena?”
Habiendo pasado casi un año desde aquella incitación a leer a este autor, al fin me propuse a hacerlo y he quedado satisfecho con mi primer acercamiento a su obra.
Si tuviera que calificar individualmente cada relato que forma parte de esta edición sería de la siguiente manera:
El coronel Chabert (4/5)
El verdugo (3/5)
El elixir de la larga vida (3/5)
La obra maestra desconocida (3.5/5)
Enfocándome en los dos que más me gustaron, en La obra maestra desconocida vemos la forma de concebir el arte desde la perspectiva de un viejo pintor (Frenhofer), y dos pintores más jóvenes que él. Esos últimos párrafos cuando están ante la ‘obra maestra’ de Frenhofer y la manera de describir las emociones que emanan por parte del mismo pintor hacen de este cuento una pequeña obra de arte en sí misma. (“¿Dónde está el arte? ¡Perdido, desaparecido! He aquí las formas mismas de una joven.”)
En El coronel Chabert nos plantea la idea de qué pasaría si alguien ‘regresa de la muerte’, al tratarse de un soldado de las fuerzas napoleónicas que fue dado por muerto después de una batalla. Al saberse de su regreso, afloran en ciertas personas sentimientos de desprecio, hostilidad e injusticia para con él y su propósito de integrarse nuevamente a la sociedad.
Una historia cruda, con sus momentos de esperanza y un final que se ve venir pero no por ello menos impactante.
En general, este autor me ha gustado por los temas que aborda en sus historias, ese toque realista y con personajes que sufren desgracias sin caer en lo melodramático, pero que como lector me hizo empatizar mucho con ellos.
A mediados del año pasado, hablando con un amigo que es aficionado a la literatura francesa del siglo XIX, me decía algo así:
“Si estamos en cuarentena, y no te lees la comedia humana de Balzac, cuando todo esto acabe, ¿podrás decir que estuviste en cuarentena?”
Habiendo pasado casi un año desde aquella incitación a leer a este autor, al fin me propuse a hacerlo y he quedado satisfecho con mi primer acercamiento a su obra.
Si tuviera que calificar individualmente cada relato que forma parte de esta edición sería de la siguiente manera:
El coronel Chabert (4/5)
El verdugo (3/5)
El elixir de la larga vida (3/5)
La obra maestra desconocida (3.5/5)
Enfocándome en los dos que más me gustaron, en La obra maestra desconocida vemos la forma de concebir el arte desde la perspectiva de un viejo pintor (Frenhofer), y dos pintores más jóvenes que él. Esos últimos párrafos cuando están ante la ‘obra maestra’ de Frenhofer y la manera de describir las emociones que emanan por parte del mismo pintor hacen de este cuento una pequeña obra de arte en sí misma. (“¿Dónde está el arte? ¡Perdido, desaparecido! He aquí las formas mismas de una joven.”)
En El coronel Chabert nos plantea la idea de qué pasaría si alguien ‘regresa de la muerte’, al tratarse de un soldado de las fuerzas napoleónicas que fue dado por muerto después de una batalla. Al saberse de su regreso, afloran en ciertas personas sentimientos de desprecio, hostilidad e injusticia para con él y su propósito de integrarse nuevamente a la sociedad.
Una historia cruda, con sus momentos de esperanza y un final que se ve venir pero no por ello menos impactante.
En general, este autor me ha gustado por los temas que aborda en sus historias, ese toque realista y con personajes que sufren desgracias sin caer en lo melodramático, pero que como lector me hizo empatizar mucho con ellos.
August 27, 2021
«El coronel Chabert» y «El verdugo» son obras maestras en el género del relato. Recomendadísimo este libro
May 19, 2021
EL CORONEL CHABERT
Balzac nos sumerge en una oda corta en la desventura de un oficial del ejercito napoleónico en la la batalla de Eylau, en el mundo etéreo de su existencia y la forma en que lucho parecer en las páginas del olvido. De olvido de su existir en la mente de su esposa, casada nuevamente con otro, y silenciado por una vida mendiga por el no reconocimiento de su "resurrección". Para lograr su propósito de recuperar su gloria, riqueza y posición social busca ayuda en un procurador (notario), quien nos deleita con su capacidad de escucha y comprensión. De se dialogo surge una estrategia para enfrentar a la esposa, anular la defunción de su retiro terrenal y obtener la restauración que contenga el bálsamo que le haría olvidar sus desdichas.
La historia se recrea en detalles de la vida y en la necesidad del Coronel, mancillado y vencido por la vejez, de recurrir a la baja caballerosidad para recordar a la incrédula condesa Ferraud la forma en la cual la hizo mujer, fundiéndose en un combate de generosidad en el cual venció el soldado en el plano de la memoria pero fue derrotado en el plano del litigio por retornar a su despojada existencia que lo condenaría a la ignominia a un hombre que: "a pesar de sus harapos, a pesar de su miseria impresa en su semblante, transmitía una noble altivez".
Frase destacada:
"La desdicha es una especie de talismán cuya virtud consiste en corroborar nuestra constitución primitiva: aumenta el recelo y la maldad en algunos hombres, al igual que acrecienta la bondad de quienes poseen un corazón excelente".
"No puede imaginarse hasta dónde llega mi desprecio por esa vida exterior a la que se aferran la mayoría de los hombres. Me vi repentinamente aquejado de una dolencia, el asco de la humanidad".
Calificación: 4,4/5
ELVERDUGO
Intensidad narrativa plasmada con la tensión del sacrificio y el olvido de la gracia en el vencedor. Una lealtad sucumbida ante el legado familiar, aferrada a la última esperanza de la prolongación de la existencia.
Balzac nos sumerge en una oda corta en la desventura de un oficial del ejercito napoleónico en la la batalla de Eylau, en el mundo etéreo de su existencia y la forma en que lucho parecer en las páginas del olvido. De olvido de su existir en la mente de su esposa, casada nuevamente con otro, y silenciado por una vida mendiga por el no reconocimiento de su "resurrección". Para lograr su propósito de recuperar su gloria, riqueza y posición social busca ayuda en un procurador (notario), quien nos deleita con su capacidad de escucha y comprensión. De se dialogo surge una estrategia para enfrentar a la esposa, anular la defunción de su retiro terrenal y obtener la restauración que contenga el bálsamo que le haría olvidar sus desdichas.
La historia se recrea en detalles de la vida y en la necesidad del Coronel, mancillado y vencido por la vejez, de recurrir a la baja caballerosidad para recordar a la incrédula condesa Ferraud la forma en la cual la hizo mujer, fundiéndose en un combate de generosidad en el cual venció el soldado en el plano de la memoria pero fue derrotado en el plano del litigio por retornar a su despojada existencia que lo condenaría a la ignominia a un hombre que: "a pesar de sus harapos, a pesar de su miseria impresa en su semblante, transmitía una noble altivez".
Frase destacada:
"La desdicha es una especie de talismán cuya virtud consiste en corroborar nuestra constitución primitiva: aumenta el recelo y la maldad en algunos hombres, al igual que acrecienta la bondad de quienes poseen un corazón excelente".
"No puede imaginarse hasta dónde llega mi desprecio por esa vida exterior a la que se aferran la mayoría de los hombres. Me vi repentinamente aquejado de una dolencia, el asco de la humanidad".
Calificación: 4,4/5
ELVERDUGO
Intensidad narrativa plasmada con la tensión del sacrificio y el olvido de la gracia en el vencedor. Una lealtad sucumbida ante el legado familiar, aferrada a la última esperanza de la prolongación de la existencia.
October 24, 2025
El coronel Chabert es una fábula sombría y precisa sobre la identidad, la injusticia y las artimañas de la sociedad burguesa. Balzac construye un personaje memorable —un veterano que regresa de la muerte legal para encontrarse con un mundo que ya no lo reconoce— y despliega una crítica implacable al sistema jurídico y a la hipocresía social. Narración contenida, tono irónico y final amargo; novela eficaz, aunque a veces su brevedad deja con ganas de un mayor desarrollo psicológico.
April 5, 2021
Ride si sapis.
por ser en el alma del hombre donde se representa el drama, puede que los accesorios le sean a este indiferentes, lo que también explicaría la sencillez de los grandes pensadores y los grandes ambiciosos.
El único epigrama permitido a la Miseria es obligar a la Justicia y la Beneficencia a denegaciones injustas.
La verdad, como en aquella época, todavía hoy, a ratos, mi nombre me es desagradable. Quisiera no ser yo.
El ego, en su pensamiento, no era sino un objeto secundario, igual que la vanidad del triunfo o el placer de la ganancia acaban siendo más preciados para el apostador que el objeto de la apuesta.
era como esa dama que, tras haber tenido fiebre durante quince años, creyó haber cambiado de enfermedad el día en que se curó.
Hay venturas en las que uno ya no cree: llegan, son como un cataclismo y lo arrasan a uno.
porque a menudo hay algo del niño en el verdadero soldado y casi siempre algo del soldado en el niño,
Las mujeres creen a las personas cuando hinchan sus frases con la palabra amor. Entonces van, trotan, se desviven, intrigan, afirman los hechos, hacen lo indecible por quien les agrada.
Qué se le va a hacer, nuestro Sol se ha puesto, ahora todos tenemos frío.
Los sufrimientos morales, ante los cuales palidecen los dolores físicos, excitan sin embargo menos piedad porque no se ven.
esa mujer que es mía y de la que me han desposeído. ¡Oh, desde ese día he vivido para la venganza!
Sabe que existo; ha recibido, desde mi regreso, dos cartas escritas de mi puño y letra. ¡Ya no me ama! ¡Yo ignoro si la amo o si la odio! Tan pronto la deseo como la maldigo.
en París, la miseria no se engrandece sino por su horror.
Estaba aquejado de una de esas enfermedades para las que la medicina carece de nombre, cuya sede es en cierta forma móvil, como el aparato nervioso, que al parecer es el más atacado de todos los de nuestra maquinaria, afección a la que cabría denominar el spleen de la desdicha.
ese mal invisible, aunque real, aún podía curarse por un desenlace afortunado. Pero para quebrantar del todo esa vigorosa organización, bastaría un obstáculo nuevo, algún hecho imprevisto, que rompiera sus resortes debilitados y produjera esas vacilaciones, esos actos incomprendidos, incompletos, que los fisiólogos observan en los seres arruinados por los pesares.
Hay sentimientos que las mujeres adivinan pese al cuidado que ponen los hombres en ocultarlos.
muchas mujeres que, a semejanza de la condesa Ferraud, viven con un monstruo moral desconocido o bordean un abismo; se crean un callo en el lugar donde tienen el mal que las aqueja, y pueden seguir riéndose y divirtiéndose.
me equivoqué al elegirla, al fiarme de las apariencias. No tiene corazón.
Me encomiendo a la nobleza de vuestro carácter. Tendréis la generosidad de perdonarme los resultados de errores inocentes.
No soy tan poco delicado como para exigir las apariencias del amor a una mujer que ha dejado de amarme.
Algunos hombres tienen un alma lo bastante fuerte para semejante entrega, cuya recompensa es para ellos la certidumbre de haber hecho feliz a una persona amada.
La desdicha es una especie de talismán cuya virtud consiste en corroborar nuestra constitución primitiva: aumenta el recelo y la maldad en algunos hombres, al igual que acrecienta la bondad de quienes poseen un corazón excelente.
El infortunio había vuelto al coronel aún más compasivo y mejor de lo que había sido; podía pues iniciarse en el secreto de los sufrimientos femeninos, que la mayoría de los hombres desconocen.
Aunque hay hombres que han muerto para salvar el honor de su amante, sólo han dado su vida una vez. Pero ¡aquí daríais vuestra vida cada día!
señora, no os maldigo, os desprecio. Ahora doy gracias al azar que nos ha separado. Ni siquiera siento deseos de venganza, he dejado de amaros. No quiero nada de vos. Vivid tranquila
con la inmensa perspicacia que da una profunda ruindad o el feroz egoísmo del mundo, creyó poder vivir en paz con la promesa y el desprecio de aquel leal soldado.
en cuanto un hombre cae en manos de la justicia, ya no es sino un ser moral, una cuestión de Derecho o de Hecho, al igual que a ojos de los estadísticos se convierte en un número.
¿qué pueden hacer los desdichados? Aman, eso es todo.
Me vi repentinamente aquejado de una dolencia, el asco por la humanidad.
vale más llevar lujo en los sentimientos que en la indumentaria. Yo no le temo al desprecio de nadie.
¿Sabe usted, querido amigo—prosiguió Derville tras una pausa—, que hay en nuestra sociedad tres hombres, el sacerdote, el médico y el hombre de leyes, que no pueden estimar el mundo?
¡Sólo Dios sabe el número de parricidios que se cometen con el pensamiento!
«Mi belleza sabe caldear el corazón helado de los viejos».
«¡Viva la alegría! ¡Adopto una existencia nueva cada aurora! Olvidadiza del pasado, ebria aún por los embates de la víspera, cada noche agoto una vida de felicidad, una vida llena de amor».
La muerte es tan repentina en sus caprichos como lo es una cortesana en sus desdenes, pero más fiel: nunca ha engañado a nadie.
—Dios soy yo—masculló el anciano.
Cogió el alma y la materia, las arrojó a un crisol, no encontró nada, ¡y a partir de entonces se convirtió en DON JUAN!
semejante a la Muerte, ahí por donde pasaba lo devoraba todo sin pudor, ansiando un amor de posesión, un amor oriental de placeres largos y fáciles.
para don Juan, ¡el universo era él!
Cuanto más vivía, más dudaba.
Al examinar a los hombres, se percató a menudo de que el valor era temeridad; la prudencia, cobardía; la generosidad, un ardid; la justicia, un crimen; la delicadeza, una necedad; la probidad, fruto del temperamento; y por una singular fatalidad, se dio cuenta de que las personas honradas de verdad, delicadas, justas, generosas, prudentes y valerosas no lograban consideración alguna entre los hombres. «¡Qué fría burla!—se dijo—. No procede de un dios».
Hizo befa de todo. Su vida era una burla que abarcaba hombres, cosas, instituciones, ideas.
Había observado que nunca somos tan tiernamente amados como por aquellas mujeres en las que apenas pensamos.
Don Juan adivinó que aquella joven sería de esas mujeres que combaten largamente una pasión antes de ceder a ella;
¡Santo Dios!, ¿cómo te vales de mí para poner a prueba a estas dos criaturas celestes? Yo, que debería ser su alegría, soy su tormento».
Soy un gran pecador. Por ello he pensado durante toda mi vida en mi muerte.
El hombre superior se burla de quienes lo elogian y elogia algunas veces a aquellos de quienes, en el fondo de su corazón, se burla.
«Sancte Johannes, ora pro nobis!»
Existe en todos los sentimientos humanos una flor primitiva, engendrada por un noble entusiasmo que no deja de menguar hasta que la dicha no es más que un recuerdo y la gloria una mentira.
Tengo la sensación de que si pusiera la mano sobre ese pecho de tan firme redondez, ¡lo encontraría frío como el mármol!
¡Ni el pintor, ni el poeta, ni el escultor deben separar el efecto de la causa, que están indefectiblemente imbricados!
La belleza es algo severo y difícil que no se deja alcanzar de esa manera; hay que elegir el momento, espiarla, hostigarla y abrazarla estrechamente para obligarla a rendirse.
currus venustus o pulcher homo.
Mirad, el exceso de ciencia, como la ignorancia, desemboca en una negación.
lo que hasta ahora me ha faltado es encontrar a una mujer irreprochable, un cuerpo cuyos contornos fueran de una belleza perfecta y cuya carnación… Pero, viva, ¿dónde está—dijo interrumpiéndose—esa inencontrable Venus de los antiguos, tan a menudo buscada y de la que apenas encontramos algunas bellezas dispersas?
¡Oh, por ver un instante, una sola vez, la naturaleza divina, completa, en fin, el ideal, daría toda mi fortuna, iría a buscarte hasta el limbo, belleza celeste! Como Orfeo, bajaría al infierno del arte para traerme la vida.
encontró enseguida una amante, una de esas almas nobles y generosas que acaban por sufrir junto a un gran hombre, desposan sus miserias y se esfuerzan por comprender sus caprichos, dotadas para la miseria y el amor como otras lo están para el lujo o para hacer alarde de su insensibilidad.
Era toda gracia, toda belleza, hermosa como una primavera, adornada con todas las riquezas femeninas e iluminándolas con el fuego de un alma bella.
Me he equivocado. Mi vocación es amarte. No soy pintor, soy un enamorado. ¡Mueran el arte y todos sus secretos!
trató de ahuyentar un pensamiento atroz que iba anidando en su corazón. Creía amar ya menos al pintor, al sospechar que era menos estimable.
A veces, casi tengo miedo de que un soplo me despierte a esa mujer y que desaparezca.
¡La poesía y las mujeres sólo se entregan desnudas a sus amantes!
¡Ah, el amor es un misterio! Sólo tiene vida en el fondo de los corazones, y todo está perdido cuando un hombre le dice incluso a su amigo: «¡He aquí a la que amo!».
será también seguir viviendo el permanecer como un recuerdo en tu paleta.
—¡Mátame!—le dijo—. Sería una infame si siguiera amándote, porque te desprecio. Eres mi vida y me horrorizas. Te amo y creo que ya te odio.
¿No existe una antinomia entre la inteligencia excesivamente lúcida y la energía creadora? ¿El arte no conlleva una porción de instinto casi animal que el pensamiento más ilustrado corre el riesgo de destruir?
por ser en el alma del hombre donde se representa el drama, puede que los accesorios le sean a este indiferentes, lo que también explicaría la sencillez de los grandes pensadores y los grandes ambiciosos.
El único epigrama permitido a la Miseria es obligar a la Justicia y la Beneficencia a denegaciones injustas.
La verdad, como en aquella época, todavía hoy, a ratos, mi nombre me es desagradable. Quisiera no ser yo.
El ego, en su pensamiento, no era sino un objeto secundario, igual que la vanidad del triunfo o el placer de la ganancia acaban siendo más preciados para el apostador que el objeto de la apuesta.
era como esa dama que, tras haber tenido fiebre durante quince años, creyó haber cambiado de enfermedad el día en que se curó.
Hay venturas en las que uno ya no cree: llegan, son como un cataclismo y lo arrasan a uno.
porque a menudo hay algo del niño en el verdadero soldado y casi siempre algo del soldado en el niño,
Las mujeres creen a las personas cuando hinchan sus frases con la palabra amor. Entonces van, trotan, se desviven, intrigan, afirman los hechos, hacen lo indecible por quien les agrada.
Qué se le va a hacer, nuestro Sol se ha puesto, ahora todos tenemos frío.
Los sufrimientos morales, ante los cuales palidecen los dolores físicos, excitan sin embargo menos piedad porque no se ven.
esa mujer que es mía y de la que me han desposeído. ¡Oh, desde ese día he vivido para la venganza!
Sabe que existo; ha recibido, desde mi regreso, dos cartas escritas de mi puño y letra. ¡Ya no me ama! ¡Yo ignoro si la amo o si la odio! Tan pronto la deseo como la maldigo.
en París, la miseria no se engrandece sino por su horror.
Estaba aquejado de una de esas enfermedades para las que la medicina carece de nombre, cuya sede es en cierta forma móvil, como el aparato nervioso, que al parecer es el más atacado de todos los de nuestra maquinaria, afección a la que cabría denominar el spleen de la desdicha.
ese mal invisible, aunque real, aún podía curarse por un desenlace afortunado. Pero para quebrantar del todo esa vigorosa organización, bastaría un obstáculo nuevo, algún hecho imprevisto, que rompiera sus resortes debilitados y produjera esas vacilaciones, esos actos incomprendidos, incompletos, que los fisiólogos observan en los seres arruinados por los pesares.
Hay sentimientos que las mujeres adivinan pese al cuidado que ponen los hombres en ocultarlos.
muchas mujeres que, a semejanza de la condesa Ferraud, viven con un monstruo moral desconocido o bordean un abismo; se crean un callo en el lugar donde tienen el mal que las aqueja, y pueden seguir riéndose y divirtiéndose.
me equivoqué al elegirla, al fiarme de las apariencias. No tiene corazón.
Me encomiendo a la nobleza de vuestro carácter. Tendréis la generosidad de perdonarme los resultados de errores inocentes.
No soy tan poco delicado como para exigir las apariencias del amor a una mujer que ha dejado de amarme.
Algunos hombres tienen un alma lo bastante fuerte para semejante entrega, cuya recompensa es para ellos la certidumbre de haber hecho feliz a una persona amada.
La desdicha es una especie de talismán cuya virtud consiste en corroborar nuestra constitución primitiva: aumenta el recelo y la maldad en algunos hombres, al igual que acrecienta la bondad de quienes poseen un corazón excelente.
El infortunio había vuelto al coronel aún más compasivo y mejor de lo que había sido; podía pues iniciarse en el secreto de los sufrimientos femeninos, que la mayoría de los hombres desconocen.
Aunque hay hombres que han muerto para salvar el honor de su amante, sólo han dado su vida una vez. Pero ¡aquí daríais vuestra vida cada día!
señora, no os maldigo, os desprecio. Ahora doy gracias al azar que nos ha separado. Ni siquiera siento deseos de venganza, he dejado de amaros. No quiero nada de vos. Vivid tranquila
con la inmensa perspicacia que da una profunda ruindad o el feroz egoísmo del mundo, creyó poder vivir en paz con la promesa y el desprecio de aquel leal soldado.
en cuanto un hombre cae en manos de la justicia, ya no es sino un ser moral, una cuestión de Derecho o de Hecho, al igual que a ojos de los estadísticos se convierte en un número.
¿qué pueden hacer los desdichados? Aman, eso es todo.
Me vi repentinamente aquejado de una dolencia, el asco por la humanidad.
vale más llevar lujo en los sentimientos que en la indumentaria. Yo no le temo al desprecio de nadie.
¿Sabe usted, querido amigo—prosiguió Derville tras una pausa—, que hay en nuestra sociedad tres hombres, el sacerdote, el médico y el hombre de leyes, que no pueden estimar el mundo?
¡Sólo Dios sabe el número de parricidios que se cometen con el pensamiento!
«Mi belleza sabe caldear el corazón helado de los viejos».
«¡Viva la alegría! ¡Adopto una existencia nueva cada aurora! Olvidadiza del pasado, ebria aún por los embates de la víspera, cada noche agoto una vida de felicidad, una vida llena de amor».
La muerte es tan repentina en sus caprichos como lo es una cortesana en sus desdenes, pero más fiel: nunca ha engañado a nadie.
—Dios soy yo—masculló el anciano.
Cogió el alma y la materia, las arrojó a un crisol, no encontró nada, ¡y a partir de entonces se convirtió en DON JUAN!
semejante a la Muerte, ahí por donde pasaba lo devoraba todo sin pudor, ansiando un amor de posesión, un amor oriental de placeres largos y fáciles.
para don Juan, ¡el universo era él!
Cuanto más vivía, más dudaba.
Al examinar a los hombres, se percató a menudo de que el valor era temeridad; la prudencia, cobardía; la generosidad, un ardid; la justicia, un crimen; la delicadeza, una necedad; la probidad, fruto del temperamento; y por una singular fatalidad, se dio cuenta de que las personas honradas de verdad, delicadas, justas, generosas, prudentes y valerosas no lograban consideración alguna entre los hombres. «¡Qué fría burla!—se dijo—. No procede de un dios».
Hizo befa de todo. Su vida era una burla que abarcaba hombres, cosas, instituciones, ideas.
Había observado que nunca somos tan tiernamente amados como por aquellas mujeres en las que apenas pensamos.
Don Juan adivinó que aquella joven sería de esas mujeres que combaten largamente una pasión antes de ceder a ella;
¡Santo Dios!, ¿cómo te vales de mí para poner a prueba a estas dos criaturas celestes? Yo, que debería ser su alegría, soy su tormento».
Soy un gran pecador. Por ello he pensado durante toda mi vida en mi muerte.
El hombre superior se burla de quienes lo elogian y elogia algunas veces a aquellos de quienes, en el fondo de su corazón, se burla.
«Sancte Johannes, ora pro nobis!»
Existe en todos los sentimientos humanos una flor primitiva, engendrada por un noble entusiasmo que no deja de menguar hasta que la dicha no es más que un recuerdo y la gloria una mentira.
Tengo la sensación de que si pusiera la mano sobre ese pecho de tan firme redondez, ¡lo encontraría frío como el mármol!
¡Ni el pintor, ni el poeta, ni el escultor deben separar el efecto de la causa, que están indefectiblemente imbricados!
La belleza es algo severo y difícil que no se deja alcanzar de esa manera; hay que elegir el momento, espiarla, hostigarla y abrazarla estrechamente para obligarla a rendirse.
currus venustus o pulcher homo.
Mirad, el exceso de ciencia, como la ignorancia, desemboca en una negación.
lo que hasta ahora me ha faltado es encontrar a una mujer irreprochable, un cuerpo cuyos contornos fueran de una belleza perfecta y cuya carnación… Pero, viva, ¿dónde está—dijo interrumpiéndose—esa inencontrable Venus de los antiguos, tan a menudo buscada y de la que apenas encontramos algunas bellezas dispersas?
¡Oh, por ver un instante, una sola vez, la naturaleza divina, completa, en fin, el ideal, daría toda mi fortuna, iría a buscarte hasta el limbo, belleza celeste! Como Orfeo, bajaría al infierno del arte para traerme la vida.
encontró enseguida una amante, una de esas almas nobles y generosas que acaban por sufrir junto a un gran hombre, desposan sus miserias y se esfuerzan por comprender sus caprichos, dotadas para la miseria y el amor como otras lo están para el lujo o para hacer alarde de su insensibilidad.
Era toda gracia, toda belleza, hermosa como una primavera, adornada con todas las riquezas femeninas e iluminándolas con el fuego de un alma bella.
Me he equivocado. Mi vocación es amarte. No soy pintor, soy un enamorado. ¡Mueran el arte y todos sus secretos!
trató de ahuyentar un pensamiento atroz que iba anidando en su corazón. Creía amar ya menos al pintor, al sospechar que era menos estimable.
A veces, casi tengo miedo de que un soplo me despierte a esa mujer y que desaparezca.
¡La poesía y las mujeres sólo se entregan desnudas a sus amantes!
¡Ah, el amor es un misterio! Sólo tiene vida en el fondo de los corazones, y todo está perdido cuando un hombre le dice incluso a su amigo: «¡He aquí a la que amo!».
será también seguir viviendo el permanecer como un recuerdo en tu paleta.
—¡Mátame!—le dijo—. Sería una infame si siguiera amándote, porque te desprecio. Eres mi vida y me horrorizas. Te amo y creo que ya te odio.
¿No existe una antinomia entre la inteligencia excesivamente lúcida y la energía creadora? ¿El arte no conlleva una porción de instinto casi animal que el pensamiento más ilustrado corre el riesgo de destruir?
December 17, 2023
Recopilación de cuentos de Balzac. De los cuatro relatos que contiene el libro, sin duda, destaco principalmente 'El coronel Chabert' y 'La obra maestra desconocida'.
El primero narra la historia de un coronel considerado un héroe de las guerras Napoleónicas. A pesar de ser declarado muerto, Chabert sobrevive milagrosamente y emprende un tortuoso camino de regreso a París para reunirse con su esposa; un viaje que literalmente le lleva años. Durante este tiempo, enfrenta innumerables calamidades, persistiendo en su objetivo a pesar de las dificultades. Cuando por fin logra regresar a París, descubre que nadie quiere reconocerlo, especialmente su esposa, quien aprovechó su presunta muerte para heredar su fortuna y rehacer su vida con otro hombre. Su mujer se niega a aceptar su existencia, llevando a Chabert a una tediosa y frustrante búsqueda por recuperar su identidad y reconquistar a su esposa. El relato está lleno de humor e ironía (el coronel es presentado como un indigente absoluto), pero también aborda valores como la honestidad, la lucha y el orgullo. Tiene un desenlace muy bien elaborado, con un giro argumental notable.
El segundo relato gira en torno al arte. En resumen, presenta a tres pintores de diferentes generaciones (joven, adulto y mayor), donde cada uno cree que el pintor de la generación siguiente es el gran maestro, y por tanto, esperan de sus consejos para mejorar como artistas. El joven admira al adulto como un maestro insuperable y queda atónito al verlo sometido a las duras opiniones del anciano, ya que le parece que la obra que el pintor adulto expone es sencillamente perfecta. Después de las apreciaciones del viejo, se da cuenta de que todavía hay mucho más de lo que él podía imaginar. El relato prosigue relatando la gran admiración que los dos pintores más jóvenes sienten por el anciano. Dentro de su extensa y excelsa obra, el pintor veterano guarda una obra que jamás ha mostrado a nadie. Sin duda, la mejor de todas, y que por su belleza extrema nunca a sido mostrada al público. Es una obra en la que ha estado trabajando décadas, y que ni siquiera a día de hoy está terminada. Después de mucha insistencia, los dos pintores más jóvenes consiguen convencer al maestro a que enseñe su gran tesoro. Cuando el maestro les muestra el preciado cuadro, estos se quedan totalmente petrificados: no se aprecia nada; solo un conjunto de rayajos superpuestos. Resulta que de tanto trabajar la obra, el viejo ha destrozado la pintura, aunque en su cabeza el cuadro es perfecto. La moraleja de la historia es preciosa: a pesar de que a ojo del artista la obra nunca parece estar terminada, en realidad hay un momento en si se intenta perfeccionar más aún ésta termina por echarse a perder. La segunda es que la creación, en última instancia, es una actividad social, y que por tanto, no puede darse en total aislamiento; necesitamos de puntos de referencia por parte de otras personas.
El primero narra la historia de un coronel considerado un héroe de las guerras Napoleónicas. A pesar de ser declarado muerto, Chabert sobrevive milagrosamente y emprende un tortuoso camino de regreso a París para reunirse con su esposa; un viaje que literalmente le lleva años. Durante este tiempo, enfrenta innumerables calamidades, persistiendo en su objetivo a pesar de las dificultades. Cuando por fin logra regresar a París, descubre que nadie quiere reconocerlo, especialmente su esposa, quien aprovechó su presunta muerte para heredar su fortuna y rehacer su vida con otro hombre. Su mujer se niega a aceptar su existencia, llevando a Chabert a una tediosa y frustrante búsqueda por recuperar su identidad y reconquistar a su esposa. El relato está lleno de humor e ironía (el coronel es presentado como un indigente absoluto), pero también aborda valores como la honestidad, la lucha y el orgullo. Tiene un desenlace muy bien elaborado, con un giro argumental notable.
El segundo relato gira en torno al arte. En resumen, presenta a tres pintores de diferentes generaciones (joven, adulto y mayor), donde cada uno cree que el pintor de la generación siguiente es el gran maestro, y por tanto, esperan de sus consejos para mejorar como artistas. El joven admira al adulto como un maestro insuperable y queda atónito al verlo sometido a las duras opiniones del anciano, ya que le parece que la obra que el pintor adulto expone es sencillamente perfecta. Después de las apreciaciones del viejo, se da cuenta de que todavía hay mucho más de lo que él podía imaginar. El relato prosigue relatando la gran admiración que los dos pintores más jóvenes sienten por el anciano. Dentro de su extensa y excelsa obra, el pintor veterano guarda una obra que jamás ha mostrado a nadie. Sin duda, la mejor de todas, y que por su belleza extrema nunca a sido mostrada al público. Es una obra en la que ha estado trabajando décadas, y que ni siquiera a día de hoy está terminada. Después de mucha insistencia, los dos pintores más jóvenes consiguen convencer al maestro a que enseñe su gran tesoro. Cuando el maestro les muestra el preciado cuadro, estos se quedan totalmente petrificados: no se aprecia nada; solo un conjunto de rayajos superpuestos. Resulta que de tanto trabajar la obra, el viejo ha destrozado la pintura, aunque en su cabeza el cuadro es perfecto. La moraleja de la historia es preciosa: a pesar de que a ojo del artista la obra nunca parece estar terminada, en realidad hay un momento en si se intenta perfeccionar más aún ésta termina por echarse a perder. La segunda es que la creación, en última instancia, es una actividad social, y que por tanto, no puede darse en total aislamiento; necesitamos de puntos de referencia por parte de otras personas.
This entire review has been hidden because of spoilers.
January 23, 2024
Una recopilación de cuentos muy diferentes, tanto en fondo y forma como en valor literario, aunque Balzac siempre era Balzac.
El coronel Chabert (4*)
El verdugo (2,5*)
El elixir de la larga vida (3*)
La obra maestra desconocida (4,5*)
Tanto “El verdugo” como “El elixir de la larga vida” han pasado por mí sin pena ni gloria. El primero, por la representación maniquea y estereotipada que hace de los españoles, sumado a una trama dramaticona y poco interesante; el segundo, por parecerse demasiado a un cuento tradicional o a una novelilla de esas que Cervantes metía entre capítulos del Quijote. Están bien, pero nada más.
Caso distinto el de las otras dos historias: “El coronel Chabert” es un interesantísimo ejercicio de especulación literaria, en este caso en torno a la premisa (y qué premisa) de que un hombre dado por muerto reapareciese, y nadie le quisiera creer. Si no consigue las cinco estrellas es porque creo que Balzac no consiguió sacarle todo el jugo a una premisa inmejorable, pero es un gran relato. “La obra maestra desconocida” es un canto de amor al arte y la creación, al tiempo que un muy interesante estudio psicológico de sus personajes y una crítica a ciertos aspectos intelectuales de la época que son plenamente extrapolables a la actualidad.
Creo que es un gran libro para iniciarse con Balzac, en donde vas a encontrar sus virtudes y sus defectos y poder catar su estilo, todo ello amparado por la traducción de editorial Reino de Redonda, que es garantía de calidad.
El coronel Chabert (4*)
El verdugo (2,5*)
El elixir de la larga vida (3*)
La obra maestra desconocida (4,5*)
Tanto “El verdugo” como “El elixir de la larga vida” han pasado por mí sin pena ni gloria. El primero, por la representación maniquea y estereotipada que hace de los españoles, sumado a una trama dramaticona y poco interesante; el segundo, por parecerse demasiado a un cuento tradicional o a una novelilla de esas que Cervantes metía entre capítulos del Quijote. Están bien, pero nada más.
Caso distinto el de las otras dos historias: “El coronel Chabert” es un interesantísimo ejercicio de especulación literaria, en este caso en torno a la premisa (y qué premisa) de que un hombre dado por muerto reapareciese, y nadie le quisiera creer. Si no consigue las cinco estrellas es porque creo que Balzac no consiguió sacarle todo el jugo a una premisa inmejorable, pero es un gran relato. “La obra maestra desconocida” es un canto de amor al arte y la creación, al tiempo que un muy interesante estudio psicológico de sus personajes y una crítica a ciertos aspectos intelectuales de la época que son plenamente extrapolables a la actualidad.
Creo que es un gran libro para iniciarse con Balzac, en donde vas a encontrar sus virtudes y sus defectos y poder catar su estilo, todo ello amparado por la traducción de editorial Reino de Redonda, que es garantía de calidad.
August 14, 2020
El Coronel Chabert: 3,5/5
El Verdugo: 3/5
El Elixir de la Larga Vida: 3/5
La Obra Maestra Desconocida: 4/5
El Verdugo: 3/5
El Elixir de la Larga Vida: 3/5
La Obra Maestra Desconocida: 4/5
March 17, 2020
No m’ha agradat gens. Aburrit, descripcions i bla bla bla. No ha aconseguit tensionar-me en cap moment.
December 4, 2021
Muy buen libro para conocer a Balzac. Contiene una novela corta y tres cuentos con una prosa y un estilo maravilloso.
March 6, 2024
Leído "El coronel Chabert".
Displaying 1 - 13 of 13 reviews