Cuerpos para odiar es un retrato crudo, auténtico y conmovedor de la vida de las travestis, exponiendo la sordidez de la calle, la brutalidad policial, el hambre y el rechazo implacable de la sociedad. En un gesto político, Claudia Rodríguez desafía las normas ortográficas como símbolo de resistencia y reivindicación de las que no tienen voz. Una obra emocionante y valiente que nos descubre a una autora impregnada de la realidad cruel de la vida marginal.
CUERPOS PARA ODIAR es un libro difícil de clasificar porque (por su estructura, su intrahistoria y su temática) no se parece a nada que haya leído antes. En él se recogen textos de los fanzines de la poeta chilena Claudia Rodríguez, una histórica activista trans muy importante en la lucha por los derechos civiles y en la cultura underground de su país, y en ellos se nos muestran instantáneas más o menos inconexas de la vida y la lucha en el Santiago de los 80 y 90. Los textos son muy diferentes entre sí, tanto en la temática, como en el formato y el estilo: transitan entre la crónica, el relato, las cartas y la poesía. En algunos momentos, recuerda a las crónicas llenas de literatura del mismísimo Pedro Lemebel. Sin duda, es una narración llena de turbia belleza que destaca por su originalidad y por su valentía.
claudia se pregunta en una parte del libro sobre qué debería escribir una travesti… pues sobre esto, porque ella “sabe leer las sombras y oler a los monstruos”
sobre la sin dolores la delirio la ilusión y la barby sobre pobres que traicionan sobre la marilyn muerta y la viva sobre ser una vaca destinarte a rumiarte sobre gente que anda por la calle sin tomarse su aspirina
La rareza de que un libro así exista es de por sí digno de celebración. Nos podrá gustar más o menos lo que cuenta o como escribe, pero este libro trasciende estas cuestiones. No deberíamos evaluarlo como ensayo, por su profundidad o pertinencia, sino solo por el milagro que supone que haya sido impreso y llegado hasta nosotros. Ya, ya, que yo no he seguido mi propia regla. Qué queréis; soy una rebelde.
Cuerpos para odiar da voz a todas las travestis chilenas analfabetas, a las que a corta edad echaron de sus casas, tan pobres que no aprendieron a leer ni a escribir. No solo refleja la historia, las experiencias humanas, sino que Claudia Rodriguez, su autora, hace un llamado a la lucha de los derechos humanos y trans. Plantea las cosas como son en cuatro relatos que antes de ser libro fueron fanzine. Con ellos empezó su revolución trans. Una obra sin desperdicio y esencial para comprender una parte del colectivo que a veces se olvida.
"Yo escribo para conectar a la gente que me lee, su cuerpo con sus emociones. Esa es mi pretensión. Se podría decir que escribo para provocar con la risa o la pena movimientos en los órganos. Mi intención es llegar con mis emociones a sus ganglios, mucosas y fluidos, para que drenen, a los riñones para que fluyan, a los pulmones para que se llenen de oxígeno y boten, exhalen, desechen. Quiero llegar a los intestinos para que salgan con fuerza los metales pesados que consumimos. Creo que la cosa vida, la cosa viva, la cuestión de la vida es conectar con las emociones a los órganos para que descosan, raspen, destapen y liberen, para que fluyan, drenen, exhalen, desechen, que se haga presente el sistema linfático y de desintoxique de todo lo que silenciosamente y en secreto vamos reteniendo y acumulando dia trás dia. Hay ojos que explicitan con triste ternura lo que al mundo no le importa ver. Hay quienes no querrán dejarme hablar. Habrá quienes querrán mantenerme en el silencio. Pero el silencio de ciertos temas me hace vivir mal, porque me hace ser cómplice del horror y me niego a ser colaboradora del silencio del horror."
Maravillosa Claudia. Hay que leerla, escuchar y hablar.
«Hay travestis que traicionadas por un hombre se quitan la vida, por las que nadie ora. Hay travestis orgullosas que se arrepienten y se vuelven evangélicas, a las que nadie abraza. Hay travestis viejas que mueren reas, a las que nadie las recuerda. Hay cuerpos de travestis desconocidas encontradas descuartizadas, a las que nadie les hizo despedida. Hay travestis famosas que murieron alcohólicas y drogadictas, a las que nadie les dejó flores. Hay travestis fracasadas que se pudren por dentro, a las que nadie acompaña. Hay travestis viejas que mueren sin nunca preocuparse por otras travestis, a las que ninguna perdona. Hay travestis encarceladas por crímenes que no cometieron, a las que nadie defiende. Hay travestis heroicas que asesinan en defensa propia, a las que nadie les cree. Hay cuerpos de travestis asesinadas que no son encontrados, a las que nadie identifica. Hay travestis valientes que sobreviven, a las que nadie las honra.»
"Hollywood me destruyó la ilusión de mi infancia, siempre los malos de las películas morían o quedaban tullidos, ninguno se salvaba de su cruel destino. Cuando vi morir a King Kong supe que era a mí a quien la industria estaba matando. No se puede ser tan grande, tan peluda y vivir en el centro de la ciudad" ❤️🩹
Uno de los libros más bellos y desgarradores que leí este año. Una experiencia que atesoraré como lectora. Claudia Rodríguez fue, lastimosamente, una joya oculta. Me duele tanto no haberla leído antes :(
Guadalupe Reinas 6/10: Libro escrito por una activista.
Sin filtros, directo, brutal, real. Un testimonio de resistencia y de lucha. Doloroso como necesario. Descansa en poder, Claudia. No sé dónde estés, pero ojalá esté Marilyn junto a ti, riéndose las dos como fieras adoloridas.
m'ha encantat, molt, "el afeminamiento que me persigue tenía el deber de ser perverso", quina tia, quina ràbia haver-la començat a llegir ara que l'hem perdut
Hace dos días Claudia partió de este mundo, mientras eso sucedía yo leía sobre su experiencia y miedo a la muerte en épocas de pandemia. Creo que es un libro necesario, por un lado para conocer e intentar comprender solo un poco a un colectivo tan bastardeado como lo es el trans. Por otro lado, por la maravilla de su poesía y su crítica a este mundo tan cruel e injusto. Leerla fue un privilegio
"Si niñas como yo no existen, es porque nuestras vidas no han sido cuentos infantiles: «Hubo una vez un niño que se transformó y fue feliz para siempre»."
"Yo no sabía que no sabía leer ni escribir hasta que me gritaron Tereso y me habían dejado sin batalla, sin herencia y maldita.
Aunque ni siquiera lo entendamos ni lo imaginemos, el no saber leer ni escribir nos construyó como cuerpos para ser odiados."
uf este libro uf, unha narración desgarradora e fantástica, "escrituras arrebatadas, feas y monstruosas" ❤️🩹
No me siento capacitada para valorar en modo alguno la escritura de Claudia Rodríguez, porque siento que no me pertenece ese lugar: así de personales, así de cercanos a las entrañas son estos textos. No hay pose, no hay estética (entendedme) más allá de la que brota violentamente de lo vivido y lo compartido por la comunidad travesti de Chile.
Si tengo que elegir, me quedo sin duda con la parte poética, pero todo, absolutamente todo, cada línea, merece la pena. No es un texto fácil, y tampoco es necesariamente disfrutable, pero al terminarlo sientes que has leído algo que tenías que leer.
Me ha costado un añito acabarlo, hubo pausas claro está. Al principio no entendía nada y la manera en que se expresaba no iba nada conmigo. Pero a medida que vas avanzando, te adaptas, te acostumbras a su manera de explicar el mundo y es como entrar un en nuevo universo que te atrapa aun que sea completamente opuesto al tuyo (al mío, en este caso). Lo recomiendo para tenerlo el la mesita de noche e ir leyendo un capítulo de vez en cuando.
Lectura desbocada, por momentos un poco poética para mi gusto pero igual no podía parar de leer. Es una voz desordenada y atrapannnnttttt. Y claro, una historia durísima.
Abrazar la monstruosidad. El poder de la palabra y del discurso, tener la posibilidad de nombrar, decir, escribir, visibilizar. La norma sostenida por todos, oprimiéndonos los unos a los otros, policías de nosotros mismos, prisioneros entre rejas que nos esforzamos tanto en sostener. Violencia. Descrimimación. Marginalidad. Chile. Pandemia. La importancia de la comunidad, la sororidad. El patriarcado. La masculinadad imposible de alcanzar, ejercer sobre el otro toda esa violencia para sentir que uno conquista algo de ese inalcanzable. El patriarcado. El capitalismo. El cuerpo. Los patrones según la mirada de los hombres. La vivencia travesti.
"Yo escribo para conectar a la gente que me lee, su cuerpo con sus emociones.
(...)
Creo que la cosa vida, la cosa viva, la cuestión de la vida es conectar las emociones a los órganos para que descosan, raspen, destapen y liberen, para que fluyan, drenen, exhalen, desechen, que se haga presente el sistema linfático y se desintoxiquen de todo lo que silenciosamente y en secreto vamos reteniendo y acumulando día tras día."
Menudo descubrimiento de Claudia Rodríguez. Una voz con un discurso poético y transversal super interesante. La edición recopila varios textos suyos autoeditados en fanzines y comienza con una entrevista a la autora a modo de introducción. Los textos son una pasada, pero es que además la edición está mimada y es un gustazo tenerla entre manos
De lo mejor que leí en el 2024 Me recordó mucho a Pedro Lemebel (creo que cualquiera que haya leído algo de él pensó lo mismo). Es un texto personal, político, poético y muy original. Creo que es muy difícil encontrar algo parecido en una librería.
Tenía muchas ganas de que me gustara pero no fue el caso. Mucho divague y una repetición (innecesaria) de los mismos conceptos e imágenes. El prólogo/entrevista con Marina Enríquez es lo que más destaco.
“no se hablar, pero no soy muda” / “¿que era ser analbafeta?¿era lo mismo que ser fea o fantasma? / “que se podía esperar de un cuerpo lanzado al mundo. Así cayó mi madre aqui y despues yo” / “provengo de generaciones de mujeres analfabetas de las cuales no existen antecedentes. No quedó registro de que ellas existieron antes de mi”.
Claudia Rodriguez es una escritora y activista travesti chilena que comienza su activismo tras la caída del gobierno militar en chile.
Su discurso , su biografía, la transformación de su cuerpo parte de la pobreza de ser analfabeta, desclasada , de intentar buscar las palabras, de ser capaz de ordenar ideas para reivindicar que ellas , las que solo salían de noche, las que estaban en el último escalón también existían/en. La escritura de claudia es coloquial, ordinaria a ratos pero también es muy poética, y muy crítica y divertida. textos que hablan de su infancia, de un niño que se transformó y fue feliz para siempre, de su cuerpo, y también de esas compañeras que desde la pobreza no lograron ser visibles para nadie.
Cuerpos Para Odiar es parte de la obra de claudia, la mayoría de los textos son autopublicados en fanzines y ahora editados en este libro por barrett con Mariana Enriquez como editora por un libro , bien por marian y bien por barrett
yo llevo una racha tremenda entre pedro lemebel, camila sosa, roberta marrero y ahora claudia rodriguez. Os recomiendo mucho este libro.
“porque se cree que lo diferente es grotesco y monstruoso, he sido tan odiada que tengo razones para escribir”
Me ha encantado lo crudo que es. Al principio pensaba que iba a ser un libro de aforismos y me dieron ganas de dejarlo, pero me alegro de haber continuado porque luego te das cuenta de que tiene cierta continuidad y cuenta su propia historia. El libro está fatal escrito, y ella está diciendo todo el rato que es analfabeta, pero las historias que relata aún así merecen ser contadas.
Me quedo con la frase "Mi problema no son los ricos, son los pobres de este país". Cuando una camina por la calle y un obrero te dice "eh, maricón culiao"... Y ese hombre está ahí trabajando expotado. Es un hombre desclasado que no sabe, que no reconoce su explotación, su esclavitud, totalmente inconsciente de que somos también sujetos de lucha y de que él es un sujeto de lucha. Se creen superiores, igual que los clientes (de prostitución). [...] Pasa lo mismo entre el obrero y un militante de izquierda: lucha por los derechos, pero es capaz de decirte que eres una ignorante, una inferior. "Tú eres pobre. Y eres desclasado. No eres superior a mi, date cuenta. Date cuenta, compañero de izquierda."
"Mi problema no son los ricos. Son los pobres que defienden la propiedad privada como si fueran ellos los ricos, como si fuera una riqueza suya."
"A falta de tierra que sembrar, el poto travesti da trabajo, la disposición de su uso comercial asegura proveerse de dinero, comprar pan y seguir pegada a este mundo."
«Absolutamente, por haber nacido aquí, cuando hablo y escribo, implícitamente relato la historia de este territorio. De manera implícita, infratextual o incluso desde la negación, describo a las abuelas de mis abuelas y su subordinación. Hablo de ser migrante, de la misma forma en que hablo de haber nacido en un mundo con cordillera y, de la misma forma, del espacio baldío que implica ser travesti, en las narraciones de quienes han nacido aquí y no nos nombra. Así mismo, con la poca importancia que tienen las biografías, aunque no lo crean, cuando hablo de ser analfabeta, también estoy hablando del miedo que ha significado tener una voz después del once de septiembre, porque también nacimos aquí. Pienso, aunque no lo crean, que cuando hablo, hablo de mi mamá y de mi abuela y de todas las abuelas, de su persecución y su miedo. Aunque no lo crean, haber nacido aquí me hizo de este color y así con el color de mi piel hablo de la cordillera.
Soy así, aunque no lo crean. Haber nacido aquí me incluye, aunque sea travesti, aunque no nos nombren en la historia de Chile. Somos de aquí, de este territorio. Aunque no nos nombren en la lucha de los pobres, todo el tiempo hemos estado aquí. Las travestis hemos sido analfabetas de la historia de haber nacido aquí».
Qué decir de este libro. Impecable. Leer a Claudia es sumamente necesario, su texto es crudo, doloroso y hermoso, todo junto y todo mezclado.
No solo el texto es excelente sino que la edición del libro es hermosa. Las ilustraciones, las aperturas de capítulo, la forma de presentar a los involucrados al principio y no en la solapa. La entrevista del principio con Mariana da una introducción necesaria si no sabes quien es Claudia.
Me hubiera encantado leer sus fanzines, pero me conformo con haber hablado con ella en la presentación de su (otro) libro. Ese día le llevé también este libro, además del que presentaba, para que me lo firme. Se emocionó mucho porque todavía no lo había visto físico, mi libro fue el primero que vio y tocó y firmó. La presentación fue impecable, desde que vi el flyer con las personas que la acompañaron ese día supe que iba a serlo: Susy Shock, Marlene Wayar y Dolores Reyes. Me encantó escucharla y me encantó leerla. Ya quiero leer también su otro libro y ver con qué me encuentro 💘
Me encanta leer no ficción de personas que tienen algo para decir. La mayoría de las travestis tienen muchas cosas para decir. Hay que leerlas, escucharlas y darles el espacio y reconocimiento que se merecen
"Cuando vi morir a King Kong supe que era a mí a quien la industria estaba matando. No se puede ser tan grande, tan peluda y vivir en el centro de la ciudad." (147)
"¿Puede haber pobres que acumulen pobreza?" (167)
"no sé hablar, pero no soy muda." !!! (60)
"la ilusión de la ropa borra el cuerpo y las cicatrices, gran parte de todo lo que somos." (57)
"¿Qué era ser analfabeta? ¿Era lo mismo que ser fea o fantasma?" (59)
"las palabras me torcieron, se convirtieron en fuerzas arrasantes que me borraban" (67)
"somos, identidades en tránsito y siempre en riesgo de muerte, en continua resistencia a la extinción. " (90)
"para las travestis reales, el estado no puede existir " (132)
"El progreso del estado no chorrea hasta la periferia. A los pobres el sol veraniego no nos bronceará parejito" (148)
"En los jardines de las ilícitas, un territorio lleno de cuerpos deformes, deseosos, bellos y monstruosos a la vez y ocultos, fugados y desobedientes" (86)
"Madonna querida, el imaginario proletario travesti latinoamericano contradice tu soberbia juvenil. " (141)