En el año 2000, un juez citó a la protagonista de este libro para decirle que su nombre no era Mercedes Landa, como ella había creído siempre, sino Claudia Poblete Hlaczik. Y que las personas que la habían criado no eran sus padres, sino sus secuestradores. Sus verdaderos padres, dos jóvenes militantes de izquierdas, habían sido torturados y desaparecidos en 1978, durante la dictadura argentina. Y ella, con solo ocho meses, fue entregada a una familia de militares para que la criase como a una hija propia. Este libro no solo reconstruye la gran mentira en la que vivió Claudia y la historia de sus padres, sino que también explora su tortuoso camino para recomponer una identidad atrapada entre dos mundos de afectos y convicciones contrapuestos. Esta historia real es un ejemplo de cómo el autoritarismo decide sobre la vida y la muerte de sus gobernados, y también se apropia de sus cuerpos y sus biografías. Y de cómo el tesón de las víctimas —tanto de la familia de Claudia como del colectivo de las Abuelas de Plaza de Mayo— acaba abriendo una rendija hacia la verdad.
ACERCA DEL AUTOR Federico Bianchini es periodista y licenciado en Comunicación. Ha trabajado como redactor en los diarios Clarín y La Razón , y como editor en la revista Anfibia. También ha colaborado en medios argentinos e internacionales, como Gatopardo , El País Semanal y The New York Times , entre otros. Ha publicado los libros Desafiar al cuerpo , Cuerpos al límite y Antá 25 días encerrado en el hielo (este último gracias a la beca Michael Jacobs de la Fundación Gabriel García Márquez). En enero de 2013 ganó el premio de periodismo Don Quijote.
“Dice Claudia que, a veces, no tener una imagen cierta de los padres le resulta intolerable. Después lo piensa y lo piensa y lo acepta. Algunas veces se pregunta quiénes fueron ellos, quiénes hubieran sido, cómo habría sido su vínculo. Dice que eso es un dolor: heridas que no cierran. Heridas que no sabe si alguna vez van a cicatrizar. Dice que, la verdad, no tiene forma de saberlo.”
Con 20 años recibes un día una llamada de teléfono de un juzgado. Una llamada que, de repente, te cambia la vida. Y no para bien. Es una llamada que, de repente, te abre los ojos, un bofetón de realidad. Una llamada que lo cambia todo.
Nunca podré estar a la altura de escribir una reseña sobre un libro así. Jamás.Pero mi respeto y mi admiración están con el autor de este libro, con Claudia, y, sobre todo, con las incansables mujeres de Abuelas de Plaza de Mayo. Gracias.
Esta es la historia de Claudia Victoria Poblete Hlaczik, hija de Marta Gertrudis Hlaczik y de José Poblete, desaparecidos en noviembre de 1978. Desaparecidos porque nunca se supo nada más de ellos. A pesar de los esfuerzos de sus respectivas familias. Ni “Trudy” (como la llamaban cariñosamente) ni José aparecieron. Se desvanecieron. De repente, de un día para otro. O eso quisieron hacer creer a sus familias. Unas familias que, 45 años más tarde, siguen esperando que aparezcan.
La asociación de Abuelas de Plaza de Mayo (fundada en 1977) estima que durante el periodo que duró la dictadura militar argentina, unos 500 bebés desaparecieron. A fecha del día de hoy, se ha podido restituir la identidad de 130 de esos desaparecidos.
La historia de Claudia es una de esas historias. Ojalá pudiera decir que es un historia con final feliz. Pero, ¿qué tiene de feliz enterarte que quienes creías que eran tus padres no eran más que tus apropiadores? ¿Qué tiene de feliz enterarte que tus padres biológicos desaparecieron, probablemente fueron asesinados, y que nunca podrás conocerles? ¿Qué tiene de feliz saber que te robaron tu identidad?
Porque de esto habla esta historia. De historias robadas. De vidas arrebatadas. De personas desaparecidas y asesinadas. De memoria. De perdonar, pero no olvidar.
La historia de Claudia, o como ella creía llamarse, Merceditas, es el ejemplo de cómo la dictadura militar argentina orquestó una estrategia para hacer desaparecer a todos aquellos que interponían. Y su venganza fue la más terrible: quitarles el derecho a vivir, y a perdurar. Arrebatarles sus vidas, hacerlos desaparecer. Y también a sus descendientes. Quinientos bebés. Quinientos bebés que fueron arrebatados a sus padres. Padres que fueron torturados, maltratados, asesinados y arrojados desde avionetas a un río. Padres que luchaban por lo que creían. Que lo único que habían hecho, era pensar diferente. Era enfrentarse a los milicos. Y la venganza, la venganza de aquellos que creyeron que por medio del terror, de la fuerza y del exterminio conseguirían vencer, la venganza fue pagarles con la moneda de sus hijos. Entregar a sus bebés a aliados del régimen militar.
Claudia conisguió averiguar quien era. Porque un juez la llamó por teléfono, y le aseguró que ella no se llamaba Mercedes Landa, sino Claudia Poblete. Y el mismo día que recibió esa llamada, entendió que su nombre no era su nombre. Que todo era una mentira. Y todo su mundo se desmoronó. Y a partir de ese momento, su vida ya no fue su vida. Se acabó. Para, entonces, volver a empezar de nuevo.
Gracias a la asociación de las Abuelas de Plaza de Mayo, por su lucha incansable e imparable los últimos 46 años, Claudia pudo saber quien era. Y, como ella, otras 136 personas han podido averiguar quienes eran. Quedan más de 300 desparecidos. Ojalá algún día, todos sepan quienes son.
Esta es un historia que habla de Historia. Una historia que habla de verdad, de memoria. Una historia que marca el final del principio. Una historia que nos recuerda que Nunca Más.
El año pasado leí "Frutos extraños" de Leila Guerriero, un libro que reúne varias crónicas de la autora. En el leí una llamada "La fuerza del cariño". Resumidamente trata sobre una nieta restituida que vivía una doble vida entre su verdadera familia y sus apropiadores. Siempre la recuerdo por lo mucho que me incómodo leerla. Al comenzar este libro me di cuenta que estaba leyendo la historia de dicha nieta, el alivio que tuve al leer que finalmente se reconcilió con su verdadera familia y que -pese al conflictivo proceso que fue- pudo correr a un lado a sus apropiadores, fue inmenso. El libro está escrito de una forma muy llevadera de leer, me gustó mucho. Sobre todo el formato de "entrevistas" de los familiares y allegados de Claudia gracias al archivo de Abuelas
Al inicio del libro conocemos que Mercedes es en realidad Claudia. Y que aquellos que cree que son sus padres son en realidad sus secuestradores. A partir de ahí iremos descubriendo tanto el proceso psicológico de Claudia después de semejante descubrimiento, como quiénes fueron Jose y Gertrudis. Una historia real, una historia durísima, impactante, que es importante conocer y no olvidar.
Agradezco muchísimo haber llegado a este libro. Ha sido un aprendizaje sobre lo que significó para Argentina, pero también para América Latina, la represión y la tortura de la disidencia y la opresión de las ideas contrarias al neoliberalismo.
Este libro sigue el hilo de Claudia Poblete, una mujer que se enfrentó a conocer su identidad robada, una identidad indisociable de los hechos ocurridos en Argentina durante la dictadura militar. Se ve la alienación y reconstrucción personal de la protagonista, también de la familia, pero no es un relato personal, habla de lo sistémico, de lo estructural. Y para ello también trata la lucha del movimiento de las madres y abuelas de la plaza de mayo, un movimiento de verdad, justicia, reparación y no repetición que impulsaron estas mujeres, clave en la historia para demostrar el genocidio que se llevó a cabo en esos años.
Es un libro que mezcla en ocasiones la manera de narrar, ya que hay transcripciones de audio y entrevistas, pero que casa a la perfección con un relato personal con el del contexto histórico de la dictadura Argentina, de cómo se desarrollaron las leyes, juicios, búsquedas y elementos de recuerdo de lo ocurrido, memoria democrática.
Lo que más siento es la Argentina de la actualidad, porque mientras estaba leyendo escuchaba las medidas neoliberales que están aplicando estos días, y también, como se hace fuerte esa teoría de los dos demonios que vuelve a manchar la historia con las mentira de los represores.
"Esta historia muestra como, a cuarenta años de la vuelta de la democracia en la Argentina, la dictadura no solo sigue presente en la memoria, sino también en algunos cuerpos".
"Nunca es triste, la verdad. Lo que no tiene es remedio".
"Hay algo en la verdad que es tranquilizador. La vez pasada vi un cartel que decía "Vos sabés quien sos?". Y me pude responder: "Sí, yo sé"."
A Claudia negaronlle a verdade vinte anos e precisou outros vinte pra reconstruirse, coñecerse, comprender, seguir.
Sobre a memoria, a verdade, a construción da identidade roubada e secuestrada "Tu nombre no es tu nombre" móstranos unha perspectiva íntima, humana e demoledora das implicacións vitais sobre as persoas que sofren (aínda hoxe) o secuestro de fillas de desaparecidas na última ditadura arxentina.
Pra que a memoria perviva e a historia non se repita.
No sé si podré escribir una reseña a la altura de este libro. Tenía miedo de empezarlo por que admito que sé poco sobre la historia de Argentina y no quería sentirme perdida, pero no ha sido así. Está redactado de una forma en la que la información histórica se mezcla con la narración sobrecogedora de la víctima y forma un tándem que hace que no quieras parar de leer, sin ir más lejos, a mí me ha durado un día. Es imposible no emocionarse leyéndolo, es imposible no sentir dolor y rabia, y más en los tiempos que corren. Una historia dura que recomiendo.
Brutal! No sólo nos narra la historia de una familia y de una nieta restituida sino que pone de manifiesto el horror que fue la dictadura cívico-militar. Un libro adictivo por la perfección en su narración. Los tiempos, los giros, los silencios… una descarnada maravilla.
Me ha parecido un libro increíble. He descubierto la historia de la dictadura argentina, he leído sobre el dolor de las Abuelas de Plaza de Mayo y me ha conmovido la historia de Claudia, que con 20 años se entera de que su vida ha sido una mentira y tiene que recomponer los pedazos. Un relato duro, real y necesario.
- Vamos con la verdad. - De acuerdo- dijo él-. Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.
Una historia de pedazos, de reconstrucción, de mentiras, de desgarros... De búsqueda de verdad pese al dolor que conlleva en ciertos casos.
Piel de gallina al transitar las transcripciones de casetes de las familias de los desaparecidos durante la dictadura argentina.
Una búsqueda de palabras para crímenes que no las tienen.
"Cuando se mueren los padres, uno queda huérfano; cuando se muere el marido, una queda viuda; pero cuando se mueren los hijos no hay palabras. Es lo que nos pasa a nosotros, dice Buscarita, que no hay palabras."
Coges el bus, el metro, miras a quien va enfrente y quién sabe si tiene detrás una historia como la de Claudia, que durante 20 años había sido Mercedes y que vivía con los que creía que eran sus padres y no sus secuestradores y cómplices de los que mataron a sus verdaderos progenitores. Hay muchas más Claudias de las que pensamos y aunque sea duro, hay que ser conscientes de su existencia, de su sufrimiento y el de muchas otras personas a su alrededor, desde los verdaderos familiares al juez que tuvo que contarle la verdad. Pero sobre todo de ella y de la contradicción de darte de bruces de repente con dos vidas totalmente opuestas.
Créanme cuando les digo que el libro es perfecto, la cantidad justa de investigacion periodistica pero sin dejar de lado la emocion que una historia tan dura como esta inevitablemente exige de quien escribe. Te atraviesa, te hace mas humilde, te conecta y te genera una empatia muy profunda por tu pais, tu pueblo, tu historia en lo colectivo, en lo social.
Un libro sumamente necesario.
#NuncaMas
Nunca son demasiados los relatos de las Abuelas de Plaza de Mayo. Se merecen el mundo entero.
"Lo peor como antagónico de lo poético. Que hay cosas que suceden, hombres con uniforme secuestrando, torturando y matando, y que son eso: cosas que suceden y que no deberían haber sucedido."
Ensayo muy guay sobre los bebés robados en la dictadura argentina y las abuelas de la plaza de mayo. Empaticé mucho, que hijos de puta. La editorial también me gusta ! Yujuuuu
Lectura impactante, necesaria para entender una herida que sigue doliendo en Argentina. Ojalá en España se nos permitiera hacer más por nuestra memoria histórica.
edit: El Silencio de los Otros producido por Pedro Almodóvar
"Sin contexto, este cuarto sería como cualquier otro cuarto. Sin relato, la historia se diluye." Durante una visita al terrible Garaje Olimpo, se escribe esta reflexión. La historia de Claudia o Mercedes para los Lampa, es la historia del horror de perder la identidad y la familia. El reencuentro no es fácil ni sencillo y menos para alguien que ha vivido engañada toda su vida. Un buen libro que sin el contexto de la Argentina de los 70 podríamos creer que se trata de una ficción de terror.
Lo empecé a leer por lo que la hija de la protagonista le dice un día antes de ir al colegio: las personas que te quieren no te mienten.
He tenido que leerlo haciendo pausas largas de días porque es un tema bastante duro, pero es totalmente necesario. Aunque es crudo, cruel, se lee rápido, es conciso. Gran parte son diálogos transcritos. Ojalá hubiera más libros que relaten y denuncien las dictaduras argentina y chilena.
Tu nombre no es tu nombre: Historia de una identidad robada en la dictadura argentina, es un libro publicado bajo el género Biografía. Si bien es biográfico, pues toma como eje central la impactante historia de Claudia Victoria Poblete Hlaczik, a mí se me asemeja más a periodismo narrativo, más o menos al estilo de Leila Guerriero, salvando las distancias. El libro podría dividirse en dos “técnicas”, por así decirlo: una parte es más novelada y a ella pertenece todo lo relacionado con la narración, con el relato de la vida de Claudia y de otros personajes relevantes, con el reencuentro familiar, y con la aceptación de una inesperada realidad. La otra parte pertenece al lado informativo, que recopila datos, fechas y hechos históricos, como si se tratase de un resumen de un Sumario o de un artículo periodístico. Esta segunda técnica narrativa es la menos atractiva, aunque no menos importante en el contexto del libro, por supuesto. Lo que sucede es que son hechos que, aunque son deplorables y condenables en cualquier rincón del mundo, también son ampliamente conocidos y han sido documentados de muchas formas. Leer sobre ellos de una manera tan detallada y extensa dentro de una obra con matices novelescos resulta extenuante. Me extrañaría encontrar a estas alturas a alguien medianamente instruido que desconozca las brutalidades que tuvieron lugar durante la dictadura en Argentina. Como en todas las dictaduras del mundo, sean de izquierda o de derecha, en la de Argentina se llevaron a cabo todo tipo de atropellos y crímenes que son absolutamente imperdonables, en la mayoría de los casos, crímenes que dejaron una marca eterna en las víctimas que lograron sobrevivir y en las familias de todos: los vivos, los muertos y los desaparecidos. El libro que Federico Bianchini escribió sobre Claudia Victoria Poblete Hlaczik habla mucho de esas atrocidades, quizás un pelín demasiado. A fin de cuentas, se trata de la historia de Claudia. No obstante, es un muy buen libro, esclarecedor (si es que aun existe alguien que necesite aclaración en ese tema). El manejo del idioma es estupendo, y utiliza muy bien el lenguaje regional y coloquial sin sacrificar el correcto uso del castellano, a pesar de los modismos propios de la región en donde transcurre la historia. Como he dicho antes, más allá de algunos excesos de índole informativa (cuestión de gusto personal), la narración es envolvente y despierta el interés del lector. La tensión y la angustia de los personajes se hace evidente sin ninguna dificultad y la empatía no demora en surgir. Es un buen libro sobre un mal tema, no digo mal tema como fuente de inspiración literaria, sino como malo, maldad, brutalidad, bestialidad.
Es, en últimas instancias, una historia que había que contar y que merece ser leída.
Un día, la vida de Mercedes cambia por completo de la noche a la mañana, resulta que todo lo que ella creía cierto no lo era, ni si quiera su nombre. Resulta que su nombre, no era Mercedes sino Claudia. Perdida entre dos mundos, Claudia se adentrará en una investigación, que la hara navegar entre miles de documentos y entrevistas para obtener respuestas, que hara que se pierda entre dos mundos. A Través de estas páginas, iremos conociendo el sufrimiento y el tesón de las familias de los desaparecidos en la dictadura argentina, que lucharon por descubrir que sucedio con aquellos que se llevaron, y poder recuperar, su historia de aquellos que se la quisieron silenciar. Una historia dura, pero necesaria para que casos como el de Claudia no caigan en el olvido.
This entire review has been hidden because of spoilers.
"Quienes fueron criados en una mentira no conocen la libertad"
Es un libro-relato que muestra un trozo crucial de la historia: una historia que fue robada y silenciada. A través de su protagonista, vivimos la dualidad de existir entre dos mundos y el doloroso proceso de descubrir la verdad sobre su identidad. Vamos conociendo la historia de su familia y del contexto histórico a través de la combinación de testimonios en primera persona, transcripciones de grabaciones y un relato íntimo que logra remover emociones y dejar huella.
En los siete años que duró la última dictadura argentina (desde el 24 de marzo de 1976 hasta el 10 de diciembre de 1983), hubo 30.000 víctimas directas entre muertos y desaparecidos. Muchos de ellos pasaron por los llamados centros clandestinos de detención: instalaciones secretas empleadas por las Fuerzas Armadas y de Seguridad para torturar, interrogar, violar, mantener detenidas de forma ilegal y eventualmente asesinar a personas
"No se puede perdonar a quien no pide perdón" Esta obra va de identidad, una que ha sido robada: la de Claudia Victoria Poblete. Ha vivido 20 años como Merceditas en un mundo totalmente contrario a aquel en que había nacido. La historia nos cuenta la historia de una nieta robada, ya que a sus padres no les dieron más oportunidades que la muerte. Nos habla de cómo una persona tiene que hacer frente al engaño y cómo puede hacer frente a un ruptura tan brutal con la realidad. Durante un tiempo vivirá en una dualidad, hasta que consiga comprender y aprender quién es realmente. Sólo la gente que haya vivido algo así puede llegar a saber lo que arrasa en su interior: dolor, furia... ¿Quién sabe? Nosotros sólo podemos llegar a imaginar y entenderlo. Muy dolorosas las narraciones que se hacen sobre las torturas y asesinatos en los vuelos de la muerte. Horroriza. Pero ocurrió y no hay qué olvidar para evitar que se repita. A ver si aprendemos algo...
This entire review has been hidden because of spoilers.
Un relato duro de una realidad aún más dura. Armado en base a testimonios que hacen algo de justicia a una historia tan injusta y repetida, no solo en Argentina, sino en tantos regímenes autoritarios. Una pena que los humanos seamos capaces de hacernos tanto daño. Muy bien escrito.
Está historia me parece importantísima. La perdida de identidad y como la recupera. Además de contar una historia real, que afecto a miles de personas, ya no solo en Argentina. Lectura rápida y obligatoria.
Hay libros que no se leen: se reciben. Como un golpe, como un eco que atraviesa generaciones. "Tu nombre no es tu nombre" es una crónica de esas que duelen en lo más hondo porque no se queda en la superficie de los hechos: escarba, indaga, escucha, reconstruye. Federico Bianchini se aproxima con respeto y lucidez a la historia de Claudia Poblete, una mujer que, al borde de la adultez, descubre que su identidad entera ha sido una mentira tejida por el horror.
No es sólo la historia de una víctima de la dictadura argentina, sino también la de alguien que tuvo que recomponer su yo desde los escombros de una infancia robada. Su testimonio, su confusión, sus silencios, estremecen. La revelación de su verdadero nombre no es un punto de partida, sino una grieta por la que se cuela la memoria, el amor ausente, y el abuso de un poder que no solo arrasó con cuerpos, sino con la posibilidad de decir “yo soy”.
“No se puede perdonar a alguien que nunca pidió perdón.” Esa frase, subrayada, se queda dando vueltas en la cabeza como una campana de justicia que nunca termina de sonar. Porque este libro no solo es memoria: es también un reclamo.
Sentí tristeza. Sentí impotencia. Sentí la urgencia de no olvidar. Y también, una profunda admiración por quienes, como Claudia, siguen de pie, habitando las heridas con dignidad.
Recomendaría este libro a toda persona que quiera mirar de frente el legado del autoritarismo. No importa la ideología: importa la humanidad. Importa la verdad. Porque hay nombres que nunca debieron ser borrados, y hay historias que necesitan ser contadas para que el olvido no tenga la última palabra.
Muy bueno! una historia que atrapa desde el principio. Muy bien escrito, se lee en dos ratos. Llevaba tiempo queriéndolo leer y no me ha defraudado en absoluto. Si os gusta o queréis leer más sobre el tema, recomiendo La Llamada, de Leila Guerriero, buenísimo también.