José Ángel Mañas nace en Madrid el 22 de octubre de 1971. Es licenciado en Historia Contemporánea por la Universidad Autónoma de Madrid. En 1994 quedó finalista del premio Nadal con su primera obra, Historias del Kronen. La novela tuvo una gran repercusión y abrió las puertas a una nueva generación de escritores. Tras su publicación el escritor vivió durante varios años entre Madrid y Toulouse. Actualmente reside en Madrid.
Va muy en la línea de Historias del Kronen pero con varios narradores en lugar de uno. Es un libro interesante, entretenido y fácil de leer pero me da la sensación de que es un poco repetitivo.
Si ya me gustó Historias del Kronen (véase su propia reseña), Mensaka me ha terminado de convencer de que José Ángel Mañas es un buen escritor. Cuando vienes de leer a autores cuyas historias aburren a pesar de estar bien escritas, adentrarte en un libro de Mañas es una especie de tabla de salvación. Este autor tiene el don de trasladar la realidad al papel y aunque a veces pudiera parecer que muchos de los diálogos de sus personajes son burdas transcripciones literales de las conversaciones de un par de macarras, yo creo que su arte reside en eso mismo, en hacerlo real y literario al mismo tiempo, es decir, dotarlo de un ritmo, de utilidad a la historia, etc. Respecto a Mensaka, podría decirse que es una hermana pequeña de Historias del Kronen. Más corta y ocurren menos cosas si cabe, pero ahí también reside su gracia. Tengo la sensación de que José Ángel Mañas es nuestro Irvine Welsh (autor de Trainspotting) o nuestro Easton Ellis (Menos que cero), pero que se le ha valorado poco por el hecho de ser una autor patrio y por no escribir en inglés o venir de fuera. También creo que a día de hoy su obra está devaluada porque los personajes son por lo general machistas y soeces, pero hay que ver a los personajes por lo que son, jóvenes de los años 90, cuando el machismo era mucho mayor a lo que es hoy en día y eso se manifestaba, entre otras cosas, en el lenguaje (por desgracia, no tan diferente a la actualidad). Sea como sea, un autor que merece la pena probar y que ya cada uno se forme su opinión.
Extrañamente me ha gustado mucho. El argumento no es nada muy especial, y los espacios carecen casi de descripciones. Aún así, la forma abrupta de narrar y los diálogos inexactos hacen de esta lectura un aire refrescante de lo que venía leyendo. Me ha sorprendido la forma en la que está escrito, con faltas de adecuación y en ocasiones un lenguaje ordinario y soez, pero claro, el autor es lo que pretende, que el libro plasme con exactitud como escribiría o hablaría un personaje de tales características. Los personajes, aunque un tanto planos, tienen un trasfondo que termina en la crítica social. Nada de lo que he leído me ha parecido poco creíble, pues todo lo que se habla o se cuenta es perfectamente extraíble a nuestra sociedad. Un libro del que no tenía ninguna expectativa y que me ha sorprendido gratamente.