A medida que la familia "artesanal" se transforma en una familia postindustrial, las tareas que antes se llevaban a cabo en el interior del núcleo familiar se confían cada vez más a especialistas externos: cuidadores de niños y de personas mayores, enfermeros, profesores de colonias de verano, psicólogos y animadores de fiestas de cumpleaños. Así, producimos menos cuidado familiar pero lo consumimos más. El amor y el cuidado, cimientos de la vida social, suscitan hoy verdadero desconcierto. Arlie Russell Hochschild, una de las más importantes voces de la sociología feminista, ofrece en esta obra nuevos y penetrantes modos de mirar la vida familiar, el amor, el género, el espacio de trabajo y las transacciones del mercado. Cada capítulo refleja algunas de las arduas negociaciones que debemos realizar día a día para satisfacer las complejas demandas del amor y del trabajo. Así, la obra aborda los temas que nuestra época ha puesto en el sitio central de la interrogación sociológica: las emociones, los géneros, la familia, el capitalismo, la globalización y los modos en que la cultura contemporánea ha mercantilizado la intimidad, la emoción y la vida familiar.
Arlie Russell Hochschild is the author of The Outsourced Self, The Time Bind, Global Woman, The Second Shift, and The Managed Heart. She is a professor of sociology at the University of California, Berkeley. Her articles have appeared in Harper's, Mother Jones, and Psychology Today, among others. She lives in San Francisco.
Tiene un muy buen análisis de la actualidad (dos miles), pero falta representación querer y parejas multiculturales Al ser un compendio de artículos pierdes un poco el hilo Siento q es un libro de verano de leer con la calma. A pesar de haberlo tendido q leer entero para la uni esta muy bien
La mercantilización de la vida íntima reúne ensayos escritos desde finales de los setenta hasta los 2000 y poquito, sobre temas que conciernen de forma muy directa al feminismo. Y ¿sabéis qué? Que ni siquiera los más antiguos han perdido demasiada vigencia. Vamos, que al margen de ciertos avances evidentes, las mujeres seguimos estando bien jodidas. Eso convierte este libro en una lectura algo amarga, sin dulzura que palie lo agrio como no sea el estilo de Arlie Russell, que está en las antípodas del tremendismo y que quizás precisamente por ello llega al meollo de ciertas cuestiones importantísimas sobre las que toda feminista ha de reflexionar: cómo el capitalismo ha aprovechado a su favor ciertas teorías de la igualdad, de qué modo lo social conforma nuestros sentimientos o las estrategias emocionales que tenemos que emplear las mujeres para vivir en un mundo donde los hombres han avanzado ideológicamente más en la teoría que en la práctica.
¡Vida de pareja! ¡Conciliación! ¡Tareas domésticas! ¡Autoengaño! ¡Y desde una perspectiva sociológica!
Impagable, además, el retrato final que hace la autora del ambiente académico ya no solo como socióloga, sino desde lo más personal.