«El ruido de las olas. Los botes meciéndose a lo lejos. El mar es una cosa seria».
Mediados del siglo . En el norte de Chile, un niño aprende a nadar en las aguas del río Loa junto a sus amigos. Posee una destreza y una resistencia respiratoria inusuales que lo llevan a convertirse en buzo pescador en una pequeña caleta, donde comparte faenas con los boteros y aprende a sortear las dificultades del oficio y las inclemencias de la naturaleza, y también a hacer vida de familia. Con el tiempo, se lanzará a competir en torneos de caza submarina y a lucirse en un mundial de la disciplina que se organiza en el país. Todo esto mientras, a lo lejos, se dejan sentir las agitaciones sociales que traerían los años sesenta y setenta.
Tras haber desarrollado una exitosa carrera, Chungungo Martínez –tal es el nombre del protagonista de Tierra de campeones, la tercera novela de Diego Zúñiga– se enfrenta a un descubrimiento que marcará el resto de sus días y lo conducirá a una especie de desértica temporada en el infierno, una deriva tan inesperada como perturbadora.
ENGLISH DESCRIPTION
“The sound of the waves. The boats rocking in the distance. The sea is really something.”
It’s the mid twentieth century. In northern Chile, a boy learns to swim in the waters of the Loa River with his friends. Thanks to his unusual prowess and endurance, he becomes a spear fisherman in a small cove. Working alongside the local fishing boat crews, he masters the difficulties of the job and inclement weather, and learns the importance of family. His skill lands him spots in spearfishing competitions and he gains acclaim at international tournaments hosted in Chile. Far away, the social unrest of the sixties and seventies begins to build.
After achieving professional success, Chungungo Martínez – the protagonist of Tierra de campeones (Land of Champions), Diego Zúñiga’s third novel – makes an unexpected and disturbing discovery that will shape the rest of his life and set him adrift with no port in sight.
Diego Zúñiga (Iquique, 1987) is a Chilean journalist. He is the author of two novels and the recipient of the Juegos Literarios Gabriela Mistral and the Chilean National Book and Reading Council Award. He lives in Santiago de Chile. In May 2017 he was included in the Bogota 39 list of the best 39 Latin American writers under 40 organized by the Hay Festival every 10 years,
Me gustaron mucho las descripciones del desierto y del mundo subacuático (el inicio, sobre todo. Qué bello!) Sin duda, los mejores momentos aparecían cuando el narrador tomaba el control (incluso de los diálogos). Excelente prosa, muy cuidada. Ahora bien, cuando los personajes hablaban directamente, la fuerza del relato, para mí, caía. Lo mismo me pasó con la creación del mundo y de los personajes secundarios: aunque relevantes para el contexto, en varias oportunidades sentí que excedían las paginas que realmente ameritaban. También, creo que hay una búsqueda de verosimilitud excesiva, que se expresa en demasiadas marcas históricas y guiños epocales que, en suma, me sacaron un poco de la narración. Lo anterior también me impidió conectar afectivamente con la historia. Me quedaré con las mejores partes del libro, en cuanto paisaje, porque me parece que hay un buen trabajo visual.
En medio de un panorama literario demasiado dominado por la autoficción y la novela sicologica, refresca encontrar obras que se atrevan a indagar en otros momentos del país y en sus historias desconocidas, como la del buzo chileno campeón del mundo en 1971. Ágil, atrapante y con un protagonista del que te encariñas, me recordó el “Tony Ninguno” de Andrés Montero, tanto por el Chile que aborda como por su quiebre final.
Tierra de Campeones de Diego Zúñiga promete una inmersión en la vida de un grupo de personajes cuyas historias se entrelazan en un escenario de aspiraciones y derrotas. Sin embargo, el libro se queda corto en varios aspectos cruciales. La narrativa, aunque tiene momentos de brillo, carece de la consistencia necesaria para mantener al lector enganchado de principio a fin. Los personajes, a pesar de estar bien delineados, no logran desarrollarse plenamente, lo que deja sus historias a medio camino, generando una sensación de incompletitud.
Además, la trama, que debería ser el alma del libro, avanza de manera irregular y a veces predecible, perdiendo la oportunidad de sorprender y emocionar al lector. Los temas abordados, aunque relevantes, no se exploran con la profundidad que merecen, quedando en un nivel superficial que no satisface las expectativas.
En resumen, Tierra de Campeones tiene un buen punto de partida y algunas ideas interesantes, pero su ejecución deficiente y la falta de desarrollo en varios aspectos clave resultan en una experiencia de lectura insatisfactoria. Es una obra que, aunque tiene potencial, no logra alcanzar el impacto que podría haber tenido.
"Me puse a leer novelas chilenas: Marta Brunet, Manuel Rojas, Carlos Droguett, Alfonso Alcalde, Mariano Latorre", dice Zuñiga en una entrevista a La Tercera del año pasado. En otros medio habla de que los escritores chilenos más jóvenes que él, según su conocimiento, no están leyendo esa tradición, tampoco a Roberto Bolaño. "Tierra de campeones" le debe más a las novelas de Isabel Allende que a la narrativa de Bolaño. Esta es una novela que usa el contexto histórico como decorado de cartón piedra, como lo hacen Simón Soto y Álvaro Bisama. Una novela fome, predecible y comercial
"Recorrió la pequeña bahía de una punta a otra, dejando que el mar cubriera sus pies; en una esquina los botes, al otro lado las rocas que delimitaban del mundo, Caleta Negra, la vida de esas familias que lo recibirían con cariño, quién sabe por qué. Esa noche comieron todos, donde los Riquelme, un caldillo de congrio que no se podía creer. Hicieron una mesa larga en el patio, todos llegaron con sus propias sillas y velas, y se acomodaron como pudieron para recibir a Martínez".
"Martínez tenía trece años, pero en ese lugar la edad no contaba".
"Se largó a hablar de Violeta como nunca lo había hecho. Recordó todo: la primera vez en el mar, los viajes a Iquique, las visitas donde doña Berta, las lecturas, los cigarros en la noche, los consejos, la amistad. Le habló de esa última noche, del mar y de la tormenta. (...) Le mostró las Selecciones del Reader's Digest que logró rescatar de la tormenta, le leyó algunos pasajes, se rio en las partes en las que se reía Violeta, siguió leyendo como si en realidad estuviera solo, pero la señorita Carmen lo grababa y lo miraba, en silencio, sin interrupirlo. Él cuidaba ese puñado de revistas como si fuera lo único que realmente le pertenecía en esa caleta".
Me encantó. Una novela de estructura clásica, con introducción, nudo y desenlace (se agradece mucho en un momento donde la fragmentariedad está tan en boga), bien contada, con un lenguaje contenido pero no carente de emoción, y con una atmósfera que te envuelve y que retrata a la perfección cómo lo político se va colando en todos los recovecos de la vida. A veces vuelvo mentalmente a esa caleta de pescadores y siento algo parecido al goce.
Que hermoso libro acabo de “leer”. La historia del “Chungungo” Martínez, campeón mundial de caza submarina de 1972, campeonato celebrado en las costas de Iquique.
Pero no comienza allí, es su clímax. Todo parte con niños que juegan aguantar la respiración, en un Chile diferente, en una norte distinto, en una Calama que quizás sigue siendo la misma. Porque Diego Zúñiga nos relata la historia desde la más tierna nostalgia de todas y todos que tenemos felices recuerdos de nuestra infancia.
Recorremos junto a él su difícil camino de crecimiento, su temprano abandono por parte de padres que no sabemos dónde están, de perderse en las caletas labrándose un futuro, y que consigue. Para terminar un relato con el terrible manto dictatorial.
Una ficción literaria que no lo parecer y que nos recuerda lo hermoso que son las buenas historias.
Enhorabuena, Diego, tu particular universo y tu forma de narrar me han atrapado, y pienso seguirte la pista. Las historias de Chile pueden ser perfectamente las historias de México, Colombia o Perú. La tuya la hago mía sin problema, no solo por esa sinuosa Latinoamérica que nos une, sino por lo que nos cala en formas personalísimas con estas historias, en mi caso, como lector y ya fiel seguidor del Chungungo y sus hazañas.
Nostalgia. Esta novela me hace sentir una nostalgia que no es la mía, pero que igual es nostalgia. ¿De qué? No sé aún, pero voy leyendo y me entra como una melancolía y unas ganas de hundirme y abrir los ojos debajo del agua.
🤿Veo las escenas, la caleta, el río, escucho las risas de los niños … estoy adentro de la historia. ¡Qué bien se siente cuando un libro te deja entrar de a lleno al espacio donde ocurre la narración!
Avanzo lento. Voy marcando y saboreando cada escena. Ayer aprendí qué es un chungungo. Tengo una lista de chilenismos. Adoro la manera en que se trata el lenguaje.
¡Y qué lindo y riesgoso describir la primera vez de un niño a orillas del mar! Aguanté la respiración, tenía miedo, porque la primera vez en el mar es una descripción literaria muy recurrente pero qué singular la de Martínez, solo quiere meterse, hundirse, saber si los pulmones le alcanzarán...
💜 Me encanta la fascinación de Martínez por Violeta. Violeta con la revista en la mano leyendo dentro del auto (Yapo🤣), Violeta que lo saluda debajo del agua y lo desconcentra y pierde la competencia ¿qué edad tiene esta mujer? …
¡Me está gustando mucho este nuevo libro! —————————- CASI AL FINAL:
🌊Lo que yo he sufrido con este libro no tiene nombre.
Tierra de campeones es una historia bellísima, con una tristeza de fondo que va en crescendo: casi al final tuve que tomar una pausa porque sentí el pecho apretado.
Es una trampa porque el narrador no es fiable, el protagonista es tímido y de pocas palabras, entonces te esperas una mirada más fría, más distante, no te esperas sufrir tanto por las cosas que le pasan; pero es que el protagonista es un buenachón adorable y sobre todo,que esta no es la historia de Chungungo solamente, el texto sobrepasa al individuo. Es un dolor marino, de frontera, un dolor del pueblo, de nación… el dolor de un horror silencioso que toma una forma macabra al final, cuando ese súper poder le hace ver lo que será su perdición( y la de nosotros los lectores).
No termino aún, soy una lectora cobarde. Esa tristeza viene narrada con mucha poesía y yo cuando veo poesía me entrego apasionadamente, entonces, esta narración me deja muy vulnerable.
Tiene un halo de clásico este libro, no sé explicarlo bien aún, necesito tiempo para analizar lo que he leído. Solo sé que se me va a quedar enterrado en la memoria.
Es una obra de arte, muy cuidado, muy bien narrado, franco, fluido. La historia te atrapa, los capítulos todos cierran hermosos, nostálgicos, arriba o abajo, nada de medias tintas. Diego es un maestro de la narración y este libro es la prueba.
Solo puedo decirles que se lo lean. Es sin dudas, una de mis mejores lecturas de los últimos años.
¿Y quién lo iba a decir? Con ese título jamás lo habría elegido, porque a mi no me atraen las historias de campeones. No se dejen engañar por el título. Es la historia de un campeón, pero esa es solo la superficie.
—————————- TERMINADO:
He llorado a moco tendido con el final, como una tonta. Suspiros, lagrimones… Necesito un abrazo ¡Qué libro tan hermoso y triste!
“Esa noche comieron todos, donde los Riquelme, un caldillo de congrio que no se podía creer. Hicieron una mesa larga en el patio, todos llegaron con sus propias sillas y velas, y se acomodaron como pudieron para recibir a Martínez.”
“Los paisajes no cambiaban tanto pero las personas —las palabras, los gestos-sí: las formas de reunirse, de hacer familia, de sobrevivir.”
“Fue una de las pocas cosas que lograron rescatar de Caleta Negra. Quizá las historias se habían quedado allá: las palabras del Chungungo, su deseo de compartir esos relatos que leía, que escuchaba. Ni siquiera se animaba en las noches de los fines de semana, cuando aún mantenían el ritual de hacer una fogata y emborracharse hasta que amaneciera - aunque demoraron meses en sentirse cómodos y aventurarse a revivir esa costumbre, ahora con participantes nuevos, si bien en estricto rigor los nuevos eran ellos (…)”
“Se largó a hablar de Violeta como nunca lo había hecho. Recordó todo: la primera vez en el mar, los viajes a Iquique, las visitas donde doña Berta, las lecturas, los cigarros en la noche, los consejos, la amistad. Le habló de esa última noche, del mar y de la tormenta.”
“Él se quedó ahí, entre sus brazos, pensando que nunca nadie lo había abrazado de esa forma. Sintió eso: que podría haberse quedado ahí para siempre.”
“Mientras flotaba, de espalda, en el mar, que lo movía con fuerza y cariño, había algo que lo hacía sentir en casa y quizá por eso cuando se sumergió por primera vez y descubrió ese paisaje nuevo allá abajo, pensó en Violeta, no sabe por qué pero pensó mucho en ella, en que hubiera disfrutado tanto estar en ese lugar, ver esos peces, flotar de espaldas y contemplar los cerros verdes, mirar ese atardecer, no mucho más, sólo eso, la felicidad que hubiera sentido, pensó el Chungungo, la alegría de ver esconderse al sol en medio de esos cerros, cuánto lo hubiera disfrutado.”
Bien la primera parte. El mar, la intimidad, las relaciones entre los habitantes de las caletas, la vida que surge en ese ecosistema. La segunda maomenos.Tiene un tono periodístico tipo Solabarrieta que va borrando los matices construidos en la primera parte. La última ni fu ni fa.
Literal me quedé con todas las ganas de leer las revistas Estadio en que cubrieron el mundial de caza submarina del 71’ y de ver el documental del italiano ese
BELLO! Posso dire solo questo di un libro con diverse anime, scritto con un linguaggio che scorre rapido come l'acqua di cui parla e della quale è permeato. E come scogli, in questo mare fatto di parole, affiorano sentimenti tragici, urla di dolore che si alternano a quelle di gioia... Mi ha riempito le orecchie, gli occhi ed il cuore... BELLO!
Una novela inspirada en la vida de Raúl Choque, campeón mundial de caza submarina en 1971. No es una biografía, es ficción basada en algunos datos reales cuyo clímax se alcanza al inicio de la dictadura militar chilena cuando el protagonista (según la leyenda urbana) hace un descubrimiento que cambia su vida para siempre.
En realidad, son 4.5 estrellas. Todos llevamos las historias de otros en nuestras mentes. Ya sea que las escuchemos, las hayamos visto o vivido junto con quienes las protagonizaron. Cada uno de nosotros carga partes de vidas ajenas muchas veces sin que les demos importancia, hasta que aparecen de pronto frente a nosotros, bastante completas, o lo más completas posible en forma de recuerdos o asociaciones que hacemos con cosas que están ocurriendo. Algo así gatilló esta novela del autor chileno Diego Zúñiga. Él mismo oriundo de Iquique y que durante tanto tiempo tuvo archivado en su mente a un campeón en particular, un deportista con un talento natural indiscutible, ganador de un certamen realizado en Chile, en Iquique, específicamente, en 1971, mucho antes incluso de que él naciera. El campeonato mundial de caza submarina. Una competencia de la que hay pocos registros, algunas fotos del podio ocupado por chilenos, campeones mundiales, los mejores en la locura que es sumergirse aguantando la respiración durante tiempos inhumanos para atrapar peces, los más grandes y codiciados, y así obtener los puntajes más altos. Un inmenso triunfo, celebrado con locura en todo Chile. Un triunfo que pareció marcar una nueva vida de esplendor para sus protagonistas, pero que de algún modo solo quedó en promesas. Porque a muy poco andar... 1973. Otros campeonatos en los que nos fue bien, pero no espectacular, nunca más como en ese cada vez más lejano 1971 y luego, el mar ultrajado para este campeón que no volvió a sumergirse y que ha permanecido fuera de la vida pública hasta el día de hoy. Y todo eso, procesado con la libertad que solo entrega la ficción, con personajes inventados para llevar la historia hasta donde el autor quiso llevarla y entregarle una personalidad única al Chungungo Martínez, el campeón mundial de esta historia, resultaron en una de las mejores novelas chilenas publicadas el 2023: la evolución en la escritura de Zúñiga nos lleva por el camino que recorre un niño sin padre, luego sin madre, solo con algún familiar que capaz que ni haya sido familiar de verdad, tan típico de Chile, tan común en Latinoamérica, no solo en los años 50, que es cuando comienza esta historia, sino que todavía: esa soledad, la obligación de crecer solo, sin demostrar lo que se siente, lo que se anhela. El autor lleva al Chungungo por una vida de pérdidas y triunfos increíbles, que en cualquier otra parte del mundo le habrían significado una vida de reconocimientos al deportista, pero que para él, acá, le trajo envidias, malos ratos y todavía más soledad de la que vivió de niño. Una mención al gobierno de Salvador Allende, que sirve para anclar todavía más esta historia en la realidad chilena y que da paso al episodio que cierra la historia del nadador estrella, que precisamente nadando terminó frente a frente con esos rieles, pesadísimos, que servían para sujetar los cuerpos desaparecidos de tantos al fondo del mar, de su mar, al que quizás nunca haya podido volver. El final, algo abierto, porque creo que no permitía otro tipo de cierre, nos lleva a una escena de alucinación en el desierto, lo más lejos posible del mar y la mención de un río oscuro que nos remite al principio de la historia, al rio Loa, donde el Chungungo pasaba tardes enteras con sus amigos, donde sintió por primera vez la libertad de quienes pueden sumergirse y ver la vida pasar sin sentirse oprimidos por el agua, donde comenzó a entender que lo que más importa es controlar la cabeza, todo lo demás llega por añadidura. Una historia entretenidísima de leer, que nos permite ver el mundo como probablemente se vivía en esos años, con los recursos mínimos que tenían en la caleta donde se desarrolla gran parte de la historia, la comunidad, la felicidad de la familia encontrada, el dolor de los que no vuelven, tragados por el mar. Un personaje principal querible escrito con una pluma completamente distinta a la que produjo los trabajos anteriores de este autor que nos entrega un relato entrañable, que realmente no puedo recomendar lo suficiente, no se pierdan Tierra de campeones, de Diego Zúñiga.
Una muy buena historia sobre chungungo, un chico del norte que se dedica a la pesca y luego, un deportista de la pesca. La novela tiene una sensación atrapante similar a lo que se siente con los animes de deportes en que se quiere saber si es que el prota va a ganar o no su competencia jeje además tiene todo su arco de entrenamiento, de lesión, de superación psicológica para enfrentarse a un desafío. La narración de Zúñiga como siempre muy cotidiana, muy amable con el lector. Da gusto avanzar y avanzar. Va de a poco va lanzando pequeñas pistas del contexto histórico en que se desarrolla, entre la unidad popular y dictadura, pero sin ahondar demasiado, como si supiera que ya es un tema tan tratado en la literatura. Le da una mirada distinta, es un marco pero a la vez va afectando de diversas formas a los personajes en la caleta. Siempre me ha gustado Diego Zúñiga :( desde niños héroes y camanchaca. Siento que tiene la capacidad de ser divertido y simple y me encanta la simpleza porque soy flojita para pensar.
Llegué hasta más o menos la mitad, pero la verdad es que no era libro para mí. ME ENCANTA ESTE AUTOR, cuando leí Camanchaca quedé loca, pero aquí me aburrí un poquito. Las partes donde habla el narrador son INCREÍBLES pero luego cuando le da demasiado a la parte histórica, sé que tiene intenciones de fondo, es hacer un dibujo del Chile de antaño y también un homenaje, pero fue muy árido para mí y me sentí como cuando tenía que leer cosas obligadas para el colegio. Me vi a mí misma como escalando una montaña que no tenía realmente ganas de escalar.
Lo pondría en pausa para leer después pero la vida es tan corta y hay tantos libros, que he decidido dejarlo nomás.
¡Ojalá sigan saliendo más y más libros de este autor! Uno de los escritores chilenos más promisorios, en mi opinión.
Me gustaron las descripciones del paisaje, el mar y el desierto chileno están retratados de una forma poética y sensorial, es bonito también el amor del escritor hacia sus personajes, los muestra desde sus fortalezas, resalta lo bueno y no se queda en la fragilidad ni debilidades que son enormes en la mayoría de ellos. La historia tiene un ritmo ascendente hasta un punto de quiebre donde empieza el dolor de la historia, tratado desde una forma sutil lo que como lectora hizo que no haya sido doloroso el proceso de acompañar a estos personajes en el camino.
I have no idea how I came across this book but I have to say that I liked it a lot. I liked the sparse style with the action moving on in fits and starts and the writer taking it that you could keep up and make a few guesses as to what was coming next or how such and such a person related to such and such a situation. Having said that I found the ending quite difficult and I wonder if I took all the detail from that final description as I was reading on a plane and my attention may have wandered from time to time when suddenly, the book was over.
Diego Zúñiga campeón vuelve con todo, abordando desde mediados de los 50 hasta 1974, recorriendo el desierto, el mar y todo lo que hay entremedio: la Tirana, las salitreras, las caletas, los rumores sobre boxeadores y cazadores submarinos. La niñez y la dictadura. Chile.
De lo que más me gustó: ese narrador que no tiene toda la información, que tiene que echar mano a documentales, reportajes y fotos viejas. Ese narrador que duda y que habla con cariño del Chungungo Martínez, el más grande.
Beautiful writing, literally breathless, sometimes to a fault. Heavy reveals, hard ending. Could have been about 50 pages shorter, but by the time I got to the end, I felt I had enjoyed the journey. Also parece que el autor hizo un guiño fuerte a la novela No es un río de Selva Almada, eso me encantó. 3.5 stars
relata la vida desde pequeño hasta grande de Martinez ,como un simple juego entre niños de sostener la respiración bajo el agua lo lleva por la vida a diferentes aventuras, una vida de trabajo ,dolor ,pena y también alegría . Nos lleva a conocer la vida del norte chico de Chile de mediados del siglo XX hasta los 70 .
Buah me ha encantado todo: el lenguaje, la ambientación, los personajes. Me han sorprendido mucho los giros de guión, muy inesperados pero presentados con mucha naturalidad. Y me ha parecido super bonita la forma de retratar las familias elegidas, las implicaciones del deporte a escala mundial para los deportivas pobres y su entorno, el mundo de los pescadores... lo recomendaría muchísimo.
Diego Zúñiga logra unir de una manera notable, la historia, que tiene un origen real, de una hazaña deportiva de un país de pocos triunfos y aún menos campeones, con su triste devenir político; todo ambientado en un territorio que se manifiesta a través de su relato.
Muy hermoso. Es una lectura ágil que permite adentrarse en distintos niveles a la vida e historia en la caleta del norte de Chile. Personalmente lo encontré también muy emocionante a medida que empatizaba con el personaje principal, hace rato no me pegaba tantos lagrimones :’