The last novel by Peruvian writer Jose Maria Arguedas, set in the booming port city of Chimbote, is an expression of the human costs of rapid modernization. Tragically, the malaise of the society is reflected in the literal self-destruction of the author, a process chronicled in four diaries woven into the novel itself. Arguedas lost his struggle with suicide as he neared the end of the novel and shot himself to death, closing his own life but deliberately leaving his novel open. Fittingly, the forces of destruction in this rich and fascinating work are wondrously transformed by language and emotion, by faith and redemption. As with the other volumes in the Pittsburgh Editions of Latin American Literature, The Fox From Up Above and the Fox From Down Below contains critical essays providing background and analyses of the text for classroom use.
La primera vez que me encontré con Arguedas fue en una edición hermosa de Los ríos profundos el 2017. Tanto removió, que lamenté no haberlo leído antes y haber hecho mi pregrado sobre él. En febrero de los 2018 me compré El zorro... y una bolsa de guagüitas (son una golosina chilena), me leí un poco menos de la mitad ese mismo día. Tristísimo, tanta tristeza que se pega. Es Argueda intercalando sus diarios antes de su muerte con su proyecto de novela, que terminó siendo una, y que en mi opinión humilde está acabada. Si los ríos profundos es todo imágenes, el zorro es toda la oralidad del Perú - lo que le hace difícil y en parte te obliga a volver-. Léanlo, conozcan o vuelvan a Arguedas, por la belleza o por la tristísima penumbra.
"Yo no voy a sobrevivir a este libro. Como estoy seguro que mis facultades y armas de creador, profesor, estudioso e incitador, se han debilitado hasta quedar casi nulas y solo me quedan las que me relegarían a la condición de espectador pasivo e impotente de la formidable lucha que la humanidad está librando en el Perú y en todas partes, no me sería posible tolerar ese destino".
Las palabras del propio Arguedas sobre la publicación de ésta, su última obra, entre latidos de ficción y relatos de vivencias, la que parece mantener vigencia en esta coyuntura actual tan dividida y lastimada. Sus últimos suspiros están aquí.
Este es un libro mitad novela, mitad diario personal. Con capítulos intercalados entre la última novela que Arguedas escribió y los últimos escritos de su diario. En ellos ya se ve la sombra de la muerte y el suicidio. Ya antes había tenido un intento fallido de suicidarse y sabía que no sobreviviría a este libro. La parte de la novela es fragmentaria, se me hizo difícil de leer y no pude involucrarme con ningún personaje a diferencia de sus otras novelas. Se intenta plasmar la realidad de Chimbote, ciudad portuaria que se veía impulsada por el negocio pesquero, y Arguedas trata de retratar la vida de los obreros y patrones, algunos venidos de muy lejos, el factor de la iglesia, los prostíbulos y el empresariado. En la parte del diario Arguedas dice que le cuesta mucho escribir esta novela y que le faltaba un hilo que lo uniera todo, tuvo muchas temporadas en blanco sin saber que escribir y la depresión solo empeoraba la situación. La parte que más me gustó no fue la de la novela, sino la de los diarios, ya que ahí se ve a un Arguedas más humano, atormentado, vulnerable, sabiendo que eran sus últimas palabras. Es desde esta perspectiva que más valoro al libro. En resumen estamos ante una novela fragmentaria, inacabada y el diario es un testamento final que deja despidiéndose de todos y dejando ver que tenía el firme propósito de quitarse la vida. No lo recomendaría a nadie para iniciarse en Arguedas, para eso están mejor otros libros y cuentos. Este libro sería para alguien que ya ha leído varios libros de Arguedas y quiere ver lo que pensaba en sus últimos días.
A tragic, furious book, that prophecizes the dawn of a new world, while exploring the misery of the current one. This book is impossible to completely define. It is a social story, telling the tribulations of a city (the bustling fishing town of Chimbote, in northern Peru), without one central character but a choir of multiple persons. It is also a mystical tale, with hints of magical realism, incarnated by the couple of Foxes who stroll through the modern word and playfully influence it, commenting and dancing like divine children. It is, in a way, a book where Arguedas' anthropological research is incredibly noticeable, both in its reproduction of the language of its characters as well as in its presentation of their culture and traditions. It is, finally and unavoidably, a testament, as this heart-wrenching tale was written while its author fought, and lost, against his desire to die. El Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo may be seen as the only surviving fragment of an incomplete novel. But, like Camus' "Le Premier Homme"(another finaland unfinished novel), its vital energy and its universal message is impossible to forget. This is a book I will not read only once.
En el día y mes de mi nacimiento (28 de noviembre), pero muchos años atrás, José María Arguedas se encerraba en uno de los baños de la Universidad Agraria La Molina para dispararse un tiro en la cabeza. Tras cinco días de agonía su espíritu abandonaría este mundo, no sin antes dejar todo un legado que perdura hasta el día de hoy. El año pasado se conmemoró medio siglo de su partida (2 de diciembre de 2019), en tal día las circunstancias hicieron que traiga a mi mente un libro que hacía tiempo me esperaba: ‘El zorro de arriba y el zorro de abajo’ (novela póstuma, sexta y última, publicada en 1971). ¿Por qué no leerlo ya? -pensé-, acercarme a lo último que produjo su pluma, descubrir las intimidades antes de que efectuara lo que hizo; empaparme de su testamento literario.
Y lo leí, lo disfruté, me enterneció y me hizo recordar la tenaz lucha contra la muerte a través de la escritura -antes ya había investigado al respecto, a propósito de un análisis que hice sobre la obra del poeta guayaquileño David Ledesma Vázquez-. Esa suerte de engarzamiento a la vida por medio de la escritura; un posible llamado de auxilio, la última ancla que le mantiene asentado a ese ser que tiende a levitar, o como diría el mismo Arguedas: “porque yo si no escribo y publico, me pego un tiro”. Si las palabras no dicen nada, si la escritura no es vinculante, si este tipo de escritor ya no puede producir se apagan las luces y se dice adiós.
Antes de embarcarme en la lectura de los zorros, investigué y recordé algunas cosas relacionadas con la vida y obra de Arguedas -para ese entonces, mi único acercamiento hacia él había sido a través de breves notas biográficas y de sus cuentos-. Tenía ante mí la figura de un escritor peruano harto conocedor del mundo indígena; investigador, profesor, folklorista y antropólogo. Un personaje que había entendido y teorizado sobre la división del Perú -y de la mayoría de territorios latinoamericanos-, es decir, esa condición esquizofrénica fruto del choque entre dos culturas: la de origen indígena y la traída por los españoles. A raíz de los zorros -y sus propias dualidades-, y de un par de textos sobre su vida, se me hizo más presente su afán de preservar, promover y contagiar un apego inocente hacia lo nuestro, hacia nuestras raíces y ancestralidades. También se me hizo presente su carácter perfumado de una sensibilidad fuera de lo común. Un pathos que le permitió adentrarse en lo telúrico y que también lo desgastó hasta la muerte.
Pocas novelas he visto que conjugan tan perfecto la materialidad de una vida y la materialidad de una narración. Porque en los Zorros no solo tenemos la crónica de la hechura de la novela trunca, tenemos la historia del boom pesquero en Chimbote, vida y fortuna de los pescadores de anchoveta, el nomadismo de la gente de arriba -sierra- que se asienta abajo -costa-, y viceversa. Tenemos una colección de figuras, colores, culturas, formas de hablar, costumbres y sentires de ambas regiones.
Todo ello intercalado por las páginas íntimas de sus últimos diarios, en donde expresa no solo aquella recrudecida dificultad para escribir, decaimiento, fatiga, ansiedad y angustia; también enuncia su sentir hacia la literatura, hacia su labor y profesión, sus defensas contra los críticos y sus últimas voluntades.
Sobre la novela diré En general se desarrolla dentro de un ambiente violento, lugar en el que triunfa el más vivo (Arguedas maneja con destreza el hablado costeño y el modo de ser y de pensar de los pescadores; hace libre uso de su experiencia como etnógrafo). Quienes dominan la industria de harina y productos de pescado -y pertenecen a las “mafias”-, quienes son dueños de lanchas y quienes reciben dinero del mar son los que ostentan el poder; experimentado a diferentes niveles e intensidades. Porque todos los caminos llevan a Chimbote, epicentro al que emigra la gente de la sierra -de arriba- a buscar fortuna, a formar familia y a fundar barriadas -invasión de tierras-; sin importar los eventuales riesgos. Las “mafias” son las encargadas de regar rumores sobre vacantes y así “salvar” a los próximos peones del trabajo en las haciendas. Las “mafias” acondicionan tugurios que mantienen a los trabajadores controlados y ajustados de su bolsillo; éstos se sienten superiores cuando van a la cama con alguna prostituta cotizada, basta con mencionar el episodio en donde Asto, de la lancha del zambo Mendieta, paga por la Argentina. Todas estas particularidades y la mecánica del negocio las conocemos a través de la conversación que sostienen don Ángel Rincón Jaramillo, jefe de la fábrica de harina de pescado “Nautilus Fishing” y don Diego, enviado especial de Braschi.
En cuanto a los personajes -de toda la gama creada por Arguedas-, por su relevancia dentro de la historia, personalidad, destino y peculiaridad, me quedo con los siguientes:
Braschi, máximo patrón de Chimbote, uno de los primeros en levantar una fábrica en donde solo había desierto. Admirado y odiado a la vez. Se deja sodomizar por el Mudo y otros pescadores en el prostíbulo de la ciudad. Cuando “Mantequilla” visita a Chaucato, para advertirle que Braschi le iba a quitar su lancha por haber financiado a quienes difaman la industria (Solano, Zavala y Maxwell), nos enteramos que el susodicho es difícil de encontrar; sin casa ni familia, vive en el Club y no se sabe cuándo está o no en Lima.
Chaucato, patrón de la bolichera “Sansón I” y parte de la “mafia” antigua. Aprendió todo lo que sabe gracias a Braschi, fue su guardaespaldas y llegó a considerarlo como a un hermano; luego se vuelve su rival. Tiene la plata suficiente que le da el derecho a estar con varias prostitutas a la vez. Antolín Crispín, músico ciego encargado de cantar las historias de los pescadores. Vive en la casa de Florinda, hermana de Asto.
Moncada, en sus días sanos se desenvuelve como jalador de pescado, pero en los días de locura se disfraza de un personaje diferente, realiza una suerte de performance y predica en los mercados. Compadre de don Esteban. Crítico de Braschi y sus negocios con el poder. Cuando tiene la audacia de entrar al Gran Hotel Chimú -y es apresado-, la mujer de don Ángel Rincón piensa que el loco habla como alguien instruido y que inclusive podría ser descendiente del Mariscal Obregozo y Moncada.
Don Esteban, chupetero, antes de establecerse en Chimbote trabajó en una mina de carbón. Jesusa, su mujer, tiene un puesto en el mercado de Bolivar Alto, en una zona urbana “calificada”. Producto de sus días de minero padece de una afección en los pulmones que le debilita y le hace toser escupitajos negros; guarda la esperanza de lograr botar cinco onzas del carbón de sus pulmones para poder limpiarlos (la mayoría de mineros de Cocalón, compañeros de don Esteban, están muertos).
Maxwell, gringo, ayudante permanente de albañilería y ex miembro del Cuerpo de Paz. Al principio de la novela -la primera noche de su licenciamiento legal del Cuerpo- va al prostíbulo y baila con la “China”, produciéndose un altercado con el Mudo. Al final de la novela solicita al cura Cardozo su consentimiento de no ser excomulgado y permitírsele casarse con Fredesbinda y establecerse en Chimbote.
Sobre los zorros diré Según Mario Vargas Llosa (‘La utopía arcaica’, 1996), los Zorros de Arguedas son personajes mitológicos tomados de las leyendas indígenas recopiladas por el doctrinero hispanoperauano don Francisco de Ávila en la provincia de Huarochirí (estas leyendas fueron traducidas del quechua por Arguedas y publicadas bajo el título de ‘Dioses y hombres de Huarochirí’). Según las intenciones del autor -motivos que no se llegan a cristalizar del todo-, los zorros debían entrometerse de vez en cuando en los sucesos de la novela con el objetivo de comentarlos y orientarlos.
Su aparición inicial se da en el Primer diario (Santiago de Chile, 1968), 17 de mayo. Durante su diálogo mencionan la salvajina (ima sapra, Virgen del ima sapra), mencionan a Fidela preñada que fornica con el niño -¿Arguedas?- y la “zorra” de las prostitutas -vagina-. Luego se los alude varias veces en el Capítulo I: Tutaykire queda atrapado por una “zorra” dulce. En el prostíbulo el “corral” las putas muestran la “zorra” -vagina- afeitada. Los pescadores se cogen a la gran “zorra” -el mar- a la que también empiezan a cogérsela los extranjeros. La puta Paula Melchora alza su queja a las gaviotas y reclama que los borrachos le lastimaron su “zorra”. Ambos zorros vuelven a entablar un diálogo, mencionan el mundo de abajo (donde no llueve, una tierra cálida cerca al mar) y el mundo de arriba (llanos, montañas que el hombre hace producir a fuerza de golpes y canciones).
Narran algún mito relacionado con Huatyacuri, hijo artesano del Dios Patriarca, quien superó todos los retos que le puso el yerno de Tamtañamca y fue capaz de hacer danzar a las montañas con un tamborcito hecho por un zorro; danzó disfrazado, convirtió a su rival en venado y a su mujer en ramera de piedra. También cuando Tutaykire, guerrero de arriba e hijo del patriarca, fue detenido en Urin Allauka -mundo de abajo- por una virgen ramera que quería adormecerlo y dispersarlo. En el Capítulo III los zorros trasmutan en la figura de don Ángel Rincón Jaramillo -de arriba- y don Diego -de abajo-; don Ángel dice que en los cuentos de la patria se llama Diego al zorro. Al salir del prostíbulo don Diego se encuentra con un hombre pequeño de hocico largo -“zorro” de arriba- que le advierte no fiarse de don Ángel. En el Tercer diario (Santiago de Chile, 1969), 20 de mayo, Arguedas revela que para seguir el hilo de los “zorros” debió “aprender” la técnica de ellos y haber vivido como ellos. Los “zorros” se le corrieron y pusieron fuera de alcance (Arguedas visitó varias veces Chimbote con la finalidad de hacer una correcta etnografía; aprender y vivir con los pescadores). En la Segunda parte, la primera noche del licenciamiento legal de Maxwell, luego de haber bailado con la “China” y haber tenido el altercado, despreció a la gorda y le dejó con la “zorra” encendida. En el ¿Último diario? (trozos seleccionados y corregidos en Lima, 28 de octubre), 20 de agosto de 1969, el autor se lamenta de que los zorros no podrán narrar la lucha entre los líderes del sindicato de pescadores. Los zorros iban a comentar y danzar el sermón que enjuicia al mar y a la tierra. Ellos corren de un lado al otro de los mundos, hilvanan los materiales del relato (vale recordar que nuestro autor era un gran aficionado de la música y danza tradicional, también fue un gran cantor).
This entire review has been hidden because of spoilers.
It was a complex experience. I believe that some knowledge of andean Spanish is required (or at least it helps, otherwise you'll sit there thinking 'what does that mean?'). The fact that this book's structure has the author's personal diaries and letters makes the reading experience something else. The diaries are very sad and deep, as Arguedas reflected on his depression and past suicide attempt in 1966. The novel itself isn't completed, so if that is something that bothers you, I'd advise you to try with any other of his novels (Yawar fiesta, for example). After this I will definitely read Los ríos profundos and Todas las sangres.
Un intrincado viaje por Chimbote y la formación de ese Perú "moderno" que busca describir Arguedas en su dialogo entre Zorros. A pesar de ser una novela "no concluida", es altamente recomendable.
Lo dice Arguedas al final del libro, aunque no puede aventurarse uno a un juicio definitivo, quedan dudas y entusiasmos. La mayor impresión que me queda es la de la lucha contra la muerte y a la que no le fue posible sobrevivir: "no tengo energía e iluminación para seguir trabajando, es decir para justificar la vida. [...] y para algunos el retiro a la casa es peor que la muerte". "¿Quién puede saber qué día o qué noche ha de caer un huayco o un derrumbe seco sobre estos caminos" [...] mucho más cuando "por mucho que hice, no pude levantar, el lodo y las piedras que formas esas avalanchas que son más pesadas cuando caen dentro del pecho".
Me quedo con esos grandes entusiasmos.
Imagino la voz del charango y de la quena y allí pensaré que lo oiré todo y que estará casi todo. "Esa música llegaba a comunicar la esencia de almas puras e indomables. Esta música que ha domado, ha resistido invasiones y menosprecios más de cuatrocientos años."
I love this novel. Even on a first reading - when it is obvious that you're going to miss so much - it is a hugely rewarding experience.
The author's death tends to overshadow the interpretation of the book - as a kind of extended suicide note - but I enjoyed it above all as a brilliant and complex contribution to the literature of place. There is a large cast of memorable characters here, but the main character is surely Chimbote itself. Their criss-crossing journeys across the city offer the reader the opportunity to view it from many different angles, and the result is a remarkably sophisticated exercise in social, economic and political geography. The uneven distribution of power and wealth is quite visible in the layout of the conurbation and its lines of communication. Trawler, brothel, factory, market, cemetery: these are not simply settings in the novel but locations whose capacity to shape the action that takes place there is of crucial significance.
On some level the novel, with its passing derogatory remarks about Cortazar, Carpentier, Fuentes and Garcia Marquez, is also a provocative challenge to the mainstream Latin American novel, which certainly looks hopelessly gentrified after reading this unsparing immersion in the lives characters that include an itinerant preacher, a popsicle vendor, a prostitute expecting a baby, a crooked businessman, an unscrupulous factory manager, a corrupt labour leader, a pig-raiser, a trawler captain, a Yankee priest and a former peace corps volunteer who has gone native. Only the editorial apparatus can indicate how Arguedas combined Spanish and Quechua in his text, often creating new words from both languages, but the translation gives a good impression of the range of sociolects as it switches expertly between standard and vernacular Englishes.
If the book takes its title from a Quechua myth and while the narrative duplicates its themes of 'above' and 'below' in its fascination with the complex encounter of the mountain-dwelling Indians who are drawn to work in the rapidly industrializing port on the coast, the relation between the two stories is not merely analogical. One of the foxes appears in the novel as a somewhat enigmatic character, and it may be that the Foxes is a critical rewriting of the myth, answering it back, out-doing it perhaps. Whether a second reading will make this any clearer I don't know, but it will certainly be just as compelling.
Definitely, a very complex book that has left me with more questions and curiosity. The novel is composed of journal entries written by the author where he talks about his suicide attempts and his thoughts while writing the novel. It also includes fragmented chapters that tell the story of Chimbote, a city on the coast of Peru, where fishery factories brought social and economic changes due to the modernization process that resulted in capitalist development. The physical organization of the work is dual: author-work with a strong feel of metafiction.
Pongo 5 estrellas porque creo que este libro no debería de estar sujeto a ratings por respeto.
Es una novela compleja, de difícil lectura, muy barroca en su concepción. Si vas buscando la escritura luminosa de Arguedas, aquí no la encontrarás. Es tan oscuro y enrevesado como el estado mental del autor en el momento en el que escribió el libro, a la vez novela y carta de despedida.
Es interesante el retrato del Chimbote industrial, una suerte de El Dorado moderno al que bajan los serranos llamados por los cantos de sirena del dinero fácil y que acaban encontrando miseria, caos y depravación. Hay un poco (o mucho) de fábula, el indio que deja su tierra en busca de dinero y acaba ardiendo en el infierno industrial, casi Dickensiano. Probablemente lo mejor de este libro es el costumbrismo con el que describe las barriadas, los prostíbulos y la melieu en la que se mueven los ricos industriales, ese contraste entre el pobre y el rico, el “industrial” y el “industrioso”.
Pero la lectura necesita de una atención que seguramente solo los muy devotos a Arguedas o los más interesados en la antropología y el indigenismo conseguirán sostener. La diversidad de voces quechuas, seguramente transcritas con fidelidad en diálogos que no acaban nunca acabaron por sacarme de la novela una y otra vez. El capítulo que más disfruté fue el del diálogo entre Don Ángel y el zorro disfrazado de Don Diego, seguramente por que es el único escrito íntegramente en castellano, digamos, normativo.
Por lo demás, como es obvio, lo más atractivo es el diario en el que critica con agudeza a algunas de las luminarias del Boom y ensalza algunos de sus patitos feos (Onetti, Rulfo).
Il ne semble n'y avoir aucun compromis dans l'ambition de l'auteur pour son dernier roman, dont il se sert à la fois de testament littéraire et de note expliquant son suicide. C'est avec une profonde douleur et une sombre tristesse qu'il décrit ces quelques épisodes dans ce village côtier du Pérou, victime d'une industrialisation rapide et incontrôlée, opposant cette expansion urbaine exponentielle à la décadence humaine et le génocide identitaire que cette transformation économique entraîne. A travers une myriade de personnages - riches, pauvres, fous, immigrants ou colonialistes, prostituées et chefs d'entreprise - c'est un véritable microcosme d'histoires politiques, économiques, communautaires, intimes et sexuelles qui est ainsi présenté, chaque partie renforçant ce sentiment d'asphyxie urbaine et cette perte d'un monde révolu et de ses traditions uniques. C'est une lecture exigeante, parfois chaotique, et l'inachèvement du roman se ressent souvent, mais il en exsude une rare force, un certain courage face à l'abîme, qui s'approche de ces sommets que seule la littérature peut atteindre.
What does the fox say when he visits the fishmeal factory?
"The Fox from Up Above and The Fox from Down Below" is actually two books in one. One is a picture of a poor Peruvian town whose inhabitants fight for existence and survival. Their enemy is ruthless capitalist machine as its most brutal. At this point the reader can clearly see how strongly author believed in Che revolutionary ideas. The style of this part is something like magical realism in a very "intense" version. It's like an extremely realistic dream in which some absurd scene or character suddenly appears, but it doesn't surprise anyone, it even seems normal.
The second "book in the book" is a diary that Arguedas was writing while creating "The Fox". The author wrote a lot about his suicide plans. Writing was supposed to be a form of therapy. As is known from the biography of the writer - he eventually comitted suicide after finishing the book.
La obra contiene una gran trama que queda trunca y un relato en dos castellanos: el formal popular y el de uso de aquellos migrantes que inician su asimilación al “mundo occidental”. Un pueblo constituido por migrantes andinos, mestizos costeños, representantes de empresas pesqueras y de la iglesia Católica. Las relaciones que se construyen son el reflejo de una sociedad muy desigual y fragmentada, en plena transformación y que empieza a conocerse a sí misma, aunque no necesariamente a aceptarse. El autor anuncia su suicidio en la vida real.
Interesante. Con un toque posmoderno quizás inconcebible a priori en un autor celebrado por su enfoque antropológico. Un retrato pleno de detalles sobre el enfrentamiento entre la urbe y sus refugiados, a la luz de la historia eterna de la lucha por el poder económico y político escondido entre las nociones de progreso y obligada aculturación. El intenso manejo del quechua y sus influencias en el habla popular hace difícil por ratos la lectura.
La novela en su cualidad de inacabada se representa íntegra y suficiente en los testimonios últimos de Cecilio Ramírez, hombre que convive en armonía con sus desgracias y esperanzas, quien vive en carne propia su también interminable realidad. No haría falta darle un final riguroso a una historia tan realista como la contada que, reconociendo su inspiración en la rutina peruana, se asegura destinada a la miseria infinita.
cosa tierna y tosca y orgánica. leer a Arguedas te da ojos para ver al Perú, para verlo de verdad más allá de la miopía identitaria limeña, te contagia su mirada preocupada y amorosa.
qué hombre hermoso que eras, mi tayta. y cómo duele este libro.
Un libro un poco confuso, a mi parecer, la de menor calidad en la lista de libros de Arguedas. Lo más rescatable considero que son los extractos de sus últimos diarios que aparecen a lo largo del libro, en donde presagia y planifica su muerte.
Extraordinary work that reflects the crude consequence that modernity implies, and the excessive pursuit of profit and the gradual loss of the cultural identity of the Andean man.
La novela de José María Arguedas, El Zorro de Arriba y el Zorro de Abajo, publicada en 1971, coloca al lector, desde un primer momento, delante de una estructura narrativa que combina dos géneros: el del diario personal, autobiográfico y el de la ficción. En el primero, Arguedas explora, principalmente y de una manera muy visceral, sus deseos y presagios de muerte: no voy a sobrevivir a este libro, dice el escritor. Ya en el segundo, construye su narración alrededor de Chimbote, un pueblo pesquero peruano, donde conviven indios y mestizos en un ambiente industrializado que transita entre lo religioso y lo económico. Uno podría preguntarse si hay algún tipo de relación entre estos dos relatos que conviven dentro de la novela y cual seria la intención literaria de Arguedas al estructurar así su obra. Una posible respuesta sería que, de alguna manera, esta estructura dialógica, entre el diario y la ficción, está representando el propio esqueleto interno de la narrativa. Por ejemplo, y para explorar más esta relación del diario con la ficción: el escritor establece un vínculo dialógico cuando explora en sus notas biográficas, sobre todo, un universo literario que está en correlación directa con su proceso de escritura ficcional: sus opiniones e impresiones de la técnica de otros escritores, sus reflexiones sobre el Perú, las conversaciones que mantiene con intelectuales chilenos, pedazos de su vida y sus cuestionamientos sobre el lenguaje y, por sobre todo, su problema de depresión y angustia existencial, que al fin le impide continuar con su trabajo. Estos elementos, para Arguedas, son constitutivos de su poética y tienen que ser considerados como un todo dentro de la obra.
This book was published posthumusly, and you can tell; Arguedas is a fantastic writer, but this is like reading the last Capote (Answered Prayers) - you benefit from seeing where the writer starts, but perpetually wonder how s/he would have edited their work. Difficult read, but good look at the diversity between cultures in Peru.
Muy decepcionante, si bien es cierto presenta personajes bien definidos, muy reales... pero la historia no llega a cuajar, le queda grande al autor y llega a demasiado aburrido.