A los estudiantes de la Royal Ballet School les enseñan desde el principio que el ballet es mucho más que un arte, y no solo un deporte. Eso implica tener un control absoluto sobre el cuerpo y poner buena cara pase lo que pase.
Esto es algo que deben aprender Daria y Gyurka si quieren sobrevivir en la escuela, ya que están rezagados respecto al resto. Y en un programa tan duro y competitivo, donde solo sobreviven los mejores, las excusas y el tiempo no juegan a tu favor.
En un ambiente tóxico en el que resulta difícil mantenerte fiel a ti mismo, cualquier truco para demostrar lo que vales podría salvarte, y Daria y Gyurka no van a desaprovechar la oportunidad que se les presenta.
Pero cuando tus sueños cada vez están más cerca, las envidias y las traiciones amenazan sin tregua… ¿Qué serías capaz de hacer para lograr tus metas, aunque eso suponga aprender a vivir con ello?
Andrea Tomé (Ferrol, 1994) es autora, filóloga y profesional de la edición. Ha publicado más de diez novelas, entre ellas El valle oscuro (Plataforma Neo, 2017), ganadora del Templis a Mejor Novela Nacional Independiente, ambientada en Okinawa durante la Segunda Guerra Mundial; Las diurnas (Umbriel, 2023), sobre la caza de brujas en la Inglaterra del XVII, y Tinta y ceniza (Grijalbo, 2024), un tour de force inspirado en las pioneras del reportaje de guerra.
Sus relatos But All Horses Are Pretty y Siege, Siege fueron publicados, respectivamente, en el Journal of Interdisciplinary Arts de la Universidad de Santiago de Compostela y la revista Ripple de la Universidad de Kingston.
Actualmente reside en Londres, donde trabaja en el sector editorial.
“La belleza no es nada excepto el comienzo del terror” {…} Todo ángel es terrorífico”
“Cuanto más te obsesiones con la perfección, más se te escapará.”
Hola querides,
hoy vengo a hablaros de Sangre roja, seda rosa de Andrea Tomé. Conocí la narrativa de Andrea en #lasdiurnas y me quedé prendada de su visión y de su estilo.
🩰Nos encontramos ante una historia juvenil donde se nos mostrará la vida, experiencia y sufrimiento de unos estudiantes de apenas 16 años en el Royal Ballet school, una academia de ballet para crear profesionales de la danza.
🩰Conoceremos la historia de Daria, Bianka, Gyurka, Eniko François.. de donde vienen, sus familias, sus ambiciones y sus miedos.
🩰En un entorno constante de estrés, competitividad extrema, éntrenos hasta la extenuación, dudas, inseguridades .. Exploraremos la psique humana bajo toda esa presión: celos, envidias, soledad, sentimiento de fracaso La desigualdad social, los favoritismos y las traiciones estarán a la orden del día Y sobre todo, viviremos de cerca el odio, la frustración, la enfermedad y la locura … y hasta donde te puede llevar estas salvajes emociones ..
¿Que podrá más? ¿La amistad y el compañerismo? o ¿llegar a lo más alto?
Y las preguntas que creo que todos se tendrían que haber hecho: ¿Vale la pena? ¿Es realmente lo que quiero? ¿A qué precio?
🩰Aunque es una historia de ficción, las emociones de los personajes son tan reales que traspasan las páginas, esa es la magia que hace Andrea. Una historia que aunque es cruda y toca muchos temas delicados relacionados con salud mental nos sumerge en una profunda crítica social y nos muestra las sombras más oscuras de sus protagonistas.
🩰Una lectura que con la sencillez de la pluma de Andrea es altamente recomendable para todes, especialmente para los más adolescentes (+15)
Andrea retrata a la perfección las luces y las sombras de unos personajes que brillan por su ambición y realismo. Su forma de escribir es adictiva y descarnada, casi puedes sentir la misma pasión por el ballet que hace caer a los protagonistas. Si os interesa el género dark academia y las historias profundas, esta es vuestra novela.
Como siempre con Tomé, me enamoro de sus personajes - menos con Bianka, claro. Me encanta que este ambientado en el ballet y que Daria sea gallega. Me encanta que la autora situe sus libros en muchos sitios pero su amor por Galicia siempre este presente.
Me ha sorprendido como me ha gustado la relacion entre Daria y Gyurka (y Andor!!) pero me ha encantado. Especialmente porque es un slow burn, de hecho Daria se lleva mejor con François. Me he sumergido completamente en su mundo y como siempre me encantaria que los libros fueran infinitamente largos... no quiero decirles adios.
Es la primera vez que leo algo ambientado en el mundo del ballet. Ha sido entretenido, dramático y una montaña rusa de emociones. Lo mejor de todo -como siempre-, es la pluma de Andrea. 3.5 estrellas
El éxito es imposible sin el trabajo duro, pero para que exista la magia es preciso que haya cierto talento natural.
Me ha parecido una novela muy disfrutable y me gusta cómo se retratan las amistades tóxicas y la obsesión por la perfección. Tiene momentos de humor aderezado con una tragedia que no he visto venir. Y me ha encantado la ambientación <3 Tiene toda la esencia del dark academia (sobre todo por la reflexión sobre el elitismo y la diferencia de clases).
Qué buen libro. Andrea le da tanto realismo a los personajes que a veces da hasta un poco de miedo. Me ha encantado la relación de Daria y Gyurka. Y Andor.. por desgracia me temía su final porque las lesiones dolorosas son una mierda.
Andrea siempre consigue que me enamore de todos los personajes que más me van a hacer sufrir desde el minuto uno. Además, escribe los mejores diálogos y siempre te hace reír.
Lamento decir que el libro me habría gustado más de no haber leído tantas novelas de la autora porque Daria no destaca entre el grupo de protagonistas juveniles de la autora, esas que tienen problemas para llegar a fin de mes mientras practican un deporte o sufren algún problema de salud que las hace sentir culpables por el dinero que les cuesta a sus padres o están viviendo en París como Rafael. No tiene la pluma de Zoe, la ambición de Veronica ni la solidez de Carmen en un entorno que se le desdibuja. Tristemente el otro punto de vista, el de Gyurka, tampoco me ha dado un personaje nuevo. Sí que tiene situaciones que otros no han explorado, pero el final se come en parte lo que más me apetece del personaje, esa exploración tanto de lo que ocurre con ese personaje como su reacción a lo del papel de Bianka. Lo bueno es que no me esperaba que François y Eniko me cayeran bien (aunque esta última tenga menos presencia que uno de los pocos franceses que aprecio a partir de ahora). Como alguien que se quitó Cisne negro a la mitad sin que el mundo del ballet y su reflejo fuera la razón, me ha gustado la presencia de los profesores, menos la de uno, que me olía como mala persona antes incluso de que hubiera pistas de que lo podía ser. En lo que respecta a Bianka, me habría gustado una mayor exploración del personaje, no sé si mayor maldad, algo más directo, pero sí una mayor presencia, un poco más de mostrar y menos contar. No es que crea que sea un error ni nada, solo que un poco más de el lector interpretándola y menos sus amigos dando su opinión tendría más peso a la hora de vivir los eventos de los últimos capítulos. Como siempre, la documentación es maravillosa y el mundo del ballet vibra, pero ya como gusto personal, me remito a mi primer párrafo y digo que me habría gustado menos leer a la protagonista que sufre del clasismo y el odio de otros personajes, así como de sus propias inseguridades y del miedo de no tener talento natural y que el esfuerzo no sea suficiente y me habría encantado más estar en la piel de alguien cona personalidad arrolladora que no pide ni perdón ni permiso. Al igual que Verónica, cuando compite se olvida de la música y parece que el cuerpo toma el control, cuando precisamente el ballet es un escenario propicio para hacer una protagonista que sea uno con el público y con la música mientras baila su arte, con un nivel de extroversión y energía social que yo detestaría, pero que a una artista tan cercano con el público podría venirle bien. Andor, por su parte, también me ha recordado en su desarrollo a Micah (hermano de alguien que está en el mundo llamemos competitivo con algún tipo de lesión/enfermedad dedicado a la enseñanza (hay de hecho una mención a Micah, creo, sobre un canadiense retirado), y, por desgracia, su personaje no me ha aportado tanto como podría. Por eso es una buena historia, pero me he quedado con ganas de algo más, como que he repetido sin saberlo y me ha dejado un poco triste hacerlo. Y bueno, ya lo dejo aquí por si estoy loca, hay dos cosas que no me han cuadrado. La primera es que en el segundo capítulo Gyurka y Andor juegan al ajedrez, pero luego en la enfermería se dice que François intenta enseñar a jugar al ajedrez a Gyurka y a Daria, pero que no entienden lo que dice. Algo parecido aunque diferente me ha ocurrido con la clase pública, que no se dice que se grabe, no se habla de cámaras (que yo recuerde), sin embargo, cuando se habla de sabotaje en la página 227 se dice que es una clase grabada, que es algo que no había entendido yo hasta que lo he leído en ese momento. Creo que lo del ajedrez sí que es un despiste, pero lo otro no termino de saber si es cosa mía o no, por lo que si alguien se ha dado cuenta, que lo comente con total libertad (no digo que esas clases no se supongan que no se graben, sino que en este caso no se especifica, pero luego se da por hecho que sí, para que nos entendamos).
Entretenido pero no era lo que esperaba por la sinópsis. Pensaba que tendría drama al nivel de Cisne negro y al final fue un Slice of life (día a día) de bailarines de ballet profesional.
El mejor personaje sin duda fue Gyurka, con sus problemas y su forma de ser muy realista y entrañable. Había momentos en los que me identificaba con él, el estar perdido en la vida y simplemente seguir haciendo algo que se te da bien sin saber si es el camino correcto. Me hubiera gustado que la historia se centrara más en Gyurka en vez de Daria. Al igual que su carrera y su forma de ser Daria pasó desapercibida, no tuvo ningún momento memorable o de inflexión como personaje principal. En Gyurka se puede ver un crecimiento mientras que Daria se mantiene en una linea recta, hasta Bianka tenía más chispa.
En cuanto al romance...no me lo esperaba. No sentí ninguna química amorosa, pero sí una amistad sincera entre Gyurka y Daria. Y es que hasta en los momentos más íntimos Gyurka es el que más siente mientras que Daria esta ahí, es un pan sin sal que hasta en sus soliloquios aburre.
Lo poco que había de drama no fue ni siquiera interesante excepto los 3 últimos capitulos en los que empiezan a bombardearte con tragedias que no se llegó a profundizar con anterioridad como lo del profesor Buddy.
Habría preferido que la historia se tratase de Gyurka y Andor. Tener esas diferentes perspectivas sobre el ballet y su día a día en ese mundo tan intenso.
Una de mis lecturas favoritas del año. A pesar de haber escrito una reseña es como que no he terminado de procesarla. Hay trama de traición en el Royal Ballet School, unos personajes que tan solo puedes adorar (Gyurka, te adoro). Como siempre hay representación queer, neurodivergencia, amistad... El contexto y la ambientación son geniales. ¿Los toques de idiomas? Lo más.
Me pareció que la forma de la autora de escribir es excelente pero sus personajes (menos Andor) me parecieron super repelentes, no entendían que el ballet implica esfuerzo y no parecían tomarse las cosas con seriedad. Me esperaba una historia de búsqueda de la perfección cómo El Cisne Negro y me encontré con puro drama adolescente que no sabe de mérito y esfuerzo. Una decepción