Seis relatos hipnóticos que exploran los abismos que se abren ante la ausencia, la pérdida y el duelo... esas grietas donde los humanos pueden atisbar lo más profundo de sí.
Un libro que mantendrá al lector en el vértigo y la perplejidad que resultan del laberinto insondable de las emociones, la familia y la mente humana.
Supe de la autora cuando a sus Las siete vidas de un gato y a mis Historias de Espiralia las incluyeron en una lista de libros gatunos. Aunque todavía no lo leo, al ver el título de su nuevo libro corrí a conseguirlo. Seis cuentos que exploran la pérdida, el duelo, ese vacío cósmico que amenaza con devorarnos. Un padre que no puede superar la muerte de su hija y un día despierta transformado en el pez de la pequeña, cuando seguía viva. Un doctor que cree ver a su amigo muerto en el panteón y consulta a una ciega vidente. Una chica que cada vez que se mira al espejo se parece más a su madre muerta. Otra chica que, después de la muerte de su novio, visita una playa donde una extraña mujer la incita a seguirla por los acantilados. Otro padre que colecciona álbumes con las fotografías de sus familiares muertos y que de pronto se le empiezan a aparecer a su hija. Y una abuelita solitaria que decide viajar a una extraña cabaña donde encuentra un hoyo negro que todos los días crece. Emotivos y perturbadores por igual. ¡Qué maravilla de narradora!
Me encanta como escribe Mariana. Es fácil, fascinante y esta vez hipnótico. Son cuentos friccionados que hablan de los diferentes duelos con los que el ser humano se puede enfrentar.