Estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Chile y Licenciatura en Filosofía y Letras en la Universidad de Estocolmo, Suecia. Dentro de su obra destacan títulos como El Primer Libro (Ediciones Amaranto, 1985), y el texto Albricia (Ediciones Archivo, 1988. En el año 2022 fue galardonada con el Premio Municipal de Literatura de Santiago, categoría ensayo, y en el 2024 obtuvo el Premio Mejores Obras Literarias del Ministerio de las Culturas de Chile, género poesía, por el libro Siempre volvemos a Comala (Editorial USACH, 2024). A lo largo de su trayectoria, sus textos han sido traducidos al inglés, francés, italiano y catalán, además de ser incluida en diversas antologías de poetas chilenos.
Articula una visión en torno a cuerpo/escritura/mundo-génesis/femineidad, etc. a partir de la pura textura de la palabra, del verbo que quiere rasguñar/esparcir/amasar, de las voces antagonicas (choroyes/???) y quizás cuántas cosas más que probablemente no logro captar. Todo esto sin el deseo de explicar/explicitar (acá parece ser que se lee con el tacto, con el oido, intentando internarse en la oscuridad/"escondrijo").
Aquellas me parecen las fortalezas del texto. Hacer un armazón así sin que parezca un disparate me parece difícil. Me gustó y siento que resistirá hartas relecturas.
No he leido el Popol Vuh, se supone que hay una relación importante con él. Quedará leerlo!
lindo. mi sección favorita es la segunda donde Fariña se pone creativa con la forma. me recuerda mucho a Huidobro pero en el tono más seco de Raúl Zurita.