El regalo de Leonid Adréiev El despertar de Isaak Bábel Proyecto para una ley seca en Moscú de Mijaíl Bulgákov Una sesión de hipnotismo de Anton Chéjov La flor roja de Vsevolod Garshin Sueño de una noche de invierno de Maksim Gorki La pesadilla de Aleksander Kurpin El duelo de Aleksandr Pushkin La psiquiatría de Mijaíl Zoschenko
Leonid Nikolayevich Andreyev (Russian: Леонид Николаевич Андреев; 1871-1919) was a Russian playwright and short-story writer who led the Expressionist movement in the national literature. He was active between the revolution of 1905 and the Communist revolution which finally overthrew the Tsarist government. His first story published was About a Poor Student, a narrative based upon his own experiences. It was not, however, until Gorky discovered him by stories appearing in the Moscow Courier and elsewhere that Andreyevs literary career really began. His first collection of stories appeared in 1901, and sold a quarter-million copies in short time. He was hailed as a new star in Russia, where his name soon became a byword. He published his short story, In the Fog in 1902. Although he started out in the Russian vein he soon startled his readers by his eccentricities, which grew even faster than his fame. His two best known stories may be The Red Laugh (1904) and The Seven Who Were Hanged (1908). His dramas include the Symbolist plays The Life of Man (1906), Tsar Hunger (1907), Black Masks (1908), Anathema (1909) and He Who Gets Slapped (1915).
Saben a muy poco estos relatos, pues son breves capítulos extraídos de los escritos originales de los distintos autores. Para conocer algo del alma rusa, mejor acudir a esas fuentes completas.
La flor roja, del escritor ucraniano Vsévolod Mijáilovich Garshin (1855-1888), consiste en un relato breve que recrea un perturbado estado interior cuyo hilo conductor es principalmente la obsesión y la angustia.
Investigando un poco sobre su autor podemos deducir que este relato recoge muchos aspectos de la angustia interior de él mismo. Escrito en 1883, pocos años después de que Garshin empezara a manifestar síntomas de desequilibrio mental. Así mismo, el escritor también fue paciente de una clínica mental hasta que se suicidó en 1888.
Comentado con las chicas de #clásicosflash, me queda añadir que me ha encantado este escritor y seguiré leyendo cositas de él eso sin duda, y además, me guardo para seguir leyendo el resto de los relatos de este libro que ya me han comentado que valen la pena!
Compendio de cuentos de autores rusos. En mi opinión una buena selección. En general me gustó el nivel. Hubo historias que me mantuvieron atento, que tenían buen ritmo. Los temas varían entre la guerra, las costumbres, la época de la unión soviética. También se explora lo sobrenatural y la sátira. Es una lectura entretenida que recomendaría a lectores no principiantes pero si intermedios.
Buenos relatos, Chéjov como siempre excelente. Gorki regular. Andreyev también excelente. Bulgakov y Babel más o menos. Pushkin correcto aunque no es de mis favoritos. Y la gran sorpresa fue Garshin no sabía que era contemporáneo de Dostoievski, su prosa es buena, y se mezcla con una aguda introspección. Sin duda buscaré más de él.
Buscaba una aproximación a autores rusos que me inspirara a leer a alguno de ellos, y en sus páginas he encontrado buenas recomendaciones. I was looking for an approach to Russian authors that would inspire me to read some of them, and he has given good recommendations.
Bien como para leer cuando no quieres ponerle tanta atención; los cuentos estuvieron bien, pero tampoco "qué bruto, pero qué bueno". Es una lectura relax. "Sueño de Una Noche de Invierno" estuvo súper bueno.
Una antología de típicas letras rusas. Un par de excelentes cuentos (La Pesadilla y Sueño de una Noche de Invierno), acompañados de otros buenos relatos con ese alma rusa tan atrayente.
Algunas historias muy buenas, otras con sabor a poco. Pero sirven de guía para luego inmiscuirse más en la literatura de las historias que nos gustaron
Definitivamente, los relatos no son lo mío. La mayoría me han dejado bastante fría, aunque algunos como los de Garshin, Gorki o Pushkin han terminado gustándome mucho. Resulta curioso de leer, así que igualmente, lo recomiendo.