Tras su reconocido ensayo Resistencia bisexual, Elisa Coll debuta en el campo de lo narrativo con Nosotras vinimos tarde, una novela valiente y rompedora en la que, a través de distintos géneros, híbrida ficción y memoria histórica, creando un caleidoscopio literario cargado de belleza, inteligencia y humor. En Nosotras vinimos tarde, la autora recoge relatos pasados sobre convivencias alternativas y, desde ahí, se mira en el espejo de toda una generación que, marcada por las falsas expectativas y la precariedad, siente que llega a todo demasiado tarde. Un relato que, desde la ternura, el ingenio y la crudeza, desgrana temas como el fracaso, la amistad, los duelos o las violencias en espacios que suponemos seguros. Con esta obra, Coll nos reta a pensar en cómo construimos los espacios a los que llamamos casa y de que? formas los habitamos para, desde ahí, llevarnos a otros lugares desde los que reimaginar el futuro.
el otro día charlando con amigos estuvimos hablando del camino convencional de casa-matrimonio-trabajo-hijos y después de un silencio dije "quiero creer que es posible poder relacionarse de otra manera". gracias, elisa, por habernos dado un ejemplo de que otros futuros no solo son imaginables, sino que también son posibles
Me ha gustado mucho leerlo, sobre todo porque habla de las amigas y me recordaba mucho a cómo hablan mis amigas... La parte de entrevistas también me parece increíble, obviamente, aunque sí me hubiese gustado un poco más de cohesión con la propia "narrativa"; aún así, me gustan como espejo de las distintas vidas queer (tiempos, juventudes, deseos, sentimientos). Tengo ganas de dejárselo a todas mis amigas y que me cuenten sus opiniones <3 os quiero
ay elisa, qué bien nos llevaríamos, es que eso es lo chulo de este libro, es una amiguita más expresando muy bien todo lo que ronda nuestra cabeza. ¿las veces que he utilizado durante el mes cosas sacadas de este libro a modo de consejos para mis amigas y para mí misma, para entender el mundo? incontables. no es un libro perfecto pero no tiene que serlo, habla de todo lo que me importa (nos importa) con toda la ternura del mundo.
Es uno de esos libros que cuando lo terminas tienes ganas de darle un abrazo fuerte a la autora. Elisa me ha servido en primera persona dos mundos que conocía solo de refilón. Uno, el de unas mujeres de de la generación de mi madre que, en un contexto social y político muy complicado, llevaron unas vidas nada convencionales y tomaron decisiones con valentía. Me he enamorado de los pisos (o quizás debería decir de la "casa grande") de Teresa Meana y sus amigas, y también de su forma de vivir y de narrar las relaciones de amistad, vecinales y de barrio. El otro mundo es el de la generación de mis hijas, esa generación a la que hemos condenado a la precariedad por culpa de la maldita especulación con la vivienda.
Como mujer que he llevado una vida dentro de la norma y perteneciente a la generación que pudo salir adelante agradezco mucho a esta autora que haya plasmado de una forma tan clara y emotiva qué representa una casa, un hogar, un lugar dónde vivir, donde establecerse, donde crear lazos, o un lugar del que huir, y qué significado tiene o puede tener cuando hay que construirla desde los márgenes y la inestabilidad.
Terminé el libro, como digo, con ganas de abrazar a la autora, en parte para darle las gracias y en parte para decirle que lo arreglaremos, Elisa, hay muchas cosas mal pero estamos en camino, no os dejaremos solas, ojalá podamos repensar la amistad, la vecindad, el barrio, las ciudades, el mundo.
Necesito más estrellas, abrazar a Elisa y agradecerle que en estas páginas me haya recordado que a veces la casa a la que queremos huir es la que ya estamos construyendo, juntas y en red ❤️🩹🫂🥹
Se va a la lista de mis libros favoritísimos. Se ha sentido como un abrazo super largo de tus amigas cuando no puedes más y no te salen ni las palabras para explicarles que te pasa y solo te sale llorar pero, ahí están ellas para abrazarte y consolarte. Que gran regalo este libro, que importante las amigas.
He visto a mis amigas en cada una de las páginas, te deja el corazón calentito y la sensación de ser afortunada en la piel. También me ha dejado con ganas de ser amiga de Elisa Coll.
qué chulo que existan libros en los que verse tan reflejada!!! me atrevería a decir que me ha ayudado a cicatrizar heridas que tenía escondidas. tiene reflexiones sobre la amistad y otros futuros posibles que se han sentido como un abrazo ❤️🩹
(y qué bonito ser percibida a través de la literatura 💌)
Me gusta mucho verme recogida en las páginas de los libros, no pasa con todos, pero con este sí. Elisa Coll logra dibujar con sus palabras un retrato generacional en el que nos veo a mis amigas y a mí. Porque esto es una oda a la amistad, o así lo he leído yo. Una amistad que pone los cuidados en el centro, que acompaña los procesos individuales de cada una y que teje una red a pesar de la distancia.
Esto también es una investigación poética sobre lo que es una casa, sobre cómo las construimos y sobre cómo entramos y salimos de ellas. También sobre el contraste entre lo que nos enseñan que son las casas -y las familias- y las que nosotras elegimos habitar.
Es también un bello homenaje a quienes -como Teresa Meana y sus amigas- entendieron la amistad como pilar sobre el que construir todo lo demás hace ya mucho tiempo. Qué importante encontrar referentes.
Casas, soledad, amigas, fracaso, amor, expectativas, cuidados y el presente como el tiempo más importante porque de él nacerá el futuro.
La prosa de Elisa se lee fácil, está cargada de discurso y no pierde por ello ni una pizca de poética, y yo no puedo pedirle mucho más que eso a una novela.
Elisa dice: “para que haya reconocimiento tiene que haber siempre dos miradas”. Y yo digo: “quedaos donde os miren y os reconozcan”.
No quiero calificar esta lectura, simplemente creo que no he conectado con la historia ni los personajes porque no es mi historia, pero sí creo que es la de muchas otras y me alegro mucho de que haya mujeres que por fin pongan sobre papel sus propios miedos, inseguridades y sus propias realidades y reflexiones, que también son las de muchas otras.
siento que Elisa es mi amiga ansiosa, pero lo digo desde todo el cariño de mi corasao, porque en realidad yo también he tenido muchos de esos momentos de incertidumbre, de querer tener un futuro diferente pero no saber cómo conseguirlo. Es un libro muy especial, ya que el tono y estilo del libro cambia cada dos páginas. Es un poco como una canción de Rosalía, muchos elementos muy locos y, aparentemente combinados de manera extraña, pero que por algún motivo dan como resultado algo armonioso.
Qué preciosidad. Menuda forma de cicatrizar heridas que ni siquiera sabía que estaban ahí. Qué pasados, presentes y futuros tan bonitos se hacen posibles aquí.
Una puerta abierta (de alguna hipotética casa) para el desorden, el fracaso y la posibilidad de lo imposible. Escrito con mucha amistad, he subrayado hasta en los agradecimientos.
Para sentirse validada en momentos de incertidumbre. Las protagonistas te arropan en su desasosiego y en su voluntad de tejer juntas.
Es un libro desordenado porque habla de desarraigo, de no crononormatividad, de fracaso. La mezcla de autoficción con el testimonio directo establece un paralelismo emocionante entre las vivencias de les treintañeres disidentes y nuestres mayores. También nos invita a reflexionar sobre el concepto de casa, entendida como hogar, como posible red de cuidados.
Qué bien crecer con nuestres amigues; qué bien celebrar a nuestres referentes; qué bien confirmar que hay maneras de vivir acompañades que (sin ser nuevas) están al margen de la norma y del individualismo.
cada dia tengo mas claro que mi proyecto de vida es vivir siendo vecina de mis amigas!! merendar juntitas, irlas a pedir sal o ver su ropa colgada en el tendedero de al lado! jo
qué bonito y necesario es que alguien hable de vidas que se salen del patrón establecido. y Elisa lo hace con creces.
siento que es un libro para disfrutar poco a poco, cachito a cachito. coges cariño a todos los personajes, desde los que aparecen desde el principio y se quedan hasta el final, hasta aquellos que salen poquito pero que también te enseñan mucho.
ha sido un auténtico regalo leer esta novela. viva la ternura y lo que realmente importa ❤️🩹.