Una mujer. Un barrio «al que no va nadie». Una revolución de colores.
A Pepa se le cae la casa encima estos días: ha pasado los cincuenta, le ronda una menopausia incómoda, la sensación de invisibilidad que da estar en paro y mandar CVs sin respuesta, un marido al que llama el santo Job y una hija que cada día la necesita menos. Así que se echa a la calle a pasear donde nadie la conozca, a darse pena a sí misma, a no pensar. Y en uno de estos itinerarios se topa con el rótulo fluorescente de un salón de manicura, el tipo de sitio al que una mujer como Pepa no ha entrado en su vida.
Las uñas de colores cambian en muchos sentidos la vida de Pepa y la de las mujeres que atienden ese salón, Pasión Nails, donde se forjan unos vínculos inesperados que nos hablan de privilegio, de clase, de género y de generación. Una historia sencilla en el mejor sentido, que sucede aquí y ahora, y que nos descubre un mundo en el barrio de al lado.
A ver por dónde empiezo. Miles de luces y sombras. Voy a reseñar el libro en dos partes.
Primera mitad:
Carece absolutamente de perspectiva interseccional y de género. Y no es que yo sea una pedanta que piense que todo tiene que tener un trasfondo social, es que la propuesta de la autora es una especie de análisis sociológico de un barrio periférico de alguna ciudad de España. La autora que es, por cierto, trabajadora social. La idea me parecía fantástica, utilizar un salón de uñas como epicentro de análisis de las relaciones entre mujeres, espacios feminizados en barrios precarizados, etcétera. Pero se queda cojísimo en todo: historia, estilo literario, ritmo.
Es, pf cómo decirlo…… clasista y elitista. Yo que sé, me ha dado la sensación de que utiliza a la población en riesgo de exclusión social o en situación de vulnerabilidad como conejillo de indias. Habría que revisarse. Tener una titulación social no te deconstruye.
Tira de estereotipos para casi todo: “mujeres gitanas analfabetas que combinan ropa de invierno con la de verano y llevan zapatillas de estar por casa” “soy heterosexual aunque lleve el pelo corto” “ante estas mujeres que no leen mucho mas allá de los titulares y los pies de foto de las revistas del corazón” “a veces establezco correlatos entre los tipos de manicura y la clase social, la edad y hasta en nivel de estudios. Cuánto menor ese nivel, más largas las uñas y más deslumbrantes los colores”.
Que sí, que premisa es que la protagonista se va despojando también de estereotipos conforme intima con los otros personajes, pero no está bien trabajado.
Segunda mitad: esto es otra cosa. Mejora considerablemente a partir de aquí, pero que haya que esperar 90 páginas en un libro de 180 me parece un poquito fuerte.
De vez en cuando hace algún apunte o crítica social medio actual e incluso invita a la reflexión. Se agradece.
En las partes en las que deja de lado el trabajo de campo y habla de su contexto: mujer en paro, sin un duro, madre, escritora, en plena menopausia, narrando las vicisitudes de SU circunstancia, el libro se puede leer e incluso entretiene!!!!!!!!.
+1: ha citado a Audre Lorde.
Si le hubiera dado un enfoque más costumbrista, menos “técnico”, entendiendo técnico como ese intento de etnografía, el resultado habría sido otro (mucho mejor).
me ha gustado mucho, hacía tiempo que lo quería leer, pero no encontraba el momento
una historia un tanto diferente, una mujer de más de 50 que entra por primera vez a un salón de uñas de un barrio pobre y lo toma como costumbre. Ahí empieza a conocer al barrio, a las clientas, escucha sus quejas, sus noticias y los cotilleos de la zona. Un estudio de clase, una mirada un tanto callejeros viajeros.
me imagino la casa de pepa xomo la de mi tia carmen en menorca y ambas comparten mucho
debo decir que a mitad de camino se me hacía un poco repetitivo, pero de mitad hsta el final me ha vuwlto a enganchar
Me ha gustado, ha sido una lectura entretenida desde el principio, en la que te quedas por la curiosidad de conocer mejor a los personajes presentados por la protagonista.
La trama se basa en la evolución de la protagonista, Pepa, tras conocer el salón Pasión Nails y aventurarse en el mundo de las manicuras en un barrio muy diferente al suyo.
Primero acude por un impulso de necesidad de cambio, pero pronto empieza a ser una pequeña rutina mensual. No acude sólo por la estética de sus uñas, que van cambiando de color a cada cual más llamativo, sino por conocer más a las clientas y trabajadoras del local.
Sin la necesidad de preguntar, tan sólo escuchando sin querer, poco a poco conoce las historias de cada una y son trasladadas al lector de una forma un tanto complicada de leer.
No hay guiones como en otras novelas, sino que está escrito de la misma forma en la que te lo contara otra persona a ti de algo que le ha sucedido. Me costó un par de capítulos adaptarme a este estilo de escritura.
En cuanto a los personajes, me ha gustado que los vayas conociendo a pocos y que tengan personalidades muy concretas, que de un sólo vistazo sepas cuál es el que está hablando en cada momento.
Por otro lado, me ha encantado la relación de amistad que se forja entre Fani y Pepa porque se ayudan mutuamente sin pedir nada a cambio a la otra. Además, se puede apreciar lo positiva que es esta para ambas.
En cuanto al final, es un buen cierre que contrasta con el comienzo del libro y que te deja con una buena sensación al leer la última página.
Pepa escribe su segunda novela ,es socióloga en paro ,menopáusica ,madre y está casada con el Santo Job.
Sale de la rutina llendo a un barrio de la periferia ,se encuentra con el salón de belleza Pasión Nails ,donde conoce a Fani ,que además de cambiar el color de sus uñas ,le abre los ojos a un mundo muy cercano físicamente,pero realmente lejano,separado por los muros invisibles de los prejuicios.
Un libro escrito de forma sencilla,con una trama envolvente y unos personajes carismáticos . Que dan paso a temas femeninos , la homofobia ,el clasismo ,el desempleo y la precariedad laboral ,trata algunas de las costumbres Comunidad Gitana.
Leer a Rosario Izquierdo,una socióloga del siglo XXI que novela lo cotidiano, poniéndole color y humor.
"Tengo ya las uñas desconchadas, proyección perfecta del desconchado interior que me hace sentir el paro,la maternidad y el matrimonio de larga duración,tres bombas de relojería cuando se dan juntas."
Novela femenina algo empalagosa con la excusa de la belleza femenina que trata asuntos sociales, económicos, religiosos y sexuales de dos esferas con problemas: por una parte, la clase media con algún problema como el paro y, por otra, una clase marginada y automarginada más castigada por el paro y los prejuicios y, por tanto, más baja.
Se emplea el estilo rápido y fácil que he encontrado en las novelas más recientes del siglo XXI: • narración en primera persona (habla directamente al lector y aparenta ser autobiográfica) • uso del tiempo presente (más cercanía) • inclusión del estilo indirecto de los diálogos y los pensamientos dentro de la narración y sin indicar directamente de quién las palabras (se entiende claramente) • uso incorrecto de las comas y algunas mayúsculas
Izquierdo añade a su estilo personal citas de poesía, de la Biblia (el marido se llama Job) y de sociología. Los títulos de algunos capítulos no me parecen acertados, como: Desmesura y La noche. La novela es breve (llega a la página 194, pero son unas 180) y desperdicia algunos personajes secundarios tanto del mundo de Pepa (podía haber dado más participación al hijo, que apenas se menciona en alguna conversación telefónica y podía haber incluido una visita a su familia, o hasta al barrio de Fani y Keli), como del mundo del salón de belleza, que Pepa en principio conoce por su experiencia como trabajadora social en entornos parecidos. ¿Por qué no se cotillea un poco más sobre esos personajes que pululan por allí y se acaba profundizando más en ellos? Por otra parte, le da un trabajo al marido, Job, que lo obliga a ausencias de varios días, y así las mujeres se quedan solas en su mundo femenino. Por último, los pensamientos de la protagonista se acaban repetiendo y ralentizan el ritmo, además de las divagaciones sobre sociología y trabajo social, que no aportan demasiado. Se retrata bien la evolución psicológica de Pepa en relación con el barrio que desea conocer a golpe de visitas al Pasión Nails. Creo que las visitas «lunares» están un poco desaprovechadas por lo que he dicho antes sobre las clientas y las estilistas. En el capítulo «El armario» se produce una pequeña explosión y la historia empieza a mejorar. Otra parte que me ha desconectado es cuando describe los vídeos de las bodas gitanas en general, como si fuera un reportaje periodístico. Sin embargo, el final, aunque tenga una boda, te deja sensación de que es, aparte de abierto, un poco soso. A partir de ese momento, mejora mucho la novela. El final no es espectacular ni climático, pero acaba en boda.
Algunas citas:
Por eso dije: ¿has visto, Candela? Son como niñas de tu edad, con sus estuches y cuadernos nuevos,las cartillas de escritura y los lápices. Creo que acompañé aquello con una sonrisa que sentí completamente fuera de lugar cuando ella, seria, me respondió: no, mamá, no son como niñas, son mujeres pobres que no saben leer ni escribir. (pág 62)
Después continúa diciéndome en tono confidencial, como quien activa un código secreto para comunicar algo que solo nosotras seremos capaces de comprender: Verde que te quiero verde. (90)
Me mata de aburrimiento el despliegue de conocimientos intelectuales en cientos de páginas donde la verdadera literatura feroz, capaz de prender conflictos o de reventar la bolsa, no está ni se la espera. (106)
Muchas veces me he preguntado por qué, en la mirada clara con que pretendo observar y comprender los barrios, las mujeres alcanzan ante mí una imagen de alta definición mientras que los hombres, verdaderos ocupantes y protagonistas de la calle, suelen salir desenfocados, dejando en mi cabeza un álbum de fotografías borrosas. (160)
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Pese a que se trata un libro en el que encontramos bastantes estereotipos, me ha gustado ver cómo avanzaba la relación de amistad entre la protagonista y su estilista
La novela parte de un hecho muy sencillo una mujer de mediana edad en el paro decide hacerse la manicura en un barrio marginal en el que había trabajado anteriormente como socióloga. En realida el argumento es simple se trata del proceso de interacción de la plantilla del local y de Pepi la protagonista. Son pequeñas cosas las que van acercando a los dos grupos tan diferentes entre sí para luego volver casi al punto de salida. Es interesante que mientras vive estas experiencias ella va analizando a sus personajes como materia de una posible novela. Está muy bien escrita en un estilo sobrio y eficaz.No se alarga sino que tiene la longitud adecuada. Una historia de mujeres distintas pero que al final están llamadas a entenderse. Me ha sobrado alguna moraleja porque la historia se sostiene sin ellas. Me ha recordado a la película Magnolias de acero pero en un tórrido verano de Madrid.
De primeras, me tiraba para atrás una prosa que me parecía impostada y la aproximación de una mujer de clase media al típico barrio marginal que me recordaba a un documental etnográfico o de la National Geographic. Como queriendo huir del clasismo pero sin terminar de conseguirlo....
Todo eso está, pero por lo que sea no podía dejar de leer. Me ha tenido enganchado esta historia de mujeres, de mujeres de orígenes bien distintos, pero mujeres empoderadas o que intentan empoderarse como pueden desde un salón de uñas.
Un salón de uñas, Pasión Nails, como uno de los principales lugares de socialización en los barrios obreros (y probablemente en otros menos obreros también), como lugar seguro entre las dificultades, las cadenas y las violencias del día a día, como el lugar desde donde salir de ese mundo pero sin terminar de salir de él.
Pepa una mujer en paro (trabajadora social), con la menopausia encima, sus hijos ya mayores y su Mario(el santo job) que parece que ya no la necesitan, sale a pasear por donde nadie la conozca y dándose pena. en unos de estos paseos por un barrio obrero, se topa con un salón de manicura rosa e impactante en esa zona. Ella que nunca entraría en un sitio así, decide que le arreglen las uñas de una manera atrevida y a partir de ahí, entabla una relación con las mujeres de ese barrio y sobretodo con la Fany y su madre la Kelly.
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Me costó comenzar a engancharme puesto que sentía mucha distancia con la protagonista de la novela, Pepi, y me resultaba un poco repetitiva en ocasiones con sus visiones y descripciones de mirar por encima del hombro del barrio obrero donde transcurre la historia, sin embargo hacia el final me comenzó a enganchar y me ha agradado mucho el desenlace de esta historia.
Es una novela peculiar, que tildaría y catalogaría en algunos momentos de costumbrismo.
2'5⭐ Diferente a lo que esperaba, un poco pesado. Algunos momentos que me han gustado mucho, otros que en absoluto... Supongo que es bastante como la vida misma.