Ésta es una obra pionera, por ser el primer estudio que pone sobre la mesa todos los fenómenos relacionados con el uso de instrumentos, aparatos y técnicas asociados a la música electrónica.
Loops arranca en 1910 y llega hasta el 2002, tratando con idéntica pasión las expresiones electrónicas más difíciles y las relacionadas con el fenómeno de la música de baile; además traza conexiones con el universo del pop, el rock, el cine y la literatura. Pretende (y lo consigue) ser un libro de múltiples lecturas: una guía o introducción básica para el no iniciado, un volumen que ayude a buscar pistas, a seleccionar escuchas en función de gustos y, a la vez, un trabajo que amplia horizontes al ya iniciado o incluso experto.
"Uno de los intentos más serios realizados en nuestro país por ofrecer una visión panorámica sobre la música electrónica" El País
Loops ha sido un descubrimiento tardío, muchos años después de su primera edición. Como aficionado a la música electrónica y también como músico, devoré las primeras páginas con avidez. Sin embargo, entre lo que prometía ser un maravilloso sonido pronto empecé a escuchar los primeros chirridos: desprecio a la contribución del rock progresivo, medio capítulo despilfarrado en Throbbing Gristle (?!); paso de puntillas por el desarrollo del Synth-Pop, un capítulo entero dedicado por completo al Disco setentero, dos nada menos para el Hip-Hop, ahí es nada, total e incomprensible displicencia hacia el New Age, palabras irrespetuosas sobre algunos artistas (Wakeman, Ciani, Fajerman, Dido, Azul y Negro...), poquísimas referencias a Jarre, Oldfield o Vangelis, por poner algún ejemplo notable. En fin, una cosa poco entendible, la verdad. Por no mencionar algunas referencias erróneas encontradas en el índice onomástico.
Me temo que hubiese sido necesario empezar entendiendo cuál era su definición de música electrónica, porque es verdaderamente particular y exclusiva.
Mi conclusión: un compendio de ensayos sobre música electrónica del gusto de los autores, pero de muy bajo perfil enciclopédico o histórico.
Casi un año en terminar la primera lectura de esta biblia de la historia de la música electrónica. Desde los inicios más en el campo del avant garde hasta finales del siglo XX. Una pasada de documentación y una fuente de hilos de los que tirar para encontrarse lo más destacado de cada movimiento y comenzar a investigar.
En todos los años y estilos que abarca un concepto tan amplio como música electrónica hay capítulos más interesantes, por lo general aquellos que tienen un transfondo más allá de la pura estética de la música y unos personajes interesantes que lo protagonicen son más interesantes de leer. Mientras que otros abruman por la cantidad de nombres, referencias y sellos que aparecen en ellos.
Me ha costado mucho terminarlo porque también lo he ido alternando con las playlists de spotify que tienen, un auténtico valor añadido. Sé que es un libro al que volveré y espero hacerme pronto con el siguiente volumen.
Una historia sesgada, rockista y parcial con muchas pretensiones, pero resultados irregulares. Una buena introducción a la música electrónica para gente que no le gusta la música electrónica
Excelente recorrido. Se agradecen también las listas de artistas y álbumes al final del texto para esclarecer las lecturas. Vale decir que hay capítulos que me quedaron más claros que otros. En algunos encontré una narración amena y fluída; en otros encontré más bien un cúmulo de datos, nombres, artistas, años, disqueras, etc. Así mismo, creo que es muy abrupto el paso de los pioneros de la música electrónica (Schaeffer, Henry, etc.) a Kraftwerk. También creo que faltó más protagonismo a personajes como Delia Derbyshire.
Sin embargo, es una historia muy completa, que representa una guía total para adetrarse en el primer siglo de música electrónica.
Una libro fundamental sobre música electrónica. La reedición está muy cuidada y Javier Blázquez ha hecho playlists en spotify con la música que se trata en cada capítulo. Muy bueno para no iniciados en este estilo de música y también para los veteranos.
Tarde casi un año en leerlo, me gustó mucho. Yo no escuchaba música electrónica (o eso creía), y no solo aprendí de su origen y evolución, si no que también guarde varios discos de la discografía recomendada. No me parece que tenga algo de más, excepto quizá el capítulo de música electrónica en España que tiene la nueva edición, pero en general bastante bien.
No le doy 5 estrellas, porque en la parte de los orígenes no profundiza, así como pasar de puntillas por la inflexión que supuso Kraftwerk y el Synth Pop británico, que fue el responsable de la popularización de la música electrónica. Por lo demás, el mejor estudio escrito en español.
Los primeros capítulos son memorables, sobre todo el de Kraftwerk y el de la música industrial, gracias a este libro estoy viviendo mi propia Revolución Industrial. El indice de discos que está al final es muy buena guía para adentrarse en la música electrónica. Recomendable.