Muertos que forman bandas de rock y muertos que cruzan avenidas en tablas de skate. Muertos que aprenden a tatuar y muertos que siguen la pista de otros más muertos que ellos.Muertos que entran y salen de pueblos y ciudades sin nombre como arqueólogos de un paisaje al borde del colapso. Muertos que abrazan antiguos delirios y muertos que se enamoran del muerto equivocado. Muertos consumidos por la soledad y muertos consumidos por la culpa y la locura. Muertos que no saben que están muertos.
Los relatos contenidos en este volumen son una muestra clara de la versatilidad de un autor que pasa por su mejor momento creativo. Los muertos puede leerse como el mapa fragmentado de un relato mayor, como la hoja de ruta de una autopista desolada que se extiende hacia un horizonte borroso, hecho de ceniza y descargas eléctricas.
Álvaro Bisama Mayné is a Chilean writer and literary critic. He was named as one of the best young writers in Latin America by the Hay Festival Bogota.
He was born in Valparaíso, and studied at the Universidad de Playa Ancha de Ciencias de la Educación and the University of Chile. He teaches at the Universidad Alberto Hurtado.
Nice. Como es una compilación de cuentos, los calificaré uno por uno:
Remix: 5/10 Los muertos: 6/10 Ciento setenta y dos mil ochocientos segundos: 8/10 Patria automática: 6/10 La dieta del orco: 7/10 Ho Chi Minh City: 7/10 Arena negra: 8/10 Muchacha nazi: 10/10 Pozo: 6/10 Noize: 10/10 Death Metal: 5/10
Este es el primer libro que compré en Buscalibre, hace años, en la pandemia. Y es el primer libro que leo de Bisama. Me gustó mucho, no solo su rollo, si no su escritura. Me gustó que todas las historias son contadas por alguien que escuchó la historia de otra persona, y me gustó muchísimo su rollo con las ciudades, como una cosa media viva y siempre deshaciéndose. Me gusta que intente retratar cierta vida adolescente, precaria, salvaje y media oscura. Mucho rock, casa okupa, copete, autos, fetiches raros, satanismo, skaters y literatura. Se lo creí. El libro construye muy bien su propio universo, y lo mejor, es que lo hace con una estética y un estilo muy admirable, algo que me da ganas de copiar. La dieta del orco me pareció magistral. Arena negra y Muchacha nazi me gustaron mucho también.
Extrañamente me ha gustado mucho este compilado de cuentos. Con Bisama había tenido un acercamiento medio desencantado por su novela "laguna" que me dejó un poco indiferente, como puse en su reseña.
Los cuentos en su mayoría son oscuros, demenciales a ratos y cómicos. Bisama gusta mucho de tocar ciertas temáticas del pueblo o más comunes y eso se disfruta mucho. El salir de las historias tan sectoriazadas en Ñuñoa o Providencia se agradece. Hay textos que son una volada cuántica de esas que me recuerdan a las pequeñas historias vistas en la novela Laguna, y otros que son más bien crueles, injustos y duros como la vida misma. Siento que el autor retrata en estos personajes el sentir colectivo de los cabros que pasan el día en la plaza, de las peleas en los hogares, de los abandonos y los oficios marginales que ofrece la civilización del progreso. Pienso mucho en los relatos que juegan entre lo esotérico, la violencia y el abandono, con un toque de diálogos o situaciones que te sacan una risa o esbozar una sonrisa.
En esta oportunidad me ha gustado más su forma de escribir, a ratos con el punto seguido a flor de piel y otras veces, más clásico. Creo que ese dominio de poder pasar de una forma narrativa a otro es algo que solo el ejercicio de las letras te lo permite.
Pfff. Creo que es de las mejoras cosas que llevo leídas este año. Este libro tiene cuentos muy buenos dentro. Juega con lo bizarro, con lo oscuro, con lo crudo, con lo triste, pero no por eso deja de tener pasajes que son chistosos y otros que te dejan : wtf.
Últimamente ando media rayada con el retrato del espacio en la literatura, de la imagen que se posa en el papel por medio de las palabras, de la fotografía verbal. En varios pasajes de este libro igual pude contemplar que estaba presente y fue un deleite leerlo :).
Además, trabaja una prosa que en otros contextos puede sonar cursi, pero que el autor la desarrolla de una forma muy especial, combinándola con un lenguaje coloquial en algunos momentos que hace que sea bacán de leer.
Este libro ya tiene asociado un valor bonito porque es un regalo - y recomendación - de una persona a la que quiero. Después de leerlo suma más puntos porque está bueno.
Me gusta en verdad como escribe Bisama, tiene algo caótico, raro, destructivo y nihilista que me atrae. A veces te puede saturar la frase corta o, también, preguntarse cuál es el punto de todo esto, a donde quiere llegar, Sr. Bisama, que quiere decir. Hay relatos muy buenos acá, rescato Death Metal, que se parece a Ruido, y no-me-acuerdo-como-se-llamaba pero el que trata sobre la guerra de vietnam. Hay otros más olvidables, más ejercicios de estilo, como el del novelista de fantasía o patria automática. Interesantes pero me parece que no son de lo mejor que ha escrito el autor.
No me había dado el tiempo de leer a Álvaro Bisama y escogí estos cuentos que cumplieron absolutamente tanto mis expectativas como la descripción de la contraportada. La muerte siempre será un tema potente y estos relatos lo confirman mediante una excelente prosa.
Algunos de los cuentos super wtf pero en el buen sentido, en algunos se sentía como que querían adoptar un lenguaje tipo de ""calle"" o más común, usando garabatos y asi, pero sonaba demasiado como un cuico, en otros como la dieta del orco les salió mejor si
Lo había leído como a los 17, pero ahora confirmo que es un muy buen libro de cuentos. No me sorprendería que se pusiese de moda con todo este revival de la onda y2k. Y es que el libro exuda mucho de eso: skaters, grafitis, hans pozo, chicas nazis y comisiones funa a torturadores en dictadura. Arena negra es mi cuento favorito. Cuando entré a la universidad tomé cursos de programación e intenté hacer un videojuego con esta historia que fracasó completamente. Me dieron ganas de reiniciar ese proyecto. Pero bueno, el texto es rápido y fluye frenéticamente. Se leen todos de una sentada y tienen una cadencia de amigo cintándote una historia que te atrapa. Hay mucho de eso, de lenguaje hablado.