Taller de otoño es oficio e imaginación y es bondad y es quedarse hasta el final cuando alguien empieza un cuento y nos quedamos embelesados escuchando no sólo para saber cómo termina, sino para disfrutar del modo de contar. En Taller de otoño Blas Matamoro explora los más diversos modos de la narración, las maneras de encantar, y muestra su maestría en el arte literario. Están las historias, están los argumentos, están los personajes y entonces Matamoro, el narrador, con todo eso escribe un luminoso libro de cuentos dedicado a la vejez, acaso uno de los más vívidos y frescos que se puedan leer hoy en la Argentina.
Me pareció un muy buen libro, que en cada cuento toca una diversidad de temas, pero entre ellos todos tienen un eje central. De todas formas, las personas que vayan a leer este libro, van a tener que saber adaptarse rápidamente a el próximo cuento y a su estilo narrativo. Aunque pensé que los estilos narrativos iban a variar más, yo creo que el cambio de estilo sin previo aviso puede ser desconcertante para algunos lectores y pueden pensar que es un libro difícil de seguir. Personalmente me pareció muy interesante, entretenido y siempre es lindo leer algo rioplatense.