Una novela disparatada e inquietante sobre la familia, México y el empeño de escabullirse de la realidad.
El protagonista de esta novela regresa a su pueblo en México después de largos años viviendo en el extranjero, donde ha formado una familia y lleva una vida apacible. Vuelve a la casa de sus padres para ayudar a sus hermanos a cuidar de ellos, ya mayores y con achaques. Se supone que será un paréntesis breve y luego retomará la rutina. Sin embargo, una noche queda con un amigo de la infancia y la realidad se transforma en una sucesión de sobresaltos, en la cuenta que el hijo pródigo tendrá que pagar por haberse marchado y no entender cómo ha cambiado México durante su ausencia.
Entretanto, ronda la foto de una bala y todo el mundo parece empeñado en ofrecerle pastillas de dudosa ¿serán melatonina, tranquilizantes, anfetaminas, veneno…?
Esta es una novela sobre el proceso de maduración de un hijo al que su madre acusa de salir huyendo para no enfrentar la realidad… hasta que no hay escapatoria. Nos habla de los cuidados de la familia, del dinero, la amistad, la humillación y la descomposición social de un pueblo que solía ser un lugar muy pacífico.
Con este libro, Juan Pablo Villalobos culmina el ciclo de tres novelas de autoficción –iniciado con No voy a pedirle a nadie que me crea y continuado con Peluquería y letras– en el que explora la escritura como un ejercicio de imaginación paranoica.
Juan Pablo Villalobos nació en Guadalajara, México, en 1973. Estudió Marketing y Literatura Hispánica. Ha realizado cientos de estudios de mercado y ha publicado crónicas de viaje, crítica literaria y crítica de cine. Se ha ocupado de investigar temas tan dispares como la ergonomía de los retretes, la influencia de las vanguardias en la obra de César Aira, la flexibilidad de los poliductos para instalaciones eléctricas, los efectos secundarios de los fármacos contra la disfunción erectil o la excentricidad en la literatura latinoamericana en la primera mitad del siglo XX. Ha sido becario del programa Alban, becas de alto nivel de la Unión Europea para América Latina, y del Instituto de Investigaciones Lingüístico-Literarias de la Universidad Veracruzana. Estudia un doctorado en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad Autónoma de Barcelona. Actualmente vive en Barcelona, donde combina la escritura con su trabajo en una empresa de comercio electrónico.
Mi calificación para esta novela es completamente subjetiva. Soy una lectora que conoce y entiende personalmente la realidad de Lagos. Así como mi posición de “lugareña” que lo ve desde lejos, desde el extranjero. La forma en que el autor describe y relata esta historia en Lagos es demasiado perfecta, desde todos los ángulos, empezando por el título.
Una novela sobre vivir atrapado en los roles del pasado, por más que huyas hacia adelante. Sobre volver. Sobre el dinero. Sobre aquello que ya no es, aunque siga siendo. Sobre ser extranjero y volver La capacidad de Villalobos para hilar tramas que escapan de lo previsible es asombrosa.
Vaya trip de novela. Vaya trip. Villalobos en modo Kafka, más kafkiano que en "Peluquería y letras". Ahora no puedo esperar más para leer la primera de la trilogía.
Es maravilloso y divertidísimo leer a Juan Pablo. Me gusta esta idea que subyace a la trilogía del que se va, del que vive como extranjero y del que se va y se vuelve extranjero pero vuelve. Esta novela va de lo último. En una historia breve con varios giros interesantes, nos da la lección de qué puede pasar si vivimos del pasado y cómo parece que ciertos territorios parecen no transformarse conforme al paso del tiempo, permanecen y nos reclaman nuestra ausencia en ellos. Me gusta mucho como dibuja la idea de “pueblo”, de ese lugar que nos vio nacer pero que no necesariamente fue o sigue siéndolo. Lo disfruté mucho.
Siempre es un verdadero placer leer a Villalobos. Sabe cómo montar una novela y, sobre todo, cómo escribirla. Sin embargo, creo que este es uno de sus trabajos menos pulidos. Los capítulos creo que dan muchas vueltas para pocos sucesos y, un final tan bueno como el que tiene esta historia, se despacha en unos pocos párrafos. Aun así, me declaro soldado de sus libros y seguiré leyendo hasta la lista de la compra si la publica.
Inquietante, estresante y muy verosímil. Las novelas de autoficción de Villalobos me provocan la sensación de que la tragedia está a la vuelta de la esquina y me generan vértigo. Me siento plenamente identificado con la sensación de que, a veces, la vida te arrastra y todo lo que se pueda complicar, se complicará y saldrá peor que un tus pesadillas. La indefensión ante la policía, ante el crimen organizado o ante el fraude bancario electrónico quedan brutalmente reflejadas en este libro. Me reservo la quinta estrella porque el final me pareció abrupto. No esperaba un final feliz, pero tampoco que quedara tan abierto. Buen libro para leer junto con "No voy a pedirle a nadie que me crea" y "Peluquería y Letras" para completar el mosaico.
pensando en qué es ser hijo, qué es ser hijo /así/, qué es ser hijo aceptando que tú vas a resolver tus cosas y tomar responsabilidad, qué es ser hijo sabiendo que tu mamá y tu papá quieren ayudarte; querer ayudarles, que te quieran tanto, que les quieras tanto.
me cayó mal el narrador y ni tanto por idiota, más por cobarde y spineless, pero también por idiota. buenas meditaciones estas de qué implica ser y "dejar" de ser hijo (más bien dejar de portarte igual). todavía no sé qué pienso sobre eso. me acordé de laia jufresa diciendo que luego se le olvida la cartera cuando su mamá está de visita y salen a la calle.
“Jugué con mis sobrinas sobre todo con la mediana, mi favorita, la que me había puesto el apodo de tío fantasma, el tío que aparecía y desaparecía, aparecía y desaparecía…”
Una historia muy mexa, el prota si bien vive en el extranjero la vida lo trae a su país y le recuerda que si, que el tiempo pasa y las cosas cambian, regularmente para mal, donde nada es coincidencia sino todo lo contrario, y que cada paso que damos nos dará a contar una historia diferente, solo en México 🇲🇽.
Una historia que me mantuvo en suspenso, que al acabarla me dejó ansioso por la cercanía con la que la sentí, por ser muy mexicana, muy contemporánea y que representa muy bien la realidad de las pequeñas ciudades que el día de hoy sufren de inseguridad o ya no volverán a ser lo que eran.
Definitivamente Juan Pablo Villalobos es uno de mis escritores favoritos ✨💛
"si alguna lección había sacado de lo que me había sucedido, era que había algo que no podía esperar más, algo para lo que tenía que darme prisa porque no estaba preparado, tenía que aprenderlo ya, era algo inaplazable. Tenía que aprender a dejar de ser hijo. Tenía que aprender a dejar de ser hijo antes de que fueran mis papás quienes nos dejaran."
Humor e ironía es algo que no falta en esta historia. He leído un par de libros más de Villaobos, pero este es mi favorito. Te la pasas con una sonrisa dibujada mientras lees y te saca risas cuando menos lo esperas
Terminada la trilogía de Villalobos, que me ha encantado por otra parte. Una novela muy entretenida, muy divertida e ingeniosa, muy de verano, muy bien.
A este libro le sobra la mitad, porque además de que se van encadenando tragedias un poco absurdas, sin que el protagonista actúe en ningún momento como un hombre coherente, las situaciones se repiten y se alargan, los personajes se mencionan una y otra vez recordándonos la anécdota que los trajo a la novela. Se nota el contrato con la editorial, donde le piden a los autores cierto número de páginas. No se resuelve ninguna de las situaciones y el final es bastante malo. Lo mejor del libro es la frase de la primera página.
Otra joyita de Villalobos, con un cerrojazo que noqueó a este cuarentón: "...había algo que no podía esperar más, algo para lo que tenía que darme prisa porque no estaba preparado, tenía que aprenderlo ya, era algo inaplazable, tenía que aprender a dejar de ser hijo, TENÍA QUE APRENDER A DEJAR DE SER HIJO antes de que fueran mis papás quienes nos dejaran ".
Me desagradó con cierta intensidad diría Tolkien. Después de atinarle con Peluquería y letras llega a la trilladisima relación de extranjería con México como una pesadilla que te persigue. En principio no está mal, pero la paranoia forzada, la trama reiterativa, suman a hacer esta novela una fsntasia típica de white ppl sobre regresar a Mexico para confirmar los principuos de decadencia, ok hasta ahí, la mirada sobre el aburrimiento tedio las vidas miserables sobre la urbanización precaria, de acuerdo, todo eso se me hace durísimo , gran tema, pero la postura no deberia ser la del onvre triunfante patronizador, algo mas de mirads de campo faltaría, tacgo, incision para romper con los relatos del cinismo. Aquí para hallar eso crea una trama que me desagradó bastante sobre la perdida de fondos, no sentí orgánica ni tampoco la providencial relación con el buen mexicano su amigo empresario. Presenti una empatía forzada, el odio no necesariamente bien canalizado a Everardo el receptáculo del hate por su padre, ni fue gratificante la relación con la familia , las críticas sobre locucionws e idiosincrasia mejica que podrían ser el fuerte del autor aqui aparecen cansados. Los giros verbales demasiado próximos coloquiales no tenían ese brillo lirico , que se yo, se necesita tango para admitir que te hizo sentir mal una novela? El final une las piezas de una forma interesante, da un poco más de apertura poética "tenía que aprender a dejar de ser hijo", pero de nuevo, no es satisfactorio cuando da la impresión que fue un malentendido producto de la imaginación forzada del autor para querer explorar a la desesperada lo que se sentiría no tener dinero sin dejar la sillita de gran ceñor expat con jetlag. Ideología ideología, me pone triste la gen x siento que poquísimo deja para el kkkanon o que? Nos vamos con Ortuño? Con Monge? No me hagan reír?
“El pasado anda atrás de nosotros” de Juan Pablo Villalobos, publicado por Anagrama Editorial en el 2024, cierra la triada autobiográfica que su autor comenzó con “No voy a pedirle a nadie que me crea” y “Peluquería y Letras”, narrando en primera voz una visita que el autor hace a su tierra natal, Lagos de Moreno en Jalisco. Creando una novela disparatada e inquietante sobre la familia, México y el empeño de escabullirse de la realidad. El protagonista de esta novela regresa a su pueblo en México después de largos años viviendo en el extranjero, donde ha formado una familia y lleva una vida apacible. Sin embargo, una noche queda con un amigo de la infancia y la realidad se transforma en una sucesión de sobresaltos, en la cuenta que el hijo pródigo tendrá que pagar por haberse marchado y no entender cómo ha cambiado México durante su ausencia. Entretanto, ronda la foto de una bala y todo el mundo parece empeñado en ofrecerle pastillas de dudosa procedencia: ¿serán melatonina, tranquilizantes, anfetaminas, veneno…? Una genial novela elocuente sobre el proceso de maduración de un hijo que nos habla de los cuidados de la familia, del dinero, la amistad, la humillación y la descomposición social de un pueblo que solía ser un lugar muy pacífico. Genial e hilarante, merece la pena ser leída. #JuanpabloVillalobos #AnagramaEditorial #Elpasadoandaatrásdenosotros #novelacontemporanea #literaturamexicana #victorthereader
Desde el inicio me pregunté: ¿En verdad le habrá pasado todo esto a Villalobos?
Y es que la naturalidad y astucia con la que escribe el autor se hace presente desde el primer momento. La historia nos cuenta la llegada de Juan Pablo a su ahora ciudad natal con el fin de cuidar de sus padres, en especial, de su madre.
Su llegada al terruño se ve lastimada por el accidente de un amigo de la infancia, mismo en el que el protagonista se ve envuelto. A partir de lo anterior, la estadía de Juan Pablo en Lagos de Moreno se hace cada vez más complicada, y lo hace cuestionarse a acerca de su familia, su infancia, su situación económica, la situación de su país, etc…
De principio a fin, la novela te mantiene atrapado gracias a sus personajes y a la forma tan específica en que el autor describe las calles, las situaciones y demás. En verdad sientes que caminas las calles del Pueblo Mágico junto con el protagonista, puedes sentir que conoces a los personajes desde hace años, pues la familia de Juan Pablo, no es muy diferente a la mayoría de familias mexicanas.
El único “pero” que le pondría al libro es su final, pues me parece que pudo tener un poco más de desarrollo, sin embargo, se le perdona gracias a las tres últimas líneas de la historia.
Me ha parecido un libro un poco flojo, muy millenial. Entiendo que a algunas personas les pueda parecer entretenido o interesante por los temas que trata, pero a mí no me ha gustado nada. La historia poco novedosa, pero ese no es el problema, la cosa es que tampoco ha innovado en la manera de contarla. Tiene el mismo estilo que todos los escritores de mediana edad actuales. Las mismas vibes que Facebook, o que una película que ponen en la tele y que ves aunque sea un poco mala. Me ponen triste este tipo de novelas recientes, son un poco monótonas, es como si se nos hubiera olvidado que se pueden hacer cosas muy bonitas con las palabras. Recuerda un poco a esos pocos libros que hacen leer en el instituto pero que no están relacionados con ningún tema estudiado. Positivo, que el tema de la repetición como recurso para hacer hincapié en el problema de las drogas y las mafias está bastante bien llevado (al menos mejor que en la mayoría de novelas de este estilo). Aún así, las fotos eran muy cutres, eso se podría haber llevado de otra manera. No me arrepiento de habérmelo leído porque me alegro de haber aprendido sobre la situación en Lagos. Para mí, a este libro le hace falta personalidad.
La narración se centra en un protagonista que ha regresado a su ciudad natal, Lagos de Moreno, México, desde el extranjero. Aunque su intención era que los días en México fueran un "intermedio, una pausa" en su vida real, el regreso se convierte rápidamente en la amenaza de volver a "etapas oscuras". La novela arranca con un acto de violencia: el narrador se encuentra en un bar de Lagos de Moreno y, después de revisar mentalmente años de acoso y humillaciones, le asesta un puñetazo a su antiguo compañero de escuela, Everardo, quien acababa de confesar que tenía cáncer de páncreas. Este incidente desencadena una serie de eventos que mezclan la historia personal del narrador con la realidad violenta de Lagos. La novela aborda la imposibilidad de escapar de las conexiones históricas, familiares y territoriales, sugiriendo que la única forma de avanzar es aceptando las responsabilidades y fracasos del pasado
La experiencia de lectura fue como caminar sobre un campo minado: no sabía qué frase resonaría tanto en mí que me fulminaría... aunque sólo fuera por unos instantes. El punto de partida de la historia: el hermano que vive en el extranjero y vuelve a México para cuidar a sus padres. Estoy en la primera parte de la oración, y consciente de que llegará el día en que la segunda parte también sea mi realidad.
Disfruté volver a leer frases que, viviendo en Barcelona, pocas veces escucho. Me encantó que explicara que si en México decimos "mi mamá" también es la mamá de nuestros hermanos, jaja. (Mi esposo -español- tardó meses en comprender nuestra lógica, jaja), y la costumbre que tenemos de hablarle de "usted" a los perros, jaja... "¡Sáquese, sáquese de aquí!"
El último párrafo me dejó sin aliento y es la síntesis perfecta: "Tenía que aprender a dejar de ser hijo. Tenía que aprender a dejar de ser hijo antes de que fueran mis papás quienes nos dejaran".
Basada en el Pueblo Mágico de Lagos de Moreno, esta historia no tiene nada de fantasía. Es ficción, pero tan parecida a la realidad mexicana que podría no serlo. Se trata de un mexicano que emigró para huir de sus problemas, pero al regresar se reencuentra con ellos, hasta con la gastritis de combinar tacos con cerveza en la madrugada.
Está muy buena la trama porque la tensión va subiendo con cada página mientras el protagonista se las ingenia para soportar su estancia temporal en su pueblo (ya ciudad) natal. Las problemáticas no son nada que un mexicano promedio no conozca, pero es interesante verlo desde la perspectiva de un mexicano que ya se olvidó de cómo es vivir aquí.
Muy entretenido y al final sí deja que pensar. Como siempre el humor del autor es muy bueno.
La sinopsis dice que es trilogía, pero no tiene una secuencia narrativa ni personajes relacionados entre sí
Está bueno, pero el primero de la trilogía sigue siendo el mejor, solo espero no lo hagan película como la primera porque fue malísima. Lo mejor de las historias son los diálogos y frases que no le hacen justicia en la pantalla.
Juan Pablo Villalobos regresa a narrarnos las aventuras de su personaje (autoficción?) que después de muchos años de vivir en el Extranjero (como el autor) regresa a su ciudad natal a enfrentarse con su pasado y su presente y se mete en muchos problemas culpa de aquellas creencias familiares y lugareñas de las que creía haberse librado en el extranjero pero que siguen ahí. El típico dilema del que emigra que no termina nunca siendo de ningún lugar, que toda experiencia de vida no es posible arrancar, y por lo que se mete en muchos muchos problemas.
Un escritor regresa a su pueblo natal en México. Sus padres están enfermos y quizás sea la última oportunidad de verlos. Pero nada es igual. El narco lo ha devorado todo, los tableteos de las balaceras se han tornado una tétrica costumbre nocturna y aquellos que le conocieron le observan con sospecha y con resentimiento. ¿Por qué se fue? ¿Qué anda buscando? Ya no es de los suyos. La primera noche, sin saber por qué, acaba citándose con un viejo enemigo íntimo. La trifulca inevitable en la cantina desencadena una serie de catastróficas desdichas.
Villalobos ha logrado con 'El pasado anda detrás de nosotros' (Anagrama) una novela narcótica que transita entre la vigilia y el sueño, entre el presente y el pasado acechante, entre casquillos de bala y pastillas de dudosa procedencia.
Empezó muy bien y desarrolló en la primera mitad una estructura circular, que jugaba con el presente y el pasado, con diferentes puntos de vista para un mismo hecho, etc., que realmente me gustó. También me parecieron interesantes los temas tratados y el trabajo conceptual de la novela.
Pero la segunda mitad se me hizo más repetitiva que otra cosa, reincidiendo una y otra vez en lo mismo y recreándose en cosas que, al menos para mí, no merecían mayor atención. Todo ello para finalizar la novela abruptamente y de forma muy abierta.
No diría tanto como que no me haya gustado nada, ni mucho menos que sea una mala novela, pero sí que me ha dejado con mal sabor de boca. Quizás no era la mejor opción para empezar con este autor.