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El testigo

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Julio Valdivieso, intelectual mexicano emigrado a Europa, profesor en la Universidad de Nanterre, vuelve a su país después de una larga ausencia. El PRI ha perdido al fin las elecciones y se inicia un peculiar período de transición. Pero esta vuelta a un presente muy distinto del que dejara cuando se fue, se convertirá en una oportunidad de descifrar su pasado, el de su familia, el de su país, en una novela que despliega su trama como un inquietante mecanismo de precisión. Y en ese retorno extático y terrible se suceden los reencuentros que lo llevan a las claves de un amor perdido, a un episodio de la guerra cristera del que depende su propio nombre, a la leyenda viva del poeta Ramón López Velarde, el primer poeta moderno de México... Una irónica revisión de los mitos y de la condición mediática del mundo contemporáneo y una exultante reinvindicación de la poesía como sustrato perdurable en el caos de la historia. Una de las novelas más ambiciosas y logradas de la literatura mexicana y latinoamericana contemporánea, que sitúa a su autor en la primerísima fila de escritores de su generación.

480 pages, Mass Market Paperback

First published November 3, 2004

66 people are currently reading
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About the author

Juan Villoro

182 books797 followers
Juan Villoro is Mexico's preeminent novelist. Born in Mexico City in 1956, he is the author of half a dozen prize-winning novels and is also a journalist. In 2004, he received the Herralde Prize for his novel El testigo (The Witness).

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Displaying 1 - 30 of 76 reviews
Profile Image for Guille.
1,007 reviews3,283 followers
August 15, 2022

“México era Nieves... su vida sosegada se dejaba interesar por las conjeturas de lo que hubiera sido con ella, la imposible trama paralela que lo definía.”
¿Se acuerdan de aquello del Zavalita de Llosa? Pues bien, Julio, el protagonista de esta recomendabilísima novela, sabía muy bien el momento exacto en el que se jodió su vida.
“… una plaza vacía, una cita incumplida. Ésa había sido su verdadera posesión por pérdida.”
Es esta una novela triste, desesperanzada, en la que se manifiesta un claro pesimismo sobre la situación y futuro de México, y por ende de toda sociedad humana, y contra la que parece existir una única solución, siendo esta individual y, por tanto, marginal, parcial y descorazonadora.

Al estruendoso fracaso de la revolución mejicana parece haberle sucedido un no menor fracaso social y político en una democracia que no tiene la altura política para así calificarse. O eso es lo que parece desprenderse de las noticias que por aquí nos llegan de México y de lo que aquí cuenta El testigo, ese caos de mafias, incluida la estatal y/o policial, con sus esbirros sin remilgos y los inocentes cuya única oportunidad, si acaso, es mantenerse al margen. A falta de un conocimiento directo, no queda otra que enfrentarse a la disyuntiva que siempre presenta un testigo, a veces no tan inocente o neutral como parece, a veces no tan veraz como nos puede hacer creer, a veces simplemente víctima de esa memoria imperfecta y selectiva, esa “verdulera sin escrúpulos”, a veces testigo muy a su pesar y que casi siempre está de más.
“Me interesa mucho la idea del dios oculto. Jesús no se hace evidente, no para todos, así convierte la fe en algo especulativo: «Bienaventurados los que creen sin haber visto.» Ese ocultamiento es lo que da fuerza a la libertad de creer; ante la falta de una certeza absoluta, podemos tener fe o no tenerla, debemos elegir. Sería muy fácil creer lo obvio.”
El amor-odio a México, con todas sus contradicciones, que siente el protagonista de la novela queda perfectamente simbolizado en la figura de Ramón López Velarde (¿homenaje a Bolaño y su búsqueda de Cesárea Tinajero en Los detectives salvajes?), el poeta del que todos quieren sacar partido, santo para unos, revolucionario para otros.
“López Velarde admitía en sus poemas las pugnas favoritas de la cultura mexicana: la provincia y la capital, las santas y las putas, los creyentes y los escépticos, la tradición y la ruptura, nacionalismo y cosmopolitismo, barbarie y civilización.”
Y junto a esta vuelta a un México que ya no es el suyo, a las indagaciones sobre el poeta, Julio se enfrenta a un pasado siempre en el presente de una vida que se ha mantenido en pausa desde que salió de su país allá por su juventud, y ello pese a su trabajo como profesor en la Universidad de Nanterre, sus dos hijas, y su mujer italiana.
“Regresaba al pasado como a un dolor elegido, como si lo peor de esa tristeza fuera la posibilidad de perder su recuerdo.”
Nada duele más que aquello que no hicimos, aquello que no vivimos, eso que ya “sólo existiría como ausencia” y que va poco a poco creciendo en nuestro interior a medida que se bifurca en las innumerables posibilidades, todas mejores que la conocida y única existencia real.
“La mayoría de cosas que son importantes para mí no me han pasado.”
Julio, escritor de un único cuento, había decidido ser, nunca se decide realmente, como aquel personaje de Delon en “El silencio de un hombre”, "esquivo, melancólico, elegante, interiormente vencido”, una soledad que vivía como una ofrenda a su gran amor, Nieves, como si ella pudiera dedicarle a él la maravillosa mirada con la que observaba al actor francés en la oscuridad del cine “todo lo que dejaba de hacer, las mujeres que no acariciaba, el jazz que no oía, los tragos que nunca paladeaba”. Su vuelta a México cambiará su vida por completo.
—Siempre pintaba el mar, ¿no?
—¿Qué más se puede pintar en el desierto?
Profile Image for Víctor.
122 reviews80 followers
November 30, 2018
Encontré este libro mientras curioseaba por una de las librerías del Fondo de Cultura Económica en el Distrito Federal, entre la avenida Universidad y el Eje 8.

Me gusta pensar que uno no siempre elige los libros que compra, sino que ciertos libros lo escogen a uno. Y sospecho que este fue el caso. Tal vez tenía en mi inconsciente a Roberto Bolaño recomendando a Villoro; tal vez encontrarme con el anuncio de "ganador del premio Herralde", recordar la entrevista que le hizo Pedro Ramos a Jorge Herralde y los términos en los que éste se refería a Bolaño; tal vez esa necesidad de escritores contemporáneos mexicanos en ese momento de desconcierto y duda; tal vez por alguna razón imposible cogí el libro y leí la contra portada: algo en mi interior hizo clic y supe que era un libro cargaría 7,000 kilómetros hasta Coruña.

Parecía que hablaba de mi, o de un posible yo, o de un yo deseado por mi: un intelectual mexicano que regresa a su país después de veinticuatro años de vivir en Europa, justo cuando México cambiaba, cuando la utopía democrática parecía ser alcanzada con la transición presidencial, la derrota del PRI en las urnas.

Confieso que esta novela no me duró mucho sin abrir. Ya en el avión, luego de terminar los cuentos de Horacio Quiroga, comencé su lectura. Descubrí un thriller narrado con la maestría de las grandes novelas. Villoro escribe una prosa aterciopelada, en la frontera donde la narrativa comienza a coger la lírica de la poesía: muy legíble y a la vez deleitable.

Simultáneamente, Villoro tira hipótesis para explicar la realidad de la novela, que es -o fue- la realidad del México justo después del triunfo de Fox en la presidencia de la República. Y eso es territorio del ensayo. Posiblemente las novelas deben ser ensayos de esa realidad que la obra propone. Por traer un ejemplo: ¿Qué tal si la guerra que mantiene el narcotráfico en México es una reiteración involucionada de la guerra cristera?

El triunfo democrático del PAN fue un retroceso social. El regalo de la democracia sólo fue posible con el sacrificio de los magros avances sociales de la Revolución Mexicana. Y tuvimos de vuelta a un clero católico enloquecido y un pueblo sediento de milagros televisados. Ambos, junto con las televisoras, invistieron al Papa, Juan Pablo II, de un aura mediática. Televisión, narcotráfico e Iglesia católica, tres negocios prósperos y tan cercanos entre sí, y al poder, que preferimos ignorarlo (el asesinato del cardenal Posadas es fiel reflejo de ello).

Y paranoias. Como buen thriller, la paranoia es esencial: ¿quién quiere hacer daño al protagonista? ¿quién lo ayuda? ¿a quién ama Julio Valdivieso, el protagonista? ¿quién lo ama? ¿quién le guarda rencor? Y es que, como la misma novela lo dicta, en México es imposible saberlo, porque allí la caridad engendra odios. Los amigos, su familia, la policía, la televisión, el escritor que su esposa traduce, hasta las sirvientas son evaluadas bajo esta óptica deformada:

Esas pinches mujeres se pasan la vida contando chismes, nunca de ellas sino de los patrones. (página 225)

José Ramón Ruisánchez Serra dice que El Testigo es una "ficción archívica”, donde los cambios en el presente obligan a una relectura del pasado. Es decir, en los primeros capítulos encontramos a Julio que regresa a México y nos muestra pinceladas de su pasado, un pasado estático, casi trivial, pero con respecto avanza la novela, y Julio se topa con la nueva dinámica de su entorno, es obligado, una y otra vez, a analizar de nuevo su pasado, a unir puntos, a llenar huecos y recomponer supuestos.

Y así sucesivamente hasta que el pasado es una criatura mítica que exige sacrificios humanos. Julio, testigo exangüe de caos nacional, opta por la solución de Eróstrato: reducir a cenizas pasado para que nadie lo abandere.

La novela se mueve en tres bandas: por un lado la revalorización del poeta Ramón López Velarde, por otro la historia familiar de Julio, y por último el thriller en sí, donde gente muere y todos sospechan de todos.

Y Julio es un testigo. En su calidad de no-pertenencia, no es ni extranjero ni nacional, Julio es capaz de mirar, simultáneamente, con sorpresa y naturalidad ante singularidades de un México irresoluto. Y ese testimonio es el que se transmite en la novela.

Por último, el amor. Primero está Nieves, el amor prohibido y frustrado de su adolescencia, quien marca su destino de hombre sin auto-determinación; luego Olga, la chilena exiliada que es el símbolo del deseo inalcanzable, así como Lola, la española voluptuosa con quien sólo se atreve a coquetear; está su esposa Paola, italiana, traductora de escritores latinoamericanos, hija de un profesor de Julio. Paola representa el canon, la belleza típica europea, la familia modelo típica, la hoja de ruta sin complicaciones. Y finalmente Igancia, la mujer rota del desierto, enjuta por el hambre, con notables cicatrices en el cuerpo y en el alma. Ella me encanta, porque representa en el protagonista una ruptura, cuando decide tomar las riendas, encarar su realidad y arrojarse a sus decisiones. Es sexo acompasado, es silenciosa aceptación mutua, es un "yo te elijo sobre todos/todas los/las demás".

Villoro dice en una entrevista para La Jornada:

Por otro lado, hay un gusto por la belleza castigada, no la belleza canónica que nos ofrecen los anuncios de shampoo, sino la belleza vulnerable. Con esto no quisiera yo promover un gusto esperpéntico, pero sí creo que es mucho más atractiva la percepción física que se humaniza con algún defecto, con algún padecimiento, con alguna dolencia. Nos podemos vincular con la gente mucho mejor por sus heridas.
Profile Image for Carlos.
170 reviews110 followers
June 8, 2021
El Café La Habana es un pintoresco sitio en la calle de Bucareli, con grandes ventanas por donde la luz se filtra a ciertas horas del día y el delicioso aroma del café recién tostado es como una nube gorda y nutrida, comensal que se apropia el espacio y está presente en todo momento, hasta terminar en una taza humeante que invita a ejercer el maravilloso arte de la conversación. Es ahí que solían reunirse Roberto Bolaño y sus amigos allá por los años setenta, cuando se comenzaban a gestar en el joven escritor sus obras a venir. Es muy posible que ahí, durante las acaloradas discusiones del grupo denominado infrarrealista, surgiera la idea o el germen de sus dos novelas mexicanas. Como solía ser su costumbre, el autor chileno reunía una gran cantidad de material que años mas tarde encontraría su sitio justo en las páginas de sus libros. La influencia de Bolaño en la ya nutrida literatura mexicana es innegable. Después de la publicación póstuma de 2666, la pregunta obligada se centraba en cuál sería la obra que seguiría los pasos de esa extraordinaria novela, que había marcado de manera incontestable el nuevo milenio. Y fue justamente en ese mismo año de 2004 que el escritor mexicano Juan Villoro ganó el Premio Herralde con su novela El Testigo. Los paralelismos con Bolaño, con quien lo unía una sincera y duradera amistad, comienzan con el premio, que él también ganó en 1998 con Los detectives salvajes y continúan y se extienden en una visión de la narrativa muy similar, que despelleja la realidad mexicana y nos muestra las honduras de las llagas de un país que se mira a sí mismo e intenta descifrar su pasado, para entender su doloroso presente y poder así trazar su futuro incierto. Para ambos escritores, la literatura se convierte en un espejo, pasaje inevitable por la pila bautismal, donde en un ritual alegórico y perpetuo, la palabra se reinventa, renace y finalmente, como en un byspass oficiado por un curandero huichol, se turna en cuchillo de obsidiana que penetra hasta extirpar el corazón dolido, en un intento por darle nueva vida.

Tras su regreso a México después de más de veinte años de vivir en Europa, Julio Valdivieso emprende un viaje iniciático que, sin sospecharlo, será un descenso a los infiernos y lo transformará por completo. Movido por la vida y obra de Ramón López Velarde, viaja a la hacienda Los Cominos, en San Luis Potosí, donde encontrará los restos de un pasado que se mantiene vivo. Hurgando en los escombros irá acomodando poco a poco las piezas de ese rompecabezas que es su vida; develando entre poemas y pláticas con el tío Donasiano y el padre Monteverde, una parte de su ser que imaginaba sepultada en el panteón del olvido. Ahí descubre que la presencia de Nieves lo ha habitado sin darse cuenta y ha dejado en él un vacío que ahora intenta llenar aguzando sus sentidos y abriendo su espíritu a la nueva aventura. Sus ojos aprenden a ver de frente esa luminosidad que ahora lo sorprende y maravilla. Entre milagros atribuidos y leyendas que son rezos, viejas amistades y rivales insospechados, guerras cristeras y ejecuciones de narcos, viejos amoríos y encuentros vitales, policías corruptos y un poeta vagabundo, recuerdos borrosos de tan lejanos y una intuición punzante que no parece jamás abandonarlo, Julio intentará pasar al otro lado, despojándose del peso innecesario de un equipaje excesivo y rompiendo terminantemente con la vida que hasta entonces había construido.

La escritura de Juan Villoro es como el caudal inagotable de un río que fluye libremente, narrativa brillante por su hechura y planeación, venida de una pluma sólida cuya frescura y capacidad de reinvención son quizá sus trazos mas sobresalientes. El Testigo es una obra mayor de la literatura mexicana, que le asegura un lugar en el mapa de la narrativa contemporánea.
Profile Image for Makis Dionis.
560 reviews156 followers
August 26, 2019
Ο Χούλιο Βαλδιβιέσο, ένας Μεξικανός διανοούμενος με φθηνουσα λάμψη, ένας Lowry-ιανος καταραμένος, επιστρέφει στην πατρίδα, τη γη της επαγγελίας.
Σε μια μάχη χα��ακωμάτων, αναμετράται με το χαμένο ανήθικο έρωτα του παρελθόντος κ τα παρόντα απόνερα του, το παρελθόν κ το παρόν της χώρας του κ προσπαθεί να αντιληφθεί το Μεξικό στην αυγή του 21ου αιώνα, μια προοιωνιζουσα παρτίδα πινγκ πονγκ στην κόλαση.

Επανάσταση, ναρκος, Άγιοι και Δαίμονες.
Μεσκαλ και Ποίηση!

Υπέροχος Villoro, μας χαρίζει ένα σύγχρονο αριστούργημα

Εκείνη έκλαψε κ έμεινε σιωπηλή, πράγμα που ενδεχομένως δήλωνε συνενοχή, κ εκείνος σκέφτηκε κάτι για το οποίο είχαν συζητήσει τόσες φορές, τον παράξενο τρόπο που ο κόσμος χωρίζεται σε αυτούς που φεύγουν και αυτούς που μένουν, αυτούς που ζουν για τη σταθερότητα και την επανάληψη και αυτούς που πάντα χρειάζονται έναν ξένο αέρα, μια γλώσσα για να σφηνωσουν αβέβαιες λέξεις, την απουσία ιδιοκτησίας σαν μορφή υπέρτατης ασφάλειας
Profile Image for Malice.
465 reviews57 followers
November 10, 2021
Me gusta cómo escribe Villoro, me gusta mucho, pero esta novela, en particular, se me hizo aburridísima. Creo que quiere abarcar mucho y al final no habla de nada. Por ejemplo, está el tema sobre el narco y la corrupción en México (nadie había escrito sobre eso antes…) que no aporta nada nuevo y creo que otros autores lo han retratado mejor. La historia sobre los cristeros y la familia prometía mucho más, pero la deja de lado, y así puedo seguir con las demás historias que intenta entrelazar y que deja sueltas al final.
Está bien escrito, pero solo eso. En fin, supongo que seguiré leyendo a Villoro, incluso intentaré con otra de sus novelas, a ver qué tal.
Profile Image for Antonio Rubio.
Author 4 books80 followers
June 10, 2021
El testigo (2004), de Juan Villoro, se ha leído como una novela total. Una de sus complejidades y, asimismo, riquezas es la capacidad del narrador por abarcar en su texto varias tradiciones literarias, ante todo la novela mexicana que explora y cuestiona una identidad. Lector de esta tradición, la propuesta de Villoro comprende también significativos géneros del establishment contemporáneo, como la novela del narcotráfico (y el género negro), la biografía histórica y la novela detectivesca. Me gustaría reflexionar aquí la concepción de totalidad narrativa y la idea del regreso, un proceso de transducción literaria. Uno de los primeros teóricos de la “novela total” fue Mario Vargas Llosa. En su “Carta de batalla”, Vargas Llosa la define como “una representación de la realidad a condición de ser una creación autónoma, un objeto dotado de vida propia”. De acuerdo con el también novelista, la totalidad del texto da cuenta de una forma de realidad, pero se independiza, crea su propio universo narrativo. Esto queda aún más claro con la descripción en tercera persona: el narrador se transforma en un testigo.

La realidad entonces se totaliza. Independiente, pero evocadora, esta nueva realidad será una de las constantes del siglo XX con narradores de la talla de Virgina Woolf, James Joyce, Carlos Fuentes, Vargas Llosa, Juan Carlos Onetti. Todos ellos retoman un contexto histórico, social y político familiar, consultable, pero lo hiper-realizan en sus universos narrativos, creando nuevas formas de realidad y por ello nuevas imaginaciones espaciales: Santa María, Macondo, Comala. Siguiendo al citado Vargas Llosa, un novelista total es capaz de revivir un momento histórico y dotarlo de significación. En un estudio sobre James Joyce, Robin Fiddian indica algunas aspiraciones de la novela total expuestas por el escritor del Ulises. De acuerdo con el teórico, el texto busca representar “una realidad ‘inexhaustiva’ y cultiva un rango de referencias enciclopédico como medio para lograr ese fin”. Estas referencias en el caso de Villoro podrían ejemplificarse con elementos culturales, lecturas literarias y, ante todo, el aparato crítico que comprende El testigo sobre la vida de Ramón López Velarde.

La aventura narrativa de El testigo aborda varios aspectos un viaje mítico y textual. En efecto, ese viaje literario traduce nuevamente el viaje por antonomasia: el de Ulises. Esto se refuerza en el epígrafe de Kavafis, donde lo mítico pierde en favor de la experiencia individual del trayecto: “no apresures nunca el viaje. / Mejor que dure muchos años”. El destino espacial no es tan valioso para Kavafis como los provechos del tránsito hacia Ítaca. Dicha lectura la retoma el propio Joyce en su monumental proyecto: una lectura moderna de la Odisea. En cierta manera, El testigo agrega una lectura más al mito y se convierte en la primera propuesta totalizante y mítica de este siglo que apenas inicia, con claros guiños a otra obra importante de finales de siglo: Los detectives salvajes (1998), de Roberto Bolaño. De hecho, Villoro rinde homenaje a Bolaño y, ante todo, Mario Santiago Papasquiaro, quien en la novela es “traducido” en el personaje de Ramón Centollo, El Vaquero del Mediodía. Al igual que el personaje de El testigo, según cuenta Villoro, Papasquiaro solía recitarle por teléfono su poesía: “También era un obsesivo recitador de sus poemas. Ante mi incapacidad de escucharlo a las cuatro de la mañana, decidió grabar sus versos en la máquina contestadora hasta agotar el caset”.

En mi opinión, la idea del regreso es la más significativa y explorada de todas las propuestas semánticas de El testigo. Según cuenta Villoro durante una entrevista a Pablo Gámez, su novela pretende deconstruir el mismo concepto mítico del regreso de Ulises: “a mí me interesan más los enigmas del regreso, la oportunidad de constatar cómo ha sido tu vida sin tu presencia”. ¿Podría afirmarse el protagonismo de Julio Valdivieso en la novela? La cuestión se vuelve difícil cuando reflexionamos que precisamente por su condición de testigo su papel en los acontecimientos parece secundario. Villoro además agrega que “el testigo es alguien que está fuera de los hechos y debe narrarlos. Esa distancia comporta una limitación, pero al mismo tiempo supone una obligación de narrar los hechos”. Juan Villoro, bajo esta perspectiva, se transforma en un testigo más: el de la vida y hechos de Julio Valdivieso.

Asimismo, el regreso del Julio ficticio se distancia del mítico Ulises puesto que no tiene nada de heroico: se trata de un viaje más bien accidental, pero también conlleva una forma de conocimiento. Hermanado al narrador desde la prosa autobiográfica, Valdivieso hijo es un personaje al que le ocurren cosas, pero, a la manera detectivesca, los hechos desembocan en el armado de otra historia: la de Florinda y Nieves. Finalmente, también pretende representar un México poco explorado (durante la guerra Cristera) y vincularlo con un México nuevo, donde el PRI al fin ha abandonado el poder.

El regreso, de forma estructural, desempeña también un cuestionamiento constante a la propia novela. Como indica Iván Candia, hay “una compleja estructura marcada por la fragmentación, la indeterminación, las anacronías del discurso narrativo que, en buena medida, puede subsanarse por la figura del testigo”. En efecto, El testigo como texto poético regresa en varias ocasiones sobre sí mismo. Es una novela reiterativa. Pero esos constantes regresos y perspectivas concluyen en un complejo armado argumental sobre la historia de amor entre Julio y Nieves, para al final cuestionar la “traición” de ella y aludir a la estupidez de él: su desencuentro fue, en realidad, una confusión espacial. En realidad, hay varios momentos en la novela que aluden a la confusión, el error, la mentira y la ambigüedad. El engaño prevalece en varias historias descritas: El embuste del Niño de los Gallos, las mentiras de Edgar Noriega, el plagio de Julio Valdivieso. Para Candia, esto conlleva a la distorsión de una realidad, que cuestionaría asimismo su totalidad. Los hechos reales son consultables, pero los ficticios no sostienen su propia verdad y los testigos no resultan fiables.

Nieves y México constituyen, en algún sentido, una unidad tanto textual como metafórica: “México era Nieves. De modo dramático, desde hacía diez años era la tumba de nieves”. Nieves es lo contrario a la tierra. Es, en cierta forma, el agua de chía: una comunión entre lo líquido y lo terrenal. También hay que recordar la presencia del agua en El testigo y cómo se relaciona con los renacimientos del personaje. La idea del renacimiento es en sí mismo un regreso. Como lo señala al inicio, “regresaba en representación de sí mismo”.[8] El último resurgimiento de Julio fusiona el regreso con la revelación. Casi se ahoga por buscar un símbolo más para armar a Nieves: una moneda. Durante su agonía, desmiente el tercer milagro y conoce la historia de Florinda. En realidad, el motivo de su viaje a Italia y principal conflicto de la novela encuentra su resolución cuando Valdivieso comprende que Nieves buscaba despedirse de él a través de varios momentos: “Nieves se había despedido, dejando mensajes abiertos que nunca acababan de decirse” (454).[9] El motivo de su regreso: tirar una moneda al pozo. Los Cominos, como traducción de la Ítaca homérica, es un espacio ausente de toda sublimación. En varias ocasiones, la define como “puras nadas”. Por ello solo así podía llegar a un destino más bien tranquilo, que como señala el poema de Kavafis, poco importa. Solo así puede nombrar la tierra después de probar el agua.

Del uno al diez: D i e z
Profile Image for Óscar Moreno (OscarBooker).
418 reviews541 followers
May 17, 2022
(3.5)

Me parece que esta es una obra muy buen construida y llena de simbolismo. Aquí Villoro plasma diferentes fuentes sobre la vida de Velarde; entre ellos a José Emilio Pacheco.

Básicamente es una novela que solo le sacarás su máximo potencial si conoces la obra de Velarde y sus referencias de diferentes autores. De otra forma es difícil profundizar.

El mayor fuerte del libro son los personajes y la ambientación. Son profundos y muy bien construidos. Pero creo que en este caso fue igualmente un problema.

La primera mitad del libro, Villoro se enfoca mayormente en personajes y la ambientación. Al hacer esto se descuidó un poco la historia y su gancho. Realmente no es sencillo porque tardas en comprender lo que sucede.

Otro detalle que debo mencionar es que el libro maneja muchos regionalismos mexicanos. Si eres de México comprenderás las referencias nacionales, pero si eres extranjero no será tan sencillo.

En conclusión: creo que es un muy buen libro. Si excelente construcción pero se desatiende un poco el ritmo de la narrativa y el gancho. Me gustó hacerlo leído, aprendí mucho sobre Velarde, pero realmente no es una obra que recomendaría a todo el mundo.
Profile Image for Alaíde Ventura.
Author 6 books1,631 followers
September 8, 2014
Ya sé que quién diablos es uno para criticar a Juan Villoro, y de paso a Herralde, pero esta novela no me voló la cabeza como esperaba. No vi gran diferencia entre las voces de cada personaje, varios se me mezclaron, tuve que ir páginas atrás constantemente a revisar si esto lo había dicho uno u otro o quién. Eso sí: hay pasajes muy afortunados, sobre todo las precisiones de la vida en la ciudad.
Profile Image for Mónica.
60 reviews10 followers
April 20, 2021
¿Qué es lo mexicano? ¿Cuántos Méxicos hay, y en cuál estamos parados?
Profile Image for Gaby.
41 reviews7 followers
December 25, 2015
Quitando la parte telenovelesca de narcotráfico, policias y crimen en el México que no tiene remedio, es un gran libro. Todo lo referente a la saga familiar, con sus secretos y sus historias dolidas de amor, aderezado por las pinceladas sobre la vida y la obra de Lopéz Velarde es un buen platillo literario para los amantes de la nostalgia y la buena narrativa.
La constante referencia al testigo, al que queda, al que tiene el peso de narrar lo que pasò en un paraje donde el es el único que puede dar continuidad y llenar un vacío historico....
Profile Image for Gianni.
391 reviews50 followers
September 11, 2024
”Era contento che gli fosse toccata la camera 33. Quell’hotel non aveva la pretesa che la 33 fosse la 303. c’era poi da considerare che Ramón López Velarde era morto a trentatré anni e lui aveva bisogno di coincidenze. Qualunque elemento superstizioso in grado di avvicinarlo al poeta lo avrebbe fatto sentire più qualificato. Conosceva quanto già noto su Ramón, vale a dire niente. Tutti sapevano tutto di lui.”
Il testimone inizia con un riferimento al numero 33, che la numerologia definisce come ”Numero Maestro” e indica che il numero "agisce con l’autorevolezza di chi conosce la verità (oltre le apparenze) e si sente in dovere di trasmetterla agli altri. La vibrazione che questo numero porta con sé è definita anche "Cristica" e conferisce all’individuo la profonda convinzione di avere un’importante missione da compiere, la quale consiste nell’alleviare le sofferenze altrui e arrivando anche a sacrificare sé stesso." E 33 sono anche i capitoli del libro.
Verità e apparenza, ma anche storia e memoria con cui si fondono e confondono.
Il professor Julio Valdivieso espatriato in Europa dal Messico, vi ritorna dopo molti anni, quando il Partito Rivoluzionario Istituzionale (un equivalente politico della nostra Democrazia Cristiana in versione anticlericale) viene sconfitto dopo settant’anni di governo senza interruzioni. Julio Valdivieso, laureato con una tesi sul poeta Lopez Velarde, torna in Messico per analizzare documenti che potrebbero gettare una nuova luce sul poeta.
Ventiquattro anni di lontananza rappresentano un lasso di tempo sufficiente a marcare una distanza tra Valdivieso, il suo passato e il suo paese e a fare del professore un testimone immerso completamente nel processo di cambiamento, decostruzione e ricostruzione della storia. I documenti sul poeta e sulla comunità raccolti nel tempo dallo zio Dionisiano, costituiscono un immenso archivio immagazzinato nel granaio della hacienda e potrebbero essere utilizzati per una telenovela di successo sul poeta Lopez Velarde incentrata sulla sua presunta profonda e miracolosa religiosità, base per un riabilitazione, dalla memoria storica sepolta, della Guerra Cristera, la rivolta armata dei cristiani della metà degli anni venti del secolo scorso.
È uno spunto che alcuni gruppi utilizzano per tentare di riscrivere la Storia e ridisegnare le mappe del potere, anche alla luce dei mutamenti politici e sociali: ruolo e potere dei media, ascesa dei cartelli criminali e dei narcotrafficanti, corruzione politica e violenza. Per molti aspetti fa venire alla mente l’epopea berlusconiana (e non solo), alla quale ci sono pure riferimenti testuali.
La Storia del Messico si intreccia con quella personale e famigliare di Valdivieso, e la rilettura della prima, di cui la figura di Lopez Velarde fa da filo conduttore, affianca la ricostruzione della seconda.
È un libro sicuramente complesso, ma che, nonostante la mole, riesce a scorrere bene.
Profile Image for El Avestruz Liado.
44 reviews6 followers
February 20, 2013
A very complicated book to rate or review. The scope of Villoro's ambition is quite broad and that creates quite an issue when trying to write a review or, for that sake, a short description.

Unsurprisingly, the core of the story revolves around the figure of the witness: of the present, of the past, of the core values of a nation, of social injustice, of social prejudices, etc... The list is large, quite large and that is where the whole issue on reviewing this book arises. It is hard for me to tell at this moment if Villoro simply tried to bite more than he could swallow or if I just had to put closer attention as a reader to really grasp the whole thing.

In that light, consider this review and rate temporal. I might reread the book at some later time and then I could change my mind. I somehow believe that this is a 5 star book. The observing powers of the author are impressive, with the hindsight of eight years I can tell that the subplot in which the tv, church and narcos take the real power of the country is a _perfect_ prophecy of what would later happen under Calderon. The description of the Mexican intellectual class is also impressive and looks almost as a carbon copy of some events that would later happen (compare Valdivieso's story with that of Sealtiel Alatriste). Seriously, it seems that real life imitated some of the plots shown here.

In short: This book is a must read to understand contemporary Mexico during the 12 years of PAN rule. It is also a book filled with humor and penetrant observations. But beware of the depth of the scope, there are a lot of stories that come and go and it is easy to get lost. It would be a good idea to read Villoro's first novel (El disparo de argón) before this one so you can get used to his particular style.

It is a total shame that this book has not been translated yet. It is one of the most accurate and mesmerizing portraits of a nation made in the last years, not only in the mexican or spanish speaking literature.
Profile Image for Pedro.
Author 6 books96 followers
September 1, 2015
Leer las páginas de El Testigo suponen un desafío como lector. También lo es escribir acerca de él. Las historias se entrelazan, se confunden. El pasado conduce al presente, ¿y en qué consiste si acaso el futuro que en consecuencias de lo que ya ha ocurrido?

El lector se convierte en un testigo. Un sujeto pasivo. Su nombre es Julio y se gana la vida como profesor de Literatura en Francia. Quedan al margen los autores cuyo nombre o fotografía o avatares permiten que el lector se sienta seguro, saber que es firme el suelo sobre el que pisa. Los autores sobre los que enseña en Francia Julio son los que pasan desapercibidos para el público. La acción tiene lugar en México. A donde llegamos como los derrotados de una guerra que nunca ha cesado. Antes Julio ha huido. Ahora le toca enfrentarse a su propio pasado. Los cárteles de la droga son el cáncer en metástasis que todo lo abarca. Lo único indemne es el pasado. Tan puro. Hasta que las páginas transcurren. La memoria histórica se impone como tema. Con ciertos paralelismos a la guerra civil española, las guerras cristeras adquieren el protagonismo y la mentira de lo legendario. El pasado sin embargo no es general. Julio comparte sus propios fantasmas. La marcha de México estuvo marcada por el desastre. Julio vivía una relación incestuosa con su prima. Ambos habían planteado su propia huida hacia adelante. Pero en el último momento Nieves, su prima, se echó atrás. Ahora ella ha fallecido. Queda no obstante su semilla. La que plantó en la memoria y los recuerdos de Julio, que abandona su estado de latencia. Pero también queda la material. Tras el paso atrás, Nieves rehízo su vida. Se casó. Tuvo 2 hijos. La hija tiene remembranzas de su madre. Entre Julio y la hija, que pudo haber suya, el lector participa de los cimientos de una relación nabokoviana.

El Testigo se convierte en una novela de posibles, de fueron, que de realidades.
Profile Image for Carlos Tiznado.
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April 11, 2021
Es un buen libro. A secas.

Acoto su calificación dado que hay varias cosas que terminaron por no gustarme. Explico a continuación:

1. Estilo pomposo en exceso: cierto que el autor es bien conocido por su erudición y la pompa con que narra. Desafortunadamente, a veces es demasiado, tanto que en una novela de esta envergadura resulta cansado y extenuante.

2. ¿El final?: Al llegar a la última página, me quedé con más dudas que respuestas. No sé si sea mi escasa capacidad intelectual la que me haya limitado entender el desenlace de la historia, pero si todo parece indicar que estoy en buenas condiciones, la novela carece de final digno a las muchas interrogantes que surgieron durante su desarrollo.

3. No es un libro para chavos: Repito, es probable que mis condicionantes sean las que hablan por mí en este momento, pero esta historia requiere bastantes datos referenciales, de México y el mundo, culturales e intelectuales que una persona llamémosle "promedio" dificilmente tendrá. No es un libro para chavos, y muy probablemente no sea un libro para lectores neófitos.

Dejando de lado estás críticas, la historia me agradó bastante, narra a un México indómito y contradictorio desde el punto de vista de un intelectual.

Me encantó la forma en que Villoro incorporó —tristemente pocos— elementos de la novela policíaca mexicana, con toques de crítica social, corrupción y narcotráfico que, para mi pesar, no fueron suficientemente explotados ni resueltos al final de la historia.

Julio Valdivieso es un protagonista bastante contradictorio y con claroscuros que no logré entender. Sin embargo, es un personaje bastante memorable.
Profile Image for Carlos B..
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June 27, 2017
Siento que es una novela que trata de explicar México en un momento muy importante de su historia y de pasó abarca muchos otros temas. Tal vez ese podría ser un defecto, la ambición de abarcar mucho y dejarte con al sensación de no haber sido suficiente.
Tal vez es mi fanatismo por villoro o tal vez realmente es un libro muy importante para la literatura mexicana.
Profile Image for Mariana.
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April 8, 2018
Vivan los libros. Siempre.

Reseñar El testigo me supone un desafío como lectora a la que le gusta reseñar. Es un libro confuso, lleno de historias que se entrelazan, de pasados, presentes y futuros que se mezclan para mostrar el paso de cada uno de ellos. Juan Villoro se ha convertido en uno de mis escritores favoritos y su escritura ya forma parte de los “clásicos” de la literatura latinoamericana contemporánea y en este libro maneja un equilibrio increíble a través del tiempo, en conjunto con la vida cultural, mediática, polítia e histórica de un país que vive en una clara dictomía entre centro y periferia.

Narra la historia de Julio Valdivieso, un hombre que después de 24 años viviendo en Europa, regresa a su natal México para pasar un año sabático recontrándose con sus raíces que dejó atrás. Cuando llega a su país, se ve inmiscuido en la figura de López Velarde y en la revaloración dela Guerra Cristera a través de la TV abierta. Villoro retrata la realidad mexicana de principios del siglo XXI: Las jerarquías de poder basadas en la plata, el narcotráfico, las autoridades ante el crimen y la función de la religión como columna vertebral de la identidad nacional. Nuestro protagonista trata de ubicarse en el presente, sin embargo, no puede dejar de vivir su futuro en el pasado (sí, así mismo), debido a los esbozos de lo que fue.

Es una obra completa y compleja que reproduce un mundo ficcional sumamente real y que nos convierte, tal como lo dice su nombre, en testigos de lo que Julio va viviendo. Esta vuelta a un presente tan distinto al que dejó cuando se fue, se convierte para él en una oportunidad de descrifrar su pasado, el de su familia y el de su país que, además, lo llevan a reencuentro con su amor perdido, mientras el autor hace una irónica revisiónde losmitos y dela “condición mediática del mundo contemporáneo y una exultante reinvidicación de la poesía como sustrato perdurable en el caos de la historia”, siendo El testigo el reflejo de un mexicano que parece ya no conocer su patria.

Lo que alguna vez fue su hacienda en San Luis Potosí, al borde dela frontera de Zacatecas solo queda en sus recuerdos, pues ha sido transformada por las sequías, el narco y la televisión, que quiere convertirla en el escenario de una telenovela sobre los cristeros. Valdivieso ve como se forma este México nuevo, que nunca pierde la capacidad de poder reír y llorar ante la realidad avasallante.

¿Quién quiere hacer daño al protagonista? ¿quién lo ayuda? ¿a quién ama Julio Valdivieso, el protagonista? ¿quién lo ama? ¿quién le guarda rencor?, son algunas de las preguntas que el autor deja a lo largo de las páginas de esta novela, que José Ramón Ruisánchez Serra define como una “ficción archívica”, donde los cambios en el presente llevan a un estudio del pasado para tener un mejor futuro. Julio, en las primeras páginas, nos muestra pinceladas de su pasado trivial, pero a medida que avanza, se topa con la nueva realidad de su entorno y se ve obligado a revisar de nuevo lo que fue para llenar huevos y recomponer pedazos para un claro porvenir.
El pasado surge como una “criatura mítica” que exige sacrificios humanos y que Julio opta por reducirlo a cenizas para que nadie lo utilice. Así, Villoro maneja tres temas distintos: la revalorización de la poesía de Ramón López Velarde, la historia familiar del protagonista y el thriller que lo acompaña, formando una novela de testigos, siendo el protagonista el primero, pues mira con sorpresa y naturalidad a un México completamente distinto al que esperaba encontrarse.

El escritor, y a su vez el protagonista, reconoce, desconoce y conoce el México actual, el gobierno del PAN, el poder de la TV,del narcotráfico, de las muertas de Juárez, siendo testigo de este mundo actual y a su vez de un pasado histórico incómodo,pero necesario. Villoro va tejiendo los diversos hilos sueltos para mostrar muchas historias, muchas voces, que son eco del elemento religioso, cultural e histórico de un país convulso, lleno de violencia, de narcotráfico, que tiene cuentas pendientes con la Revolución y que hace de la guerra cristera una telenovela, en conjunto con el fanatismo religioso de los traficantes y que le permite al autor enfocar como una necesidad el buscar la verdad para darle respuesta a los hechos ocurridos, realizando una reiterpretación de la historia y la realidad.

Sin duda alguna, es una novela ambiciosa, con múltiples tramas, una gran variedad de personajes, ambientes y la ambigüedad que los rodea, pues sus intenciones nunca están del todo claras. El estilo del mexicano es brillante, lleno de humor y crítica social, a la literatura y al amor, construyendo una novela excelsa, sin ningún detalle de más y a la que no le falta nada. En definitiva, un libro imprescindible para cualquier lector del siglo XXI, en la que Villoro coloca como protagonista a un testigo que nos convierte en sus propios garantes de una historia que se desmorona poco a poco, mientras observamos a un país y a un Julio que recuerda con cariño lo que algún día fueron.

http://mariana-is-reading.blogspot.co...
Profile Image for Greta Rase.
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April 21, 2022
Juan Villoro es un escritor que marco mi vida a los ocho años. Muchos saben que si no lo hubiera leído probablemente ni siquiera me habría convertido en la lectora que soy ahora y, mucho menos, me habría atrevido a estudiar literatura. El testigo es una novela que llega a mi sin que tenga una sola idea de lo que trata: presenta la historia de Julio Valdivieso quien, después de muchos años en europa, regresa a México, un México que no solo se presenta fracturado por el reciente triunfo del PAN (que trae a la mente todo lo conservador que se puede imaginar) sino un Mexico que le obliga a recordar un pasado que ha dejado enterrado.
La novela es compleja, no solo por las constantes referencias literarias y culturales mexicanas, sino por la propia construcción confusa de la narración que salta en el tiempo hacia atrás donde va construyendo la vida que Julio dejo y que no pudo ser. Creo sinceramente que mucho de la magia de esta novela es la forma en que esta narrada, me parece increíble como se referencia a si misma (incluso esa última línea sobre el ‘saber a tierra’). Hay muchas tramas ocurriendo en el libro, lo que también puede desorientar al lector, entre ellas la recuperación de la vida de Ramon Lopez Velarde (un aclamado poeta que se recuerda bajo diversos focos), el recuerdo de Nieves (el amor que Julio dejó atrás) y la construcción del Mexico de la época, afectado por la religion, el narcotrafico y la televisión que emboba a media población (la parte mas fuerte de esta última crítica va hacia el reality show que se quiere hacer de Velarde y su canonización que finalmente parece un chiste). Sin duda es una historia que es lenta, no creo que sea para cualquiera pero definitivamente encierra una historia que sorprende y cuestiona a la memoria.
Profile Image for Carlos.
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March 17, 2013
De Juan Villoro sólo conocía algunos ensayos y prólogos –bastante brillantes, debo agregar– y un par de cuentos, algo flojos. Por ello, cuando Christopher Domínguez afirmó que “El testigo” es “una de esas obras mayores que dan sentido a una vida en la literatura”, no pude evitar adquirir y leer el “novelón” –por sus casi quinientas páginas– ganador del Premio Herralde de Novela de 2004.
Novela sumamente ambiciosa, que busca trazar un “aleph” del México posPRI (hallamos en ella narcos religiosos querientes de una telenovela cristera, judiciales amedentradores, grupúsculos literarios y católicos que buscan separar al poeta López Velarde de un halo místico o santificarlo, respectivamente), “El testigo” es una obra brillante, adictiva; narrada a partir de la visión de su protagonista, Julio Valdivieso, quien venía a México sólo a revisar algunos papeles inéditos de López Velarde hallados en una hacienda familiar, para posteriormente quedarse y vivir una serie de pugnas con “una caterva de excéntricos”, “El testigo” resulta una suerte de novela totalizadora, francamente deslumbrante.
En su reseña, Álvaro Enrigue dice: “‘El testigo’ es congruente con el ambicioso estro del que proviene: de ahí su eficacia e imperio: cuando ya a nadie se le ocurría ni preguntar si es posible escribir la gran novela mexicana, Villoro puso una en la mesa”. Afirmación discutible y controvertida, pero que no se puede desechar a la luz de su lustrosa narrativa. Al menos, para quien esto escribe, se muestra mucho más atractiva y dinámica que cualquier obra de Fuentes, que ya es bastante.
Profile Image for Mauro Barea.
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June 14, 2022
Mmmm... está bien, y nada más. Me molesta, porque le tenía mucha fe a este libro por lo que Villoro representa para un servidor. En persona, siempre lo diré, es un señorón.

Villoro es un súpererudito, eso jamás se negará, y sus personajes principales son eruditos, las acciones son muy eruditas, los policías son eruditos, los hombres de campo y sacerdotes son eruditos... hasta el perro es erudito. Es algo que llega a cansar en una novela tan larga y que da tantas vueltas a un solo asunto, López Velarde. De no ser porque conozco la jerga literaria de los autores que nombra a lo largo de la novela, la hubiera dejado de lado.

Esperaba más de la que es conocida como la mejor novela de Villoro; quizá ya no deba creer tanto a los rumores. "Arrecife", sus ensayos y sus charlas magistrales (las recomiendo ampliamente, están en youtube) me siguen pareciendo superiores. De hecho, gran número de elementos que utiliza en esas charlas están vertidas en esta novela (vi una de marzo 2022 en la UANL sobre Italo Calvino que curiosamente compaginó con muchas frases de esta novela de 2004).
Profile Image for Oralia.
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December 28, 2012
Hace mucho que no tomaba un libro y me quedaba hechizada bajo sus palabras. Siendo sincera, no he leído lo suficiente de literatura mexicana para declarar a este libro como la Gran Novela Mexicana, pero bien podría serlo. Villoro explora la incierta realidad mexicana al cambio de siglo, con la salida del PRI del poder y la llegada del PAN, y rescata a Ramón López Velarde y a la Cristiada de una manera excepcional y única.
Profile Image for Pedro.
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September 19, 2020
Una novela muy compleja y rica. Julio Valdivieso, en su año sabático, vuelve a México después de veinte años. Un amor prohibido que se truncó cuando parecía que despegaría, los amigos del taller literario, la familia tradicional; los personajes se van agregando, diferenciados como en Conrad, y se va completando la historia, pasada y actual. ¿Alguien mira? ¿Julio está allí para ser testigo? Un final con algo de Los pasos perdidos.
Profile Image for Arantxa Rufo.
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May 13, 2021
Villorro tiene una manera de escribir fascinante, el dominio del lenguaje, las metáforas, las imágenes que crea en la mente del lector. Sin embargo, por mucho que haya disfrutado de la lectura, la trama en sí no ha terminado de engancharme. Quizás no he conectado con los personajes o puede que estuviera tan absorta en el lenguaje, que los nudos de la historia se me han pasado de largo.
Una novela para leer con calma, sobre el fracaso, los secretos y el testigo único que sobrevive para contarlo.
Profile Image for Matías Picó.
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June 15, 2023
No soy muy de de prestar atención al cómo se dicen las cosas, pero en esta novela me pase maravillándome de la prosa del autor, tanto así que si bien me gustaron muchas partes del que, el diferencial para haber disfrutado la novela como la disfruté la encontré en el como.

En cuanto al que, la historia tiene sus más y sus menos, con partes más logradas que otras pero ninguna decepciona, si acaso debería buscarle una pega es el final, inconcluso y falto de fuerza en comparación con el resto de lo narrado.

Nota:9/10
Profile Image for Rubén Lopez-Cano.
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February 12, 2022
Puede ser que "El Testigo" (2004) de Juan Villoro sea la primera novela rusa escrita en México. Me explico: es que tiene tantos personajes, peripecias, situaciones y circunstancias que parece uno de esos interminables pero deliciosos clásicos eslavos. En efecto, al igual que el cine mexicano de la primera década del 2000, esta novela parece querer abordarlo todo, decirlo todo y reflejar todos los problemas del país norteamericano de aquella época.

De lo más logrado, sin duda, es el retrato de esa subjetividad conservadora que emergió en la escena pública con particular ahínco de la mano de la transición democrática y el ascenso de la derecha al poder en el México del año 2000. La novela captura de manera muy eficaz su afán de reconstruir sus referentes culturales, en este caso el poeta López Velarde, y de revisar aquellos momentos de la historia reciente del país que fueron invisibilizados por las narrativas de la historia oficial como la injustamente olvidada Revolución Cristera.

Cómo siempre, el lenguaje encuentra en Villoro unas sutilezas portentosas. Los diálogos entre los personajes y, sobre todo, los comentarios de la voz narradora sobre el gesto o emoción experimentada por cada interlocutor al decir o escuchar determinada frase, nos permiten atisbar de un solo golpe la complejidad de cada personaje y la inconmensurabilidad de cada situación. Hacen coprensible la ininteligible naturaleza de los seres humanos: la contradicción que habita en cada una de nuestras decisiones, acciones u omisiones.

Como en toda la obra de Villoro, en "El Testigo" hay frases, palabras y expresiones que condensan en sí mismas varios tratados de filosofía o cientos de etnografías y estudios culturales. Dan cuenta, en un parpadeo, de toda una cosmovisión.

El libro, de una prosa tan eficiente como bella, realiza la proeza de mantenernos atados por varios cientos de páginas a la suerte de un protagonista tan antipático como repelente.

Definitivamente le sobran personajes, situaciones, escenas y momentos. Sin embargo, esto no mengua su altísimo nivel. Muestra por qué Roberto Bolaño consideró a Villoro uno de los pocos escritores en castellano dignos de ese apelativo.
Profile Image for Marco Díaz.
67 reviews2 followers
July 13, 2013
Juan Villoro brings us the story of Julio Valdivieso, a Mexican expatriate teaching at the University of Nanterre who comes back to his native land after 24 years of absence. What does this return bring to his life? The revelation of past secrets in his life and family in the country hacienda were he spent several years of his childhood; episodes of the Cristero War in the 1920's; mysterious stories about the legend of the first Mexican modernist poet Ramon Lopez Velarde, and the attempt to produce a soap opera to expose why Velarde deserves the beatification from the Vatican; the reunion of old literary workshop mates and their relatively unsuccessful careers; a Mexico whipped by drug-trafficking cartels, political transition to 'democracy', corrupt and conspiratorial authorities, and a highly distorted reality created by the media. Filled with poetical prose, Julio Valdivieso's journey back home could have distant similarities to the sequel of the Odyssey; Mexico is an Ithaca having unknown voices that ask for a witness, an accomplice, a narrator of history...
Profile Image for Sabrina Fernández.
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September 22, 2024
No tiene tanta trama pero si muchísimos personajes interesantes y divertidos. Ya no te importa qué es lo que pasa sino cómo te lo cuentan. Su personaje principal es completamente intrínseco y reflexivo, permitiendo revelar los detalles más profundos de la obra. Mientras que los personajes externos están basados en puro diálogo, lo que permite que la novela sea dinámica e interesante. Me atrapo como se usó el concepto del “testigo” que es omnipresente en toda la novela y es capaz de presentarse en distintas formas. Todo aquello que mencionaba a Nieves, este ser que envuelve la historia, era cautivante y un motor para continuar leyendo. Gran reconocimiento a la prosa porque me reí en alto varias veces, algunos ejemplos son: “sus versos eran como confesiones de un narco” y el uso de “pinchemente”.
Profile Image for Mark.
51 reviews2 followers
April 28, 2010
just read it again... I agree with everything i said before. It seemed less dense the second time but more fun.

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when villoro is finally translated, people will see mexican liturature differently. this is his best novel. very hard to describe. a writer returns to mexico after two decades in europe and gets entangled in the politics of narcotrafic, telenovelas, and religious war. funny and moving. i'd say hes a postmodern Rulfo (echos of comala abound) if that wasnt such a over-simplification.
Profile Image for Mario Schievenini.
53 reviews4 followers
April 27, 2014
Ya había sido cautivado por la narración de Juan Villoro con la novela "Arrecife" pero este libro superó con creces. La vida de Julio Valdivieso es la de aquel que presencia los acontecimientos sin participar directamente en ellos. Regresa de Europa después de una hora fallida y 24 años de pertenecer al grupo de personas que se consideran nómadas. Un excelente relato del México contemporáneo, aquel que prometía tanto con un cambio de gobierno y aquel que sigue su rumbo hacia la tumba.
Profile Image for Alejo.
74 reviews43 followers
May 27, 2013
Tenía pretensiones muy altas para con este libro. No solo por su premio Herralde sino por haber leído otras novelas antes: Llamadas desde Amsterdam, Arrecifes y sobre todo El disparo de Argón. Que novelon! Tiene muchísimos puntos altos, la intriga del policial urbano, la reconstrucción de la historia de mexico, los protagonistas del mundo literario, el narco-relato. Genial
7 reviews
August 13, 2015
Villoro, haciendo honor a su apellido, tiene páginas de oro: las releo y son de una belleza asombrosa, de esas que llenan el alma y hacen que las palabras cobren vida. El hilo de la historia, sin embargo, se embrolló un poco y le restó algo de interés.
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