Prosiguiendo la labor iniciada con el libro La amistad y El amor, este libro se compone de los fragmentos sobre el deseo extraídos de los Cuadernos que Simone Weil escribió desde 1934 hasta meses antes de su muerte.
Para Simone Weil el deseo guarda una inherente contradicción, por una parte es el ímpetu que nos lleva a emprender cualquier acción, pero por otra el fin de toda inclinación. Es así porque el deseo mismo, como la pensadora subraya, es llave y cerrojo, una puerta abierta a la búsqueda incesante por vivir y al mismo tiempo la certeza de que lo vivido nunca nos satisface del todo.
En estos fragmentos aparece también el deseo vinculado a otras palabras clave para Simone Weil, como el amor, la libertad, el pensamiento, la esclavitud o la desgracia, dibujando como siempre una composición de reflexiones que nos ayudan a entender el sentido de la vida y a poner en cuestión todas aquellas visiones deformadas de los grandes valores humanos.
Simone Weil was a French philosopher, Christian mystic, and social activist. Weil was born in Paris to Alsatian agnostic Jewish parents who fled the annexation of Alsace-Lorraine to Germany. Her brilliance, ascetic lifestyle, introversion, and eccentricity limited her ability to mix with others, but not to teach and participate in political movements of her time. She wrote extensively with both insight and breadth about political movements of which she was a part and later about spiritual mysticism. Weil biographer Gabriella Fiori writes that Weil was "a moral genius in the orbit of ethics, a genius of immense revolutionary range".
Tiene puntos chulos. Es como leer su cuaderno de apuntes, entonces tampoco está muy cohesionado, es más una retahíla de ideas. Entre eso y que el 50% del libro habla de dios como el deseo último, puro y alejado de lo finito y lo material, pues no es lo que pensé que leería. No es la reflexión sobre el deseo que buscaba. Así que bien pero tampoco tan chulo pienso. -
30 enero, actualización
Este libro, no en su totalidad pero ciertos puntos, me vuelven y vuelven a la cabeza, creo que me gustó más de lo que pensaba 💫
Absolutamente terrible. No hay ningún tipo de cohesión en el texto y no se entiende absolutamente nada. Hay 4 ideas que son interesantes y no se desarrollan porque salta de un tema a otro sin relacionarlos entre sí. Y por algún motivo habla mucho de Dios. Cuando digo mucho es MUCHO.
En fin, dejo un par de frases que me han llamado la atención.
"El deseo es un impulso del pensamiento hacia el futuro. Un futuro que no encierra nada deseable es IMPOSIBLE."
"Cuando tenemos mucha sed, queremos beber toda el agua del universo. Sólo queremos beber. (...) Al querer beberlo todo, beber y nada más, acabamos bebiendo demasiado. Entonces ya no queremos beber nada más."
"Las cosas nos dan más de lo que les pedimos, les pedimos solamente el bien que está en ellas, y ellas nos dan además todo su ser, todas sus propiedades, indisolublemente unidas por la necesidad (...). Su bien se agota, y nuestro apetito de bien no se agota."
Llegué a este libro como una calientona buscando explicaciones. Salí purificada, expiada y pidiéndole perdón a Diosito. Me encantó, pero si está medio caótico el asunto.
Una visión profunda sobre el deseo, que lejos de pretender tan solo analizarlo como fenómeno o detenerse a observar la reacción psicológica que el ser humano tiene ante su existencia, bucea entre las líneas de la mística para reflexionar sobre él. Dentro del ciclo de lecturas sobre el deseo, me alegro plenamente por haber llegado hasta aquí. Necesitaba de una perspectiva que lo conectara con lo místico y Weil la acerca : "si uno desciende a su interior, encontrara que posee exactamente lo que desea". El ascetismo, la materia, la búsqueda externa vs la búsqueda interna, el apego, son algunos de los pilares de sus reflexiones. Aún empatizado personalmente con gran parte de su visión, debería leerse desde el conocimiento de su contexto e historia personal, pues sino podríamos no entender las líneas conectadas entre miseria y deseo, o su propuesta casi litúrgica o monacal; aunque para mí, ha sido inspiración. El hecho de ser más un cuaderno de apuntes y notas — que deja inconclusas o muy poco profundizadas las reflexiones — que un ensayo desarrollado, genera la sensación de estar leyendo retales y no una obra en sí. Por eso, recomendaría que no se pretendiera tener este libro entre manos para ser leído de una sentada, sino contar con el tiempo suficiente para que las ideas puedan quedar flotando entre los espacios mientras se lee y, que así, funcione como semilla para las reflexiones propias.
simone weil hace de la contradicción un medio por el que se escapa la verdad, por ejemplo, diciendo que el deseo tiende al infinito pero que a su vez es un sentimiento frágil e instantáneo, que se agota en segundos. que está destinado a perecer. pero es en ese perecimiento donde se aloja lo eterno de su esencia: el final del deseo engendra más deseo por el propio deseo. se desean otras cosas, una tras otra. es un proceso que nunca se acaba. se encadena y entre nosotros, la energía y la atención que nos despierta y cada uno de los eslabones que lo conforman nos encontramos con el Mundo, nos relacionamos con él y nos libramos del individualismo atroz (que para weil viene a ser algo parecido al infierno). “mientras vivamos, habrá deseo en nosotros. y ese deseo mismo es la plenitud del bien si evitamos que se dirija a algún sitio”. el deseo por las cosas es equivalente al sufrimiento. por eso, “hay que desear incondicionalmente sólo al Bien”. el Bien como elemento aterrenal, que no existe entre nosotros porque no está en este mundo. el Bien (platónico), que es lo mismo que decir Nada. “hay que querer en el vacío. querer el vacío”.
weil es una mártir contemporánea que reinterpreta de maravilla el ascetismo simplista y cargado de ideas liturgicas de salvación que nos persigue. su enfoque de la emisión y dirección de la energía del deseo para con el objeto, a le vez fundamentado a través de esa misma tradición, es inteligente, pero menosprecia la materia del cuerpo como motor de emplazamiento del mundo y su relevancia en la concepción de la relación con lo que ella llama “límite” (o conveniencia con lo ínfimo). contempla la emancipación del mundo-objeto-materia para adquirir adherencia al deseo “infinito” (idea muy vinculada a la expiación y la penitencia de su cristianismo furtivo (y la castidad lol)). entiendo plenamente el espiritualismo que sostiene en cada sentencia pero no deja de ser una actualización de un dualismo angosto y desajustado a su tiempo. tiene cierta gracia que cite a Spinoza para argumentar algunas de sus proposiciones. deleuze would be proud (no) por otro lado, su prosa es muy interesante y sin duda está respaldada por interpretaciones, aunque a veces sesgadas (molière), siempre astutas. y ella es la mejor mística del siglo XX y punto (si esto tiene algún sentido)
"El deseo lo quiere todo, pero es algo en la medida en que venga de mí. Somos toneles sin fondo hasta que entendemos que tenemos un fondo. Cuando tenemos mucha sed, queremos beber toda el agua del universo. Sólo queremos beber. Sin embargo, la sed es limitada. Midas quería que todo fuera oro. Al querer beberlo todo, beber y nada más, acabamos bebiendo demasiado. Entonces ya no queremos beber nada más. Niños y pasteles o dulces. El niño no sabe que su deseo de bollos con crema es limitado. Nuestros deseos son carnales, son materia; por eso son limitados. La dirección es ilimitada (sea la que sea…), pero el movimiento tendrá un final."
Simone Weil me ha dejado un vacío existencial que constantemente busca su plenitud. Probablemente pensar en una filosofía tan llena de pasiones es el catalizador de algo tan bello como el origen del mal, la vida en sí, la corrupción humana. El hombre es a medida imagen de Dios sin dejar rastro del paraíso... Simplemente vive en la tierra, en su propio paraíso. Cree tener constancia de que todo está para satisfacerle, pero realmente nada está hecho con un fin fuera de la supervivencia, todo ilimitado en finitud. Si limitamos al hombre, ya no queda absolutamente nada sino todo. Sin embargo, el deseo humano busca incansablemente trascender de lo carnal a lo divino, pero olvida que aquellas cosas son imposibles...
La noción de deseo aquí propuesta es muy peligrosa: desear sin objeto para llevarlo a redimir el desear mismo a menos que sea el desear trascendental (Bien, Bello, Verdad), así se alcanza tan solo una conexión con Dios (que no es objeto y no requiere un desear hacia Él, sino una comprensión trascendental del bien; el Bien). Pero un Dios terrible. El Dios que incita a la muerte, a la negación de las pasiones, a la negación del cuerpo, a la negación de la vida y al ascetismo como respuesta a un resentimiento enfermo.
Excesivamente neoplatónica para mi gusto. Me parece un uso torpe (y reactivo) su empleo de las mitologías hindú y japonesa. Sus juegos con los autores, como Kierkegaard o Spinoza, me parecen absolutamente desacertados, aunque fueran los canónicos en su época.
« El deseo es imposible. El deseo lo quiere todo y también confundimos erróneamente la necesidad con el deseo. No se posee más que aquello a lo que se renuncia. Aquello a lo que no renunciamos se nos escapa (…) »
Al desear siempre ser algo distinto de lo que somos nos volvemos hacia el exterior. También somos seres curiosos por naturaleza, esta el universo oculto dentro del universo? cuantas cosas estan aqui abajo? me hablas de que si no lo estuvieran no las nombrarías y no percibiría su existencia. el deseo por todas partes, lo sensorial y el dolor te emocionan y no te dejan pensar tan bien como te gustaría. Ni reaccionar. pero hay que pasar por ello.
''Si uno desciende a su interior, encontrará que posee exactamente lo que desea.''
Jamás sentiría este libro como breve. Es de extensión corta, contenido, condensado en fragmentos que vienen de apuntes de pensamientos tomados por la autora, un estilo que me ha recordado mucho a otros aforismos.
He leído este libro en el momento que ahora mismo mi mente concibe o quiere concebir como más adecuado, este año y este mes. Creo que en otros momentos de mi vida no hubiese resonado tanto con el misticismo de la autora, con Dios, y no hubiese entendido muchos conceptos o hubiese entendido menos conceptos por desconocimiento de toda la filosofía oriental o el contenido de los Vedas. La verdad es que me sorprende lo mucho que ha enriquecido mi concepción (de todo) la lectura y conocmiento (por ahora no profundo) de los yoga sutras de Patañjali o de la Bhagavad-gītā y el difrute ampliado que me esta proporcionando es algo que quiero seguir disfrutando (incluso reflexiones sobre lecturas pasadas como HERmione).
El deseo. El apego. El desapego. La autora en frases breves condensa muchas más reflexiones que confluyen sobre estos temas. Y no sólo es en las frases donde desarrolla estas reflexiones, sino en el propio progreso del libro en su propio conjunto. Que sea una recopilación de fragmentos cronológica según su aparición en sus cuadernos enriquece la lectura porque realmente se aprecia una evolución de pensamiento en las páginas, las palabras no son suficientes para exponer las reflexiones, pero en la concatenación de ideas y su maduración empiezas a entender. Las palabras son inútiles por sí solas como medio de explicación, pero la repetición de conceptos y maduración te lleva a la reflexión. Y esto es precioso, es una sensación preciosa de lectura y atención.
Este mes quería dedicar especial atención a pensar en el apego y he dado con el comienzo. Este libro es el tercero editado en este formato de Simone Weil, voy a ir al revés: primero el tercero El deseo, después el segundo El amor y por último leeré la amistad. He anotado, subrayado y puesto marcas en este libro. Lo he leído al derecho y desordenado en este tiempo. En su conjunto y sólo con mis anotaciones, y el torbellino que desencadena es frustífero en todas ellas. El prólogo también es muy potente y necesario para contextualizar la obra y me parece que esta edición tiene un trabajo magnífico. Aquí dejo algunas ideas en fragmentos especiales:
''Desear es para Weil ese doble impulso en el que salimos de nosotros mimsos para volver a nosostros de nuevo, pero sin ser los mismos que fuimos. (Mónica Mesa Fernández)''
''El objeto carece de interés en sí mismo y no es otra cosa que un espejismo que proyectamos ante nosotros para crear un apego, construir lo deseable.''
''El deseo encierra una ilusión de omnipotencia; el miedo de radical impotencia.''
''Lo bello es lo que deseamos sin querer comérnoslo. Deseamos que exista.''
''Uno se apega a la posesión de una cosa porque cree que, si deja de poseerla, la cosa dejará de existir.''
''Les pedimos solamente el bien que está en ellas, y ellas nos dan además todo su ser.''
''Confundimos lo necesario con el bien.''
''Siempre queremos algo más que existir.''
''El desapego consiste en hacer todo lo que se hace, no esperando un bien, sino por necesidad, y tomar el bien sólo como objeto de atención.''
''El valor de lo bello es ser una finalidad sin fin.''
''Querer comprender donde no hay nada que comprender es como desear donde no hay nada que desear.''
''Vamos hacia algo porque creemos que es bueno, y nos quedamos encadenados a ello porque se vuelve necesario.''
potser li hauria de ficar un 3.5 perquè l'he gaudit més que "l'amor". Crec que és menys dispers i les idees que exposa tenen més espai per deixar-se entendre aquí, però com que són apunts i notes dels propis quaderns de Weil, tampoc es pot jutjar massa això. Llibret molt en la línia de Weil, en breus "la gravetat i la gràcia", esperem que amb l'amador vega.
(continuo sense saber massa bé què pensar sobre aquests llibrets que hermida li ha dedicat a simone weil... fins i tot per les seccions on els pots trobar a les llibreries ja fa la impressió que llegiràs una altra cosa; i no, és weil i encara que sigui difícil de sistematitzar tot el seu pensament, continua sent pensament religiós)
Disfruto enormemente leer a Simone Weil y agradezco que sus lecturas sean breves y que requieren la concentración para cachar algunas de las muchas ideas que rondaban en su cabeza.
Me quedo con una nota del prólogo que Mónica Mesa Fernández hace: “ Para Weil las palabras son puentes, palancas que nos hacen ir de un extremo a otro en la significación y que ponen de manifiesto que su «versas» precisamente está entredicho.”
Molt interessant. Com un cuadern d'apunts, molt curt en paraules però molt dens d'idees i m'agrada això. Ho explica tot des d'un punt de vista i unes idees molt particulars que poden distar més o menys de les meves i em part se m'escapen, però deixa llavors d'idees que vull assimilar, m'ha deixat amb ganes de llegir més filosofia. I m'ha donat ganes de llegir més en general!! Per fi he acabat un llibre q des de l'estiu no acabava cap yuhuuuuu!!!!!!!!!!
"Lo bello es un atractivo carnal que se mantiene a distancia y conlleva una renuncia. Queremos comernos todos los demás objetos de deseo. Lo bello es lo que deseamos sin querer comérnoslo. Deseamos que exista. (...) Solo podemos amar en el vacío. (...) No se posee más que aquello a lo que se renuncia. Aquello a lo que no renunciamos se nos escapa. (...) El valor de lo bello es ser una finalidad sin fin."
El fet d'agrupar tots els fragments dels dietaris —o el que fos— en què parlava del desig fa que, inevitablement, aquests pensaments quedin relativament inconnexos i sense la base filosòfica pròpia de l'autora.
Sentimientos encontrados porque tiene algunos pasajes de gran belleza y reflexiones concretas que me parecen interesantes, pero el libro nos apunta a la interrupción generalizada de los flujos del deseo por culpa de ser atrapado por lo trascendente
Escribí: “El deseo es un amor profundo a la vida”, sigo pensando que es así, supongo que tengo influencia de Deleuze, pero el deseo en los ojos de Weil hacen de mi pensamiento sobre él una completitud. El genio en la mente de Weil.
El format en aforismes natural d'un propi diari personal m'ha encantat. Em va ajudar molt quan el vaig llegir, aquest passat estiu. Gràcies al Pau per regalar-me'l i a la Simone per ser tan brillant i valenta<3