«Mi cuerpo es una casa encantada en la que me extravío. No hay puertas pero sí cuchillos y un centenar de ventanas». Carmen Maria Machado
Queda lo escrito, todo lo demás no queda, escribió Emilia Pardo Bazán, e Irantzu Varela, comunicadora vasca, feminista, bollera y activista gorda, retoma estas palabras y las trasforma en una invitación a adentrarnos en estas memorias autopornográficas en las que nos cuenta cómo ha llegado a ser quien es hoy.
La escritora y monologuista compone esta biografía a través de relatos cerrados que, potentes como disparos, en ocasiones nos queman la piel, nos llenan de rabia y nos dan ganas de quemar cosas. Sin embargo, en sus palabras siempre hay una puerta abierta, el apoyo de las suyas, la ternura con la que habla de sus raíces y por supuesto la intención deliberada de convertir los dolores y violencias propias en movimientos y acciones colectivas.
Varela no se presenta sola, sino que a lo largo del libro convoca un akelarre de mujeres artistas, a través de cuyas citas y referencias podemos aproximarnos al universo más personal y político de la autora. A falta de reparación, o a la espera de ella, ojalá Lo que quede sirva como alivio de lo vivido.
Quiero regalarlo a tantas amigas... es que estamos tantas, demasiadas, ¿todas? en sus páginas; y es además tan potente cómo comparte cosas duras sin dejar de compartir otras tiernas y esperanzadoras, en una continua llamada también a organizar nuestra rabia compartida para hacer de este mundo hostil otro habitable.
Me ha encantado, mucho mucho. Gracias a la autora y a la editorial por estas páginas. Dejan huella. Quedan. Seguirán siendo. Seguiremos siendo (y hasta un poquito más fuertes, más acompañadas también) con ellas, una vez leídas.
Le pondría un 14, un 1000 a este libro si se pudiera, me oís???? Irantzu está magnífica y, por tanto, ha escrito un libro emocionante. Tan tierno, tan bonito, tan horroroso, tan rebelde, tan divertido, tan esperanzador y cargado de fuerza… No tengo nada “malo” que decir de este libro, no puedo decir algo que difiera de un pensamiento constante en la lectura: qué suerte tenerla, qué suerte disfrutar de su cabeza y de sus reflexiones. Y cómo ella dice de su Ama cuando esta cree haber hecho bastante por el feminismo al haber parido a Irantzu: “como si no hubiera hecho todo lo demás” ❤️🩹
Una vez más Irantzu pone el cuerpo por todas*, qué suerte poder tener esta maravilla condensada en un libro. Gracias por abrirte en canal para que el resto podamos ponerle forma y palabras a lo que nos atraviesa. Y qué gusto leerlo desde la rabia y la esperanza colectiva 💜
Irantzu Varela cuenta aquí trocitos de su vida, nos ofrece tres fragmentos por cada letra del abecedario a la que asocia un concepto y del que parte la narración de cada capítulo.
Me ha gustado mucho la estructura, la crudeza con la que narra la violencia y el atisbo de esperanza que se lee entre sus páginas.
Lo he tenido que leer de a poquito porque es muy duro y porque la violencia es muy explícita y muy amplia, narra experiencias de violencia sexual, física, policial, acoso por rrss, etc.
Qué bien todo lo que te queda, Irantzu, qué bien tu generosidad y tu manera de cambiar el relato para las que necesiten saber que pueden irse y que no hace falta esperar a que la violencia las consuma.
Lo que hay que hacer con lo que quede es construirle un monumento a Irantzu Varela. Hacer como ha hecho ella y convertir esas “cosas” que le tocan a una, en un cajón soporte de todas y para todas. Devolverle el homenaje que hace a todas sus amigas y las mujeres importantes de su vida en general. Hacer una estatua sorora en la plaza de su pueblo que rezume dignidad.
Hay libros que no solo se leen, sino que se sienten en la piel. "Lo que quede" es uno de ellos. En este texto, Irantzu Varela nos habla de identidad, memoria, violencia y resistencia desde un lugar cercano y reconocible para muchas mujeres. Su mayor valor no es solo lo que cuenta, sino cómo nos ayuda a entender qué nos ha hecho ser quienes somos.
Lo que más me ha impactado de este libro es la sensación de reconocimiento. Si has crecido en un barrio o un pueblo de clase obrera, si has tenido relaciones heterosexuales, raro será que no compartas muchas de las experiencias que Varela narra. Sus historias sobre la infancia, la familia o la amistad resuenan porque son fragmentos de una realidad compartida, de esas que parecen individuales pero que, al final, no lo son tanto.
Especialmente potente es la manera en que aborda la violencia machista. Cuando sales de una relación de violencia, mucha gente te dice: “A Fulana le pasó lo mismo”, y tú asientes, pero en el fondo no te lo crees mucho. Hasta que lees un libro como este y te das cuenta de que sí, de que efectivamente a muchas nos ha pasado lo mismo, porque los maltratadores están todos cortados por el mismo patrón. Lo que al principio resulta inquietante –ver en papel una historia tan parecida a la tuya, escrita por alguien que no te conoce–, termina convirtiéndose en una sensación de alivio, en una experiencia compartida.
Otro de los grandes aciertos del libro es cómo consigue desmontar esa idea de que exageramos, de que lo que vivimos no fue para tanto, de que quizá no era violencia sino una mala racha o una relación complicada. Leer "Lo que quede" es un ejercicio de reafirmación: te devuelve la certeza de que lo que viviste fue real y de que lo que me pasó a mí, es lo mismo que le pasó a Fulana y a muchas otras.
Así que "Lo que quede" es un libro imprescindible porque no solo cuenta, sino que hace sentir. Es una lectura cruda pero necesaria, que genera identificación y, sobre todo, nos recuerda que nuestras historias individuales forman parte de algo mucho más grande. Un libro que confirma que no estábamos locas, que no lo imaginamos, y que sobre todo, no estábamos solas.
Irantzu ha sido amatxo y referente de muchas de nosotras. Este libro es un gesto (otro) de generosidad que permite conocerla un poco más. Tb me ha gustado que debajo de la ira y la rabia, de la imagen de tía txunga, salga una Irantzu que aunque las que la seguimos de hace años nos lo imaginábamos, nos confirma una mujer dulce, con dudas y sobretodo mucho sufrimiento por ser cara y cuerpo del movimiento feminista. Pese a que lo recomiendo por todo ello y porque se merece que la apoyemos y devolvamos todo lo hecho, el libro se me ha escapado un poco entre las manos. Me ha parecido un poco repetitivo, capítulos un poco de desahogo, sin conexión y que leyendo muchas de sus columnas y artículos me han sabido, quizás por formato, más rico. Sin más, que eskerrik asko Irantzu
Es un libro duro y agrio con breves instantes de luz. Es una colección de textos cortos agrupados por temáticas y ordenados en una suerte de orden alfabético. Narra experiencias tan horribles y tan transversales sobre ser mujer que es difícil no recomendarlo como ejercicio de empatía. Está muy bien escrito, pero no por ello es más fácil de leer.
Una historia de miedo y violencia, es decir, sobre una mujer. Con todo, una historia con final feliz. "Ser lesbiana es estar contenta de verdad a veces, porque es construir espacios en los que los hombres no importan".
Lo he leído, no le pongo nota. Tenía muchas ganas de leer este libro. Ahora quisiera hacer mi propio "Lo que quede", con las palabras que vertebran (o rompen) mi vida, de la A a la Z.
irantzu lo has removido todo. siento que este libro ha sido abrir y cerrar heridas constantemente... pero siempre en una atmósfera llena de esperanza.
creo que todas podemos sentirnos identificadas en el libro. creo que incluso puede ayudar a explicar cosas que no sabíamos nombrar -unas bonitas y otras no tanto-. y verbalizar siempre es importante. identificar el dolor puede provocar rabia, pero también puede venir acompañado de alivio si ves que ese dolor es compartido... y cuando todo nace de problemas estructurales es muy probable que ese dolor sea compartido. así que sí: somos muchas. con mucho dolor. con mucha rabia. con cada vez menos silencio. gracias irantzu ❤️🩹
Es posible que esta review no sea objetiva. No sé cuántas veces he buscado en internet “Entrevista a Irantzu Varela”, solo para escucharla, para que vaya posando, para que quede… He devorado este libro. Pocos han sido los que me he llevado a la cocina, porque hay que comer, pero no puedo dejar de leer. Gracias infinitas por poner la cara, el cuerpo y las vísceras por todas. Qué necesaria eres, joder!
La autora (que raro nombrarla así después de tanta intimidad compartida en este libro) se abre en canal para contarnos un sin fin de cosas sobre sus orígenes, experiencias y un montón definiciones sobre su propio ser. Ya la quería antes (hablé de feminismo gracias a sus vídeos) y más la quiero ahora. Muy fresco, de lectura rápida aunque en momentos tan abrumadora que tienes que parar. Un canto a las amigas y a las mujeres. Terrorífico y tierno. Solo darle las gracias y la enhorabuena por esto. ¡Leedlo perras!
Increíble, es que me ha encantado. Creo que toca todas las teclas de lo que significa ser una mujer, vivir la violencia, la sexualidad, el deseo, la libertad, el autodescubrimiento, el miedo, la conciencia de clase, mil cosas.
Este libro atraviesa la biografía de Irantzu pero creo que es un libro en el que se aprecia claramente como habla de temas que son estructurales y donde lo personal es político.
gracias Irantzu por poner luz y palabras bonitas y dificiles a tus experiencias tan duras. ha sido un placer enorme leerlas. y me he reído mucho tambien <3 vaya librazo!!!
Qué bien escribe Irantzu. Y qué difícil debe ser escribir esas durísimas experiencias y los sentimientos en forma de crónica, como viéndolos desde fuera. He sentido rabia, dolor, he llorado y me he sentido identificada. Y he llamado a mis amigas y le he regalado el libro.
"Tú eres la misma de siempre por dentro pero no importa, importa tu cuerpo" 35
"No me gustan los hombres. Y yo a ellos se suponía que sí, pero no parece"
"Si miro hacia atrás, todo en dolor que he sentido en la vida ha sido culpa de algún hombre. No el de ovarios, ni el de muelas, claro (...) Me refiero al otro dolor. Al que sabes que nunca se va a pasar. Me refiero a ese dolor que te hace cínica, triste, siempre que no estás borracha" 43
"Siempre me enamoro igual: encuentro a un animal herido que me desprecia un poco y que me despierta toda la ternura de la que soy capaz (o eso creo) y mi vida se convierte en una ginkana para alcanzar la felicidad. La que yo me invento. La suya Los fuegos artificiales constantes, los fuegos constantes, los artificios constantes, la complacencia constante, la infelicidad constante. Y se acaba y me aburro y me enamoro de otra. La última vez que me he enamorado no había desprecios, y al principio no sabía qué hacer con eso. Resulta que sin fuegos artificiales no te aburres, si no estás mirando al cielo" 51
"Ellas son la red, la cuerda, la colchoneta, el airbag, el escudo, la lanza, la mercromina, el guante de boxeo, el vino, el fuego. Tiene suerte en la vida quién conozca y haga banda con iguales. Iguales son quienes viven la misma violencia que tú. La misma mismita. Así no se la tienes que explicar" 63
"Todo el mundo dice que el peor insulto que se le puede decir a una mujer es "puta", pero no es verdad. Es "gorda". Porque puta es que eres desobediente y follas mucho, o con mucho, o cobras por ello, o dos de las tres cosas, o las tres. Pero gorda es que no eres follable. Y eso es lo peor que se le puede decir a una mujer" 65
"Tendrás mi sororidad, pero también mis críticas. Porque el feminismo es una practica política " 68
(Respecto al honor) "Esto es una cosa que tú solo tienes en calidad usufructuaria. O sea, que lo puedes habitar, pero no es tuyo. Es de un tío. A veces, de uno cualquiera (...) El honor es que nuestros cuerpos son de ellos y entre ellos pelean para ver quién es el dueño" 73
"Para cuidar tu honor te pueden insultar, humillar, pegar, gritar, corregir, interrumpir, mandarte a casa a cambiarte, mandarte a casa para que no te desmadres, dejarte tirada en medio de sitios peligrosos o de los que no puedes volver, denunciarte o matarte. Lo hacen por tu bien. Ellos lo entienden" 74
"No te has dado cuenta del daño que te estaban haciendo hasta que te lo ha señalado otra. No te has sentido atacada hasta que no ha tenido que defenderte otra que te quiere más que tú misma. No te has defendido hasta que no han atacado a otra a la que quieres más que a ti" 86
"Ella hace todo lo que hacemos cuando la acosada es otra, sobre todo si la queremos, y yo hago todo lo que hacemos cuando somos nosotras: dudar" 103
"Recuerdo a mi terapeuta de ahora diciéndome: si llevas cincuenta años intentando decepcionar a todo el mundo y no lo has conseguido, igual no eres tan decepcionante" 156
"Queda gente , claro que queda. Parece que cada vez menos, pero es cada vez mejor lo que queda. Queda lo que has aprendido, que nunca es lo que creías que ibas a querer aprender" 159
"Queda la lucidez construida sobre los escombros de la inocencia. Torcida, cínica, en ruinas, desenfocada. Queda el asco. El asco no se va. El asco crece. Queda la culpa. La culpa no se va. La culpa se fosiliza" 163
"En eso he salido a ella, solo me mandan las tan listas como yo" 167
(Sobre la violencia) "Siempre me ha fascinado y la única lucha que se verdad me conmueve es la única que conozco que nunca la ha usado. Busco a quien quiera usarla en nuestro nombre, pero no quiero empezar yo. Sola no" 202