Locuras, escándalos, torpezas, batallitas, maldiciones y mamoneos de la dinastía más incombustible y longeva de nuestra historia.
LÍOS, DESVARÍOS Y SALSEOS DE LA MÁS CAMPECHANA DE TODAS LAS MONARQUÍAS.
Un recorrido riguroso en clave de humorpor la historia de la estirpe más popular desde los Targaryen: Los Borbones
Desde el París bien vale una misa de Enrique IV de Francia, el primer Borbón rey, un ateo que cambió de religión cuatro veces en su vida, hasta Felipe VI y su reinado por lo bajini, los Borbones han sido la dinastía más poderosa de la Historia de Europa y también una de las más populares, para bien y para mal.
Contar su historia desde sus inicios hasta la actualidad es asistir a un relato violento en el que hay guerras, crímenes, conspiraciones, asesinatos, ejecuciones, inteligencia política, pocos escrúpulos y algunos golpes de suerte.
David Botello narra, a través de la trayectoria de personajes como Felipe V, el primer Borbón que reina en España y que se vuelve tarumba hasta creerse una rana, Carlos III y sus negocios esclavistas o María Cristina, la reina más corrupta de nuestra historia, un sinfín de anécdotas, historietas, aventuras y rumores que cuentan con veracidad y gracia la historia de toda una dinastía y, de rebote, la historia de España.
El autor advierte: el rigor histórico de este libro solo intenta superar el rigor mortis de casi todos sus protagonistas.
El crisol es la academia y los metales son las palabras. Que todo hay que explicarlo./ Una imagen de marca fetén, pero que está a punto de provocar un nuevo conflicto internacional. Porque los franceses, que son unos envidiosos, ven el logo, se pasan de listillos y dicen: “Oh là là! ¿Los españoles no saben que el crisol se utiliza para fundir metales, no para fijar? Minipunto para los franceses./ Y los españoles, que andan sobrados de ingenio, les pegan un zasca: “¡Olé tú! ¿Los franceses no saben que la única manera de separar los metales de la escoria es fundiéndolos en el crisol?” Punto y aparte para los de la RAE.
La guerra acaba con el poder hegemónico de España en Europa. Ahora sí, España entra, definitivamente, en la decadencia, Hasta la llegada de Felipe, España cortaba el bacalao. Así que podemos decir que los Borbones españoles le pasan a Inglaterra y a Francia el testigo de Master of the Universe. [...] Felipe se monta un modelo absolutista, centralista y unificador. Desde este momento se gobierna al servicio de los intereses de los reyes, no de sus vasallos. Los Borbones convierten el reino en un coro privado. Felipe elimina cualquier obstáculo que limite la autoridad real. Se saca de la manga unas Cortes únicas para todo el territorio, con sede en Madrid, sin ningún poder frente al rey.
Viva la Pepa: De las Cortes de Cádiz sale la primera Constitución española, la de 1812. La llaman la Pepa, porque se proclama un 19 de marzo, día de San José. Este día, Agustín de Argüelles levanta el texto de la Constitución en san Felipe Neri para presentársela al pueblo gaditano que abarrota la iglesia y dece: “Españoles, aquí tenéis vuestra patria”./ La Pepa no es solo una hazaña. También es rara, rara, rara.
Los cimientos de la clase empresarial: Una vez que Pepe se ha forrado el lomo, vende el Estado a la línea Madrid-Aranjuez por sesenta millones de reales. Un pastón decimonónico./ A partir de aquí, los del Triángulo Siniestro van sumando concesiones bajo cuerda y subvenciones millonarias. Hacen y deshacen leyes, manejan el cotarro económico-financiero, juegan con información privilegiada, controlan la inversión extranjera y se reparten el dinero público. Se lo guisa, se lo comen y se lo llevan doblado. Dice el embajador francés que no hay negocio rentable en el que no metan mano. Si las cosas van bien, se forran el lomete, si las cosas van mal, el Estado asume las pérdidas.
El diputado Nobel de Echegaray: Un buen día, José Echegaray, madrileño de Madrid, de la calle Quevedo, se convierte en el primer Nobel español de Literatura. Y en el más polémico de nuestra historia. El premio es tan controvertido, que unos dicen que su Nobel es un sucedáneo, porque la idea de los suecos era dársela a Galdós. Lo que pasa es que los monárquicos y los círculos clericales han presionado para que no se lo den y, en su defecto, se lo han dado a Echegaray. Esta misma versión se contará cuando le den el Nobel a Jacinto Benavente. Así nos las gastamos los españoles./ Otros dicen que no es así. Que la Academia Sueca ha querido reconocer las lenguas minoritarias que están resurgiendo por toda Europa. Y han querido dárselo a Ángel Guimerà, que escribe en catalán. Lo que pasa es que la Academia Española, el Gobierno central y algunos círculos conservadores han presionado para que no se lo den. Y, en su defecto, se lo han dado a Echegaray. Una versión parecida se contará cuando le den el Nobel a Cela, cambiando a Ángel Guimerà por Pere Gimferrer. ¿Somos o no somos así? pág.372
Un libro que gana con el paso de las páginas. Te adentra en la historia de España, la historia de los Borbones, nuestra historia. Bien documentado y a la vez divertido, el escritor refleja las actuaciones históricas desde una perspectiva imparcial, reflexiva y honesta. Sólo por eso, merece la pena leerlo.
Excepcional repaso histórico a la dinastía de los Borbones: desde Felipe V hasta la abdicación de Juan Carlos I.
Un lenguaje directo, sencillo y, en ocasiones, cómico.
La única pega que le pongo es que cita muy pocas fechas, he tenido que andar buscando el momento en el que se producía tal pronunciamiento o se firmaba tal manifiesto.
Un libro de historia de los borbones genuino e interesante. Ritmo intensísimo y lenguaje cercano, con expresiones “made in” David Botello, que resultan muy efectivas para poner al mismo nivel a monarcas y lectores.
Todas las páginas están llenas de curiosidades y hechos insólitos ligados de principio a fin.
Valoro mucho también cómo el autor da su opinión personal sobre cada personaje, explicando las decisiones, acciones e inacciones de las que fueron responsables, y ayudando al lector a que pueda tener un juicio sobre las actitudes y aptitudes de cada monarca y su círculo.
Muy útil cómo David enmarca muchas de las frases por las que cada protagonista pasa a la historia, como por ejemplo, por poner una que me gusta especialmente, la de Carlos III, al fallecer su esposa Amalia: “En 22 años de matrimonio, éste es el primer disgusto serio que me da Amalia”
En este libro la realidad supera con creces a la ficción. Uno asume que hasta cierto punto un monarca tiene que tener un nivel de ejemplaridad al menos suficiente, sin embargo parece que es todo lo contrario. Da una mezcla de pena y preocupación ver cómo era el ambiente y el nivel de intrigas y rencillas familiares que rodeaban ya desde la cuna a las diferentes generaciones de monarcas.
Y quizás asusta aún más cómo la maquinaria de un Estado es capaz de maquillar o desmaquillar a cualquiera de estos monarcas para que creamos ver lo que más convenga a los protagonistas de estas páginas y a su entorno.