This got one of the most depressing chapters I've read. The way Inoue drew the faces of the starving villagers and the atmospheric dread surrounding them were absolutely haunting.
Although some people will get disappointed due to the decrease of sword fights since the beginning of this manga, the philosophical approach and the idea of real strength changes and I think it gets the tastes of the readers of Seinen genre, that in this volume reaches its prime, mainly in the last half when a man overcomes his ego and proud for his own good and for the people he cares.
Esse volume vai dos cap 310 ao 315 e continua o arco do Musashi fazendeiro chamei assim por falta de nome melhor kkkkk mas esse arco atual está bom demais com o próprio protagonista vendo que a vida é muito mais que o caminho da espada e se tornar o mais forte sob o sol e cara a relação do Musashi com Iori o menino que ele conheceu nessa aldeia que ele está é incrível o Musashi está mostrando um lado dele que por muito tempo ele reprimiu e agora finalmente está se sentindo leve pra explorar esse novo eu e cara eu não poderia estar mais feliz por ele pq por mais que eu goste do lado dele badass com a espada e matando geral por outro lado esse novo lado dele que o autor está trabalhando mostra o quanto humano ele é por ter sonhos e desejos como qualquer pessoa mas que está sempre aberto a mudanças e isso é muito bom faz você refletir sobre onde a história começou e onde ela está agora e todo o caminho que o protagonista percorreu cara simplesmente muito mais que apenas uma obra de Samurai.
Holy shit this fucking manga, THIS FUCKING MANGA DUDE. I wanted to make a longer review but it's useless, it obviously doesn't need any explanation at this point. If you've made it this far and continue to like it, it's already clear to you what makes this manga so special. I pity those who can't enjoy it because it's lacking in action.
''Nos queda tiempo... somos libres de decidir cómo usarlo.'' ''¿Y como piensas usarlo?'' ''Haciéndome fuerte...''
Musashi continúa su batalla más silenciosa: la que libra contra la propia tierra. Se acercan tiempos difíciles, el invierno se acerca y la supervivencia de la aldea depende de una última siembra. Deben plantar los arrozales y resistir hasta la llegada de la primavera. A pesar de no tener experiencia en el cultivo, Musashi se entrega día a día a la tarea con una determinación inquebrantable. Su esfuerzo no es técnico ni refinado, pero hay algo en su constancia, en esa manera de levantarse que comienza a despertar algo en los demás. Los aldeanos, acostumbrados al peso de la resignación, observan como aquel hombre, que antaño vivió rodeado de muerte y duelos, se niega a ceder ante el hambre y la dureza de la tierra.
Esa simple acción de seguir, insistir y permanecer infunde en ellos algo que creían perdido: la esperanza. Aquel hombre que en el pasado sembró desesperanza y destrucción allá por donde iba, ahora sostiene la fe de los demás. Musashi, el guerrero que alguna vez masacró al clan Yoshioka, ahora sostiene con sus propias manos, las mimas que antes empuñaban la espada, la vida de toda una aldea.
Junto a los habitantes, se dispone a plantar el arrozal en las tierras de la casa de Iori. Es su última oportunidad antes del invierno. Los días se suceden en un esfuerzo titánico, entre barro, hambre y agotamiento, hasta que llega el día de la verdad: casi toda la tierra es infértil para el arroz. Solo una pequeña parcela parece tener esperanza de vida.
Entonces Shuusaku da un paso adelante. Aquel hombre que había observado con desconfianza a Musashi, decide compartir su propia tierra para ampliar el arrozal. En ese gesto hay más que simple cooperación: hay reconocimiento y supervivencia. Shuusaku, que siempre había trabajado en la soledad y prudencia, comprende que ese hombre manchado de sangre no busca dominar, sino cuidar. Ambos junto a la aldea comienzan a trabajar lado a lado, unidos por algo que trascienda las diferencias: la voluntad de seguir cultivando, de no rendirse, de proteger lo que queda vivo.
Los aldeanos, cada vez más agotados por el hambre y la amenaza del invierno, acuden a Musashi cada día, pidiendo ayuda. Lo hacen sin miedo, sin reservas, como si confiar en él fuera lo más normal del mundo. Musashi cada día se sorprende: ¿Cómo pueden pedirle ayuda a un forastero como él, alguien que apenas conocen?
Entonces, el recuerdo de Kohei aparece otra vez. Aquel joven que una vez le pidió que salvara su vida y la de la niña. En aquel tiempo, Musashi respondió con la espada, guiado por la búsqueda en círculos de ese título. Los salvó, sí, pero no entendió el verdadero significado de ese acto. No comprendió que proteger, además de ser un gesto de compasión, es una muestra de fuerza. En ese instante, Musashi le otorgó a Kohei la oportunidad de seguir adelante. ¿Por qué no lo mismo con esa gente?
El arrozal ya está preparado. La tierra, que antes parecía estéril, guarda por fin la promesa de la primavera. Pero ahora llega lo peor: el duro invierno. La comida escasea, el frío hace de su presencia cada día y la muerte es habitual en la aldea. Los aldeanos se debilitan día a día; no hay esperanza, los cuerpos se encogen bajo mantas delgadas y el hambre se vuelve el verdadero enemigo.
Musashi observa este paisaje desolador, lleno de dolor y resignación. Todo su pasado guerrero, todas aquellas ''victorias'' que alguna vez su yo pasado creyó significativas, se reducen a nada ante el hambre y miseria que consume a la gente que ahora lo rodea. Y entonces lo entiende todo: esta es la verdadera batalla. Desde el momento que se levantan cada día, estas personas libran combates mucho más profundos que cualquier duelo con espada.
Por primera vez en su vida, Musashi decide ser fuerte de verdad. No por orgullo, ni por su nombre, ni por la gloria del combate, ni la de un título heredado. Sino por ellos, por esas personas que, a pesar de todo, han confiado en él sin pedir nada a cambio. Con determinación, se levanta y toma una decisión que nunca habría tomado: pedir ayuda.
Miyamoto Musashi ha comprendido donde reside la verdadera fuerza.
6 étoiles ça ne serait même pas assez pour ce tome.
"La vue de quelqu'un qui tente de devenir fort, forcément ça rend malheureux ceux qui se tournent les pouces. Quand tous sont semblables, on passe inaperçu, mais qu'un seul soit différent et on se sent émerger sa propre médiocrité. Aussi tente-t-on de le chasser. Et voyant qu'on ne le peut pas on ricane, on évite son regard et on met une frontière entre lui et soi. Et ainsi, de nouveau on évite de se regarder en face." GREAT 🙌
"- De l'espoir ? Moi ? Te fais pas d'illusion. Tu sais ce que je suis ? - Le sans rival, miyamo... - Non. Un fils de démon. Un démon lui même" 🫂
Non so perché il vol. 37 è ancora inedito in Italia... nel frattempo sono arrivato alla “fine”, e anche questo volume è magnifico. Spero vivamente che Inoue riprenda presto 😥
No battles , only farming , and yet ... And yet , this was the most emotional issue to date. The misery , the dying children , the hunger , it all came through the pages and i felt every bit of it . It was bone chilling and it was realistic
Wow, estoy completamente metido en la historia de esta aldea intentando sobrevivir a una hambruna después de que unas langostas les comieran los cultivos. Esta parte es increíble y brutal, Musashi crece mucho como personaje, es un viaje increíble. Me da mucha mucha pena que me quede solo un volumen de este manga.
Sin duda uno de los volúmenes más fuertes de leer de toda la serie; el problema que engloba este arco es aterrador y desgarrador. Sentí una total impotencia por ver a las personas sucumbir ante algo tan terrible como la hambruna, y a ello como la voluntad humana con el ultimo atisbo se aferra a la esperanza; una voluntad que hace más fuerte a Musashi, más que cualquier duelo con espadas. Increíble historia.
This entire review has been hidden because of spoilers.
Again a slow volume with no action. It is great as a character building but we are at the end of the series. He overcome his ego and he asked for help. Next is the final volume of the series so a bit :(
Фінал агрономічної епопеї Мусаші. Боротьба з голодом. Цікаво, що цей же епізод був у романі Йошікави, але Іноуе зобразив його в мільйон разів потужніше. Фінал передбачуваний, але тут читаєш не для фіналу.