Pablo ama el arte, la literatura y la música, y anhela conocer a sus creadores favoritos. En el mundo real, el Síndrome de Down a veces le "congela el cerebro", pero en sus sueños es capaz de viajar en el tiempo y el espacio, en esta ocasión al momento justo en que Vincent va Gogh está pintando su más famosa La noche estrellada. En un emotivo encuentro, lleno de sensibilidad y de magia, Pablo y Vincent intercambian opiniones diversas sobre el arte y la imaginación, y ambos aprenden a valorar aquello que los hace únicos y diferentes.
Un libro conmovedor que me llegó a lo más profundo de mi corazón. Ingenioso como enlaza la historia del pintor con la del niño, personas incomprendidas por el resto. Es dulce y sensible.