«NADA ES COMPARABLE AL ASOMBRO DE VIVIR». «Convertir la cultura occidental en un manual de vida y pensamiento, práctico y ameno, no es tarea fácil. Rafael Narbona lo ha conseguido con Maestros de la felicidad» . Arturo Pérez-Reverte A lo largo de mi vida, mis terapeutas han sido Platón, Sócrates, Marco Aurelio, san Agustín y Viktor Frankl, entre otros. También pueden ser los tuyos. La razón me reveló que la tristeza es un desperdicio y que la inteligencia siempre tiende a la alegría. El pesimismo no es más que una perspectiva parcial y frente a él, el amor cura e invita al optimismo. Esto es lo que quiero compartir que el ser humano puede elegir, que no es una marioneta en manos de la fatalidad, que es posible encontrar esperanza, que el dolor psíquico puede superarse y que el optimismo no es signo de ingenuidad, sino un ejercicio de lucidez. Y la filosofía, lejos de ser una disciplina acabada, es la herramienta que nos ayuda a vivir mejor. Reseñ « Maestros de la felicidad es un jardín de esperanza, un gran compañero de viaje.» Alejandro Sanz «Narbona ha novelado la filosofía, quizá por primera vez. Y ha elegido como personajes de su narración a aquellos pensadores que se han distinguido por poseer un arte de vivir. El conjunto proporciona al lectorinigualables lecciones de vida, razones para vivir con dignidad, emoción y belleza, aderezada de una alegría inteligente». Javier Gomá « Maestros de la felicidad es historia de la filosofía, pero sobre todo una deliciosa guía para vivir mejor. Una gran historia de superación y una lección de optimismo.» Carlos Bardem «Apasionarse con la filosofía con un libro como este es la mejor experiencia que puedo recomendar. De corazón.» Amparo Rubiales
Un bellísimo libro que hace un recorrido cargado de sentido y optimismo a lo largo de la historia del pensamiento occidental. R. Narbona consigue transmitir, a través de su propia experiencia y de los autores que nombra y expone con suma maestría (me ha impresionado la brevedad, cargada al mismo tiempo de suma profundidad, de su exposición de Heidegger), el mensaje de que la vida, a pesar de sus vicisitudes, es un viaje que merece la pena transitar. Y, al hacerlo, debemos aprender a saborear cada instante. Como el propio autor refiere en sus páginas, "Nada es comparable al asombro de vivir". Gracias, Sr. Narbona.
Dentro de la cercanía que impera a lo largo de todo el texto se esconden las claves del pensamiento occidental. Una lectura fundamental para entender nuestra tradición filosófica y hallar las claves para el optimismo.
Sin duda alguna ha sido la mejor lectura que he realizado este año. Al margen del contenido, que es un registro completamente diferente, me recuerda por la calidad de su escritura, la inmensa labor de documentación, y la capacidad del autor para acercar su pasión al lector, al magnífico "El infinito en un junco". Son libros que abruman por la cantidad de trabajo, dedicación, y buen hacer que hay en ellos.
Nos encontramos frente a unas quinientas páginas con letra pequeña, así que no es un libro breve ni para terminar en una tarde. La cantidad de autores que presenta es inmensa, aunque la capacidad de síntesis del autor hace un trabajo excelente para condensar semejante listado de autores en un espacio relativamente breve. Además de un trabajo magistral de síntesis, también hace un trabajo magistral de adaptación, pues conceptos filosóficos complejos y autores especialmente densos los presenta con la mayor sencillez posible, sin caer en la simpleza o superficialidad. Como compendio, resumen y toma de contacto con la historia de la filosofía es un trabajo impecable.
Si bien es un libro que se centra en la felicidad desde una perspectiva filosófica, el tema del dolor y de la depresión toma un papel muy relevante en él. No es un libro ingenuo, ni simplista, ni lleno de consejos vacíos, sino que nace de la propia experiencia del autor enfrentándose a los mayores demonios de la salud mental. La parte autobiográfica le da contexto, sentido, empasta todos los discursos filosóficos ligándolos a momentos de su vida que fueron realmente duros, pero que mutaron en aprendizaje y superación gracias al legado filosófico y todos los aprendizajes que el autor extrajo de sus años de estudio y reflexión. La filosofía no da recetas para la felicidad, pero sí aporta las herramientas necesarias para construirla e integrarla en nuestras propias vidas. La presentación simple y efectiva de esas herramientas en el libro es el gran regalo que nos hace el autor y por el cual le estoy profundamente agradecido. Una lectura que te hace crecer como persona y con capacidad de curar el alma.
“La filosofía me había sostenido durante el ascenso. Heráclito me había enseñado que la vida representa un aprendizaje interminable. Sócrates me había revelado que la verdadera sabiduría siempre pasa por conocerse mejor a uno mismo y que el mal y el error son fruto de la ignorancia. Platón me había mostrado que el alma es el aspecto esencial del ser humano, lo cual significa que no somos mera biología condicionada por impulsos instinti-vos. Con Aristóteles había asimilado la importancia de la prudencia, y con los epicúreos, el efecto terapéutico del placer moderado. Los estoicos me inculcaron serenidad frente a la adversidad. La tradición judeocristiana me recordó la trascendencia de la compasión, sin la cual nuestra especie pierde su rasgo diferencial. Los filósofos renacentistas me recordaron que el ser humano solo está limitado por su voluntad y su inteligencia. Spinoza me ayudó a no pensar en la muerte y Kant me hizo comprender que la felicidad no es un dere-cho, sino algo que debemos merecer. Con Nietzsche acepté que debemos amar la vida con sus imperfecciones y evitar renegar de ella cada vez que algo nos hiere.”
Si pudiera elegir entre el dolor y la nada, elegiría el dolor. El dolor constituye, edifica y permite evolucionar. La nada solo constituye una falta de propósito y que al final deviene en situaciones fatalistas. Sin duda un libro que me ha estado acompañando en mi proceso psicológico y ha cambiado mi perspectiva acerca de mi vida.
This is a really interesting reading if you're interested in philosophy. The approach is done chronologically, focusing on the most relevant personalities in each time. The author also gets involved by sharing his personal experience with his family and friends, and with his own struggles.
Probablemente sea el libro que más me ha apelado en esta etapa de mi vida. Siempre me ha movido un optimismo implacable, a veces desesperado e idealista, pero con unas ganas de querer ver lo mejor del mundo, de los demás y de mi mismo constantemente. El autor consigue expresar, a través de un manual de historia de la filosofía, ideas sin formas definidas que llevaban latentes en mí desde siempre. Ello ha ido acompañado de reflexiones y debates internos, que desde luego han convertido la lectura en una experiencia que atesoraré y con mucho gusto incluso repetiré.
En Maestros de la felicidad Rafael Narbona nos ofrece un ensayo en el que combina referentes de la filosofía, la historia y la literatura, y los utiliza como guía para reflexionar sobre la felicidad.
Su erudición es evidente desde el principio, y aunque profundiza con especial interés en la filosofía, su especialidad, el estilo de narración es muy accesible y te hace sentir confortable durante la lectura.
Sensaciones como ternura y cierta tristeza se perciben en su narrativa. No solo expone ideas, sino que las impregna de su propia experiencia y sensibilidad haciendo que reflexionemos.
En forma de cronología inicia el camino de búsqueda en la Antigüedad, explorando pensamientos de filósofos, emperadores romanos, escritores, artistas, …, hasta llegar a nuestros días.
Todos estos Maestros de la felicidad tienen algo en común: cada uno busca un camino para darle sentido a la vida. Una breve introducción de cada uno de ellos hace de hilo conductor y lleva al lector a esos conflictos personales de los personajes, cómo los afrontaron y fueron capaces de hallar algo cercano a la plenitud.
Los interludios están dedicados a su vida personal y profesional en los que comparte sensaciones, sentimientos, anécdotas y aprendizajes. Son un paréntesis donde el autor revela su encuentro con la vida y las adversidades que esta puede traer. Entenderla puede ser fácil, pero aceptar lo que nos trae es un desafío. Las diferentes perspectivas que nos depara este ensayo no son soluciones absolutas. La felicidad tampoco lo es, pero siempre la andamos buscando cuando no nos sentimos bien.
De la parte emocional, el interludio que dedica a su madre es un testimonio cargado de amor, nostalgia, y dolor. Al mismo tiempo reflexiona sobre el impacto que su madre causó en su vida, cómo su recuerdo le sigue acompañando, la gran admiración que sentía por ella y el vacío que le queda cuando muere.
Y la historia de Nana, su perra. Esta me ha llegado al alma. En este relato se percibe un cariño inmenso por los animales, hasta el punto de que parece estar hablando de una persona. Esta ternura con que la describe puede estar relacionada con una necesidad de afecto y estabilidad en momentos difíciles. Los animales también son maestros de la felicidad.
De la parte filosófica, la comparación que hace entre San Agustín y Carmen Laforet es un ejemplo de cómo a pesar de la distancia temporal y cultural, ambos reflejan inquietudes similares: sintieron un vacío en sus vidas y buscaron algo más allá de lo material para darle sentido.
Este ensayo es un viaje hacia el interior, en el que el autor nos invita a tomar nota de estas figuras que el paso de los siglos no ha impedido que sigan siendo referentes a seguir.
Maestros de la felicidad es una obra que también resalta la importancia del conocimiento y su capacidad para transformar nuestra vida. Según Narbona, no solo es una herramienta intelectual, es también una forma de encontrar sentido y fortaleza en los momentos más difíciles.
Hurgando en sus recuerdos, los propios y de los que marcaron su vida, examinando en su interior, manifiesta que la verdadera sabiduría no solo se encuentra en los libros, también en la capacidad de amar, de aprender de la experiencia y de encontrar belleza en lo cotidiano.
Maestros de la felicidad no es solo un ensayo, es también un testimonio de vida que nos invita a seguir buscando, a no rendirnos y a construir nuestra propia felicidad.
Un paseo más que interesante por la historia de la filosofía, siempre con la felicidad, ojo, que no el positivismo, como telón de fondo y denominador común de las teorías filosóficas y sus artífices. Salpicado con interludios y aderezado con referencias al cine, la literatura y la música brillantes, resulta una amigable forma de retornar a aquellos autores que, para los que tuvimos la suerte de conocerlos en COU, nos descubrieron la importancia de pensar. Lástima que hoy en día el pensamiento sea poco menos que un tabú.
Una joya de libro sobre la historia de la filosofía. Para mi el mejor ensayo novelado que he leído en mucho tiempo. Rafael Narbona con una Bella y amena prosa nos introduce en la historia de la filosofía. El libro te reconcilia con la vida y con el optimismo. Espléndido de principio a fin.
Una delicia. Combina la divulgación filosófica con la narración de la vida del autor, que te deja con lágrimas en los ojos en varias ocasiones. Y la prosa, una caricia al alma.