No sé bien cuántas estrellas darle. No sé si es que no era mi momento de leerlo, si es que entré esperando otra cosa… no sé nada. No entiendo nada. A ratos me ha gustado bastante la forma de narrar el dolor, a ratos me ha resultado agotador leer tantas descripciones para tan poca trama, para lo poco que se mostraba la resolución de los conflictos; a ratos me ha resultado turbio, desagradable, lo que ha hecho que hacia el final me haya dado las mismas vibras que Mia Wasikowska en Stoker (no muy buenas). Me quedo con una sensación rarísima.
Muy mi rollo. Un rollo muy particular que no es de todo el mundo. Un rollo muy visceral que se regodea a más no poder en lo repugnante que es, pero que llega un punto de absurdez en el que las palabras carecen de sentido porque prácticamente no existe historia sobre la que sustentarse y mi cuerpo deja de reaccionar tan grotescamente como me gustaría. Aquí no se pueden poner medias estrellas pero le daría 3.5 si pudiera
«Concebir un ciervo», de Marta J. Sanchis, narra la historia de Victoria, una española que reside en Londres y padece unos dolores cuya causa no logra comprender. A lo largo de la novela, la protagonista recorre sus recuerdos y pensamientos en un intento de dar sentido a ese sufrimiento innombrable. A través del cuerpo, el dolor se transforma en impulso, en una fuerza que la empuja a abrirse paso hacia el futuro. El ciervo pasa a ser un símbolo de renacimiento y transformación, una presencia que sugiere la posibilidad de sanar. Al mismo tiempo, encarna la sensibilidad y la vulnerabilidad de un ser delicado y silencioso, cuya fortaleza nace de la resistencia. Con una escritura precisa y envolvente, esta obra nos conduce desde la intimidad más profunda hasta un territorio compartido, otorgando voz a ese mal invisible que tantas veces permanece silenciado.
Hay un lugar en todas las personas donde lo cotidiano se vuelve extrañeza. Dónde el cuerpo no responde y la mente vuela en búsqueda de espacios donde reconectar de nuevo.
Concebir un ciervo, de Marta J. Sanchis (@martajsanchis ) es una historia de transición a la vida adulta. A través de Victoria una joven emigrada a Londres que trabaja por supervivencia y su relación con Fernando y la exnovia de este, Victoria se da cuenta que los cambios en el cuerpo formar parte del camino que deberá tomar a partir de ahora.
Pero Concebir un ciervo también es un libro de body horror donde algo está emergiendo con fuerza desde un lugar (aparentemente) equivocado. Un cuerpo que no sigue la lógica que conocíamos y nos hace preguntarnos : “¿Cuál es la cualidad de un dolor?”
Un universo inquietante de dolor y deseo y respuestas que solo buscan avanzar a través del cuerpo.
Pienso que es un libro que le gustaría mucho a @mariabautista.berlin
La canción Riptide de Vance Joy aparece en las páginas del libro