Dos mujeres, dos épocas. Una novela que explora la identidad femenina a través del tiempo y la memoria.
Aunque soñaba con ser actriz, Sabrina terminó por estudiar Artes. Impulsada por Gabriel —su director de tesis y su amante—, decide investigar las huellas del teatro judío en la Argentina. Para eso recurre a Jaim, un viejo profesor que le sugiere revisar los restos de los archivos de la AMIA, la mutual que sufrió un atentado terrorista en 1994. “Fue en ese momento que decidí que yo me iba a dedicar a ese pasado. No es que me llamara la atención ese mundo, no más que cualquier mundo: lo que me convocaba era que hubiera desaparecido”.
La investigación resulta trabada y difícil porque la mayoría de los documentos volaron con la bomba. Hasta que un coleccionista le ofrece una caja y allí descubre el diario de Jana, una actriz del teatro ídish en la Buenos Aires de 1960. Su figura es una suerte de espejo mágico para Sabrina. Seguir sus huellas se vuelve una obsesión y todo lo demás —su familia, su carrera académica, su relación con Gabriel— pasa a segundo plano.
En La última actriz, Tamara Tenenbaum demuestra una inteligencia narrativa excepcional. Con dos personajes femeninos perturbadores y una trama tan elusiva como hipnótica, esta novela trata acerca de ser mujer, del deseo y la realización, del mito del díbuk y la posesión del cuerpo, de la tradición y la modernidad, de la ciudad de Buenos Aires y de la búsqueda de una clave existencial entre un montón de papeles quemados.
Me encantó a otro niveeeel. Amé el recurso del diario a mitad de la historia y la voz (y tono) que Tamara construye con esa narradora. El final me pareció precioso y terminé de leerlo con una RE sonrisa :)
Realmente mega atrapante e interesante. Amo la curiosidad de la protagonista, su ojo clínico y esa especie de "obsesión" que la atrapa por la historia que está investigando.
En rigor serian 4.5 ⭐️ De muuuy fácil lectura. Bien escrito y atrapante. Lo queres terminar y avanzar pero no queres que se termine. No mucho más para decir por temor a spoilear, salvo que recomiendo.
El libro es entretenido y fácil de leer, con referencias muy interesantes al judaísmo actual. El libro me dejó muchas “frases” interesantes con las que resonaba y quedaron marcadas. No me enamoré de la trama, siento que podría haber sido mucho más rica. Pero el libro en general está bien!
la escuché en un podcast, a la autora, y me cayó muy bien tardé en conseguir su libro pero no me gustó mucho lo único que disfruté bastante y me hizo hasta emocionarme de lo que creí que vendría después fue la voz de ella, de Sabrina, me fascinó su espontaneidad pero luego, uf, el diario me aburrió y lo demás, bah, no me dijo nada
pienso que el tema de su padre muerto hubiera sido más interesante aunque ella dijo que no recuerda nada pero es lo que los escritores hacen inventan ¿o no?
He leído toda la bibliografía de Tamara Tenembaum previa a esta novela y nunca nada me gustó ni me pareció tan bueno como decían, al contrario me pareció siempre pretenciosa y snob. Sin embargo esta novela es una gratísima sorpresa, me gustó mucho. Primero hay un objetivo claro: encontrar datos de la documentación que se quemó en la AMIA. Segundo, están muy bien logradas las distintas voces. Tercero, las historias paralelas que se dan a la principal son coherentes y no son desconexas, dan contexto. La historia se cuenta en retazos con una estructura recontra usada, pero está buena, el tema es atractivo y entretiene mucho. La recomiendo.
“actuar es saber hacer poesía, no saber hacerse la piola”.
leí esta novela con una mirada atenta. me gustó encontrar un poco (o mucho) de mi en los personajes. mi relación con la actuación, con la facultad, con la tesina, con la escritura, con el arte y la religión.
“… pero ya no puedo dejar de arrancar las paredes, es como la sensación esa de arrancarse las pielcitas de los dedos, aunque duela ya no se puede parar, el cuerpo te pide una prolijidad, que no quede ni un cabo suelto”. Excelente
Una investigadora de Filo encuentra un diario de una actirz de teatro judío de los 60. Está muy bien escrito y tiene reflexiones que me hicieron eco y dejo acá abajo porque quiero volver a ver. Es muy para un nicho del que soy parte, espero que sea interesante para quienes no lo son tanto: judía, porteña, puan, consumidora de teatro.
Lo mejor de mentir es creérselo uno mismo. No creo en el convencionalismo en el sentido profundo: las cosas son como son, si las miramos en serio. Pero en un sentido menos profundo y quizás más importante, en un sentido práctico, la verdad es un estado social de las cosas, un conjunto de aceptaciones comunes. Para la mayor parte de las cosas alcanza con que una crea algo y los demás le crean, o con que una lo crea y los demás ni se enteren.
El ídish es un idioma que configura un teatro vanguardista e impresionante porque es un idioma que no es de ningún lado, es un idioma de la errancia, que está inundado de todo lo que hay en Europa, y lleva lo más novedoso de Europa por el mundo, como los judíos, que venimos haciendo eso desde tiempos inmemoriales. No es que no exista una cultura judía, un poco existe, pero otro poco la cultura judía es la cultura de llevar y traer, de mezclar las cosas que existen en otras culturas, de hacer entrar lenguajes en países que no los conocen y así transformar el mundo de un país. Daniel de verdad cree que el idish hace eso y el teatro antes que nada,
No hay teatro acá en Villaguay; o sea, hay un solo cine-teatro, pero en este momento no hay nada progra-mado. Me pregunto cómo sería vivir en un lugar en el que no hay teatro. La respuesta: igual que vivir en cualquier otro lado. El teatro no cambia nada. Yo viví muchos años sin ir al teatro en una ciudad llena de teatro, y no pasó nada; la mayoría de la gente, de hecho, pasa así toda su vida. Es como un pez preguntándose cómo es vivir sin bicicletas. Pero no, no es cierto: los años que yo pasé sin ir al teatro fueron terribles. Vivir sin teatro para mí sería terrible, pensando en que uno tiene que irse de viaje para ir al teatro, que los actores viven en una ciudad que no es la de uno. Sería un horror. La gente se va al campo, Marina ahora está delirando con eso, y no piensan tanto en lo que es vivir sin teatro. "Puedo venir un fin de semana por mes y ver teatro", dice Marina, si igual es cierto que casi nadie va al teatro más de una vez por mes. Pero no es lo mismo estar donde pasan las cosas que tener que irte de vacaciones al lugar donde pasan las cosas. Yo por eso odio las vacaciones, no encuentro nada que disfrutar en vacaciones: el lugar en el que vivo para mí siempre tiene que ser el mejor del mundo, no me gusta ni siquiera pensar que hay lugares mejores y medio que el propio concepto de las vacaciones presupone eso. Iría quizás a ver teatro a Nueva York o a Londres, eso un poco me intriga. Igual esto que estoy haciendo ahora no son vacaciones. Le digo a la gente que es trabajo, pero no lo creo, el trabajo lo podía hacer por teléfono. No es trabajo, pero tampoco es vacaciones, es otra cosa
La primer parte fue una gozada. Quiero leer más de Tamara. Gracias por las crónicas de ser chica y tener obsesiones. Tenía tanta sed de encontrarme en algún texto, escrito por una mujer. Siempre ignoré ese lado mío, y ahora releyendo subrayados que me gustaron mucho, casi que no puedo esperar a leerte más. "Ser actriz es ser mujer al cuadrado, eso pensé: estar constantemente esperando que te llamen. Una escritora puede escribir su propio libro, una cantante puede salir a buscar sus fechas, hacer sus canciones: pero hasta Angelina Jolie, en algún sentido, está esperando que la llamen, recibiendo propuestas. Ni ella se anima a mandarle un mail a Almodóvar y decirle che, quiero estar en tu próxima película. Hay que esperar. No solo vivir del deseo ajeno: esperar a que te lo expresen, quedarte tranquilita mientras tanto, hacer la tuya, cuando la tuya es nada, cuando en el fondo no podés hacer nada tuyo porque lo tuyo es justamente eso para lo que te tienen que llamar. No todas estamos hechas para eso."
"No lo converso con mis amigas del doctorado pero creo que muchas nos sentimos así, adolescentes eternas y predestinadas, unas ninfas fuera del tiempo retozando hace una década en el mismo estanque, los pasillos de Puan."
"estoy leyendo una novela en la que la chica empieza su diario siempre así: “querido diario”. Me parece un poco artificioso pero lo quiero probar porque la novela es muy linda y quizás hay algo de lo de subirse a una cosa artificiosa y hacerlo con fe que puede servir para hacer cosas lindas." 💘
"Quizás la vida se parece más al teatro. Arreglárselas para hacer cosas entre cuatro paredes. Con palabras, cambios de frente sutiles para moverse sin chocarse con las cosas, escenografía berreta y vestuarios repetidos."
"porque si lo hace tiene que aceptar que es culpa suya porque el grupo es de él, que ni se fijó al armarlo que fuera útil o productivo para alguien, que sencillamente repite instancias y tradiciones que aprendió que hay que repetir (el verbo del mes es repetir) y que no todas las actividades de las que participamos están realmente orientadas a la producción de conocimiento sino que algunas son sencillamente rosca o peor, ni rosca, costumbres que hay que sostener como si se tratara de un rezo."
a veces me pregunto si podría actuar sin sentir que Daniel me mira. Sin actuar para Daniel. Si se puede no actuar para una persona. Actuar para ninguna persona
me gustó mucho! siento que por ahí le faltó algo más al final, pero la verdad es que me entretuvo mucho. me gustó la manera en la que está escrita y la forma en la que se conectan las dos protagonistas. la parte de Jana sobre todo me gustó un montón.
me parece interesante que mencione tanto la obra de El Dibuk y siento que le sumó muchísimo el haber visto la adaptación que hizo Tamara en el teatro el año pasado para entender un poco más de qué hablaba el personaje.
Es la primera vez que leo algo de Tamara y me resultó muy interesante; siento el impulso de leer más. Pero volvamos a este libro.
La novela con dos protagonistas: por un lado tenemos a Sabrina, estudiante de artes que decide investigar las huellas del teatro ídish en Argentina. Desde su enfoque, vamos sabiendo sobre lo que es su carrera, el abandonar la actuación para ser investigadora (porque no tenía madera de actriz), su relación tumultosa con Gabriel y cómo se va sintiendo con este cúmulo de cosas. Por otro, vemos el de Jana: una joven actriz judía que, a través de su diario, nos habla sobre lo que comprendía su vida y sus emociones, previo al atentado del AMIA. Lo más interesante es todo el cuestionamiento que hace con respecto a lo que es ser judío y a su vez, los vestigios sobre lo que significaba para ella el querer ser actriz.
Estas dos visiones se entrecruzan, en la búsqueda de Sabrina por querer saber más acerca del teatro judío y encontrar a la última actriz del mismo. Su necesidad de investigar eso que falta, encontrar testigos te mantiene tan en vilo, que cuando llegas al final te descoloca y te deja boquiabierto.
Es el segundo libro que me regalan de Tamara. La trama y la historia es interesante, pero me repele que escriba como una tuitera con más de 120 caracteres para redactar. Mientras lo leía sentía que era como “escuchar” un podcast de Nati Jota. En lo particular su forma de escribir hace que sea menos llevadera la lectura por que realmente toca temas muy buenos.
Me gustó mucho el ritmo, la narración desde diarios y mails y cómo va apareciendo la vida de cada personaje. Me pareció atrapante y muy fácil de leer. Me gustó mucho también cómo se retrata lo femenino desde una mirada tan íntima, que es la los diarios.
Hace rato que no me devoraba un libro de esta forma. Es impecable. Desde una trama original, cuenta una historia que no se cuenta: la del antisemitismo en Argentina. Tamara tiene la habilidad tremenda de meter fragmentos de su propia historia dentro de sus libros de una forma que no se siente autorreferencial ni pesada sino que aporta mucho al relato. Qué triste, igual, que la representación judía la escriban solo los judíos. Para pensar, por lo menos.
Pero lo que más me gustó del libro no es el judaísmo, sino la discusión sobre la actuación. Como actriz amateur, me llegó mucho esta novela de historias entrelazadas entre mujeres que no se dedicaron al arte porque ellas, solo ellas y no nadie más, no se sentían lo suficientemente buenas. El mundo del arte es durísimo y más con las mujeres y somos muchas las que renunciamos a ese sueño que de tan difícil de alcanzar que es, nos quita la pasión por el arte mismo. No digo que ser académica como Sabrina sea más fácil, claro está. Pero me identifico con el sentirse más buena para lo intelectual, mejor observadora y analista que interprete.
Que lindo sentirme interpelada así y sin haberlo esperado cuando abrí el libro. Top lecturas del año.
Buen libro, es facilísimo de leer y te mantiene enganchado. Me gustaron mucho los personajes de Sabri y Jana. Estos dos personajes parecen estar muy conscientes de sus emociones y quienes son. No conocía mucho acerca del teatro idish pero siempre es muy interesante leer de este tema. La parte del diario de Jana me pareció lo mejor del libro, las ganas de destacar en el teatro, su deseo por Daniel, la escena de la peli del díbuk (turbia), su locura por Daniel, David, su madre, Dios de venganza y DANIEL. Pero lo que se me queda corto es sabri, aun que su desarrollo fue bueno siento que pudo dar mas (hablando de la investigación), tal vez porque el libro fue corto, pero creo que todo se resolvió rápido, me hubiera encantado leer mas de ella. Pero fue un libro que disfruté mucho, recomendado. Un solido 3.5 🙏
Linda novela sobre dos mujeres que se encuentran o se conectan sin conocerse, una es una estudiante muy cool de Literatura en el tiempo actual, que decide hacer una tesis sobre teatro yidish o teatro judío en Buenos Aires y la otra es "la ultima actriz" cuyo diario de vida encuentra la tesista, y que data de varias décadas atrás, otra joven aspirante a actriz, quizás la opuesta de la protagonista que narra, quizás su doble o su doppelganger. Bonitas voces, una supuestamente segura y a cargo de la situación, en el contexto actual, la otra insegura y quizás más sensible, tratando de hacer su camino sobre las tablas Recomendable novela, me dieron ganas de escribir alguna vez algo así
"Eso, los hijos contra los padres: los judíos actuamos este conflicto de dos épocas como un conflicto familiar, porque cada hijo de una familia judía, desde hace cien años o quizás más, tiene que dar esa pelea toda de nuevo, cada padre judío vuelve a inventar un medioevo que sus hijos tienen que incendiar para vivir pero que no quieren terminar de incendiar para vivir.
Ese es el tema: como dejar de ser judío y seguir siendo judío, cómo vivir una vida auténtica sin terminar de incendiar la fantasia"
Hace mucho que estoy dentro de una carrera que siempre pienso ya falta poco para terminar, es lo que quiero, es lo que realmente quiero hacer con mi vida.
Leer la intensidad por lo que estás mujeres se proponen lograr ese algo: teatro, investigar, entenderse, abrirse en un ambiente me recordaron a mi misma.
No es lo mejor que leí, pero sí es identificativo para mí.
Espero no ser ellas y quedarme en la nada, viviendo una vida que no quise y que solo me toco vivir.
Segundo intento de leer a Tamara Tenenbaum y esta vez sí lo logró. La mitad del libro me aburrió pero quizá esa es la intención: recordar que mientras lxs artistas están ensimismados buscando trascender, sus vidas son cotidianas e irrelevantes. El final me gustó mucho, eso y que aprendí dinámicas y prácticas de judíos, y que de refilón habla de Indecente, una de las obras que más me ha gustado en los últimos años.
la verdad entré con bajas expectativas pero me súper atrapó, es súper fácil de leer y muy interesante. me dejó pensando en algo que nunca se me había ocurrido, esa pérdida de historia judía argentina en lo que por ahí no se hace tanto hincapié xq como dice el libro "nadie piensa en los papeles cuando se mueren personas".
Qué lindo es leerla a Tamara, siempre es un placer. Su lectura ágil pero poco inocente, te lleva como si nada pero cada tanto te sacude. Y tan porteña. Me encanta. La última actriz parece que va a hablar de algo conocido pero tiene un matiz diferente, una pregunta por las cosas que nadie busca y la propia vida que tampoco sabe qué está buscando.
Muy fresco y ludico el personaje de Jana, que sea su diario le suma cosas inesperadas de su punto de vista. Todo el personaje de la investigadora alter ego de Tamara ya no me interesa después de varios libros suyos. Mucho más interesante estos nuevos personajes y las distintas voces que puede encontrar ahí ya que tiene muy buen ojo para los personajes y los temas
Me sentí muy identificada con la obsesión del teatro. El libro en sí es adictivo, siempre querés saber más. La parte del diario es espectacular. Me hubiera gustado que sea un poco más largo porque siento que la historia daba para más, necesito parte 2 definitivamente jajaja leeré más de Tamara, me parece una mina con mucho mundo interno
Soy bastante fan de Tamara pero siento que este es el libro que menos me gustó de ella. Lo más lindo es su oda al teatro. Marida muy bien con su obra "Las Moiras" ya que menciona también el mito del díbuk.