Es un poema de amor si el lenguaje lo permitiera, si la persona que ama y escribe pudiera salirse de su espantosa manía de la exégesis; pero el mundo, que suena con su murmullo atiborrante de significados, anda disparando consignas y la contradicción consciente de estar y de ponerse frente al mundo se suple con la teatralidad, con el arte de vivir por encima del abismo, con volver a recuperar ese sencillo lenguaje en el intento de besarse. Elizabeth Duval nos da esa interpretación que surge en el instante mismo de ser consciente de querer con todo su aparataje, con todas sus contradicciones, porque la irreverencia también forma parte de los cuerpos que se reconocen, se hacen frágiles en el uno, se encuentran y empiezan a musitarse la línea delicada de atraer-retroceder ante el abismo. Quien lo probó, lo sabe.
y se puede olvidar un (/primer/segundo) amor de juventud y dejar que caiga y que se revuelque en la arena de los siglos y que no le quede tinta para escribirte una última carta, claro que se puede te lo prometo. pero. pero llega un día en el que un libro/objeto/calle/caricia de amor se te cruza (te obstaculiza el camino/te impide) y caes y te desmoronas y añoras. te añoro. echo de menos la idea de ti. y duval habla de la condena de los amantes que solo se encuentran para escribirse y la condena de los amantes que tocan con los dedos cosas imposibles y mi añoro es improbable. hay calles donde ya no se generan encuentros — tu calle mi calle separadas por líneas (púrpuras) de metro y aceras (de nudos) y charcos (de agujas). ai cervatillo, no llovió jamás mientras te amé, o no lo recuerdo. “cuando los labios notan las ausencias (yo.ahora.yo.tras.besar.) entonces se escriben cartas” tu ya tuviste tu carta (repleta de reproches). esta es la segunda (y espero que la última). y me pregunto donde nos llevaba mi amor y no el tuyo. si la lástima hubiera sido otra. escribir sobre el amor como si escribir fuera importante y el amor algo aún posible. como la única conjugación posible es en presente, me rindo a aceptar que ya no nos quedan noches por compartir. ni nos quedaron. el dolor de la incomprensión es el drama moderno. me gustaría haberle dado la oportunidad a nuestro amor de acabarse por cansancio, pero te tenías que marchar. Así que brinda como si yo te acompañara al metro y nuestras manos se despegaran con recelo. antes de ti las ausencias eran otras pero toda ausencia es consentida y yo reniego y
mis manos no son mis manos mis manos son / un símbolo: esto es fundamental porque tú / en mis manos ves mis ojos en mis manos ves mis labios en mis manos ves mis manos y que veas / mis manos en mis propias manos / por culpa de la luz por culpa del mundo por culpa de la poesía todo tan lamentable / que veas mis manos en mis manos es / desolador
y porque
NO HAY MUCHAS COSAS EN EL MUNDO: HAY UNA SOLA COSA QUE ES EL AMOR EL DESEO LA POSICIONALIDAD EL INTER- CAMBIO EL LENGUAJE, LO DEMÁS QUÉ ES, QUÉ ES LO DE- MÁS, PURA CONTINGENCIA.
a ti nunca te gustó como yo escribía y a mí nunca me gustó como me amabas. recuerdo cuando decía mi cuerpo con tu nombre. me he enamorado después de ti, tú mientras yo. y este libro probablemente también lo habrás leído y probablemente te lo habrá prestado alguno de tus amantes. y esta carta de ausencia no la leerás y yo qué necesidad de reabrir heridas y yo qué necesidad y regodearme en lo que supuran cicatrices pero juro que no he sido yo que ha sido duval
de las complejidades del amor y el lenguaje, "escribir sobre el amor como si escribir fuera algo importante y el amor algo posible / escribir sobre el amor como si no fuéramos gotelé / vacío / irregular / incómodo / transitorio / escribir sobre las cosas como si no fueran transitorias nada más"
a ratos no he entendido nada, pero supongo que también a veces así pasa en el amor; nos falla el lenguaje y se nos va la posibilidad de la palabra. a ratos he entendido perfectamente lo que quería decirme el poema.
es preciosa la manera que habla de la angustia que acompaña al desamor, de la desesperación por querer y ser querida, de la ausencia ("por la plenitud. por querer algo más, qué obsesión por ser algo más. qué obsesión. me falta todavía por tener. qué ausencia. qué ausencia. qué obsesión por la plenitud. por tener algo más. entre las manos."), y de la importancia de la palabra.
me quedo con un libro extraño y lleno de anotaciones, y con el corazón sintiéndose muy comprendido.
"yo no podría hablar todas las lenguas del mundo, ni de los hombres ni de los ángeles; pero, si ni amor tuviera, no podría hablar ninguna."
me cuesta puntuar este libro; algunos fragmentos me han fascinado, otros los he aborrecido por completo. tampoco pretendo poner estas sensaciones en una balanza, ni ser esa persona que afirma el poemario debería haberse ceñido sólo a las partes que me gustan. anyway creo que ha dialogado bien con mi yo de 20 años y le agradezco eso😸
“En unos cuantos años estaremos todos muertos y nadie se acordará de que nos dimos dos besitos porque se habrá inundado la tierra o asfixiado irrespirable el deseo estaremos todas muertas de tanto desear y al final acabarás agradeciéndolo”
El poemario está dividido en tres libros, "Poserótica", "Labio, pliegue y anillo" y "Monumento". Los dos primeros me han encantado (de hecho pensaba que le iba a dar 5 estrellas), pero el tercero se me ha hecho un poco bola. De todas maneras, lo he disfrutado mucho, y estaré pendiente de la carrera de Duval.