“Me he acostado con la desgracia, pero no suelo comentarlo”. Así dice un personaje de Fernanda García Lao, en este libro de cuentos de un humor fino, desopilante. Aunque esto parece demasiado sentimental hablando de Lao, demasiado realista; somete a su escritura a una torsión tan violenta, a tal desacomodo, que la cara del lector avanza en la trama de sus cuentos con un gesto de desvarío, sin saber a dónde va, sin que haya ruta en el espacio o en el tiempo para seguirla y seguir a sus criaturas, que van de un cadáver a otro y saben cómo usar un cuchillo… Me hago a un lado de la voz tan dulce de su autora para escapar de la estocada, pero no puedo, porque ya ensartó mi corazón.
Diana Bellessi
Estos relatos son como apuntes para futuras novelas, y sin embargo no parecen incompletos o tentativos, más bien al contrario: la autora ha querido evitarnos cualquier forma de palabrería, de ahí esa rara contundencia de cada texto y del conjunto. Nunca se insistirá lo suficiente en su capacidad para revolver los lugares comunes y hallar giros imprevistos y valiosos en escenas que de tan cotidianas parecían inenarrables o intrascendentes. Este libro es una inmersión deleitosa en la obra de una escritora originalísima.
Fernanda García Lao es una escritora, dramaturga y poeta argentina.
Hija del periodista Ambrosio García Lao. Se exilió, junto a sus padres y hermanas, en Madrid donde vivió desde 1976 hasta 1993. Allí hizo sus estudios primarios, secundarios y universitarios. Estudió piano, danza clásica, actuación y periodismo. A su regreso a Buenos Aires, se formó como actriz con Norman Briski y Ricardo Bartís y como dramaturga con Mauricio Kartun. Su primera experiencia como directora de teatro fue en el Sportivo Teatral con la obra de Witold Gombrowicz Ivonne, princesa de Borgoña.
Primero como actriz, más tarde como dramaturga y directora, se dedicó al teatro independiente tanto en Buenos Aires como en Madrid. Escribió y dirigió varias piezas con las que viajó por Latinoamérica. Su obra La mirada horrible obtuvo 1º premio de la Secretaría de Cultura de la Nación, a obras estrenadas en el 2000. Ser el amo, estrenada en el Sportivo Teatral en 2002, el Subsidio a la creación Antorchas 2002. Por su obra La amante de Baudelaire, recibió el Auspicio de la Embajada de Francia y el Apoyo de Proteatro.
En el año 2004, su novela Muerta de hambre resultó merecedora del Primer Premio de Novela por el Fondo Nacional de las Artes. Desde entonces, ha publicado en editoriales argentinas, más tarde francesas. Ha sido traducida al inglés, al portugués y al sueco. Colabora en medios a ambos lados del océano y desde 2010 coordina talleres de escritura. Ha participado en Ferias y Festivales literarios en México, Perú, Colombia, Venezuela, Chile, Cuba, Uruguay, España y Francia.
Fue seleccionada por la Feria Internacional de Libro de Guadalajara 2011 como uno de «Los secretos mejor guardados de la literatura latinoamericana».
Desde que escuché, en un programa de radio, de la existencia de este libro, lo quise leer. Lo encontré y me zambullí en sus páginas sin saber que me iba a encontrar. Es un libro que me dejó bastante perplejo. Quizá merezca una releída para entender algunos cuentos que me resultaron demasiado crípticos. Me gustó que todo tuviera relación con la muerte, el suicidio, el homicidio, la sangre. Toda la esencia del cuchillo inunda cada cuento y le da ese aire tétrico que el título mismo merece. Sin embargo, sentí que con algunos cuentos perdí el tiempo. Otros me encantaron y otros no logré entenderlos (pero no me voy a quemar la cabeza ahora, recibirá su relectura a su momento). Esperaba más pero no voy a decir que es un mal libro. Entretiene, hace pensar y cumple con lo que promete. Es mi primer acercamiento a esta autora. Quizá tenga algunas cosas que me gusten más, por lo que no la puedo juzgar como buena o mala. No sé si es un libro que recomendaría, pero no por malo, sino porque me dejó ciertas sensaciones extrañas. Lo dejaré en un "ni". Mis cuentos favoritos fueron "Rudolf" y "Tiburones con rodete". "Golpe de sapo" es interesante por su forma más que su contenido. "Naufragio" me entretuvo mucho. El resto se puede leer pero no tengo una opinión formada aún.
Como usar un cuchillo o como hacer del patetismo literatura: Las cosas insoportables siempre son las más difíciles de narrar pero Fernanda García Lao hace que lo insoportable se lea de una forma ligera, aguda, con mucho ruido y mucha incomodidad. Los veintisiete cuentos o relatos cortos que conforman esta antología son placenteros intentos de mostrar que lo patético se puede narrar de una forma concisa y desvictimizante. Cada cuento hace más que contar una historia, paradójicamente intenta mostrar cierta fragilidad humana mediante cuerpos grandes (en “Vida en ascenso”), viscosidades múltiples (en “mensaje viscoso”) o clases medias altas petulantes (en “Chalet. Epístola Punk) . La antología nos invade con una idea pregnante: no hay fortaleza que nos salve del patetismo, no hay fortaleza que nos salve de la miseria humana –ajena o propia- pero siempre se puede hacer algo ante eso, y eso lo hace García Lao, escribir y reírse de todos, con todos y por todos.
filosa, fría, rígida y animal cada uno de estos cuentos se siente como una disección sobre una camilla metálica, bajo luz blanca y un bisturí afilado mirandote a los ojos hunde el cuchillo en la carne del cotidiano y lo despedaza dejando a la vista ese gérmen inevitable que se vuelve patético el dolor y el sufrimiento actúan frente a todos nosotros que, como espectadores, miramos pasivos y aplaudimos al final la locura se descostilla de risa en nuestras caras y nos seduce hasta parecer inocente, se hace amiga, nos vuelve cómplices todos somos patéticos cómo usar un cuchillo es una clase de biología, con los dientes llenos de carne y la sonrisa torcida, es un espejo que devuelve una imagen real aunque parezca distorsionada
No me gusta poner reseñas negativas, pero el libro merece que se lea con paciencia.
Está compuesto por 27 narraciones que varían de tema en tema, cada una se conecta por hablar de una "profundidad humana mediocre" o algo similar, sería una propuesta interesante si no fuesen en algunos casos muy largos y de cierta manera, carentes de inmediatez.
El uso de metáforas es un poco más llamativo qué en otros, pero no encuentro mucho que rescatar. Llega también a trabajar desde un intento de morbosidad que es o innecesaria, o muy poco creíble en un libro que se llegó a publicar (Y leí Te lo juro por Saló).
Algunas me hacían sentir que estaba leyendo un intento de Amparo Dávila sin llegar a buen puerto.
Les dejo a su libre decisión leerlo. Me apena mucho que no me haya gustado porque fue un regalo de mi mamá, así que, escuchará mis tristes quejas un rato.
Según goodreads las 2 estrellas es un: it was ok. Es difícil hablar de este tipo de libros de cuentos. Como cuentista, creo mucho en que cada uno debería ser una unidad pensada hasta el más mínimo detalle y, a la hora de seleccionar los que serán parte de un mismo libro, tiene que haber un criterio ordenador y literario. Con este libro, en algunos cuentos encontré un placer enorme, pero en la mayoría lo experimental del lenguaje o de las situaciones me sacaron de lugar y no me permitieron disfrutarlo totalmente, por eso la nota baja. Me gustaría saber que opinarían Castillo o Heker de libros como éste.
Aprendí a amar a cada una de estas criaturas monstruosas que flotan en cartografías indefinidas, resbaladizas, impiadosas. Me siento sucia y contaminada, un poco apuñalada por estas cuchilladas. Creo que me enamoré de este libro.
Me gustó pero lo encontré un tanto irregular. Tiene un estilo crudo que atrapa pero son muchos los cuentos que son tan crípticos que terminan siendo inentendibles o inconclusos.