Las «conversaciones» que siguen se mantuvieron en francés y reúnen la mayoría de los grandes temas que el artista no dejó de abordar, a los que dio vueltas con obstinación durante toda su vida: el arte, la vida, la muerte, las pasiones, los grandes temas universales…, pero también su trabajo, sus amistades, sus viajes, sus lecturas, el alcohol, Picasso, Giacometti, Velázquez, «of course», e incluso su interés por el videoarte… Hablar le divertía. Hablar le excitaba. Hablar era también un arte para él. No dudaba en volver y volver sobre un tema, desmenuzar una idea, cebarse con una palabra para desnudarla mejor, armado de varios diccionarios si era preciso…, predicando, también, a su manera, un discurso sabiamente meditado hasta la más mínima evocación, como si quisiera, una vez más, dejar a la vista sus demonios familiares. Siempre exigente, alguna vez con lagunas. Provocaba adoraba provocar y seducía, no sin humor. Entre las charlas grabadas y las notas que tomé durante nuestras entrevistas, he tratado de escoger las frases que expresan mejor la proximidad, sencillez y complejidad y también la extrema ambigüedad de un hombre entregado a su pasión, a la pintura. «Ya no se reconoce el modelo, la figura es humana, simplemente humana, hecha de carne y de sangre. Interviene Bacon, el cirujano, el carnicero. El que repiensa la anatomía, el que trabaja la carne, el que cuenta toda su plasticidad en su masa, con la medida de un espacio sideral. Esos hombres-carne misteriosos ejecutan sus piruetas de la desesperación en el vacío y evolucionan, atraídos por no se sabe qué imán, en un cielo sin horizonte. ¿Dónde estamos? ¿En qué reino? ¿En qué universo? ¿Dónde debe mantenerse el cuerpo? Se propaga por esos cuadros un onirismo de crueldad, un enigma de drama, un “olor a muerte”. El pintor exhibe sus criaturas en toda su brutalidad implacable. Representa su teatro de tragedia sin «pathos»».
Franck Maubert, né le 24 octobre 1955 à Provins, est un essayiste et romancier français.
Passionné par l’art et la littérature, il s’est distingué par son regard aiguisé sur le monde de la peinture, notamment à travers ses écrits sur des artistes comme Francis Bacon et Nicolas de Staël. Il a également écrit plusieurs essais sur l'art contemporain, dans lesquels il explore les liens entre la création artistique et les émotions humaines, avec un style à la fois poétique et analytique.
Maubert est l'auteur de plusieurs romans et récits, dont Le Dernier Modèle (2012), qui a remporté le Prix Renaudot de l'essai. Dans cet ouvrage, il relate la relation entre un peintre vieillissant et son dernier modèle, révélant une profonde sensibilité à la beauté et à la fragilité des relations humaines. Son écriture, imprégnée d'une grande élégance, mêle souvent ses réflexions sur l’art avec des observations intimes et personnelles.
Au-delà de son œuvre littéraire, Franck Maubert est également reconnu pour ses collaborations avec de nombreux artistes contemporains et pour ses contributions régulières à des revues d'art. Son travail continue d’enrichir la réflexion sur l'art moderne et la place de l’artiste dans la société.
Es muy interesante y me ha gustado mucho, sobre todo la entrevista, pero es diminuta, el libro es muy muy cortito, tanto que hasta la biografía final es mini.
"Como le he dicho, mi pintura es, en primer lugar, instinto. Es un instinto, una intuición que me empuja a pintar la carne del hombre como si se expandiese fuera del cuerpo, como si fuera su propia sombra. Yo la veo de esa manera. El instinto está mezclado con la vida. Trato de situar el objeto lo más cerca posible de mí y me gusta esa confrontación con la carne, esa auténtica desolladura de la vida en estado bruto."
Muy interesante y esclarecedor. Tiene momentos de una ternura increíble, pero es demasiado poco, como estar viendo a través del cerrojo de una puerta. Es muy interesante también el pequeño ensayo sobre la relación entre los dos Bacons, pero también, se siente como un anzuelo que se escapa. Pero vale la pena por las ternuras de Bacon.
Inevitable comparar a Frank Maubert con David Sylvester. Aunque Bacon siempre es interesante y la parte de la entrevista es bastante buena también por parte del entrevistador, no deja de sentirse como un librito light sobre Bacon. La inclusión de los ensayos breves del autor me resultó de un interés bastante superficial.
Tal vez como introducción al pensamiento del printor sea una buena puerta, pero de ninguna manera aporta a quién conoce las entrevistas con David Sylvester y alguna que otra monografía de Bacon.
La parte primera de entrevistas es una versión reducida del libro de entrevistas hechas por David Sylvester. Bacon dice básicamente lo mismo, sin extenderse tanto como en áquellas. Por cierto, que alguien podría reeditarlas en España.
Más allá de las entrevistas, donde el pintor era brillante, es interesante el pequeño apéndice ensayístico donde el autor relaciona un texto inédito de Sir Francis Bacon acerca de la muerte, la prolongación de la vida y los medios de morir con la pintura de Bacon. En primera instancia parece que esta relación entre ambos no es más que una coincidencia no demostrable que el autor aprovecha para soltarnos la típica perorata sobre la pintura del irlandés -el padre de Bacon siempre dijo que eran parientes de filósofo por vía no directa- pero la verdad es que al leer la reproducción del texto original -que Bacon el artista nunca conoció por lo que no pudo influirle- a uno le vienen a la mente ciertas imágenes. Quizás no sea tan descabellada la teoría de que les unía algo más que un nombre o un lejano parentesco.
Goodreads me hizo una cosa rara y no sé si registré este libro o no.
Bacon andaba muy mal de la cabeza y tampoco tuvo una vida sin accidentes el hombre, pero sus momentos lúcidos son una maravilla, creo que tengo subrayada la mitad de la entrevista.
Libro que para mí ha sido una introducción al mundo de Bacon y al arte contemporáneo en su sentido más genérico. La conversación es muy concisa, pero se hace corta porque deja al lector con ganas de saber un poco más.
El libro consiste en una entrevista entre el autor y Francis Bacon y al final una parte de su biografía para conocerlo mejor. Se lee muy rápido por su breve extensión, aunque el tema tampoco fuera especialmente relevante para mí y desconocía algunas cosas o autores que se iban mencionando. Aún y así, cuenta anécdotas muy interesantes y frases para reflexionar. Me quedo con una de ellas: “Existen el nacimiento y la muerte. Entre los dos, está la vida. Y punto, eso es todo.”
Un formidable primer acercamiento a la obra de Francis Bacon, con respecto a lo que son sus influencias, su concepción del arte, y las categorías que maneja a la hora de emprender una nueva pintura. Por una parte, nos acercamos, mediante las propias palabras del pintor, a su concepción de un realismo puro, que por momentos nos acerca a la idea de lo real, ajado de todo sistema simbólico e impreso en el reverso de la carne. El realismo de Bacon es, en sus propias palabras, un realismo clínico, casi quirúrgico. Por otra parte, vemos como atestigua la importante copenetracion de sus pinturas con la literatura, y en particular, ciertos escritores como Ts Elliot, Yeats, Shakespeare, Esquilo- una copenetracion que tiene que ver tanto con la cita, como la traducción y la profanacion. Una copenetracion que instaura una continuidad entre una obra y la otra. Bacon es tan gran lector como pintor, podríamos decir. Mas adelante en la entrevista nos enteramos de algunas maneras tensas en las que relaciona la vida con el arte, y principalmente, la importancia casi blakeana que posee con respecto a la creación, la Creación con C mayúscula, como unica verdad a la cual puede aspirar el hombre, siempre teniendo en cuenta que esta verdad posee una fatalidad al llevarla a cabo- la verdadera Creación se acomete teniendo en cuenta nuestra nulidad, nuestra insignificancia y finitud, mortalidad. De ahi la relación oscura con la carne, con lo escindido y escondido pero que siempre esta agazapado, que siempre envuelve nuestra piel en un presentimiento perenne, intrínsecamente uncido a la vida. Las pulsiones en Bacon son primordiales, y en este dialogo tenemos un primer acercamiento, junto con un ensayito pequeño de Maubert que relaciona a FrancisBacon pintor con Francis Bacon empirista, su homónimo, supuesto ascendente, quien en un texto casi desconocido se dedico a documentar, mediante palabras, la descomposición de las cosas. Un libro realmente interesante, una introducción a otros libros y a la obra misma de Bacon, que puede ser leído antes de las entrevistas con Sylvester.