Patricia Benito construye en este bello libro repleto de fotos, collages y textos una experiencia visual, sensorial e íntima que nos hace reflexionar sobre el viaje vital y sobre la lucha de toda mujer contra sí misma.
Traté de refugiarme en una habitación de unos siete metros cuadrados, no siempre de la misma ciudad. Desde ella se ven los pájaros y sus nidos, también atardecer, nunca la luna. Este lugar, repartido por el mundo, tiene en común una ventana, un espejo, una planta viva y estos huesos. Diferentes vistas, plantas y espejos, pero siempre el mismo mi cuerpo.
Esto no tiene que ver tanto con la forma como con el con un alma cansada de luchar contra varios ejércitos despiadados enquistados dentro de ella. De mí. Contra un mundo obscenamente malvado y tímidamente bondadoso, contra la incapacidad de querer y cuidar; contra el miedo, que es lo que lo rompe todo.
Me ha parecido muy valiente que Patricia haya abierto tantas de sus heridas y de sus cicatrices para mostrarnos sus duelos. «Un cuerpo agotado» es un libro duro, pero a la vez sanador, que puede ayudar a muchas personas a que sientan que su cuerpo es su casa, ese lugar que habitan toda su vida. Muchas veces culpamos y sacrificamos nuestro cuerpo cuando en realidad es nuestro hogar. Siempre está bien que alguien nos lo recuerde: nuestro cuerpo siempre está ahí, para ayudarnos y para salvarnos; nuestro cuerpo nos pertenece y, aunque a veces también se agote, nunca se cansará de darnos todo lo bonito para que nos sintamos vivas, para que estemos vivas.
Me duró, máximo dos horas. Absolutamente TODO lo que Patricia escribe es ARTE. En uno de sus poemas ella habla de que, mientras lee a ciertas autoras, no comprende cómo puede sentir tan igual que ellas, tan comprendida. Y así es como yo me siento al leerla, completamente comprendida, rota y acompañada ❤️🩹 siempre será mi poeta favorita
Me encanta el estilo de esta mujer. Poemas, imágenes y reflexiones se unen en este cuaderno de viaje maravilloso; da igual de qué hable, no hace falta sentirse identificada para que traspasen sus letras.
Patricia Benito le ha hecho un regalo al mundo de la literatura con este poemario.
La combinación de poemas y fotografías es preciosa, no tengo palabras. Sentía que todo estaba justo donde tenía que estar, nada sobraba y nada carecía de sentido. Todo era una unidad y yo me sentía parte de ella.
Describe a la perfección muchos sentimientos que se me han pasado por la cabeza, pero que nunca he conseguido verbalizar. A veces sentía que habíamos vivido lo mismo. Me sentía abrazada página tras página.
De todos sus libros, sin duda, es el que más me ha calado dentro.
A cualquiera que le llame la atención el libro, la autora, la portada o el título, solo le puedo decir una cosa: adelante, hazlo.
El libro es una preciosidad. Es bastante novedoso con respecto a los anteriores, pues incluye imágenes, fotos preciosas, intuimos en muchos casos tomadas por la poeta, y además textos en prosa así como unas entradas de diarios con reflexiones.
En mi caso tengo que decir que es el que menos me ha gustado de todos, quizás porque la prosa poética no es que me atraiga mucho, me gusta más la poesía en versos. Aún así, ya sabemos que lo mismo lo releo en un tiempo y me puedo sentir más próxima al texto.
Esto no quita para que ahora sea un libro lleno de postit y versos subrayados.
Un libro para leer con calma, y ver cómo empieza una persona que se encuentra rota por dentro y como hacia el final está ya empezando a recomponerse y arroja unos rayos de esperanza.
Como hasta ahora, todo lo que he leído de ella, unos textos profundos, sumamente íntimos, que no dejan de sorprenderme en cuanto a la capacidad de similitud con mis propios sentimientos internos. Supongo que a muchos lectores les pasará, esa sensación de creer que están describiendo tus propias miserias, miedos y tesoros emocionales. Se le suma el exquisito gusto y visión que tienen esas fotografías que acompañan a los poemas, cargadas de tristeza, nostalgia, sensualidad y belleza. Ha sido una lectura maravillosa, un viaje profundo. Gracias
Conozco los escritos de la autora por lo que comparte en redes y me gusta tanto, que he querido disfrutar de su último libro a sorbitos, que es como leo yo la poesía. La lectura me ha durado menos de lo que esperaba porque "Un cuerpo agotado" es algo más que un libro de poemas, es intimidad compartida, es echar un vistazo a uno de esos cuadernos propios donde escribimos algo que se nos viene a la cabeza, pegamos un recorte, copiamos el estribillo de una canción o guardamos una foto. Una escritura valiente y muy femenina.
Patricia Benito tiene una voz dulce y quebrada, que habla sobre el desamor, sobre lo mucho que echamos de veces a esas persona que nos ha marcado para siempre. Y en este libro también confiesa cómo, aunque a veces lleguen otras personas a tu vida, nunca se asemejarán a "esa" a la "única". Los versos de Patricia son cotidianos, con los que empatizas desde el primer momento, como si fuera tu mejor amiga contándote todo lo que habla con su almohada. Lo que más me ha gustado es siempre ese deje de esperanza, esa luz al final del camino que siempre esperamos ver en el amor.
Conforme lo leía no he parado de pensar que en poesía no importa tanto lo que dices sino como lo dices. Me he sentido identificado con mucho de lo que la autora expresa pero siento que no he conectado tanto con ello por la forma en la que estaba escrito. Me ha parecido un tanto superficial pero igual es simplemente porque no es particularmente mi estilo. Por otro lado hay otros poemas que me han gustado mucho, en particular "querrán saber".
En realidad no me lo he leído todo, pero como es un poemario lo voy leyendo salteado, pero es muy bonito estéticamente porque es como un diario y hay fotos y recuerdos de viajes y los poemas me gustan bastante porque es como si estuviera en los pensamientos de la autora
Tiene poemas muy lindos, pero no he sido muy fan de las partes que son "diario" o de muchas páginas con solo frases. El hilo general del poemario no lo entiendo mucho, aunque como plus las fotos que acompañan todos los capitulos
Los poemas en sí no me han gustado, no me han transmitido. Pero valoro mucho la edición con imágenes y el trabajo que hay detrás. Si que me han gustado las entradas del diario
Patricia es increíble, adoro en sobremanera sus textos y como logro sentirme identificada con ellos.
Este libro es un reconocimiento a nuestro cuerpo como hogar, el que habitamos, el que nos protege, el que nos cuida, pero, sobre todo, el que también se cansa. Describe la vulnerabilidad de una manera tan íntima y real que te sientes un poco rota, pero al mismo tiempo acompañada y siempre con la vista puesta en la sanación.