Un poemario que disfruté desde el inicio hasta el final. Pocas veces leo este tipo de literatura de manera lineal, pero aquí, al ver el estilo de la autora, fresco, entendible, coloquial, se me antojó leer todos los poemas en el sentido en que fueron presentados. De este modo, estuve ante una serie de textos cargados de emociones sobre la familia, la amistad, el gusto por la escritura, el amor libre y la cotidianidad. Hubo poemas que se volvieron mis favoritos y sin duda volveré a abrir el libro para, ahora si, repasar aquellos que he señalado, sin seguir un orden lineal. Enhorabuena, Gabriela Aguirre Sánchez me cautivó con su poesía y procuraré leer otras cosas que haya escrito desde 2003 a la fecha, ya que este libro está por cumplir 20 años.