Marquitos Laguna se ha retirado del oficio. Ahora prefiere cuidar su huerto y recoger los huevos de sus gallinas. Antes, en otra época, Marquitos era un justiciero parco en palabras, un matador criptozoológico en la abundante isla de Simetría, un muro de dos metros de hostias enfundado en el guante de un hombre en traje negro. Pero ya no, sus noches más oscuras quedaron atrás. O al menos eso creía hasta hace unas horas. Porque hace nada, las gallinas viejas, esas que nunca sacrifica sabe Dios por qué, han comenzado a revolotear de aquí para allá, dejándolo todo lleno de plumas. La tierra de ese huerto que ahora se dedica a cuidar, ha empezado a retemblar. La carne putrefacta de toda una vida en negro se afana por abrirse paso a base de dentelladas y uñas rotas. Y Marquitos, un muro de dos metros de amor venido a menos, se teme lo peor: Que regresen sus noches más oscuras. Que se le atragante el olor de una Magnolia. O que haya llegado la hora de volver a sacrificar.
El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas es una historia de realismo bizarro, de una isla que alberga toda la inmundicia humana, de fantasmas del pasado que regresan a golpe de vaso de güisqui sobre la barra de un bar. De vampiras imaginarias, de zombis mentales que acompañan a su protagonista y de un ente vengativo que pretende culminar una obra maestra del asesinato: La Magnolia Azul.
Darío Vilas (Vigo, 1979) es escritor y guionista, labores que suele compaginar con su profesión de técnico en comercio. Ha ejercido como articulista en diversos espacios culturales y publicaciones periódicas, como las webs Cultura Hache u Ociozero, o las revistas impresas Scifiworld y Transparencias.
Ha publicado relatos en numerosas antologías de relatos y ha sido galardonado con varios premios de literatura fantástica, siendo el más prestigioso de ellos el Premio Nocte 2014 concedido a su novela El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas (2013).
Babujal es su octavo libro en solitario y su primera incursión en el drama costumbrista con tintes de misterio.
Marquitos Laguna se ha retirado del oficio. Ahora prefiere cuidar su huerto y recoger los huevos de sus gallinas. Antes, en otra época, Marquitos era un justiciero parco en palabras, un matador criptozoológico en la abundante isla de Simetría, un muro de dos metros de hostias enfundado en el guante de un hombre en traje negro. Pero ya no, sus noches más oscuras quedaron atrás. O al menos eso creía hasta hace unas horas. Porque hace nada, las gallinas viejas, esas que nunca sacrifica sabe Dios por qué, han comenzado a revolotear de aquí para allá, dejándolo todo lleno de plumas. La tierra de ese huerto que ahora se dedica a cuidar, ha empezado a retemblar.
La carne putrefacta de toda una vida en negro se afana por abrirse paso a base de dentelladas y uñas rotas. Y Marquitos, un muro de dos metros de amor venido a menos, se teme lo peor:
Que regresen sus noches más oscuras. Que se le atragante el olor de una Magnolia. O que haya llegado la hora de volver a sacrificar.
"El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas" es una historia de un realismo bizarro, engendrado en una isla que alberga y cobija toda la inmundicia del ser humano, fantasmas del pasado que regresan a golpe de vaso de whisky sobre la barra de un bar.
De vampiras imaginarias, de zombis mentales que acompañan a su protagonista y de un ente vengativo que pretende culminar una obra maestra del asesinato: La Magnolia Azul.
Voy a ponerlo muy fácil. Esto es una obra de arte de la novela más negra. Una prosa aplastante. Se hace hasta demasiado corto. La narración es descarnada, muy visceral, y muy muy cruenta. Gore, de esas que tienes que cerrar los ojos y pensar en unicornios y que hay cosas buenas y bonitas en este mundo..
Como único fallo, las expectativas. Igualmente es un libro que sorprende.
Los eventos se desarrollan en Simetría, que es un jodido lugar que gracias a las descripciones de Dario se convierte en una realidad. Una que te pone los pelos de punta de sólo pensar en ir por sus calles y el miedo palpable de cruzarte con alguien. Algo como Marcos..
Los personajes te agarran, te sujetan con fuerza sin permitirte ningún movimiento. Te sientes impotente, incapaz de pronunciar una sola palabra y en ese momento de flaqueza en el que te rindes, te llevan a rastras a lo más profundo de un agujero tan oscuro y lejano, como indescriptible. En el que ni la mano de Dios te puede sacar de ahí.
¿Queréis sentir, queréis una novela tan negra que despertará en vuestras almas todo tipo de sensaciones?.. Adelante.. Pasen y vean si tienen valor..
(Advertencia, me pesaría negaros la verdad, las sensaciones no son precisamente buenas).
Prosa y crudeza se juntan dando forma a una locura de belleza sórdida.
Altamente peligroso para corazones esponjosos y sin duda, estómagos sensibles. Extremadamente recomendable a todo amante del género.
Obra galardonada con el premio Nocte 2014, la cual tenía pendiente desde hace tiempo y pedazo de viaje me he pegado los días que me ha durado. Una montaña rusa de emociones.
Es lo segundo que leo del autor. Al que descubrí con Reír en tu funeral, un libro corto pero intenso. Y con esta novela Darío me vuelve a sorprender. Me gustan las novelas raras, viscerales, que se salen de lo común y llegan a ser políticamente incorrectas. Y aquí tenemos una buena muestra de ello. Se podría encuadrar dentro del realismo bizarro o costumbrismo sucio. Llamémoslo como quieran, pero lo que aquí se narra no es apto para cualquiera. Con un estilo soberbio cuando tiene que serlo y bruto cuando la ocasión lo merece. Como advertencia para los más sensibles comentar que hay escenas de sexo muy explícitas, desagradables y las escenas de violencia otro tanto. Descritas al detalle, cosa que me encanta. Lo que aquí se narra es una patada directa al estómago. De una profundidad arrolladora. Un viaje al averno. Cuyas imágenes difícilmente podrás borrar de tus retinas. Por eso, vuelvo a recalcar, es mejor que se abstengan las personas sensibles o fácilmente impresionables. Y enhorabuena al autor por escribir algo así, sin tapujos. Tiene mucho mérito.
Como punto "negativo", por llamarlo de alguna manera, porque es una cuestión mía personal, de preferencias, reconozco que a veces me costaba pillarle el punto, por su prosa tan detallada, muchas veces irónica, e incluso recargada, como por ejemplo; "...brillo con la luz reflectada del resplandor intoxicado que ella desprende." (Página 141). Esta frase en concreto me pareció redundante. Pero cuando tenía que ir al grano y directo no escatimaba y es ahí donde me ganaba completamente 😍 Esa es la única "pega" que le puedo sacar. Y que se hace muy corto. De resto, la prosa es exquisita. Los personajes perfectamente perfilados. Está magistralmente escrito y la atmósfera muy lograda. Tanto, que logras transportarte a Simetría y pasear por sus calles y sentir la decadencia de esa isla ficticia. Y la voz narrativa otro tanto, como ha sabido jugar con ella y hacernos partícipes de los sentimientos y actitudes de cada protagonista. Chapó 👌
Una novela sobre la depravación humana. Muy violenta y salvaje. VISCERAL, así en mayúsculas. De las que te dejan mal cuerpo.
Se nos muestra a Marcos Laguna, y algunos retazos de hechos acaecidos en su infancia/adolescencia que serán un detonante a su comportamiento de adulto. Simetría, es un submundo aparte, un lugar donde tiene cabida toda la inmundicia humana. Y del que no es fácil salir. Marquitos lo sabe muy bien. Los fantasmas del pasado no se lo van a poner nada fácil a nuestro protagonista. Hasta aquí puedo contar para no estropear la esencia del libro. Ya que cuanto menos se sepa, mejor.
Llegando al final hace un guiño a otra de sus novelas, Lantana. Con la que parece tener algún tipo de conexión (lo sabré en cuanto la lea 😅).
Y, con ese final, no tengo más remedio que irme de cabeza a por la segunda parte; La oración del sepulturero 😍
Por si fuera poco, como colofón final, el autor nos obsequia al final con Simetrías. Una colección de relatos que forman parte del universo y psicología de Marquitos y traza un mapa detallado de las calles de Simetría. Es el complemento perfecto para comprender mejor la obra e indagar más en esa peculiar isla.
En definitiva, una novela donde convergen muchos elementos (sobrenatural, trastornos psiquiátricos, humor negro bien aderezado en sus dosis justas...) y el conjunto me ha encantado.
¿Te atreves a viajar a Simetría de la mano de Marcos Laguna y conocer su historia? Pero estás advertido, no será un viaje fácil, en absoluto.
Les dejo con algunas frases célebres del personaje que nos ocupa:
💀 "Esta ciudad es un tazón de caldo hirviendo y necesita gallina vieja".
💀 "Soy una resonancia de mis propios actos del pasado".
💀 “Nunca sacrifico las gallinas viejas. Me da igual que ya no pongan, cumplieron con su servicio, me dieron todo lo que podían y se merecen un retiro digno”.
Pues me ha gustado, eso si, no es para estómagos delicados, tiene algunas descripciones bastante explícitas. La verdad no pensaba que fuera tan crudo, y e ha sorprendido pero después de leer dientes rojos no me ha impresionado pero si perturbado ligeramente. Vaya pieza el Marquitos... Con un desorden importante a nivel psicológico, desdoblamiento de la personalidad y paranoias... En fin, un pack completo Lenguaje bastante directo y si cortapisas, detallista en las descripciones de distintas situaciones. Creo que hay continuación, aunque por el final no lo pareciera... Valoración: 8/10 Sinopsis: Marquitos Laguna se ha retirado del oficio. Ahora prefiere cuidar su huerto y recoger los huevos de sus gallinas. Antes, en otra época, Marquitos era un justiciero parco en palabras, un matador criptozoológico en la abundante isla de Simetría, un muro de dos metros de hostias enfundado en el guante de un hombre en traje negro. Pero ya no, sus noches más oscuras quedaron atrás. O al menos eso creía hasta hace unas horas. Porque hace nada, las gallinas viejas, esas que nunca sacrifica sabe Dios por qué, han comenzado a revolotear de aquí para allá, dejándolo todo lleno de plumas. La tierra de ese huerto que ahora se dedica a cuidar, ha empezado a retemblar. La carne putrefacta de toda una vida en negro se afana por abrirse paso a base de dentelladas y uñas rotas. Y Marquitos, un muro de dos metros de amor venido a menos, se teme lo peor: Que regresen sus noches más oscuras. Que se le atragante el olor de una Magnolia. O que haya llegado la hora de volver a sacrificar.
El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas es una historia de realismo bizarro, de una isla que alberga toda la inmundicia humana, de fantasmas del pasado que regresan a golpe de vaso de güisqui sobre la barra de un bar. De vampiras imaginarias, de zombis mentales que acompañan a su protagonista y de un ente vengativo que pretende culminar una obra maestra del asesinato: La Magnolia Azul.
NOVELA NEGRA NEGRÍSIMA ⚠️ no apta para mentes sensibles.
Pero qué maravilla es esta! 👏🏻👏🏻👏🏻 Vamos a ver cómo explico esta pedazo de novela que acabo de terminar. Nuestro protagonista Marquitos es un ser que vive en la isla de Simetría donde todo es normal. Trabaja en sus viñas y con sus gallinas y provee con estos productos a los habitantes de la isla, Simetría. Todo es normal, ¿no? O quizás Marquitos ¿tiene un lado oscuro que le empuja a matar en beneficio de los habitantes de la isla? Pues adéntrate en la historia para descubrir todo lo que Darío Vilas nos tiene que contar sobre este ser tan tan oscuro. Nos vamos a encontrar imágenes altamente descriptivas y violentas, si eres de estómago sensible olvídate de leerla, porque es muy gráfica y dura. Su final, ese final 😱😱no lo vi venir. Me gustan las novelas que a pesar de ser crudísimas llegando a lo gore, me den una explicación a lo que estoy leyendo. Que tenga una motivación que al menos pueda comprender el porqué. Por eso me ha gustado tanto.
En esta edición que tengo, Darío nos obsequia con una colección de relatos aunados bajo el nombre de SIMETRÍAS, que nos pueden ayudar a entender más la obra y sus personajes.
En resumidas cuentas, cuando lees mucho sobre este género, buscas emociones o sensaciones diferentes, Darío Vilas, conmigo en esta ocasión lo consiguió. Una novela que ha conseguido sorprenderme y que me lleva inexorablemente a la compra de su continuación “La Oración del Sepulturero”.
No me gustado. Es el libro más misógino que he leído en mi vida. Al principio no entendía que me estaba queriendo contar el autor, pero después se vuelve un despropósito. Me ha parecido un capítulo de Mentes Criminales (serie que amo) pero quitándole toda la trama y dejando solo imágenes inconexas de asesinatos y maltratos explícitos que buscan solo impactar y causar repulsión. El personaje no tiene ningún tipo de trasfondo lógico y la poca trama que tiene, no tiene sentido y es inconexa. Es que ni lo que hay detrás del título del libro tiene sentido, no puede estar más cogido con pinzas. Me lo terminé porque lo escuché en audiolibro y estaba entretenida haciendo otras cosas, sino lo hubiera abandonado seguro.
Novela negra rural. Algunas partes resultan bastantes explícitas y desagradables, no aptas para estómagos sensibles, pero sí te gusta este tipo de género, la historia despierta una curiosidad que te lleva, sin duda, hasta el final.
Una maravilla llegar a un libro como este, sin saber prácticamente nada de él. Lo había escuchado nombrar hace tiempo y hace unos días volvió a aparecer en mi radar, así que me puse con él y no puedo más que alegrarme. Novela corta, pero para nada ligera. Una narración rotunda, sucia, desconcertante, desordenada, asfixiante,... Resumiendo: difícil de definir pero que te atrapa sin remisión.
La primera protagonista es la isla; pocas veces un escenario se convierte de forma tan magistral en un personaje más. Es increíble como el autor te transporta a este lugar y te hace notar que es el enclave perfecto para lo que te está contando. ¿Todo puede suceder en esta isla o todo existe de esta manera porque se da en esta isla?
El humano que comparte protagonismo no se queda atrás. Un enorme ser, que con solo su presencia física puede producir rechazo o miedo, pero que se nos presenta como un simple hombre, con simples ocupaciones escapando de lo que parece un simple pasado. Poco a poco, de la mano de curiosos y extraños acompañantes vamos descubriendo que la simpleza no es un adjetivo que puede acompañar a dicho personaje.
Poco a poco todo se va volviendo asfixiante, duro y cercano a lo gore. Conocemos miserias humanas y motivaciones ambiguas. Nada es como parece, pero todo se cuenta como es. La historia parece dirigirse al desastre, pero nunca es fácil de averiguar lo que sucederá. Nada es previsible.
La manera de la que está escrita la obra es peculiar. Construcciones de frases nada fáciles, pero tampoco rimbombantes, aunque a veces esté a punto (o lo haga) de dar una vuelta de más. Pero todo es perdonable en un conjunto que me ha parecido maravilloso. Quizá el tamaño de la obra ayuda a esto y hace que el equilibrio no se rompa. Me gusta que ha gastado las páginas necesarias en contar lo que él quería, nada de alargar en busca de un producto más tradicional.
No sé muy bien porque no llega a las cinco estrellas, pero reconozco que se queda muy cerca. Una delicia, no apta para cualquier estómago, pero que si no sufres con escenas duras o explicitas deberías leer sí o sí.
Con ese titulo y sin saber mucho me puse a leer este libro.
Este libro es su protagonista, un hombre que se acerca a la vejez y decide dejar un buen trabajo, mudarse a una isla rascuache pero muy peculiar, donde se mantiene vendiendo huevos y vino, gusta de la libertad, de la bondad y de no meterse con nadie, inclusive deja que las gallinas dejen sus huevos donde les place, y cuando se vuelven viejas las sigue manteniendo, aún cuando la mayoría de la gente las sacrificaría.
A partir de aquí se va construyendo una historia que me parece una mezcla inusitada de una atmósfera que recuerda a Sin City de Frank Miller, con ciertas frases tipo Carlos Ruiz Zafon, así como muy líricas que parecen fuera de lugar pero de alguna manera hace que despiertes y pongas atención a lo que describe.
El personaje de Marquitos está especie de misántropo giganton que percibe la maldad a kilómetros de distancia, está lleno de traumas, contradicciones y también de una bondad que llega a ser malsana si es que esto puede ser posible, es la columna vertebral que aguanta firmemente todo lo que ocurre a su alrededor.
Se podría analizar exhaustivamente sus acciones, los orígenes de su comportamiento, pero eso destriparía sin piedad el corazón que da vida al libro, que lo sostiene página a página y que nos hace leerlas esperando saber más, imaginar más, sorprendernos más, sobresaltarnos más, pero sobre todo disfrutar más.
Siempre he pensado que los libros de este tipo de géneros, deberían ser concretos, breves, excedidos, con grandes personajes y este cumple con todos esos requisitos.
Una agradable sorpresa, el estilo del autor es bastante peculiar y funciona muy bien a la hora de dar vida a esta isla y a su personaje principal, si hubiera faltado una u otra, no se entenderían las acciones ni los acontecimientos, una simbiosis inteligente que permite la concepción de una historia mil veces contada pero que leída aquí, suena fresca, original, sorprendentemente cruel pero lo suficientemente corta para agradar.
Seas o no lector del género, vale la pena darle una oportunidad entre tu agenda de lecturas.
Crudo, sucio, brutal, gore… así es el relato que nos cuenta Darío. Una novela, que en la actualidad podría ser acusada de políticamente incorrecta y, seguramente, sentenciada en ciertos círculos, aunque realmente te remueve por dentro y en diferente dirección... Suerte que va respaldada de una magnifica reedición por parte de Cazador de Ratas y de un premio Nocte.
La novela te atrapa, te sumerge en la oscuridad del protagonista, te convulsa, te ennegrece por dentro e incluso, siendo consciente de ello, envileciéndote mediante los estertores y golpes recibidos, sigues leyendo y hundiéndote en la ponzoñosa Simetría (Isla donde ocurren los hechos).
La nueva edición va acompañada, al final, de Simetrías (también disponible por separado). Simetrías es un recopilatorio de pequeños relatos que dieron forma a la novela, realmente no aportan nada nuevo a la historia, pero complementa o te dejará entrever parte de lo que encontrareis en la novela, si la leéis por separado, claro.
Comparando el ebook de la anterior edición, salvo por el prólogo (que está escrito por José Luis Cantos), un mapa de Simetría y un par de ilustraciones al final, la nueva edición (que no los tiene) está mejor estructurada, es mucho más agradecida de leer y tiene una portada espectacular.
" Hay cosas que no están hechas para cualquier vista, solo para la de los que estamos dispuestos a leer entre líneas"
Me ha encantado! Es una historia cruda, fuerte y un personaje principal tan oscuro y siniestro como bien construido. Me ha parecido muy atmosférico, sin tantas o extensas descripciones logra desarrollar un ambiente decadente y escenas bestiales que no son aptas para todos, pero que logran impactar y justamente creo que al ser descripciones directas hacen aún más potente lo que se nos presenta.
Marquitos no es una persona cualquiera, Simetría no es una isla cualquiera... Está, no es una novela cualquiera. Si eres pusilánime y de piel fina, está no es tu novela, si te gustan las historias negrísimas y que te zarandeen las entrañas, estás tardando.
Me esperaba bastante más y se ha quedado en bluf. De estilo está genial, es lo que me ha gustado, el resto me parece una enorme paja mental para no contar nada. Ni el hombre de negro es nuevo o excepcional, ni Simetría es un lugar distinto ni hay nada más que una sucesión de burradas por el hecho de ser burradas. Suerte que es corto. Si este chico tiene una buena idea y es capaz de manejarla con sentido, creo que puede darnos cosas buenas, ver veremos.
Un libro con una historia contundente, dura, pero tan bien escrita que no puedes dejar de leer. Es lo segundo que leo de Darío Vilas tras sus "Piezas desequilibradas" y estoy deseando seguir leyendo muchas más obras suyas. Una maravilla para los amantes del género.
Entretenido sin más. No me ha encantado, pero tampoco me ha disgustado.
La trama se desarrolla en la inquietante ciudad de Simetría y sigue a Marquitos, un asesino de manual, con sótano incluido. Las escenas son explícitas y muy gores, y sinceramente, no han aportado mucho a mi vida lectora, salvo el alivio de que es una historia ficticia.
Para ser honesta, hubiera preferido que el protagonista se dedicara a matar gallinas viejas en lugar de lo que hace.
A pesar de todo, no será el último libro que lea de este autor, ya que su estilo de escritura tiene algo que me engancha.
Este libro es para ti si disfrutas de historias gore y te atraen los libros que exploran la complejidad de la psique humana, aunque te dejen con la inquietante sensación de que jamás entenderás del todo por qué existen personas tan turbias.
Me ha gustado este libro. Nuevamente la editorial Tyrannosaurus Books nos ha sorprendido con una obra peculiar, que según NOCTE ha merecido el premio de Mejor Novela de Terror Nacional 2014. El libro se inicia con un prólogo intrigante y es a partir del primer capítulo que la historia propiamente dicha empieza. Una historia que a primera vista parece muy cotidiana, tranquila, insulsa. Pero nada más lejos de la realidad. La narración en seguida se vuelve oscura, misteriosa, a ratos violenta y los personajes atrapan al lector con su fuerza y singularidad. Especialmente su protagonista, Marquitos Laguna. Y es que Marquitos es un personaje muy peculiar. Lo que más me atrajo de él fue esas dos caras que tenía. Por un lado ese pasado oscuro, perverso, enterrado. Y por el otro ese presente pacífico, bonachón, diametralmente opuesto de lo que fue. Pero cuando los fantasmas del pasado se le aparecen, todo cambia. Y el libro de desmadra. Marquitos se convierte en un ser torturado e inestable que arrastra al lector (y a la historia) por una montaña rusa de estadios contrapuestos de amor-odio, comprensión-incomprensión, paz-violencia que engancha y desconcierta a partes igual al sufrido lector. Nunca sabía a ciencia cierta si lo que se acontecía eran los desvaríos de un demente o la heroica croada de un pobre salvador en un mundo lleno de entes maléficos. El epílogo te aclara (a priori) cual de las dos hipótesis era, pero no creas que Darío Vilas te lo deja tan fácil y masticado. Hay una puntilla que me dejó desconcertado y hace que el final te haga estrujar un poco más la sesera. Un amigo mío, grandísimo lector del género y mejor entendido, me ha dicho que con una segunda relectura se descubren nuevos matices y conexiones. Yo no lo haré pues nunca lo hago salvo que no haya entendido nada y solo en el caso de que sea un relato cortito, pero seguro que valdría la pena. Los personajes secundarios también tienen su miga. Sus apariciones e intervenciones siguen la línea de todo el libro y nuevamente sorprenden por su originalidad y fuerza. A veces me costó comprender las motivaciones que empujaron a las diversas mujeres que aparecen a lo largo de la narración a entregarse tan alegremente a Marquitos . No me parecían sensatas ni creíbles, pero supongo que nuevamente eran personas desequilibradas, atormentadas, con deficiencias importantes de afecto. No sé… La isla de Simetría en sí misma es casi también un personaje, igual de misterioso que Marquitos. Un lugar ficticio, no sabe muy bien donde situado geográficamente, que esconde muchos secretos y con un ambiente malsano que envuelve y atrapa a todos sus habitantes. Un lugar lúgubremente cautivador. El estilo de Darío Vilas me encanta. Es bueno, crudo, directo, muy ágil. Si hay que ser explicito con las escenas de violencia o sexo, pues te mancha con palabras de sangre o te folla salvajemente con las escenas más lujuriosas. Supongo que es el estilo ideal para esta nueva colección Dirt de realismo sucio. Tiene personalidad propia. Y eso también se nota en sus historias y en sus personajes. Me ha gustado el recurso intercalar un capítulo retrospectivo para cada mujer dentro de la historia lineal que se nos cuenta. Da complejidad a y riqueza la estructura narrativa del la historia. En definitiva, una obra muy singular, bien escrita, que no os dejará indiferentes y que tiene sus múltiples lecturas y capas. Os la recomiendo.
El olimpo de los asesinos en serie tiene un nuevo inquilino que no ha llamado cortesmente a la puerta para anunciar su llegada sino que la ha derribado de un puñetazo y se ha hecho amo del lugar que en justicia le pertenece. La prosa de Darío es descarnada, brutal y por ella fluye Marquitos haciendo que, en ocasiones, tengamos que cerrar el libro y mirar para otro lado pues estamos en peligro de contagiarnos de su oscuridad. Mientras lo leía me vino a la mente una situación, es como tener una mosca verde, gorda y desagradable revoloteando a tu alrededor y cuando se posa en uno de tus ojos utilizas un tenedor afilado para espantarla y te lo clavas en el globo ocular reventándolo...será que ya he pasado demasiado tiempo en Simetría. Y corrompe.
Normalmente escribo la reseña nada más acabar de leer el libro. Con "El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas" no he podido y he dejado pasar 24h.
Cuando le propuse a un amigo leer algo de forma conjunta y me propuso este libro, el título ya me llamó la atención. No quise saber mucho más de él, así que no leí la sinopsis. Empecé leyendo un prólogo que me dejó algo descolocada, pues no entendí demasiado bien de qué iba (lo releí al finalizar el libro y ya me cuadró un poco más). Al entrar en la novela, se me presentó a Marquitos, un hombretón que había dejado su trabajo en la industria del galvanizado para dedicarse a sus gallinas y sus viñedos. Qué tierno me pareció! Después su explicación de por qué no mata las gallinas viejas ("Nunca sacrifico las gallinas viejas. Me da igual que ya no pongan, cumplieron con su servicio, me dieron todo lo que podían y se merecen un retiro digno"), me acabó de cautivar. Pensé que había tenido un pasado oscuro y se estaba redimiendo de esta manera. Algo de eso hay. Pero lo que no me esperaba es que ese pasado estuviese aún a su lado, hablándole y atormentándole de tal manera. Poco a poco se nos desvela cómo es Marquitos en realidad y cómo ha sido en su pasado. Su mente y su personalidad son bien complicadas, pero quedan tan bien plasmadas, que podríamos llegar a entender la motivacion de sus actos (sin compartirlos, por supuesto!) Y ya no quiero decir nada más de la trama, para que quien se atreva a leerla pueda descubrirla.
Quiero advertir que no es una lectura ligera (y no me refiero al lenguaje, que se entiende a la perfección) y que no es apta para todos los públicos. Hay escenas muy explicitas, tanto de violencia como sexuales; muy crudas, sin tapujos. A mí, personalmente, no me dejaron indiferente.
Si te gustan los libros que te provoquen emociones fuertes (de cualquier tipo) y que te hagan salir de tu zona de confort, éste no te defraudará. Eso sí, bajo tu responsabilidad! Yo ya me he hecho con "La oración del sepulturero", la continuación.
Si tuviese que definirlo en una palabra, sería BRUTAL!!
PD: aún no tengo demasiado claro por qué no le he dado las 5 estrellas. Tal vez cuando lo acabe de asimilar del todo, modifique mi valoración.
Es el primer libro que leo de Darío y estoy convencida de que voy a ser reincidente 😉 Me gusta el estilo, la historia y la sorpresa inicial que busca aturdir al lector. Es el tipo de giros que me enamoran y que yo misma busco para mis novelas. Es libre, contundente, poética, animal y monstruosa, como su propio escenario. Solo he echado en falta pulir algunas cositas (como repetir la misma palabra en dos líneas seguidas, la ausencia de la mayoría de comas vocativas, algún "por qué" mal escrito, pero nada grave). Si fuera solo por la historia y el estilo, tendría mis dieces ❤ Ahora necesito saber más de Marquitos..
Marquitos, el protagonista, es de los personajes más contundentes, brutales y potentes que me he encontrado ultimamente en mis lecturas. Es un libro duro, no apto para todos los estómagos, pero que en mi caso me atrapó e hizo que me lo tuviera que terminar en una tarde. Muy recomendable.
Un libro que promete mucho, pero que acaba recreándose en escenas muy explícitas (ningún problema) en lugar de desarrollar la trama y los personajes. Merece la pena por adentrarnos en un lugar con tanto potencial como Simetría.
Hi ha lectures que et fan plantejar si cal continuar llegint. No perquè siguin dolentes, sinó perquè et colpegen amb una força tan crua que fan mal. El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas és una d’elles.
A l’illa de Simetría, un tros de terra desolat i ofegat pel pes del passat, Marquitos Laguna sobreviu entre la brutícia, les gallines velles i els records que es neguen a morir. Un home sol, retirat de tot, intentant mantenir a ratlla els dimonis que li corquen la consciència. Però els monstres que la societat crea mai desapareixen del tot. I ell n’és la prova vivent.
Darío Vilas escriu com qui dissecciona un cos sense tremolar la mà. La seva prosa oscil·la entre la bellesa poètica i la sordidesa més descarnada, entre la delicadesa i l’impacte. No hi ha concessions ni filtres: la violència arriba amb la mateixa naturalitat amb què algú serveix el sopar. I això és el que fa que el llibre faci tant de mal.
A mesura que avances, sents el vertigen de mirar directament a l’abisme de la psique humana. Et trobes davant un mirall brut. Hi veus el protagonista, sí, però també la societat que l’ha creat i els racons més foscos de la naturalesa humana. Fins on som capaços d’arribar abans de deixar de ser persones? On acaba la civilització i comencen els instints primaris?
Cada lector haurà de decidir si segueix llegint o si tanca el llibre. Però potser la gran pregunta no és si cal continuar, sinó si és possible deixar de fer-ho.
Li poso quatre estrelles perquè el final l'he trobat com molt precipitat!...
Nunca sacrifico las gallinas viejas. Me da igual que ya no pongan, cumplieron con su servicio, me dieron todo lo que podían y se merecen un retiro digno. EL HOMBRE QUE NUNCA SACRIFICABA LAS GALLINAS VIEJAS, DE DARÍO VILAS. Pues la verdad no sé como llegué a éste libro ,si que descubrí al autor leyendo cosas por ahí y ya me inquietó saber de éste. Un personaje principal Marcos o marquitos ,que me ha tenido descolocada en todo momento con esa historia en pasado y presente para saber quien y cómo ha llegado a ese final .Ese estilo tan directo sin concesiones por parte del autor me ha encantado ,no hay censura en su obra en ningún momento puesto que muchas veces me he sentido atisbada hasta quedar exhausta o decir basta por la crudeza ,que bien por momentos es repugnante pero que a la vez lo borda después y ,ahí la magia de Darío el adornar por momentos con toques poéticos mágicos y evocadores ,una locura si ,pero lo hace a la perfección. Yo me atrevo a decir que más que de terror como algunos la ponen creo es una novela negra con arte ,si por la crudeza, por esa sensación de darte un buen golpetazo como cuando vas por la calle y,no ves la farola de frente y ,menudo.......................narración gore en algunas escenas, violenta en otras, dinámica toda ella, y lo mejor de todo: que acabas y tienes ganas de seguir leyendo a dicho autor pero eso si ,no sé si es apta para todos en cuánto a sensibilidad de sus estómagos .El prólogo y el epílogo termina de bordar ésta historia y, desde luego me termina de confirmar que hay más, que los de grandes editoriales de renombre y que es un gustazo descubrirlos y darles voz ,porque éste tío lo hace cojonudo . PD:“Las nuevas oportunidades crecen entre la maleza y no se dejan regar con el agua de la lluvia. Brotan con la sal de las lágrimas y con la sangre de quien no tiene la culpa de que estés solo”.
No sé cómo empezar esta reseña. Me he encontrado una historia diferente, no nos vamos a engañar. El protagonista, Marquitos Laguna, vive en Simetría, una isla alejada del mundo. Se ha retirado de su vida anterior y ahora cuida su huerto y reparte vino y aceite a sus vecinos. Pero el pasado vuelve y con él esa vida que creyó superada. ¿Cómo no fiarse de alguien que no sacrifica las gallinas que ya no le dan beneficios?
Con un lenguaje directo, ese tipo de lenguaje que sale del papel para darte una leche bien dada y dejarte pasmado y con descripciones muy vívidas de hechos duros y crueles, creo que no es un libro para todo el mundo. A mi me ha ido envolviendo en una locura de la que no quería salir. Me he visto transportada a esa isla llena de gente extraña y de hechos difíciles de explicar. No quiero contar nada por no ser una destripasorpresas, pero te vas a encontrar sin saber cómo has llegado ahí más de una vez.
Y el final...el final es una maravilla. Un muy buen cierre para una novela tan espectacular y especial. Y diferente.
Las cinco fases del disfrute de "El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas": fascinación, negación, nausea, aceptación, reposo (para poder pensar en lo listo que es el cabrón de Darío Vilas).
No voy a decir absolutamente nada de la trama porque a este libro hay que entrar sabiendo lo menos posible. Como curiosidad comentar que la forma en la que está narrado me recordó al "A man lies dreaming" de Lavie Tidhar, y no es el único punto que tienen en común las dos novelas. Con el paso del tiempo me parece que lo voy a recordar con más gusto del que siento ahora (que ya es excelente).
Es lo primero que leo del autor y no será lo último.