Un grupo de jóvenes decide construir una «habitación oscura»: un lugar cerrado donde nunca entra la luz. Al principio la utilizan para experimentar nuevas formas de relacionarse, para practicar sexo anónimo sin consecuencias, por una mezcla de juego y transgresión. A medida que van enfrentándose a la madurez con sus decisiones, desengaños y reveses, la oscuridad se convierte para ellos en una forma de alivio.
Con el paso del tiempo, la incertidumbre social y la vulnerabilidad personal se instalan en sus vidas y la habitación oscura aparece entonces como un refugio. La realidad se va filtrando cada vez más al interior, mientras algunos piensan que no son tiempos de esconderse sino de contraatacar, aunque con sus decisiones pongan en riesgo al resto del grupo.
La habitación oscura es una exploración de las posibilidades literarias de la oscuridad pero también, una mirada generacional: un retrato de quienes crecieron confiados en la promesa de un futuro mejor que ahora ven alejarse. A través de las vidas de quienes a lo largo de quince años entran y salen de ella, vemos el duro despertar a la realidad de una generación que se siente estafada.
Isaac Rosa Camacho (Sevilla, 1974) es un escritor español.
Vivió en Extremadura y actualmente reside en Madrid. Es columnista habitual de Eldiario.es, colabora con la Cadena Ser y la revista mensual La Marea, entre otras publicaciones. Fue columnista del diario Público y de la revista satírica El Jueves.
Se dio a conocer con una novela de humor y de título iconoclasta y revelador: ¡Otra maldita novela sobre la guerra civil! (2007), que reelaboraba un relato de 1999. Su novela El vano ayer ganó en 2005 el Premio Rómulo Gallegos en competencia con otros autores españoles como Almudena Grandes, Andrés Trapiello, o Juan Bonilla. El reconocimiento de la crítica fue generalizado. La novela elige un género poco frecuentado y relacionado con la posmodernidad, el de "novela en marcha", en el que el lector asiste a las reflexiones de un personaje-narrador sobre la construcción de la propia historia que está tratando de poner en claro, en el marco de una temática -la del franquismo- que ha sido ampliamente utilizada por los escritores españoles. El premio le dio además a la novela una dimensión internacional en el ámbito iberoamericano.
Su novela El país del miedo (2008) resultó ganadora del VIII Premio Fundación José Manuel Lara y trata sobre las amenazas de la vida urbana. La mano invisible (2011) versa sobre el azaroso porvenir del trabajo asalariado y La habitación oscura (2013) sobre las difíciles relaciones interpersonales de la juventud.
Le estoy regateando a un libro realmente bueno, brutal y sin piedad con las esperanzas y sueños de la sociedad.
Nos recuerda que en el fondo... hay algo realmente podrido en nuestro mundo y nuestra civilización.
Lo increíble es que a pesar de tanta mierda, haya seres luminosos que nos han hecho avanzar en la comprensión del universo y que han sido capaces de ser felices, al menos por un tiempo, aunque a veces no sean los mismos.
Tiene un ritmo complicado, que no se detiene para nada y te lleva al pasado y al presente, con saltos intermedios... cuesta un poco al inicio, pero después avanza endemoniadamente.
LEED ESTO LEED ESTO LEED ESTO LEED ESTO POR DIOS NO OS VAYÁIS A LA TUMBA SIN LEER ESTO. TW: violaciones y suicidio Todas las cosas que me ha despertado este libro?????? Increíble. He llegado a marearme de toda la imagen que se me iba montando en algunos capítulos. No voy a decir que ojalá vivir algo así, porque si me pongo a pensar realmente sí que he vivido mi propia habitación oscura con algunos amigos que han pasado por mi vida. Habitación? No. Oscura? Tampoco. Pero hemos estado dentro y nos ha dado miedo salir fuera y desde fuera hemos intentado mantener lo de dentro intacto con el paso de los años, y el paso de las cosas de dentro nos ha jodido lo de fuera. Está muy guay esto de ser uno más de la historia, de acabar conociendo a Silvia y simpatizar con María y querer estar en el sofá con Pablo y Jesús y sentir rabia por Víctor y tener claro qué harías tú en cada situación y a la vez descubrirte aceptando de buena gana lo que hace tu personaje en la historia aunque no sean decisiones tuyas reales. Es una experiencia este libro, en serio. Me ha pegado fuertísimo.
Una novela que es una crítica social de la realidad en la que vivimos. Con descripciones muy bien detalladas y a veces llevadas al límite nos adentrará en las vidas de unos jóvenes que les prometieron un futuro que no tiene nada que ver con lo prometido.
Muchos sentimientos encontrados en relación a este título.
Por un lado, basándose en el hecho de que los personajes del libro no pueden “ver” el interior de la habitación oscura, el autor recurre a una descripción bastante sensorial del lugar. Sentí que palpaba y olía el espacio físico, mientras que “veía” la oscuridad a la que están sometidos los protagonistas. Es una de las mejores descripciones a las que me he enfrentado y esto logró que me enganchara por completo desde el inicio. Por otro lado, la estructura del narrador llamó muchísimo mi atención. De alguna manera, me recordó al de “Two Boys Kissing”, pero el de “La habitación oscura” es mucho más potente, pues es un colectivo anónimo e individual: es uno y todos a la vez, es alguien y nadie al mismo tiempo. Este recurso me pareció completamente alucinante. De este primer momento quiero resaltar también la metáfora del viaje en el tiempo a través de la manivela. Quedé completamente enamorado de ella.
Luego vino la parte intermedia del libro. Mi sensación fue completamente diferente. Todo lo que me había gustado en la primera parte me resultaba ahora tedioso, innecesario, excesivamente redundante e inacabable. La ausencia de acción por parte del personaje colectivo y los individuos que lo componen, la constante descripción de cada espacio o sensación, el anonimato del narrador… Todo me llevó a sentir que esta lectura podría hacerme perder el tiempo. Sin embargo, al ser un texto tan cortito decidí continuarlo hasta la última página.
Y vaya que fue una buena decisión, pues, hacia el final, el libro me volvió a enganchar al 100%. Y aunque la estructura seguía siendo la misma, me comprometí con los personajes y sus situaciones, quería verlos triunfar y fracasar. No sé cómo el autor logró algo así, pero quedé tan fascinado con esta tercera “parte” (uso las comillas porque, en realidad, el libro no está dividido así), que mi pésima experiencia con el intermedio haya mermado un poco. Realmente me comprometí con la historia y agradezco eso.
Sin embargo, como mencioné al principio. Tengo sentimientos encontrados, porque aunque el resultado fue realmente muy bueno, el camino no fue 5/5, por lo que no puedo considerarlo un libro redondo, aunque estuvo a punto de serlo.
Isaac Rosa ha escrito tres libros en uno. Empieza siendo un libro erótico, con mucho deseo y hormonas, quizá demasiadas. Sigue la novela social, más bien dramática, en la que las vidas de los protagonistas empiezan a complicarse, y los sueños de juventud empiezan a ser difíciles (o imposibles) de conseguir, cosechando los primeros fracasos-batacazos profesionales y sentimentales. Y todo acaba transformándose en una novela de terror, con sus dosis de violencia, con la aparición de la policía, con las traiciones entre antiguos amigos, con la asignación del papel de culpable al más pobre, al más inocente del equipo. Vamos, la vida misma. El autor ha creado con "La habitación oscura" un ambiente opresivo, desasosegante, incómodo. Para algunas personas la habitación oscura puede ser sinónimo de la secta a la que pertenecen (otros). También habrá quien vea en la habitación oscura la droga que están acostumbrados a consumir los adictos más o menos reconocidos a las drogas más o menos legales (tabaco, alcohol, juego, sexo, cannabis, heroina... hay gran variedad en esto de las cosas chungas a las que atarse). Por último, para otros la habitación oscura puede ser una relación tóxica, aquí la variedad es infinita. Con el concepto de "habitación oscura" el autor consigue atrapar al lector , que -al menos en mi caso- anhela que la habitación oscura desaparezca, que entre la luz y deshaga el entramado que comenzó como un lugar en el que la pandilla iba a reir y acabó siendo un lugar incomodo, odiado pero necesario e íntimo para todos los que acabaron con vida y pudieron contarlo. Me han sobrado en el libro dos cosas. Una, el concepto de "habitación oscura" ligado al sexo. No me considero mojigato, pero eso de que el mundo sea un mero local de intercambio de parejas, no sé, me parece que es ir un poco lejos de más. Creo que podría haberse construido una habitación oscura que propiciara otro tipo de relaciones/vínculos destructivos, pero el sexo vende, y ahí hemos ido a lo fácil. Creo. Lo segundo que no me ha gustado del libro es alguno de los capítulos con el título "REC", me ha parecido repugnante. De mal gusto. De saltarse páginas.
La novela se estructura en 8 capítulos entre los cuales se sitúan 7 breves secuencias de dos o tres páginas con el orientativo título cada una de ellas de “REC”. Estas breves secuencias ponen de manifiesto desde el primer momento la importancia que el mundo de la tecnología informática tiene en el relato general.
Toda la acción sucede durante una tarde de sábado, la última de existencia de esta habitación. Vemos al grupo de jóvenes aguardando la llegada de alguien; es una espera tranquila y al mismo tiempo temerosa. El narrador interno deja manifiesta su impersonalidad o dilución en el grupo a través del empleo de la primera persona del plural que alterna con la segunda del singular, ambas con un claro sentido generalizador. Abunda en este sentido impersonal el empleo indistinto del femenino o masculino con lo que el autor nos hace dudar constantemente sobre la identidad de quien está relatando. Yo creo que Isaac Rosa quiere expresar a través de este juego con la figura del narrador que quienes hablan son todos ellos, cualquiera de ellos, en definitiva, los jóvenes que han sufrido en propia carne los cambios producidos durante esos quince años de habitación oscura.
Los personajes son cerca de una docena y están perfectamente delineados, si bien responden a arquetipos. Como dice el narrador “como toda buena comedia de situación en la nuestra no faltaba nadie: el gracioso, la intelectual, el guaperas, la tontita, el mentiroso compulsivo, el inocente, la víbora, el seductor, el raro, la enamoradiza, el cabrón”. (more a partir del 1 de mayo en http://10001lectores.blogspot.com.es/)
¿Qué es la habitación oscura? ¿Dónde tienes tu habitación oscura? ¿Todos tenemos una habitación oscura? ¿Cómo es tu habitación oscura? y ¿En qué momento todo se desmorona? Como ya he comentado antes esta ha sido otra de esas lecturas impactantes que es imposible que te deje indiferente. Se trata de una historia muy real, con unos personajes muy cercanos.
La habitación oscura, de la que habla el libro es un lugar que va evolucionando a lo largo de la historia. Pasa de ser un lugar de juegos eróticos, entre un grupo de amigos, a un lugar de aislamiento, desconexión, y muchas veces, un refugio.
Su lectura me ha sumido, a veces, en una profunda pena y angustia. Sobre todo cuando las ilusiones y sueños de este grupo de jóvenes, cuando tienen toda la vida por delante, esa vida que parece que todavía no ha empezado, y puedes hacerlo todo, se empieza a desmoronar.
Pasan los años y te encuentras que a los 40, esa vida llena de proyectos e ilusiones de los 20 años ya la estás viviendo, y que la vida es eso. Algunos consiguen lo que querían, pero no era como ellos habían pensado, otros no lo consiguen, unos tienen éxito profesional pero no personal, etc. Todo esto mezclado con una trama de hackers, acosos, etc.
Se lee muy fácil, te metes enseguida en la historia. Primero te atrae ese juego de este grupo de amigos en esa habitación oscura. Segundo, quieres saber donde irá a parar todo aquello, y tercero, enganchado a la evolución de cada uno de los personajes. http://comparteeditorial.com/la-habit...
Es un libro muy agobiante y que cuesta leer en según qué momentos. Le hubiera dado 3 estrellas si no hubiera tenido un final tan enrevesado y ciertas escenas innecesarias, pero así se queda.
Funciona para plantearte cosas y eso lo valoro, pero de todas formas no es un libro que haya disfrutado.
A pesar que esta historia (o mejor dicho, estas historias) no me haya gustado del todo, sí que hubo cosas que sí me gustaron y llamaron mi atención:
1. El estilo casi poético que tiene el autor en su escritura. 2. Los tiempos en que está escrita esta narración: primera, segunda y hasta en tercera persona. No son usuales las novelas escritas en segunda persona, y he de decir que esta lo maneja tan bien que no hace difícil su lectura.
La razón principal por la que no me ha gustado este libro es más que nada porque siento que no está escrito para mi. No he congeniado con ninguno de los personajes, y eso ha influido mucho en mi percepción general del libro. No obstante, eso es algo más mío que del propio libro.
Es un libro que usa distintas metáforas para referirse a las diferentes etapas de la vida y de los diferentes obstáculos que hay en cada una de ellas. Crítica social y una sensación un tanto desolada es prácticamente el tema de este libro.
Pese a lo improbable de una situación semejante más allá de la ficción, Isaac Rosa logra imbuir esta fantasía "de cámara" de una materialidad y humanidad impresionantes. Cierto que la novela tiene un cierto sesgo político en su modo de abordar los efectos sociales e individuales de la actual crisis económica, y que la disfrutará más quien se sienta más próximo a su posición inconformista y de izquierdas, pero no es acrítico ni trata de colar un panfleto. Retrata a una generación desconcertada, descalabrada, mediante una imagen, la cara del poliedro que se encuentra más cerca de su visión de lo que es, fue y podría ser. Y lo hace de toma magistral. No había leído nada suyo antes, pero ciertamente repetiré. Fue premiada, por cierto, como la mejor novela de 2013 por la mítica revista de literatura Quimera.
No se queda en un su interesante premisa, sino que ahonda en ella hasta conseguir un retrato generacional con todos sus "pecados" al descubierto. Los recursos del narrador en plural, y un par de metáforas recurrentes, no solo no pierden fuerza sino que la van ganando según vemos como sus personajes se van descomponiendo. No recomendada para quien necesite una visión optimista de la vida actual, y del ser humano en general.
Una novela incómoda que te hace replantearte tu lugar en el presente, decidir dónde estás, qué quieres hacer. Abstracta y alegórica y al mismo tiempo concreta y real. El equilibrio perfecto. Además, como siempre, Rosa se replantea su relación con el género y con el lenguaje. Muy buena. La pondría a la misma altura que "El país del miedo". O incluso aún mejor.
No me ha parecido la mejor novela de Isaac Rosa que he leído. Me gusta el estilo habitual del autor, que intenta ir más allá de la mera narración para convertir la trama en ensayo sobre el funcionamiento de la sociedad, el desencanto generacional y la añoranza de los ideales y el deseo de un mundo distinto.
Palabras que definen parte de los ciudadanos que somos hoy: resignados, con miedos, deseosos de un proyecto común; ilusionados, combativos y con el pleno convencimiento de que han perdidos la partida. Retrato robot. (El amargo despertar).
Una novela morbosa, con una voz narrativa diferente y viva. El argumento de la habitación oscura, para mi gusto se pierde demasiado en el morbo y solo adquiere un cierto interés al final, cuando se exponen temas de revolución social, crítica y acción ciudadana. Finalmente, en un cómputo global, el mensaje que lanza el libro es brillante y ha de ser reconocido por ello.
Nunca habia leído un libro de un autor sevillano. Este autor me cautivó y me llevo a imaginar muchas de las escenas escritas. Me llevo a través de las percepciones de los protagonistas en la habitación oscura, de sus experiencias y sus arrepentimientos.
No se bien cómo reseñar este libro. Hay cosas que me han gustado mucho y otras q no tanto. Entre las primeras me atrevo a decir que está bien contado, me gusta la forma de redactar y la utilización del lenguaje. Parece que refleja bastante lo que el autor pretende transmitir sin tener que deducirlo nosotros mismos o darlo por hecho.
Es conciso, preciso, está adornado cada discurso para que podamos entender todos sus personajes, sus pensamientos y experiencias de forma minuciosa, impecable, eso que dices: “me hago cargo”. Y eso es bastante interesante, no se queda en la superficialidad y ahonda bastante en ellos.
Pero por otra parte me resulta un poco repetitivo, hay frases ingeniosas en cuanto a forma y concepto que se repiten demasiado para mi gusto.
En cuanto al tema, es curioso, original, diferente, un tanto inverosímil pero no por ello le resta interés. Se trata de un grupo de amigos bastante grande que deciden montar una habitación oscura para divertirse al principio y como válvula de escape después.
La historia transcurre durante unos 15 años, desde finales de la primera década de este siglo hasta nuestros días. En la que vemos la evolución de sus personajes: sus fracasos, sus esfuerzos, los desencuentros personales con sus parejas, hijos o padres.
La habitación oscura se convierte en la espectadora de la transformación de las condiciones socio-económicas que la estable vida de estos jóvenes conoce a lo largo de esos años en los que cambiará radicalmente su percepción sobre el mundo, sobre los otros y sobre ellos mismos.
Por el otro lado, esto es algo que no me convence de la novela: la percepción de ese cambio de circunstancias de sus personajes y queja continua como meros expectaciones. Así como el amplio espacio que se produce entre lo que deseaban o se esperaban de la vida y lo que finalmente se convirtió. Lo encuentro naif, victimista y como si todo fracaso fuera siempre por circunstancias externas y mera casualidad. Pero eso tampoco le quita interés a la obra.
En resumen, si lo recomendaría, por la originalidad del planteamiento: el devenir de la vida basado en un objeto, en un espacio; y porque el trazado de cada elemento es perfecto. Un 7,7 pondría
Esta es mi primera vez con Isaac Rosa. Conozco al autor desde hace años, porque le había seguido en prensa o radio, y siempre me ha parecido un tipo muy inteligente, con quien concuerdo la mayoría de las veces. Tenía que animarme con alguna de sus novelas. Más vale tarde que nunca.
'La habitación oscura' ya atrae desde el título, que tira de nuestro morbo y nuestra curiosidad. Tras él, un retrato de la sociedad española de esos años convulsos de la crisis (2008-2014). El relato de una generación desesperanzada, que esperaba todo y obtuvo nada, que pagó con su propio futuro el colapso financiero y recogió los auténticos frutos del sistema capitalista. Relato y crítica social desde una trama original y seductora.
¿Qué es lo que más me ha gustado de este libro? Sin duda, quiero destacar la agudeza de Isaac Rosa. Su estilo me resulta brillantísimo y cargado de personalidad. La narración en segunda persona o en primera persona del plural, el hecho de que no haya protagonistas y todo sea contado desde el grupo... Leer 'La habitación oscura' es una experiencia diferente. Puede gustarte más o gustarte menos, pero esta novela es singular.
Aunque ha mantenido mi interés hasta la última página, no siempre he disfrutado. Hay momentos incómodos en la lectura, párrafos que me hacían apartar la mirada o cambiar de postura. Y, como "puntito negativo", debo decir que esto a veces era demasiado reiterativo.
Pese a ese detalle, recomiendo 'La habitación oscura', porque es una novela diferente, que trata temas muy diversos, necesarios de afrontar. En fin, me alegra mucho haberme animado con Isaac Rosa. Seguro que le vuelvo a leer pronto.
Uno de los mejores libros que he leído últimamente. Destaco las descripciones del deseo, el asco, el miedo y la precariadad, la inclusión gradual del abismo al que se enfrenta una generación que tiene que sufrir una crisis económica creada por sus mayores, la construcción del personaje colectivo, el uso de la segunda persona del singular y los olores, las sensaciones y la atmósfera de la habitación oscura.
Un buen libro, que entrelaza de forma muy ingeniosa temas de actualidad con la morbosidad más íntima de cada uno de los personajes que son unos y todos al mismo tiempo. La cámara obscura es un pretexto para buscar la intimidad de cada individuo y delatar finalmente lo expuesto que estamos todos a la poca privacidad! Me ha gustado mucho la escritura. Muchas ganas de leer más de este autor.
Un gusto leerlo, sobre todo estilísticamente. Es certero sobre la incertidumbre económica y social que nos rodea. La habitación oscura aquí es un espacio físico, pero en la realidad suele ir más allá en tanto que supone un refugio, una forma de evasión. Todos tenemos una habitación oscura. Aunque creo que la "trama" pierde un poco hacia el final, hay imágenes muy potentes. Sobre todo la última.
Un libro que nunca podía perderse entre tantos otros, incluso en mi memoria de pez. El autor sabe muy bien lo que hace en cada momento y cómo mantener a su lector esperando lo que viene después.
En muchos momentos nos sentimos incluidos en la historia y conocemos a los personajes de una forma no convencional que se enlaza muy bien con la trama y el centro de la historia.
lo he disfrutado bastante mientras lo leía pero no creo que deje mucho poso en mí como novela as a concept . eso sí, tiene algunos momentos de lucidez que a mí al menos me han parecido brillantes y me han despertado incluso sensaciones físicas de miedo o angustia o incluso asco : hay momentos que están muy bien logrados
Novela inquietante, magistralmente escrita, que lleva al lector a preguntarse sobre el concepto de individualismo y secretismo y sobre si realmente en algún momento en nuestra vida a día de hoy podemos tener privacidad.
Me alegra haber acabado el año con este libro, difícil de valorar pero que me ha atrapado desde la primera página. Las críticas sociales, el ritmo, los personajes... Qué manera de volver a Isaac Rosa, de nuevo me deja con querer leer más de él como con "Feliz final".