What do you think?
Rate this book


160 pages, Paperback
First published January 1, 2004
Porque la muerte no es lo contrario de la vida: vivir como un muerto, eso es lo contrario de la vida. (167)
Miraba mi barrio, el invierno en el Viaducto. Las calles estaban vacías y los árboles, en su mayoría plátanos altos y paraísos retorcidos, habían perdido sus hojas. Y eso era bueno, porque dejaban pasar los rayos del sol. Un sol que esta vez me llenaba de tristeza. Sentí que el barrio mismo se había entristecido. Lo decía el libro de Fernando y yo sabía ahora que era verdad: que las cosas que nos rodean tienen vida porque nosotros tenemos vida, y son capaces de entristecerse cuando nosotros nos entristecemos.