Black women took part in thousands of individual and group escapes during slavery and post-slavery on this side of the globe. They actively played central roles in actual insurrections and revolts, in a pure manifestation of their rebelliousness. . Tired as they were of slavery and other constraints to freedom, they transgressed, infringed upon, and broke with social order.
Me estoy poniendo al corriente con mis lecturas del diplomado y definitivamente el Caribe está resultando ser una ubicación interesante de leer. Es terrible, incluso desde la ficción, leer las experiencias que las mujeres esclavas vivieron al ser despojadas de su libertad.
Conocí a Yolanda en la presentación de Las Negras en una librería y me dejó totalmente conmovida. Escucharla contar cómo rescató las memorias de su abuela, y cómo esas historias de mujeres están llenas de dolor, resistencia y verdad sobre la época colonial y la esclavitud, fue realmente impactante. El libro se compone de cuatro relatos diferentes, que se leen de forma sencilla, pero no por eso deja de ser menos duro. Es un libro que remueve y que deja huella.
Me gustó mucho. las negras vivimos eternamente en la historia, por fin, alguien nos dio la oportunidad de hablar más allá del silencio. Gracias a Yolanda por ser la voz.
Es una maravilla. Está excelentemente escrito y presenta historias escondidas de las que se habla muy poco. Me llegó al alma y lo recomiendo enfáticamente.
“Por primera vez desde que Wanwe deja la selva vuelve a oír el silbido. La sirena de alarma que anuncia peligro. El sonido de aquella boca es inconfundible; pitido que se alarga como una liana de árbol gigante, interminable. Un hueco que se oye y se siente. No sabe de qué parte del barco se origina o hacia dónde va.. Lo que sí sabe es que aquella caricia de tímpano es suficiente excusa para gritar asfixiada y llorosa el nombre de mamá”
tomado como un todo, me parece una lectura estimulante. tengo una marcada agudeza en cuanto a ritmo (las pausas en sus modos variados de puntos, comas... salto de página y demás... me facilitan recrear patrones que se refleja en cuánto me toma involucrarme con el texto) entonces, cuando expreso que 'las negras' es una lectura estimulante lo digo recordando que, a pesar de ser 3 cuentos independientes en trama y personajes, el patrón rítmico, que fui reconociéndole a yolanda arroyo pizarro, me pareció cual pieza de acordeón; mismo elemento de compresión de aire pero que dependiendo de las teclas, producen un sonido diferente.
encuentro curioso que al principio, como quien se adentra en un bosque bien tupido, fui avanzando a la voluntad de las circunstancias. yolanda va permitiendo entrar en estas historias con paradas que alertan... para el segundo cuento ('matronas') las pausas forzadas disminuyen, las descripciones aumentan y la sensación de frustración; de identificarme con ndizi cuando la violan no porque haya una descripción minuciosa con más afán de ser narradora justiciera que quiere obligar a quienes leen de esas penetraciones sin permiso, sino por la empatía que surge de reconocerme en distintos niveles de transgresión (desde ir caminando en lugares públicos y ser objeto de atosigamientos sexuales disfrazados en piropos por ser permisible en la sociedad, hasta otras transgresiones que pasan cuando continuamos un acto sexual sabiendo que no lo estamos disfrutando al tiempo que observamos a la pareja, quien parece pasarla bien, y nosotras pensando '¿por qué me dejo agredir de esa forma?'). para el tercer cuento -viniendo de esa molestia y sensación de asfixia- me encontré con otra emoción: la de sentirme aliviada. ya conocemos las transgresiones físicas de mujeres esclavas, yolanda nos ha vuelto a recorrerlas en los dos cuentos anteriores, así que, es justificable cierta indiferencia de su parte hacia las agresiones que sufre el personaje principal de este cuento, 'tshanwe', porque lo que viene -esa bomba de alivio- necesita prepararse y ella concentra las descripciones en eso... al final, leer 'las negras' es una experiencia completa. (del tipo de experiencias que tengo cuando leo a coetzee)
(2,75) Me han encantado las historias del comienzo, pero en la segunda mitad los capítulos tienen una temática de ciencia ficción, y no me han gustado nada. Me da pena porque el estilo me ha gustado mucho, pero no he conseguido conectar con esas historias.
"Epistemicidio, escuché tantas veces decir en casa. Tantas veces educarnos en ello. Tantas veces explicarnos lo que significa: el asesinato de un conocimiento. Eso nos hicieron, dice siempre mamá Verdejo. Les negres fuimos víctimas no solo de racismo y genocidio. Fuimos víctimas de epistemicidio." (2025: 124).
¡Qué gusto descubrir el trabajo de Yolanda Arroyo Pizarro y el de Yegua de Troya!
Partiendo de las experiencias de vida y puntos de vista de ocho mujeres africanas y/o afrodescendientes, Arroyo Pizarro narra la infame historia de la colonización de América y los impactos sociales, culturales, históricos, epistemológicos, físicos y psicológicos que ésta tuvo en la vida de varias generaciones de mujeres.
El brillante trabajo de reescritura y reinterpretación de la historia desde el punto de vista de sus protagonistas ofrece al lector la ocasión de repensar, releer y reimaginar la historia al considerar el papel activo y metódico desempeñado por mujeres africanas y afrodescendientes, contradiciendo, así, los discursos pseudo oficiales y la Historia tal y como se puede leer en los manuales escolares.
A pesar de que este libro me perece una lectura esencial, he de confesar que el estilo de escritura no me gustó tanto. No entiendo muy bien el lugar que ocupan ciertos capítulos en la trama (Petrona, por ejemplo) bien como la mezcla de ciertos temas (que, a veces, me parecían forzados aunque originales). Mi hipótesis es que, cómo los capítulos son bastante cortos, no tuve la ocasión de engancharme tanto a ciertos personajes, lo que me frustró algunas veces.
Finalmente, este libro me recordó muchísimo Jonatás y Manuela (1994) de Luz Argentina Chiriboga (Ecuador) y Homegoing (2016) de Yaa Gyasi (Ghana-EEUU) puesto que estas obras también plasman la resistencia, la agencia y la lucha de un sinnúmero de hombres y mujeres frente a la hegemonía occidental y patriarcal.
¿Es posible pedirle más relatos a un libro que nos expone los conceptos de racismo, racialización y negritud? Sí. Yolanda Arroyo me dejó con ganas de leer más sobre las Negras, sobre todo porque, si bien su escritura expone la desigualdad de una forma cruenta, también valoro su lenguaje poético y su esfuerzo por mostrar la identidad (cultural, espiritual y de super vivencia) que permanece en los esclavos tras el desarraigo.
Esta lectura la hice para un seminario de autores y entre nuestras lecturas una de mis compañeras exponía que el cambio en el narrador podía significar que el pensamiento decolonial surgía a partir de la violencia ejercida por el colono. Este debate es importante porque nos lleva a revisar parte de nuestras propias ideas sobre la colonización y la esclavitud. Por un lado, me llevo a cuestionar otras lecturas que hablaban sobre la colonia, pero desde la idea de "nación mestiza" y no analizando el mestizaje como la pérdida forzosa del origen. Es importante reevalurar que hemos normalizado como "propio" a partir de la violencia y discriminación.
Desde el cambio de los nombres hasta la adquisición de una lengua ajena, Yolanda Arroyo expone parte de una realidad que se había dejado a un lado porque la Historia así lo quiso. La lectura me hizo pensar en los procesos de migración que se viven por diferentes factores, sobre todo porque nosotros también tendemos a forzar al Otro, a seguir nuestra cultura, obligándolo a configurar sus creencias. De un modo similar, también tendemos a permitir que el extranjero nos modifique, nos fuerce a aprender inglés, francés y alemán creyendo que esto significa serles cercanos; sin ganar beneficios extras porque seguirán categorizandonos a partir del territorio, la tez y el acento.
Qué libro bello, doloroso y sanador escribió Yolanda Arroyo Pizarro. Vengo de leer la edición aoliada que acaba de publicar Yegua de Troya.
Colonización, ancestras, afrodescendencia, epistemicidio, memoria, reparación. De todo eso y más trata Las negras.
Hace unos días leí una frase que la autora nos regaló (a través de El País) sobre Sankofa, un símbolo de Ghana. Es un ave que vuela mirando hacia atrás y que lleva en su pico los recuerdos en forma de piedra preciosa. Sankofa simboliza la importancia de aprender del pasado para crear un futuro mejor. Fui corriendo a buscar el libro y lo he leído en un par de ratos entre ayer y hoy. Lo he devorado.
De todas las frases que he subrayado hay una que no me deja tranquila. Se repite con variaciones:
"El tiempo no es línea, es círculo. Donde tú escuchas, yo recuerdo."
"El tiempo es un eco eterno. Tu batalla es la voz que responde a mi memoria".
"Donde tú te levantas, yo permanezco. El tiempo no es línea, es la huella de todas nosotras".
"No hay antes ni después, solo un ciclo. Lo que tú enfrentas, yo ya lo soñé".
"El tiempo no se pierde ni se transforma. Tus pasos marcan los ecos de mis recuerdos".
Me encantaron las tres historias de estas mujeres Negras, víctimas de la esclavitud en Puerto Rico. Mujeres fuertes, siempre soñando con regresar a casa, regresar con los suyos, a la vez que se rebelaban en contra de sus circunstancias.
Me hubiera encantado leerlo en español. Leí la traducción al inglés y como que le falta sabor. También, muchos errores gramaticales y ortográficos, lo cual me parecen una falta de respeto a tan bonitos relatos.
Se lee muy rápido y fluidamente. Me gusta la idea de que sea una lectura generacional, de que todas formen una que es la historia de la comunidad negra. No se trata de lahistoria de una sola, pero se le da el respeto a cada historia. Somos nuestras ancestras y a la vez somos nosotras y a la vez somos la -raza-comunidad que creamos juntas. Bien por eso.
Cuenta la historia de mujeres negras del pasado que se cruzan con las del presente y las del futuro. Cuenta la historia de diferentes mujeres negras en la lucha contra la esclavitud y la colonización en el caribe.
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Para pensar en la raza desde distintas interseccionalidades. Me dolió, me reí, me conmovió. Inmediatamente se lo presté a otra persona para que pudiera emprender el mismo viaje.
Lo único que no me gustó fue la ausencia de comillas en el diálogo. Por todo lo demás, es un excelente libro que cuenta la historia de tres esclavas. Muy poco se habla de los esclavos en los libros de historia y mucho menos de las mujeres que fueron esclavizadas. Estos cuentos, aunque son una obra de ficción, son tan reales. Nada más con el conocimiento del ADN mitocondrial de los puertorriqueños, que lleva a la conclusión que el ADN que fue pasado a nosotros fue el de las mujeres, sugiere que muchas de las esclavas negras y taínas fueron violadas. Esa definitivamente es una realidad que todos sabemos pero algunos no están preparados para aceptar. Por eso, sugiero discreción con este libro, si es sensitivo a tales temas. Sin embargo, creo que es una conversación que debemos tener más a menudo. ¡Ya es hora de aceptar el pasado oscuro de nuestros ancestros españoles!
Un volumen de tres cuentos que visibiliza un tema histórico a menudo ignorado: la vida de las negras, sus experiencias y las formas en que resistían la esclavitud.
En el primer cuento "Wanwe" presenciamos el apresamiento del personaje titular, mientras viajamos por su mente hacia un pasado y unas aspiraciones que recibirán el golpe destructor de un futuro incierto. Aunque Wanwe es un personaje entrañable, éste resulta ser el más débil de los tres cuentos, principalmente porque la narración está al servicio de la investigación histórica cuando debería ser al revés. El segundo cuento, "Matronas", es una verdadera joya, relatando las vejaciones que vivían las negras una vez llegaban al Caribe y la manera en que éstas oponían resistencia. Utilizando el recurso del misterio, la narración inicia cuando una esclava está pronta a ser ejecutada y comienza una relación con un fraile al que le revela su crimen. Una esclava y un fraile podrían convertirse en un cliché pero la autora logra crear entre los personajes una interesante relación, del mismo modo que le imparte realidad al cimarronaje y las relaciones entre esclavos de distintas tribus. El final de este cuento no sólo es demoledor, sino que es históricamente cierto. "Matronas" levantará la discusión sobre la elucubración de la historia, el papel de las negras en la resistencia y los efectos psicológicos de la esclavitud. "Saeta" cierra el volumen con un relato sobre la vida en la hacienda, la violencia y el cimarronaje. Esta vez la narración utiliza un recurso fantástico como vía de lucha y presenta un personaje muy distinto a los anteriores.
"Las negras" es un libro de cuentos necesario que elude clichés, está muy bien investigado, utiliza imágenes crudas y da una mirada de frente a las esclavas, casi siempre vistas con una mirada paternalista (o completamente ignoradas). Más allá de lo histórico, este es un libro sobre la libertad que anhela cada individuo y los devastadores efectos de la crueldad.
PD: El libro me resultó muy corto (y lo digo a manera de halago), me quedé con ganas de más. Espero ver pronto una secuela.