La primera novela publicada de Espido Freire cuenta la historia de Natalia, muy afectada por la muerte de su hermana, es enviada al campo a pasar el verano en compañía de sus primos Irlanda y Roberto. Una novela en que la belleza, la crueldad y los presentimientos recrean una atmósfera inquietante e irresistible.
Natalia has lost her dear sister Sagrario, and in order to heal her pain their parents send her to the country during the summer. There she meets her beautiful cousin Irlanda. A novel of beauty, rivalry and cruelty, that shows without mercy the harshest part of feminine mind. Espido’s first novel is still one of her reader’s favourites, with excellent critics and thousand of readers.
María Laura Espido Freire (her pen name is just her surnames Espido Freire) is a writer born in Bilbao, Spain on July 16, 1974.
Espido Freire dedicated her early years to the study and performance of classical music. She received a degree in English philology from the University of Deusto, where she also studied for a master's degree in editing. She made her literary debut with the novel Irlanda in 1998. It has been translated into several languages. The French version of the novel, translated by Eva Calveyra, won the Millepage Prize in France. As of 2007, an English translation of Irlanda is underway. The first chapter appeared in The Violet Issue of [Fairy Tale Review], edited by Kate Bernheimer. Another excerpt from the novel was published in the Summer 2007 issue of The Modern Review. In 1999, she was awarded the Premio Planeta for her novel Melocotones helados. She is the youngest writer to have won this well-funded literary award. Her novels have been translated into several languages, including French, German, Turkish, Dutch, Italian, Polish, Portuguese, Chinese and Japanese. She has an interest in teaching creative writing and has taught at several universities. In 2007, she won the Premio Ateneo de Sevilla for her novel Soria Moria.
Irlanda opens with the death of Natalie’s sister and her going to live with her cousin, Irlanda, for a little while. Natalie is a peculiar person in that she talks to dead turtles and sees the ghost of her dead sister, Sargario, wherever she goes.
The writing (or rather the translation) is done quite well. It was a pleasure reading this book and some of the passages in the story are so dark that I was completely enthralled. I read this book in one siting and was blown away by it’s quick ability to grasp my attention so thoroughly.
I think the book is too short for me to have taken my time guessing and thinking, but I ended up predicting the mystery behind Natalie’s strange personality and why she does/thinks the way she does. It doesn’t take much away from the enjoyment but it does make me wish the novel was longer or perhaps the mystery had been more intricate.
"Irlanda" de Espido Freire, novela narrada en primera persona, con una atmósfera de misterio, por Natalia que pasa por una pérdida importante; una historia sobre la iniciación a la adultez, bien contada y con elementos simbólicos propios del mundo onírico del personaje. Desarrolla temas como: la muerte, la rivalidad femenina, el final de la infancia y la fantasía; con un final sorprendente y revelador de un personaje indigno de confianza.
"Prefería sentirme abandonada y sola, dos sensaciones que ya conocía, que adentrarme en el campo de atracción de Irlanda, del cual nadie parecía saber salir".
El duelo por la muerte de una hermana, un verano en el campo y un mundo de fantasmas.
Natalia es una adolescente atormentada por la muerte de su hermana Sagrario. Para superarlo, sus padres la envían al campo a pasar el verano en compañía de sus primos Irlanda y Roberto. Allí entrarán juego la envidia, las trampas y multitud de rencillas que terminarán de la manera más inesperada.
Espido teje una novela intensa e inquietante en la que las cosas no son lo que parecen y en la que profundiza en temas como la pérdida, la tristeza, la envidia, la maldad, las relaciones familiares, la infancia y el paso a la vida adulta.
✔️ Puntos fuertes: novela corta de ágil lectura, la narradora y la atmósfera.
❤ Te gustará si: buscas una lectura diferente, fácil y entretenida, te gustan las novelas oscuras o de estilo gótico y las historias que entremezclan realidad y fantasía.
Es una historia corta, ágil y que habla del duelo, la envidia, las relaciones familiares y crecer, mezclando los pensamientos fantasticos de la protagonista con la realidad que vive y los fantasmasque la acosan. Me ha sorprendido mucho, me gustó la ambientación gótica y las revelaciones finales que hacen ver de forma distinta lo que has ido leyendo y tú idea sobre la protagonista.
This story starts with the recent death of Natalia's younger sister, which expected, causes the family to grieve and wanting a change. As such, Natalia's mother decides that in order to help Natalia escape the grief that she must be experiencing, it would be a good idea to spend her vacation off from school with her cousins, Irlanda and Roberto, in a large old house in the country.
And that is all I will say about the plot....
This is a rather stranger and still stranger book that is told from the odd and socially ackward point of view of Natalia. We hear about her nightmares, her feelings about her family, and her strained relationship with her cousins. The language in the book is often filled with wonderful phrases that go beyond the young age of the narrator, which help create a physiological and atmospheric novel.
A strange and darker novel that I expected it to be, but at the same time, one that keep me engrossed and whose main character will reside in my imagination for some time.
Natalia acaba de perder a su hermana Sagrario y sus padres deciden que pase el verano en el pueblo con sus primos. Una gran idea ¿verdad?, así tendrá tiempo para recuperarse del duelo al lado de personas de más o menos su edad. Pues bien, no todo va a ser bonito, en cuanto entra en juego la prima Irlanda, la sensación de opresión, malas intenciones,juego sucio estarán servidos. Una historia corta pero intensa, muy recomendable para Halloween, sin duda.
Relectura 2022: Me sigue encantando el rollo gótico de esta historia
Nos encontramos con una historia donde la realidad y la fantasía se mezclan constantemente. Natalia, nuestra protagonista y narradora, ha vivido siempre rodeada por la sombra de la muerte ya que desde muy pequeña debe de convivir con la enfermedad mortal de su hermana Sagrario. Es por ello, que siente una conexión especial con el mundo de los fantasmas los cuales parecen rondarla, incluido el de su propia hermana.
Cuando es enviada a la casa de campo familiar con sus primos, se verá envuelta por los recuerdos y la nostalgia de su infancia, y por el dominio y la manipulación de su bella prima Irlanda. Toda la historia tiene una atmósfera de cuento gótico, donde los bosques esconden espectros; el caserón antiguos secretos familiares, y en el que el magnetismo de Irlanda provocará angustia y tensión emocional que irán en aumento hasta desembocar en la tragedia.
Por otro lado, también encontramos muchos simbolismos y metáforas que al principio son un poco ambiguas, lo que hicieron que me costara meterme en la historia, y hacerme con la pluma de la autora. Pero una vez que consigues captar esa forma tan onírica y especial que tiene Espido de narrar, la historia consigue atraparte hasta el final.
Si os gustan los libros con un aire bucólico, oscuro y con falsas apariencias (porque sí Irlanda no es lo que parce tiene un trasfondo que hay que descubrir) es una historia que tenéis que leer
Irlanda juega con toda una serie de símbolos que evocan sensaciones, y por eso llama mucho la atención la forma tan profunda y sensible que tiene Espido para tratar un aspecto tan complejo de nuestras vidas como el de hacerse mayor. Así, a través de la joven Natalia, que pasa un verano en un pueblo con su prima Irlanda y sus amigas, conoceremos el significado de la amistad y del amor en la etapa adolescente, las envidias y rencillas familiares y, sobre todo, el significado de la pérdida.
4,5/5 Nunca había leído a la autora y por casualidad he empezado por su primera novela, que ha sido toda una sorpresa. Una grata sorpresa. Por casualidad también me he topado con esta historia llegando a Halloween, casi como un guiño del destino.
Me ha parecido espectacular. Es una novela deliciosamente gótica. El estilo narrativo sosegado, poético, atmosférico, oscuro y profundamente inteligente de la autora es un regalo; se despliega como un animal onírico sobre una trama que revela sus significados poco a poco. De sobresaliente.
"Sospeché entonces que el tiempo, como las agujas del reloj, camina en círculos, y que el mío tendría que girar una y otra vez, como una historia que siempre se repite, en torno a aquella casa y sus campos verdeantes."
Booktube👻🌱
Es libro corto lleno de los fantasmas de la protagonista, con tintes góticos y una atmósfera de misterio y aún así me costo mucho seguirle el ritmo.
La principal razón por la que le di una oportunidad es por que tiene una similitud a "Siempre hemos vivido en el castillo" de Shirley Jackson, y aunque noto lo parecido de las protagonistas este libro se me hizo cuesta arriba.
Irlanda es la prima de nuestra narradora: Natalia, ambas primas se encuentran en la casa de verano de su abuela después de que Natalia haya perdido a su hermana recientemente, aquí vemos una rivalidad de primas, como llevar un duelo y como el crecer puede ser una etapa dolorosa.
En la historia vemos los pensamientos de Natalia todo el tiempo, y aunque los últimos capítulos son la cereza del pastel ya qué descubrimos quien es en realidad Natalia, no me sorprendió demasiado, y el no simpatizar con ninguno de los demás personajes hace que el libro haya sido para mi una lectura que está bien, sin más.
Inspirado en los cuentos góticos, esta novela fue la primera que publicó Espido Freire. Con prosa clara y amplio vocabulario vamos a conocer la historia de un verano en la casa de campo familiar de unos primos. Natalia, narradora en primera persona de la historia, parece una chica un poco rara. Está influida por la reciente muerte de su hermana Sagrario y su vida real se entremezcla con sus extrañas pesadillas y visiones de su hermana fallecida. También, a través de la voz de Natalia conoceremos a sus primos, especialmente a su prima Irlanda, una chica de una gran belleza que se muestra caprichosa y manipuladora. Durante parte de la novela no sabía muy bien si iba a pasar algo, porque no hay mucha acción. Pero el final es francamente bueno. No se en qué género se encaja, tiene algo de fantasía juvenil o realismo mágico...Recomendable, es corto y de fácil lectura.
Sintiéndolo mucho, este libro no ha sido para mí. El estilo narrativo es recargado hasta resultar cansino, con un lenguaje artificioso que considero no casa con el argumento, el cual es bastante simple. Se intenta dar un aire a "Siempre hemos vivido en el castillo", o eso me ha parecido... Aún así, no tiro la toalla con la autora porque entreveo ciertas cosas que me gustan y quizá vuelva a intentarlo con alguna otra de sus novelas.
jesus cristo..... la niña esta está majareta majareta.
buas pues me ha gustado, creo. es un libro pausado y muy atmósferico. Una mezcla entre los fantasmas a la plena luz del día Midsommar y la atmósfera nostálgica y triaste de Nada de Carmen Laforet. Vaya mezcla más rara, pero sí. Además, me ha gustado mucho la prosa de Espido Freire. Quiero leer algo más de ella. Tengo por ahí Melocotones helados y quiero que caiga prontillo espero :)
Bueno, Irlanda trata sobre Natalia, una chica a la que se le muere su hermana por una enfermedad degenerativa y pues la mandan todo el verano a una casita de campo con sus primos. Y su prima Irlanda es que puf qué bicho m��s malo. Es la típica niña odiosa mimada que te enferma y te la juega como quiere y es una manipuladora es que pf q nervios me hizo coger.
Y es que entre los fantasmas pasados de la propia Natalia, Irlanda empieza a envenenar su verano y a la propia Natalia. La llena de vergüenza hacia si misma, hacia su cuerpo, la hace sentirse aislada, como una verdadera mierda. Y es pf me dio pena pero es que la prota tambien está tocadisima con fantasmas, rollos mágicos de brujas y de muerte...
Está bastante entretenido y creo que es un libro genial para acabar el verano y empezar la spooky season 👻🎃🍃
"Es este incesante vaivén de mi mente lo que me destroza y me impide mostrarme animada con mi familia. A menudo pienso en cómo serán los lugares que dejo cuando yo no esté".
"No tienen delicadeza ni corazón. Se extrañan de que te distraigas. Yo ni siquiera esperaba que sacases el curso adelante".
"Me moriré una noche sola, sin que nadie lo sepa, y tú no podrás hacer nada".
"Hay un momento en el que se piensa que nunca se crecerá y que los mayores siempre tendrán razón. Y luego nos hacemos mayores sin darnos cuenta, y todas las habitaciones que antes nos parecían enormes han empequeñecido".
"Era un lugar encantado, y ninguna sombra dañina osaría acercarse, porque había trazado un círculo con una vara de fresno, y además tenía un arroyo, y los espíritus no cruzaban sobre el agua corriente".
"Prefería sentirme abandonada y sola, dos sensaciones que ya conocía, que adentrarme en el campo de atracción de Irlanda, del cual nadie parecía saber salir".
Serían 4 estrellas si no fuera por lo de la tortuga. Yo tuve una tortuga que vivió más de 10 años y cuando se murió lo pasé muy mal. Todos tenemos cosas que no nos gusta encontrar en los libros, y para mí cualquier tipo de maltrato animal está entre las primeras. Sacando eso, se lee rápido. Aunque al principio es un poco lento, a partir de la mitad se anima y el final es como un chaparrón que te pilla en un escampado, no sabes ni cómo reaccionar.
Un halo de misterio rodea a este volumen, intermitentemente tan indescifrable como la mayoría de párrafos que se contienen en él...
Natalia, quien perdió a su hermana hace poco, es invitada a pasar el verano con sus primos Irlanda y Roberto y unos amigos de ambos. Los días parecen transcurrir de forma apacible en la casa rural, pero en la mente de Natalia todo sigue un ritmo sorprendente...
Es un libro capaz de hacerte estremecer con una gran variedad de recursos desconcertantes, con la sensación de tener la tempestad siempre oculta bajo la calma y mostrando el continuo yo reafirmado sobre la figura de los demás. Un velo de sutil esoterismo cubre cada una de las acciones y de los pensamientos de la narradora, incluso hay momentos donde no se sabe muy bien de qué se habla... pero no por ello se deja de disfrutar con la lectura. Personajes definidos en su justa medida para encajar con la red que precisa esta historia.
Sorprende aprehender que Freire escribió este libro tan complejo siendo tan joven (16 años), lo cual es una buena prueba de su talento.
Exquisitamente narrado por Freire, ofrece al lector una ocasión de deslizarse por una historia que produce placer y escalofríos al mismo tiempo, hasta llegar a una desembocadura que no puede dejar a nadie indiferente.
La pluma de Espido Freire tiene rasgos de las escritoras clásicas, creando un escenario victoriano cargado de simbolismo. Esos símbolos que evocan sensaciones te transportan a un ambiente casi fantasioso y angustioso, a caballo entre orgullo y prejuicio y cumbres borrascosas.
Los personajes son sublimes.
Natalia gestiona el duelo por su hermana muerta sumida en un mundo en el que los sueños se alternan con las pesadillas, donde su familia es el centro de todo y del que se resiste a salir. Refleja a la perfección el dolor por la pérdida de la niñez, ante un mundo adulto en el que no sabe manejarse, resistiéndose a crecer.
Irlanda es un personaje que emana tanto poder y tanta luz que es imposible no sentirse atraída por ella, y a la vez rechazarla. Como una muñeca de porcelana. Representa todo eso que envidiamos, y a la vez todo eso que convierte a este mundo en un lugar frío, egoísta, avaricioso, clasista, superficial, retorcido y cruel.
Entre vestidos de seda, gemas preciosas y plantas disecadas ambas primas adolescentes pasan juntas un verano en la casa de campo familiar que terminará de manera inesperada.
A pesar del estilo de escritura casi rococó, el libro es ligero, sin apenas darte cuenta llegas al final que es macabro y a la vez, perfecto para el libro.
Esta novela corta es muy parecida a Siempre hemos vivido en el castillo, tanto así que cuando llegué a la parte en que visitan el pueblo no pude evitar la comparación, porque en ambos se juega con la idea de que la familia es odiada por todos los lugareños. Y claro, si haces la conexión, es fácil adivinar “el misterio”. A pesar de eso, la narración misma no parece dar cuenta de que hay algo que descubrir. Porque la mayoría del tiempo es leer sobre la estadía de Natalia en esta casa de campo con sus primos y nada más. Lo más intrigante son sus visiones. Aunque carecen del encanto y lo extraño que sí se ve en la novela de Jackson. Al final, sentí que al libro le faltó tensión y conflicto. Irlanda no me ha parecido tan villana, es más como que te quieren hacer sentir así, sin justificación. Por todo esto, me ha dado la impresión de que Irlanda fue escrito por alguien muy joven. Y tuve razón, la autora tenía 24 años cuando publicó esta novela y pienso que todavía estaba desarrollando su técnica. Al final creo que vale más la pena leer la obra de Shirley Jackson que Irlanda.
Un libro sobre conjuros susurrados a la luna, espíritus atrapados en las raíces de los castaños, hierbas medicinales aplastadas en un cuaderno. El mundo de Natalia y sus creencias nos parece inocente y trágico, pero esconde una psicología turbia y los fantasmas que la acechan no son otros que los de sus propios asesinatos. Es un libro de una psicología muy profunda, para leer con calma, hasta el momento en que nos damos cuenta de la ironía del nombre de Natalia (que significa nacimiento) y sabemos que la guerra de Irlanda solo puede acabar de una forma y que quizás ella no era la mala del cuento.
This entire review has been hidden because of spoilers.
Natalia, a shy young woman who has barely left the family since the death of her sister Sagrario, spent a summer in the old country house of the grandmother with her cousins. Wrapped in dry flowers, period dresses, magical incantations, dreams, nightmares and shameless dark secrets. In this fragile environment the shadows of the past and the insurmountable difference that separates her from her cousins, above all from Ireland, are beautiful, charming and angelic, but in reality she is a capricious person. cruel and evil with Natalia.
I almost DNFd this book about thirty pages but then I went back and rewatched Erika's video and read Yamini's review and decided to stay with it. And boy am I pleased!!! This book was so good, gave me strong Haunting of Hill House/Bly Manor vibes.
Descubrí a Espido Freire hace apenas unas semanas. La escuché en una entrevista y me encantó su manera de pensar, sus reflexiones y vivencias. Decidí por tanto poner a prueba su manera de escribir y ver el papel tenía las mismas cosas interesantes que contar. Me ha gustado mucho. Una novela que no abandona su halo de oscuridad, rodeada de secretos, fantasmas, odios, envidias y miedos que te acaba hipnotizando.
Nunca había leído una historia sobre problemas familiares. La verdad es que en algunos momentos no me he sentido atraída a continuar, y ha habido un momento en el que me ha atrapado y no he podido dejar de leer hasta el final. Podía hacerme una idea sobre cómo era Irlanda desde el principio, muchos hemos sufrido el tener alguien así cerca. Pero cada vez me ha enganchado más porque no es fácil saber cómo es Natalia, y sinceramente, me he llevado una sorpresa tremenda. Es curioso como te hace empatizar, y dejar de hacerlo rápidamente, con los diferentes protagonistas del libro.
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Lo que me ha gustado: -La forma de entremezclar el mundo real con el onírico y la mitología, aunque he echado de menos más datos más concretos. -Muchos de los sentimientos de Natalia, creo que a todas las mujeres se nos han pasado por la cabeza cuando estábamos creciendo (la rivalidad femenina, la soledad, el sentirse un desastre y un mal augurio...). -El giro final y cómo con un par de frases hace que cambies totalmente la percepción que tienes de la protagonista, entendiéndola de otra manera.
Lo que no me ha gustado: -Me parece un formato un poco repetitivo. El de chica adolescente incomprendida, por unos u otros motivos, que narra en primera persona una vida de sufrimiento en la que todos son enemigos. -Más allá de Natalia todos los personajes me parecen planos y hacen su función como si fuera un papel (la prima mala, el primo que la ignora, el chico que de la noche a la mañana se centra en otra persona...). -Me resultó un poco predecible lo que ocurre al final (aunque no cómo ocurre). -Creo que la contextualización no es clara. Ya no solo por cómo está contado (que eso, al fin y al cabo, es el estilo de la autora) sino por cómo se expresan y actúan los personajes, parece que ocurre en un tiempo mucho más lejano del que creo que es. De todas formas, como no he logrado encontrar muy bien en ningún sitio una referencia al tiempo en el que transcurre la novela puede que se trate de una baza que se guarda la autora para si. En cualquiera de los casos, creo que faltan datos y que podría haber aportado mucho más a la historia.
Hay novelas que se leen y se olvidan, otras que resuenan en la memoria durante un tiempo, y algunas que, como Irlanda de Espido Freire, se instalan en la conciencia con la sutileza de un eco persistente, imposible de desvanecer. Esta historia me envolvió con su lirismo, con su extraña belleza melancólica y con la sensación de estar sumergida en un cuento que oscila entre lo onírico y lo pesadillesco, entre la realidad y la fábula oscura.
Un cuento de hadas gótico y perturbador Desde sus primeras páginas, Irlanda se presenta como una historia de crecimiento, pero no desde la luminosidad ni la esperanza, sino desde la inquietud y la pérdida de la inocencia. La protagonista, Natalia, es una joven de quince años que, en un verano que parece detenido en el tiempo, se sumerge en una casa ajena, en una familia ajena, en un mundo que la atrae y la repulsa a partes iguales. Como en los mejores relatos góticos, el entorno se convierte en un personaje más: la casa de campo en la que transcurre la novela palpita con secretos, con sombras y con una atmósfera asfixiante, donde el calor del verano se transforma en una trampa casi onírica.
La Irlanda del título no es solo el nombre de una de las primas de Natalia, sino también un símbolo, un presagio, un espejismo que evoca tanto la idea de un lugar lejano como la sensación de un destino inevitable. Hay algo en esta novela que recuerda a los cuentos tradicionales europeos, a esas narraciones donde lo bello y lo siniestro conviven en un equilibrio frágil. Espido Freire bebe de esa tradición, pero la transforma en algo profundamente contemporáneo, en una historia que habla de la adolescencia como un territorio liminal, donde la infancia se diluye y la adultez aún es un enigma lejano y aterrador.
Una prosa hipnótica y evocadora Si algo me atrapó de inmediato en Irlanda, fue la forma en que está escrita. La prosa de Espido Freire es exquisita, con una cadencia casi poética que envuelve cada escena en una especie de bruma sensorial. Su forma de narrar no es directa ni sencilla, sino que juega con las sensaciones, con los detalles mínimos, con las emociones contenidas y con una musicalidad propia de los cuentos más antiguos.
Es una novela que se desliza entre lo dicho y lo insinuado, entre lo que ocurre y lo que se siente. A lo largo de la lectura, tuve la impresión de estar escuchando un relato contado en voz baja, como si cada palabra fuese un susurro lleno de significados ocultos. La manera en que se construyen los silencios en la historia, las pausas y las miradas no dichas, me recordó a la literatura de autoras como Shirley Jackson o incluso a algunas de las atmósferas inquietantes de Daphne du Maurier.
La ambigüedad y la atmósfera opresiva Uno de los mayores logros de Irlanda es su capacidad para mantener una tensión sutil pero constante. No es una historia de terror en el sentido estricto, pero se siente como si en cualquier momento algo terrible pudiera suceder. Hay una amenaza latente en cada rincón de la casa, en cada palabra no pronunciada, en cada gesto de los personajes. Natalia es una observadora pasiva al principio, pero poco a poco se ve envuelta en un juego peligroso, en una dinámica de poder que la fascina y la aterra a la vez.
La relación con las primas, con Irlanda y su hermana, se desarrolla en un terreno lleno de matices psicológicos, de rivalidades veladas y de una sensualidad ambigua que refuerza la sensación de que estamos ante un mundo donde los límites entre la amistad, la manipulación y el deseo son difusos. Es aquí donde la novela brilla con mayor intensidad: en su capacidad para explorar lo que subyace bajo la superficie, lo que no se dice pero se siente con toda su intensidad.
Comparaciones y referentes Si tuviera que situar Irlanda dentro de un marco literario más amplio, diría que comparte rasgos con El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett, pero filtrado a través de una lente oscura y melancólica. También me recordó, en su exploración de la psique femenina y sus laberintos emocionales, a Las vírgenes suicidas de Jeffrey Eugenides, aunque con un tono más introspectivo y etéreo.
Sin embargo, Irlanda es una novela que se sostiene por sí misma, que no necesita comparaciones para justificar su belleza perturbadora. Espido Freire logra algo difícil: escribir una historia que parece sacada de otro tiempo, pero que resuena con una sensibilidad completamente actual.
Sensaciones y emociones Al cerrar el libro, me quedó una sensación extraña, como si hubiera despertado de un sueño del que no estaba segura de querer salir. Irlanda no es una historia fácil, ni complaciente, pero es de esas novelas que se quedan dentro, que dejan un eco en la memoria.
Me sentí atrapada en la atmósfera sofocante de ese verano, en la confusión de Natalia, en la atracción peligrosa de Irlanda, en la sensación de que algo importante se ha perdido para siempre. Es una novela que habla de la adolescencia no como una etapa de descubrimiento optimista, sino como un territorio lleno de sombras, de incertidumbres, de deseos inconfesables.
Irlanda es una obra que se disfruta tanto por su estilo narrativo como por la profundidad de su ambientación y la complejidad psicológica de sus personajes. Es una novela que se lee con el corazón en un puño, con la sensación constante de estar caminando sobre el filo de un cuchillo. Espido Freire crea un mundo que es, a la vez, hermoso y amenazante, familiar y extraño, y nos sumerge en él con una maestría impresionante.
Por todo ello, le otorgo ⭐⭐⭐⭐⭐. Es una lectura imprescindible para quienes buscan historias inquietantes, bellamente escritas y con una carga emocional que perdura mucho después de haber pasado la última página.
Es un libro fácil de leer. Lo compré por los comentarios positivos y porque varios de mis compañeros del máster lo recomendaron. También porque Espido fue mi profesora en ese máster. No dudo que en su momento haya sido un boom. Pero a mi no me produjo absolutamente nada. Ni siquiera me creí la historia. Y eso hace una diferencia para mi y grande. Los libros que he leído, en su mayoría, me dejan algo, me mueven el piso, el corazón, me hacen pensar, analizar, juzgar, sentir placer, culpa, arrepentimiento, gozo, excitamiento. En fin un millón y más de emociones. Irlanda no. solo es un libro de lectura rápida y bien escrito. Aunque, en ciertas partes lleno de adjetivos.