Los poemas presentes en este libro son un viaje hacia esa primera infancia, hacia la inocencia de la juventud, esos recuerdos que conservamos en la memoria con un color más brillante, con más rayos de sol que los días presentes. El afecto, el cariño son traspasados al texto en un ejercicio que ilumina la nostalgia y que nos hace volver a ese rincón del cual nos sentimos partes, la familia, los amigos, los amores.
Con reflexiones en torno al propio ejercicio poético, en contra del poema complejo y llamado idiota a Bukowski como tantos han/hemos querido. Karmele Ruiz de Gopegui establece la poesía como un ejercicio cotidiano, compañera de sus días, encuentro de lo cotidiano.
Este texto me deja una pena y una pequeña sonrisa, la esperanza de volver a los días claros.