Después de Memento mori... ha llegado el día de la ira.
La acción de este thriller implacable arranca en la peculiar ciudad italiana de Trieste, frontera entre dos mundos. Augusto Ledesma elige el que fuera hogar de James Joyce como primer escenario para continuar su siniestra obra, que alimenta del aliento de sus víctimas y de la humillación de sus perseguidores. Hasta allí se trasladará el inspector Ramiro Sancho en su frenética y obsesiva persecución de un asesino en serie que parece haber acentuado su voracidad.
Entretanto, al otro lado de la frontera, el psicólogo criminalista y exagente del KGB Armando Lopategui, «Carapocha», recorrerá las calles de Belgrado junto a su hija y ahora discípula con el propósito de zanjar cuentas con un pasado despiadado del que no logra despojarse. En otra vuelta de tuerca, a través de fugaces viajes en el tiempo, descubriremos cómo se fraguó la relación entre Pílades y Orestes y asistiremos a su sorprendente desenlace.
Tras el rotundo éxito de Memento mori, primera parte de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, César Pérez Gellida nos conduce de nuevo por los complejos laberintos que conforman la mente criminal desde los ojos de sus protagonistas, ya sean víctimas, asesinos en serie, genocidas o quienes les persiguen. El inesperado desarrollo de los acontecimientos obligará al lector a pasar páginas en una ineludible búsqueda de respuestas.
Haciendo gala de un particular estilo cinematográfico aclamado por la crítica literaria, el autor nos envuelve en una trama adictiva, tejida a partir de un argumento sólido y pespunteado de poemas y canciones que componen una singular banda sonora del crimen.
Nací en Valladolid en 1974, soy Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid y Master en Dirección Comercial y Marketing por la Cámara de Comercio de Valladolid. He desarrollado mi carrera profesional en distintos puestos de dirección comercial, marketing y comunicación en empresas vinculadas con el mundo de las Telecomunicaciones (Retecal), outsourcing (Grupo Norte) y la Industria Audiovisual (Canal Ocio Europa), hasta que en 2011, mi mujer y yo decidimos trasladarnos a Madrid con nuestro hijo para poder dedicarme en exclusiva a mi carrera de escritor. Desde abril de 2013 coloboro en el programa de la SER, Acento Robinson.
"No hay obra perfecta, sino invisible imperfección"
Después de "Memento Mori" ha llegado, "Dies Irae", el día de la ira esta aquí, ha comenzado y, no hay lugar donde esconderse.
"La acción de este thriller implacable arranca en la peculiar ciudad italiana de Trieste, frontera entre dos mundos. Augusto Ledesma elige el que fuera hogar de James Joyce como primer escenario para continuar su siniestra obra, que alimenta del aliento de sus víctimas y de la humillación de sus perseguidores. Hasta allí se trasladará el inspector Ramiro Sancho en su frenética y obsesiva persecución de un asesino en serie que parece haber acentuado su voracidad.
Entretanto, al otro lado de la frontera, el psicólogo criminalista y exagente del KGB Armando Lopategui, «Carapocha», recorrerá las calles de Belgrado junto a su hija y ahora discípula con el propósito de zanjar cuentas con un pasado despiadado del que no logra despojarse. En otra vuelta de tuerca, a través de fugaces viajes en el tiempo, descubriremos cómo se fraguó la relación entre Pílades y Orestes y asistiremos a su sorprendente desenlace"
César Pérez Gellida. Es un caso clarísimo de la enorme calidad que tenemos de autores aquí en España. Demasido poco reconocidos y valorados en nuestra costumbre de tirar afuera hacia los autores de renombre. Pensad ya en un autor de thrillers muy famoso que os guste, sea cual sea su nombre, nada, nada, tiene que envidiarle el señor Gellida, de hecho puede que hasta que les supere a muchos. En una deconstrucción de la novela negra que revitaliza el género huyendo de la ortodoxia
“Dies Irae”, queridos amigos y amigas, Gellida lo ha conseguido y ha tirado ese famoso dicho de que las segundas partes no suelen ser nada buenas por el váter. Dies Irae es sencillamente excepcional y aunque me sería fácil decidirme entre este y “Memento mori”, pues aún siendo una excepcional pedazo de segunda entrega de "Versos, canciones y trocitos de carne" que me ha tenido enganchado y atrapado de principio a fin. Si ha bajado un poco su puntuación, razones subjetivas y personales. O eso hubiera dicho a mitad del libro, quizás, quitándole un punto por esas partes históricas, que son muy necesarias, instructivas, pero quería ir al jugo del asunto, al plato fuerte, que termino siendo plato maestro.Que final joder, pero que final. Y es que ni lo vi venir. En este libro hay digamos dos sorpresas que resaltan más que el resto, y fue llegar a ellas, terminar el libro y me parece un crimen ponerle menos de cinco estrellas, no puedo.
Una trama compleja, hilada al detalle con unas ideas y giros, que joder son brutales, todos los que lo habéis leído sabréis de cierto giro en el libro que te deja con la boca abierta y estamos ante un libro visual, estamos ante una novela que se ve, y que se vive como si nosotros mismos estuviéramos ahí. Es una gozada como consigue enganchar, honestamente os digo, es quizás de las sagas que ha conseguido un nivelazo de no querer soltarlo que roza lo enfermizo.
Gellida nos conduce de nuevo por los complejos laberintos, superándose en esta entrega, que conforman la mente criminal desde los ojos de sus protagonistas, ya sean víctimas, asesinos en serie, genocidas o quienes les persiguen. Con un inesperado desarrollo de los acontecimientos y los eventos que nos obligará por necesidad a los lectores a pasar las páginas en una obsesión, en una ineludible búsqueda de respuestas. Usando un estilo cinematográfico nos envuelve en una trama adictiva, tejida además de tal manera que te impresiona lo que se le ha ocurrido. Todo a partir de un argumento muy sólido, lleno de no sabría si la palabra sería perfectos poemas y canciones, o , crueles y llenos de empatía que componen una singular banda sonora.
Los personajes principales vuelven por lo que nos reencontraremos con el inspector Ramiro Sancho, con Armando Lopategui (Carapocha) y con nuestro prodigio, un admirador fiel del arte como son la música, la literatura y un sociópata enorme. Augusto Ledesma.
Uno de los puntos fuertes de la saga, y yo diría a estas alturas de todo lo que escribe nuestro calvo favorito, es la precisa, eficaz y mimada al detalle, construcción de los personajes, en “Dies irae” tengo quitarme el sombrero ante Gellida, ya que la enorme complejidad de todos ellos, de sus personalidades e historias. Especialmente yo diría que aquí destacan, Augusto Ledesma y Carapocha, que obtiene más protagonismo que en la primera parte, quedando perfectamente hilada y perfilada a través de un recorrido más exhaustivo y un análisis detallado que tenemos de su pasado y que nos ayuda a acercarnos un poco más a ellos dos.
Personajes sólidos, con un pasado que primero ha sembrado y luego labrado su presente y su futuro. Encontraremos respuesta a preguntas que se quedaron en el aire en la primera parte.
La ambientación pasa por, Trieste y Belgrado como escenarios principales, nos hace ir por las calles de ambas ciudades, tal y como pasó en el primero por Valladolid, con el mismo cariño y cuidado. Dos ciudades en las que se desarrollan las dos tramas del libro, y vaya dos tramas que se mandado Gellida. Por un lado tenemos como no a Augusto, se ha trasladado a la ciudad de Trieste, en un homenaje a James Joyce. Y donde seguirá su temible y macabra obra. Pero a esta misma ciudad, viajará el inspector Sancho en cuanto se entera de la presencia de Augusto en ella. Una carrera contrarreloj da comienzo, el resultado de las tramas ze juntan y nada, nada de lo que os imagineis va a llegar ni de cerca a la realidad que nos suelta Gellida en toda la cara. Maravilloso, sublime, y con humildad me quito el sombrero.
En la segunda trama, a la altura de la primera tenemos a nuestro querido Carapocha y su hija Erika, aquí tienen un protagonismo mayor. Se encuentran en Belgrado para ajustar cuentas pendientes con el pasado, en concreto con algo que tiene que ver con la esposa de Carapocha. A la par que se desarrollan estas dos pedazo de tramas, no pocas sorpresas nos encontramos en sus desarrollos, ya que Gellida tiene todo, todo pensado milimétricamente hasta que terminan confluyendo y de qué manera, amigos y amigas, de que manera, ¡Hay que joderse!. Con saltos al pasado, desde Nueva York, Berlín para conocer cómo se originó la relación entre Carapocha y Orestes.
Mención merecida y necesaria hacia todo el contexto histórico de la guerra de los Balcanes, una enorme labor de documentación de la mano del autor. Partes dedicadas al conflicto, a sus causas, puede que hayan ralentizado el ritmo de lectura para algunos. No fue en su mayoría mi caso, lo encontré entretenido e instructivo yo diría que necesario, recordar esa masacre como no pocas las que hemos realizado los seres humanos.
Con dos narradores, en primera persona para los capítulos centrados en la visión de Augusto y a través de un narrador omnisciente para el resto. Un libro que empieza como el primero con un muy buen ritmo y se mantiene así durante toda la lectura. Y ojo, hablamos de una segunda parte de una trilogía, y no son pocas las que me he encontrado que el segundo es un puente al tercero y le falta algo. Aquí no, para nada, a la altura del primero. Para unos incluso lo supera, para otros les baja debido como mencioné a esa parte histórica en la que se entretiene un poco.Y no es fácil llevar a cabo esta saga, hablamos de una trilogía que ya de por sí vemos el jodido cerebro que tiene su autor para dar las vueltas que da. Y no es fácil lograr una saga que sea un éxito absoluto persiguiendo a un mismo asesino sin que se vaya diluyendo todo lo bueno por el camino. Por eso me quito el sombrero. 👏👏👏
Si he notado ciertas mejorías en relación con Memento mori, que fue ademas su primer libro, ojo, su primer libro y fue entrada por la puerta grande. Aquí noté cierto control a la hora de dosificar todo, esta muy bien repartido. Sí, las sorpresas pasan a lo largo del libro, pero se ha reservado sus mejores bazas para el final y así dejar a sus lectores anonadados, ofreciéndonos así un pedazo final que ni de broma a mi se me hubiera ocurrido. Y es que es pensar en el final que se va a marcar Gellida y Augusto Ledesma, y ya tiemblo. Que ganas.
Consummatum Est, tercer libro y el final de la macabra obra ha llegado, y lo hace a través de jugadas maestras en un tablero de ajedrez, con piezas ya fuera, otras donde no deberían estar y, todo está llegando a su final, ¿Cómo terminará? Que ganas amigos y amigas, que jodidas ganas.
Aprovecho esta reseña para felicitaros mis queridos y estimados amigos y amigas de estos lares. Deseando así que tengáis un maravilloso fin de año, un próspero, lleno de salud y feliz 2022. ¡Feliz año a todos!... ✍️😁🥂
"No buscar finales felices hace que disfrutemos de comienzos prometedores y tránsitos intransitables"
¿Por qué sólo tres estrellas? Máxime cuando, en conjunto, he de decir que me ha gustado. Voy.
1.- El recurso –para mí excesivo- a flashbacks ralentiza el avance de la trama. Coño, cuando estás leyendo una historia está bien que te cuenten antecedentes, pero la realidad es que ya sabes cómo está el tema en el momento de la historia y el explicar motivaciones ayuda, pero si se explaya el escritor pues no me gusta. “Menos es más” en cuanto a flashbacks.
2.- Tanta palabra en latín, ruso, eslavo y tanta nota a pie de página me sobra. Cuando, además, no es que aporten demasiado. Que sí, que el autor se ha documentado, que ya lo veo.
3.- Igual si soy forofo de Vetusta o Placebo o de Ramstein o de Bumbury o de Héroes del silencio o demás grupos cuyas canciones trufan la historia me gustaría la inclusión de sus letras en el texto, pero no, lo siento, el meterme esas letras en castellano, inglés o alemán no me gusta. Me saltaba hasta las de castellano.
4.- Loable el intento de explicar al lector el laberinto étnico y religioso de la ex Yugoslavia y alrededores pero me temo que tendría que dedicarle mucho más tiempo para pillar las complejidades. Esto en realidad no le ha quitado puntuación, pero si hubiese logrado hacérmelo entender de verdad le hubiese dado más puntos. (Nota mental: tengo que leer algo más extenso sobre el tema)
Si eres capaz de obviar esos tres primeros puntos (que, lo sé, son muy subjetivos) la novela ESTÁ BIEN, la trama es ingeniosa, los personajes atrayentes y el giro inesperado en cuanto a nuestro asesino en serie no lo he visto venir.
Leeré el tercero de la saga. Así que en realidad gracias al Sr. Pérez Gellida.
Con el trasfondo siempre presente de la guerra de los Balcanes (o Ex Yugoslavia, para los puristas). Abrumadora pero muy bien contada por la pluma del autor, “Dies Irae” sigue la estela de “Memento Mori” de forma tan magistral como en la primera entrega.
Recorremos las calles de Trieste (Italia) y de Belgrado (Serbia) de la mano de Augusto/Orestes y de Carapocha/Pílades, acompañado de su hija. A ellos se unirá el inspector Sancho, que tiene cuentas pendientes con los dos. Y comprendemos por fin el binomio formado por el asesino psicópata, en una parte final que te deja sin aliento. Entre medias, navegaremos por los entresijos de la masacre en la ex Yugoslavia, donde ni serbios, ni croatas, ni bosnios ni albaneses dejaron títere con cabeza, ante la mirada indiferente del resto de Europa. Todo ello narrado en forma de flashbacks dosificados a lo largo de casi 600 páginas que se leen en un suspiro, y a la espera de lo que, presumo, será un final digno de tan magnífico proyecto
3/5 🔪🔪🔪 Lectura: Terminado en Noviembre, 2023 y pendiente de reseña.
"En mi cabeza, resonaba el coro de “Dies irae”. Lo había escuchado cientos de veces, pero aquel día comprendí su verdadero significado: día de ira, aquel día en que los siglos se reduzcan a cenizas."
Esta novela es la segunda entrega de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, cuyo primer volumen, Memento Mori, leí el pasado año, haciéndose acreedor a mis 5 estrellas, pese al truculento final, que preparaba sin duda esta segunda entrega. El autor es el vallisoletano César Pérez Gellida, nacido en 1974, con una exitosa carrera literaria a sus espaldas y bastantes de sus obras situadas entre las más vendidas en el momento de su lanzamiento.
En concreto, la entrega que ahora nos ocupa fue publicada en 2013, y está muy bien valorada en Goodreads (4,05). En esta segunda entrega, volveremos a encontrarnos con el psicópata Augusto Ledesma, el inspector de policía Ramiro Sancho y el experto psicólogo Armando Lopategui o Carapocha, aunque ahora las circunstancias han cambiado, después de la huida del psicópata, ayudado por Carapocha, y el cierre de la investigación del caso por parte de la policía vallisoletana.
"Tenía que compensar mi estado anímico con otro tipo de música: una canción para cada momento y un momento para cada canción."
Sin embargo, en esta ocasión, la acción transcurre fuera de España, ya que Augusto Ledesma se refugia en la ciudad italiana de Trieste, siguiendo las huellas de su admirado James Joyce, mientras Carapocha y su hija Erika persiguen en Serbia al responsable de la muerte en el pasado de la esposa de Lopategui; es decir, bien cerca de la ubicación de Ledesma. Ramiro Sancho ha pedido una excedencia y se dirige hacia Trieste, en cuanto Carapocha le llama para avisarle de la presencia allí del psicópata, donde pretende colaborar con la policía local. En estas circunstancias, comienzan a sucederse varios crímenes alterando la tranquilidad habitual de la ciudad de Trieste, con lo que quedan dispuestas las piezas sobre el tablero, donde los protagonistas irán movilizando más piezas dentro de la trama. Como Goran, amigo de Carapocha e infiltrado en la red informática de Orestes o la inspectora Grazia Galo, titular de la policía de Trieste. También jugará un papel importante el mafioso Kapllani, a quien Sancho trata de comprar una pistola, así como su guardaespaldas Rudi Gervigan.
"Tenía que rescatarla. Como ya lo hiciera Juan Pablo Castel con María Iribarne en ‘El túnel’."
Con estos ingredientes, César Pérez Gellida trenza una trama policíaca compleja, donde Carapocha, Erika y Sancho tratan de atrapar a Ledesma, ya sea en Trieste o ya sea al otro lado de la frontera, en Serbia o Eslovenia. El relato es eficaz y ágil, manteniendo en vilo al lector y dosificándole la información que el autor considera necesaria en cada caso para poder plantear sus oportunos giros de guion.
"Precisamente allí, me di cuenta de que no hay peor asesino en serie que aquel que se siente legitimado por una bandera."
En paralelo con la trama policial, Gellida aprovecha para, por boca de Carapocha al contarle a Erika lo sucedido en la muerte de su madre, desgranar buena parte de la historia que se desarrolló en torno a la guerra de los Balcanes, allá a finales de los años noventa del siglo XX y principios del XXI, lo que, si bien, resulta muy interesante, me da la impresión de que nos aleja un poco de la trama principal. Además, también nos relatará como se fraguó la relación entre Orestes y Pílades, con detalle.
"El arte del engaño consiste en hacer creer, no en engañar."
Con todo ello, la novela resulta muy interesante, aunque algo lenta, hasta que, en solo dos capítulos, se produce el desenlace. Y aquí es cuando, en mi opinión, la novela más flaquea, por cuanto me parecen demasiadas las casualidades y golpes de suerte que se producen para preparar la tercera entrega de la trilogía. Para no hacer spoilers diré que el inspector Sancho escapa increíblemente de una muerte segura y consigue llegar justo a tiempo a la cita crucial con el psicólogo, pese a no saber dónde estaba el sitio, entre otras coincidencias. Como he expresado en alguna otra de mis reseñas, comprendo que haya que aceptar alguna coincidencia o golpe de suerte en las historias de este género, pero su acumulación le resta credibilidad al conjunto y presenta a los antagonistas como si fuesen tontos. Con todas estas consideraciones, mi calificación es de 3 estrellas, por cuanto me parece una buena novela negra, pero demasiado truculenta en su parte final, lo que lastra un poco su credibilidad.
"A Erika todo aquello le pareció caóticamente ordenado o desordenadamente coherente."
Pese a lo expresado, me parece una buena novela negra, con un ritmo adecuado y un buen enfoque, al situar al psicópata en un papel protagonista también, lo que ya me pareció brillante en la entrega anterior, pues permite seguir sus razonamientos. Recomendable sin duda, hasta tal punto que yo mismo pienso leer la tercera entrega este mismo año.
"No hay mayor mentira que una verdad contada a quien no está preparado para escucharla."
Me gustaban las localizaciones sitas en España de la primera novela de la saga, Memento mori. Me parecía original porque nunca había leído novela negra situada aquí mismo, en Valladolid. De esta novela no puedo decir lo mismo, porque a los protas les da por irse a asesinar y a buscar asesinos lejos de nuestras fronteras. Lástima. 1 estrella que te quito, César Pérez Gellida. En vez de contarme penurias sobre la guerra de los Balcanes y las implicaciones sobre nuestros protas, que está bien y me ha gustado mucho, me habría encantado lo mismo pero pongamos que con nuestra guerra civil, y por tanto con nuestras miserias y nuestras localizaciones patrias. Ya por pedir. Pero bueno.
Siguen las andanzas del inspector Ramiro Sancho, que es el prota que más me gusta porque es el único que no está psicológicamente 'transtornao', aunque tampoco es que esté muy cuerdo después de los sucesos de Memento mori, y su rabia interior está acabando con él. Erika y su padre Carapocha, el sorpresón de la primera entrega, intentan recuperar el tiempo perdido como familia a pesar de la marcha trepidante de la trama, que no les deja ni un segundo de tranquilidad. Hay que decir que el ritmo es muy alto y los capítulos muy cortos, lo que se traduce en el famoso "no puedo parar de leer" que a todos nos ha pasado alguna vez. Y el último vértice de la trama, Augusto, sigue con su "obra", y engancha porque es un personaje más, es decir, también tiene sus capítulos, con sus pensamientos, sus andanzas, sus planes... que hacen que le valores como gran personaje que es.
Seguro que cerraré en breve la trilogía con Consummatum est.
Resumiendo. Novela negra de autor español. Trama adictiva e imprevista. Ritmo alto. Capítulos cortos. Voy a por más palomitas!
Estuve dudando entre 4 o 5 estrellas. Al inicio va mucho mas lento que el libro anterior, cuesta un poco coger el ritmo, en mi opinión, por las exhaustivas descripciones de la guerra de los Balcanes, que aunque están muy vinculadas con la trama, hubo momentos en se me hizo un poco denso el avance, pero no dejo de reconocer la importante labor de documentación del autor. Es una historia nuevamente muy sonora ya que vuelve a contar con una amplia lista de canciones y menciones de grupos, y entre tantos mencionados, finalmente una coincidencia, un grupo en este libro que me gusta! Los personajes siguen muy bien caracterizados y logrados, el escenario cambia bastante, ambientada en Trieste y Belgrado como escenarios principales, el autor nos hace viajar y pasear por las calles de ambas ciudades al igual que hizo con Valladolid. En comparación con Memento Mori, el ritmo es mas lento, como mencionaba anteriormente, peroooooo los últimos capítulos lograron captar totalmente mi atención, atraparme, sorprenderme y obligarme a seguir leyendo, y el giro final, me dejó totalmente sorprendida, no lo vi venir, ni de lejos, siempre pensando que era una cosa, y bueno, nunca fue así, pero me consuela que Carapocha tampoco lo vio venir. Y es en estos últimos capítulos que se gana su bien merecida 5ta estrella. Ahora a por “”Comsummatum est”, que no quiero que los detalles se me difuminen si dejo mucho tiempo entre un libro y otro. Que gran descubrimiento Gellida!!! Un goce leerlo
Segunda parte de "versos, canciones y trocitos de carne" en la que mantiene la fórmula de su primera entrega, "memento mori", que tanto me gustó. La continuación de una historia ficticia que resulta muy interesante y adictiva se mezcla con datos y hechos reales que parecen culturizar, informar o dar una opinión al lector a la vez que nutren la trama. ¡Es increíble como el final de ambas novelas te dejan con ganas de empezar la siguiente!
“Una creencia no es simplemente una idea que la mente posee, es una idea que posee a la mente”
4,5 🌟 Debo reconocer que este libro me ha gustado más que el anterior, a pesar de tener algunas páginas de más (sigo con que las canciones a mi me sacan de la historia en vez de meterme en ella), sin embargo éste está llevado de manera diferente. Comprendemos un poco más de la relación entre Orestes y el psicólogo y cómo se fue estableciendo. A Sancho lo vi más como complemento en esta historia que como protagonista importante. Y el giro que muestra al final... definitivamente no lo esperaba! Voy a por el último de la trilogía con más ganas de cómo empecé.
La acción de este thriller implacable arranca en la peculiar ciudad italiana de Trieste, frontera entre dos mundos. Augusto Ledesma elige el que fuera hogar de James Joyce como primer escenario para continuar su siniestra obra, que alimenta del aliento de sus víctimas y de la humillación de sus perseguidores. Hasta allí se trasladará el inspector Ramiro Sancho en su frenética y obsesiva persecución de un asesino en serie que parece haber acentuado su voracidad.
Entretanto, al otro lado de la frontera, el psicólogo criminalista y exagente del KGB Armando Lopategui, «Carapocha», recorrerá las calles de Belgrado junto a su hija y ahora discípula con el propósito de zanjar cuentas con un pasado despiadado del que no logra despojarse. En otra vuelta de tuerca, a través de fugaces viajes en el tiempo, descubriremos cómo se fraguó la relación entre Pílades y Orestes y asistiremos a su sorprendente desenlace.
Tras el rotundo éxito de Memento mori, primera parte de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, César Pérez Gellida nos conduce de nuevo por los complejos laberintos que conforman la mente criminal desde los ojos de sus protagonistas, ya sean víctimas, asesinos en serie, genocidas o quienes les persiguen. El inesperado desarrollo de los acontecimientos obligará al lector a pasar páginas en una ineludible búsqueda de respuestas.
Haciendo gala de un particular estilo cinematográfico aclamado por la crítica literaria, el autor nos envuelve en una trama adictiva, tejida a partir de un argumento sólido y pespunteado de poemas y canciones que componen una singular banda sonora del crimen.
Segunda parte de la Trilogía “Versos, canciones y trocitos de carne” del escritor vallisoletano César Pérez Gellida, una segunda parte en la que tenía puestas muchas esperanzas tras una primera novela apabullante de acción, con una trama extraordinaria y perfectamente hilada, pero que en esta ocasión no me ha gustado mucho, la verdad.
La trama continúa un modelo parecido al anterior pero cambiando como telón de fondo Valladolid por Trieste y varias ciudades de centro-Europa y de los Balcanes, pero me parece que todo está muy desordenado e inconexo en algunas partes, además de que me he encontrado con muchos factores que han hecho que no disfrute nada de su lectura: el uso desmesurado de notas a pie de página (creo que más de 100, perdí la cuenta en la 91) que en la mayoría de los casos no aportan nada de nada a la novela; la gran cantidad de términos en lenguas eslavas, serbias, alemanas o latinas me parece que tampoco aportan nada a la trama y sí hacen que el ritmo se corte continuamente; algo a lo que también ayudan tanto los continuos flashbacks (joer no sabes ni dónde se sitúa cada tramo de la novela con tanto cambio en la línea cronológica), ni el excesivo uso de las letras de las canciones que salpican continuamente la novela. No seré yo quien diga nada en contra de la música, pues mi vida siempre ha progresado en paralelo a ella, pero vale que hagas una novela con un gran contenido audiovisual, con un componente cinematográfico muy marcado y una banda sonora muy currada, pero hacernos leer cada poco las canciones que salen en la novela, como ya dije, me ha parecido que corta el ritmo de la trama y hace que se pierda el hilo y por lo tanto el interés en el devenir de la novela.
Poco más me queda por decir, pues los personajes son casi los mismos que en la primera parte, aunque en esta segunda novela el papel que se le da al inspector Sancho tampoco me ha gustado nada, delegándolo a un papel bastante secundario en favor de intentar instruirnos con lo sucedido en la guerra de los Balcanes y la antigua Yugoslavia, pero quedándose muy a medias entre batallas políticas, militares y religiosas, para mi gusta sin mucho acierto. Lo siento por Gellida, pero no creo que termine la trilogía, le daré la oportunidad a alguna otra de sus obras que sé que han gustado mucho por aquí.
Además de una clase magistral sobre la guerra de los balcanes,en este libro nos encontrarnos con una trama intensa que no deja respirar. Los personajes son igual o más complejos que en la primera parte. Deseando leer el último libro para conocer el desenlace.
Será que más que policial es un libro de persecución que no terminó de gustarme. Muchas tramas paralelas a las que no les encontré sentido y se me hizo muy pesado el tema de la ex Yugoslavia. No creo que lea el tercero.
Segunda entrega de la trilogía, y con muchas similitudes respecto a la primera. La historia me ha atrapado desde el principio y ha sido fascinante navegar por ella. La historia de fondo sobre la guerra de los Balcanes es muy útil para hacerse una idea del conflicto sin entrar en libros muy sesudos cuya comprensión abordaría un esfuerzo considerablemente mayor. Le iba a poner cuatro estrellas, pero el final me ha parecido tan sublime y me ha volado tanto la cabeza, que caen las cinco. Deseando leer la tercera y última parte.
Incluso mejor que el primero, a lo largo del libro recibimos una clase sobre la guerra de los Balcanes en mi opinión menos pesada que en Memento Mori y más ilustrativa, los personajes son brutales y perfectamente construidos y además ocurren varias sorpresas que te dejan con la boca abierta. Voy a por el último!!
Tuve que dejar pasar varios días para hacer mi humilde reseña porque literalmente estaba molesta con el desenlace de esta historia y obviamente no puedo decir que fué lo que tanto me molestó porque haría un Mega spoiler, si puedo decir que me pareció un golpe bajo al lector y una artimaña de esas que no me gustan, si bien es cierto que me gusta esos giros de historia que te hacen quedar con la boca abierta no me gusta que ve vean la cara de tonta y me saquen ases debajo de la manga con cosas que no te imaginas y que además son poco creíbles... peroooo, pero aún así este señor es tan magistral que se la voy a dejar pasar porque de verdad que escribe de maravilla. Si bien es cierto que las letricas de las canciones a veces me molestan un poco, no es lo mismo escuchar las canciones mientras lees (como en el magnífico caso de la ley del amor de Laura Esquivel que trae su CD) que estar leyendo las letras y hasta distrayéndote de la trama, aún y todo eso debo decir es que bueno, muy bueno. Esta entrega me pareció un poco más lenta pero con más profundidad, llegas a conocer mucho más a fondo a los personajes, aunque a Sancho lo dejaron un poco relegado en este, tiene mucha carga histórica de un pasado no muy lejano de esa Europa Central que tanto ha sufrido y que aún se le sienten las cicatrices y obviamente deja un final abierto que continúa con Consummatum est que pronto caerá en mis manos.
Lustrosas botas, profusos bigotes, miradas turbias y sonrisas sibilinas. La acumulación de adjetivos tópicos que no aportan nada ya debería advertirnos de la calidad de la mercancía.
Luego uno sigue leyendo y ve diálogos en los que el personaje habla para aleccionar al lector, letras de canciones españolas y ese tipo de cosas.
La trama tampoco me estaba resultando interesante. Como parte positiva algunos personajes parecen tener vida.
Me parece un libro muy tramposo. Venimos de un thriller bien construido, con buenos personajes y nos metemos en una excusa para hablar de la guerra de los balcanes, que en el fondo da exactamente igual. La trama psicópata se reduce a 4 muertos y no hay trama vamos... y sí, el giro final es muy tramposo (unas uñas??). Y supuestamente nos quedamos sin un pez gordo... Creo que está improvisado, o subido en una ola que no supo manejar. Aún así, me gusta mucho Sancho y terminaré la trilogía, lo que no sé es si continuaré con este universo.
Tengo tantas cosas que decir de este libro, que no sé por dónde empezar xD Así que creo que esta vez me decanto por los pros y cons
Pros: - Me gusta la forma de escribir de César. Es suficientemente descriptiva, sin llegar a ser excesiva. Los diálogos son fluídos y nada forzados, tiene el equilibrio perfecto entre diálogo y narración (ver también primer punto de los Cons). - Hay constantes giros en la trama que mantienen la intriga y el suspense hasta el final. - Deja un final abierto que provoca ganas de tirarse de cabeza a leer el tercero de esta trilogía.
Cons: - El punto positivo de la forma de escribir y los diálogos queda totalmente invalidado cada vez que abre la boca Carapocha. Esto ya pasó en el primero de la trilogía, pero en este segundo se ha acentuado y me ha resultado especialmente molesto. - Uso excesivo de siglas y palabras en diferentes idiomas, que obligan a parar la lectura y saltar a las notas a pie de página para poder seguir el hilo.
Estos puntos negativos se traducen en que, durante buena parte del libro, ha habido un exceso de información que, en mi opinión, no era necesaria para seguir y entender el desarrollo de los acontecimientos y, en mi caso, me ha sacado de la trama principal y me ha hecho desconcentrarme bastante. En la última parte del libro este exceso de información disminuye, la acción aumenta y, desde mi punto de vista, esto favorece enormemente a estar enganchado al libro y más concentrado en la trama principal.
¡Oh por Darwin! ¡Este sí, este es un 5⭐ de principio a fin! Muchas veces aplica el dicho de "Segundas partes nunca fueron buenas", pero en este caso es al contrario, me ha gustado incluso más que Memento mori, porque aquí no hubo nada que me viera venir.
Continúa la historia desde donde quedó en el primer libro, que no diré qué punto es ese psra no spoilear, pero nuevamente habrá más asesinatos y más versos, canciones y trocitos de carne.
La acción es trepidante y en ningún momento da tiempo a aburrirse. Sancho me sigue gustando mucho como protagonista, y toda la manera de enlazar tramas, sublime.
Deseando estoy poner punto y final a la trilogía porque tal y como queda esta segunda parte, promete ser muy intenso el final.
César Pérez Gellida se está convirtiendo en uno de mis autores favoritos del género, sin ninguna duda.
Fascinante. Augusto Ledesma está destinado a convertirse en un personaje icónico dentro del género de la novela negra. En esta segunda parte salimos de Valladolid (por desgracia jeje) y comienza una historia de sangre y venganza que nos llevará a recorrer toda Europa. También conoceremos mejor a Carapocha y a su peculiar hija y discípula. El final.... hará que te explote la cabeza 🤯
*4.5/5*. Me ha gustado más que el primero. El autor profundiza en la historia y te da algunas claves (al principio un poco inverosímiles, pero que luego hacen que todo encaje, al menos, en parte) que te ayudan a entender la manera de actuar de los personajes. Engancha. Totalmente recomendable.
Con toda mi humildad de lectora empedernida, le mando una sincera felicitación al escritor, hay muy buenos escritores, muchos, pero pocos que me sorprendan con historias plagadas de información interesante aunque sea irrelevante en la historia, una novela negra, diferente, con los elementos básicos del genero, pero planteados con maestría para hacernos sentir que leímos algo que nos aporta sin quitarnos esa adrenalina que nos deja la carrera para atrapar a un asesino
Este es un libro de precedentes, si, es una novela negra, donde por supuesto existen los asesinatos, pero a diferencia de otras de este genero, ni los asesinatos, ni el Inspector, ni la investigación son el eje principal de la historia.
En esta entrega, conocemos de primera mano los antecedentes de un potencial asesino en serie, ese mismo que en "Momento Mori", comenzó su carrera hacia su autodenominada "obra" para llegar a ser el asesino en serie mas conocido de la historia y vislumbramos su modus operandi.
También en esta historia, conocemos de fondo a aquel Psicólogo Criminalista, Carapocha, que ayuda a Ramiro Sancho a realizar el perfil psicológico de Augusto/Orestes en la investigación criminal, sin embargo, al final de esa primera entrega, nos damos cuenta de que, Carapocha tenía un papel muy importante en la vida de Orestes.
Aquí, conoceremos a Carapocha, su vida, su esencia, sus pensamientos, como es que influye en Orestes para que llegue a ser quien es, cual es el papel que juega y porque lo hace.
Si, este es un libro de novela negra, pero, con un enfoque diferente e interesante, sencillamente no puedes parar de leer y ¿que puedo decirles? El final de este libro es de verdad, no solo cardíaco, sino completamente inesperado.
No voy a mentirles, hay un dialogo en cierta parte del libro que me hizo pensar en la posibilidad de lo que se nos plantea al final, pero aun así, me sorprendió, mas que el hecho, la forma en que sucedieron las cosas.
Necesito leer el tercer libro, porque sencillamente no me puedo quedar con la duda, porque el final de este libro no hace mas que incitarme a querer saber que va a pasar ahora, y ¿porque no? estoy un poquito enamorada de Sancho y quiero justicia para él, ojalá me la entreguen en el siguiente libro.
Muy, pero muy recomendable, eso si, es indispensable, leer estos libros en orden.
Tan fascinante como el primero pero con brillo propio. El panorama que tengo ahora no se parece, ni por asomo, al que tenía al comenzarlo. A pesar de sus contras, como ese final que se me ha antojado medio sacado de la manga, el autor nos ha entregado una secuela más que digna.
Mención aparte merece todo lo que se explica sobre temas de los que conocía muy poco o casi nada (aunque confieso que me perdí un poco con tanta sigla) y que me ha motivado a investigar más por mi cuenta. Deseando ponerme con la tercera parte.
5/5⭐ Leída en el 2014, releída en diciembre de 2021.
Tercer libro de la trilogía. Me sigue pareciendo el mejor de los tres y mira que era difícil superar el registro. No podría haber sido una conclusión mejor. Me reafirmo en lo que pensé la primera vez que lo leí. Es un no parar. Lo empiezas y ya no lo sueltas. Pese a ser relectura, enganche total.
Básicamente, Gellida retoma la acción dónde la dejó en "Dies irae". Detener a Augusto se convierte en una prioridad ya con carácter internacional. La trama de la novela se centra en ello. De manera magistral desarrolla la investigación policial por medio de un equipo de la Interpol formado al efecto. Este equipo se recorrerá media Europa, para acabar finalmente en la ciudad donde todo empezó.
Además de los personajes ya conocidos se incorporarán otros, como Olafsson, un policía islandés, que ha resultado ser de los mejores personajes del libro. Seguiremos asistiendo a la evolución de Erika y de su historia personal. Ahora bien, el autentico protagonismo lo siguen teniendo Sancho y Augusto, dos personajes que merecen pasar a formar parte de una antología del género.
La ambientación a la altura de las dos anteriores. Lo mismo podría decir del manejo del flashback, los versos y la banda sonora. Igualmente, como sus predecesoras, sigue siendo muy visual.
El final muy bueno, digno de la mente maquiavélica del autor. De aplaudir y no parar.
En conclusión, un final excelente para la trilogía que colocó a Gellida a la cabeza de la novela negra en España. Más que recomendable.
Sigue abusando de los pies de página aunque ya no tanto de los latinajos, y aquí se ha marcado un rollo importante con la guerra de los Balcanes y la vida de Carapocha
En otros thrillers he leído sobre otras guerras y me ha resultado más ameno, así que no creo que sea ese mi problema
El giro que tiene al final, se ve venir, no me sorprendió para nada, en fin seguiremos con el siguiente a ver como termina la historia
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No sé si me ha gustado más la trama del asesino ( ¿por qué me esperaba este plot twist?🤣🤣 He visto demasiadas películas en color...🤦🏽♀️)o la parte histórica de la guerra de los Balcanes. #guerracaca #noalaguerra