¿Son nuestros cuerpos, nuestra podredumbre, dignos de ser amados? ¿Dónde está la línea, el tejido, el órgano que divide el cuerpo del alma, lo vivo de lo muerto, lo humano de lo que ya no lo es? ¿A quién le pertenece el cuerpo femenino, vivo o muerto, humano o no humano, fragante o monstruoso?Estas son algunas de las preguntas detrás de El cuerpo de Dorotea, que se centra en la historia de una mujer cuyo cuerpo está muerto y en proceso de descomposición, pero habitado todavía por su consciencia. Se trata de un nuevo tipo de monstruo que lucha por mantener su humanidad mientras pierde retazo a retazo su envase carnal y de la persona que se ha enamorado de este monstruo y que tiene como encargo escribir su historia tras su fin definitivo, la historia de Dorotea, que en su estado de muerta viviente es violada por un hombre, enjuiciada y condenada en un foro público por haberse defendido, pues ¿cómo puede considerarse una violación si Dorotea ya no está viva, si Dorotea ya no es humana, si ya no es, estrictamente hablando, una mujer? ¿A quién le pertenece ese cuerpo y dónde están ocultas su conciencia y su emoción? ¿Pueden los muertos tener derechos? ¿Y las muertas?
Al margen de estos temas tan vigentes hoy en día, se trata de una historia de amor, de dos seres que encuentran el alma uno del otro más allá de la carne y del género, en la palabra y en la compasión. Una historia feminista, ultraviolenta, intimista, terriblemente actual, que intercala la voz casi erudita de Dorotea, que reflexiona acerca del cuerpo, la muerte y la descomposición que atestigua día tras día en su propia carne, con la voz furiosa y dolorida de quien se ha enamorado de ella.
Lorena Amkie aprendió a escribir con tan sólo cinco años, y desde ese momento nunca ha dejado de hacerlo. De adolescente, su personalidad más bien introvertida hizo que creciera su gusto por lo oscuro, los chicos malos, los escritos cargados de humor negro, la violencia y una eterna, si bien torturada, búsqueda por el amor verdadero.
Gothic Doll, su primera novela, lleva más de 20.000 ejemplares vendidos y ha creado una gran comunidad de fans. Lorena ya está preparando la segunda parte de esta exitosa novela gótica y de vampiros.
Comencé este libro emocionado por los temas que prometía en su descripción, y nada más empezar, me di cuenta qué cumpliría esa promesa, aunque no como yo esperaba.
No esperaba divertirme tanto, pero más de una sonrisa se me escapó, no esperaba entristecerme tanto, pero también se me escaparon un par de lágrimas, y lo que menos esperaba era sentirme tan frustrado, tan molesto y tan sobrepasado, pero eso tampoco lo pude evitar. Hay más de una situación que parece divertida por lo absurdo, pero con su evidente similitud a la vida real, a cosas que siguen pasando una y otra vez, la rabia se aloja en el corazón, y quieres protestar por lo que está pasando, y quieres que pasen cosas diferentes, pero el libro no te da lo que quiere el capricho, es mucho mejor que eso.
Con un formato más experimental que el esperado, me sentí desafiado desde el comienzo, y ahora, ya terminado, solo puedo celebrar y aplaudir el valor de la autora por atreverse con una historia así. Ojalá muchas personas se den la oportunidad, vale totalmente la pena.
Un libro hermoso, crudo y reflexivo. Cada capítulo, cada página tiene profundidad. La trama es arriesgada e inteligente, llevada a un terreno único.
Estuve esperando este libro por años y no perdí la fe de que un día saliera. Y mientras lo leía no dejé de sentir que estaba leyendo algo que trascenderá, que se podría releer una y otra vez y siempre se le encontrará algo nuevo.
Estos libros no abundan en nuestros días. Por fin: algo inolvidable.
He tenido que dejar reposar el libro en mi para poder calificarlo o decir algo de él. Es un libro que es mucho.
El cuerpo de Dorotea es un libro escrito desde la carne y que te invita a leerlo desde ahí. Habla de la humanidad desde la podredumbre de un cuerpo que en ese descarnarse se sabe más vivo que nunca.
Dorotea odiaba su cuerpo, no tenía relación con el, siempre fue la gorda, la fea y después de la muerte conecta por primera vez con ese cuerpo que nunca quiso pero no lo hace por los demás, ya que el rechazo es inminente, esta vez lo hace por ella y por lo que va descubriendo de cuerpo, alma y mente
Pero en esta historia, aunque es distinta, hay vergüenzas humanas que se mantienen intactas; resulta que Dorotea no es la única que se cree dueña de su cuerpo.
Hablar para no matar, es lo que hacen Dorotea y la otra protagonista…hablar para denunciar, aunque Dorotea no puede hablar eso no significa que no tenga voz.
A pesar de que el componente romántico de la novela a ratos me parecía empalagoso y un tanto excesivo (personalmente nunca me han gustado las novelas de amor) es un gran libro, una gran historia y que te deja varios días con la carne en la boca, y en el alma, si es que tal cosa existe.
Sin duda alguna fue un libro fenomenal. Me agarró de sorpresa cuando estaba en un bajón emocional, y la perspectiva que da de la vida desde las palabras de alguien que fue marginada y mal vista por la sociedad fue algo que me abrió los ojos. Al principio es difícil de seguir por su prosa atropellada y furiosa. Pero una vez entendida, el libro es atrapante de principio a fin. Hace empatizar con muchas (si no es que todas) las opiniones que te arrojan como flechas que tienes que atrapar antes de que te lastimen. Este libro llegó en un punto importante de mi vida, y me alegro haberlo leído. Sin duda refleja muy bien la ansiedad de existir en una sociedad que odia lo diferente.
Una obra profundamente filosófica en torno a lo que nos hace humanos, a donde reside el alma, ¿forma a caso parte del cuerpo o es un ente a parte? Una narrativa descarnada que se permite incluso tantear la ironía de manera magistral. Es un texto que se cuece a fuego lento, permitiendo que nos adentremos poco a poco en la psique de sus personajes protagonistas, entendiendo como funcionan sus cabezas y como su mundo se ve trastocado por un suceso terrible. He sentido esta novela como la obra más personal e intimista de su autora. No es una novela baladí y es posible que no guste a todo el mundo, ya que siento que debes leerla desde una energía concreta para que pueda calar hondo. Pero aquellos/as que visiten la historia de Dorotea desde el prisma adecuado, descubrirán una obra de esas que dejan huella y dan para reflexionar durante días.
Siento que no quiero que esta sea la última vez en mi vida que lea este libro. Me costó mucho su lectura, estuve bastante tiempo bloqueada y postergándolo, y cada vez que lo retomaba estaba más perdida, pero me dejaba llevar por el lenguaje y la poesía y eso me mantuvo en curso. Con la historia no conecté, tal vez no haya sido el momento, o por la forma intermitente en la que lo estuve leyendo. Dorotea es un personaje amado. Gracias. Me quedo con esta frase: ¿Qué sentido tendría atarme a la trenza los cabellos que se han desprendido?
Es el primer libro en años que logro terminar en 2 días.
Es una metáfora bastante ligera acerca que como percibimos a las personas o cosas que son diferentes. La fusión perfecta entre la prosa poética y un poco de gore.
Este libro, duele, duele bonito. La forma en que es narrado es exquisito, es crudo y poético a la vez. La novela te lleva en un viaje filosófico acerca de lo que significa estar vivo y estar muerto.
Sobrecogedora, sincera, encantadora, cruda, intensa, poética. Todo eso y mucho más es esta historia. No apta para todos, pero de obligada lectura para todos.