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El año en que hablamos con el mar
Una isla, un pacto con el diablo, la campana de oro hundida, el cementerio sin cuerpos y una taberna en un barco abandonado, una mujer y un pueblo que teje el relato de los hermanos Garcés: uno de los mellizos decidió que nunca dejaría la isla donde nació, el otro quiso ver el mundo entero. Esta novela comienza o termina cuando uno de ellos, que salió en bote hace medio siglo, vuelve en avioneta y queda atrapado las cuatro estaciones de un año a causa de una pandemia mundial.
La historia palpita en cada habitante y en cada rincón y el lugar es una voz que indaga si los hermanos Garcés se cobran viejas deudas o reconstruyen con su memoria la abandonada casona familiar.
Luego de su último libro, "La muerte viene estilando", premiado y publicado en diversos países e idiomas, el narrador chileno Andrés Montero enciende esta fogata para darle vida a una historia mágica pero llena de realidad que, como una isla, permanecerá entre las incesantes olas del mar.
La historia palpita en cada habitante y en cada rincón y el lugar es una voz que indaga si los hermanos Garcés se cobran viejas deudas o reconstruyen con su memoria la abandonada casona familiar.
Luego de su último libro, "La muerte viene estilando", premiado y publicado en diversos países e idiomas, el narrador chileno Andrés Montero enciende esta fogata para darle vida a una historia mágica pero llena de realidad que, como una isla, permanecerá entre las incesantes olas del mar.
224 pages, Paperback
Published April 1, 2024
147 people are currently reading
3781 people want to read
About the author
Andrés Montero
11 books448 followersEscritor y narrador oral, cofundador de la Compañía La Matrioska. Es autor de "El año en que hablamos con el mar", "La muerte viene estilando", "Taguada" y "Tony Ninguno" y del ensayo "Por qué contar cuentos en el siglo XXI" y de los libros juveniles "Alguien toca la puerta", "Tres noches en la escuela", "En el horizonte se dibuja un barco" y "Bestiario de Chile".
En 2017 obtuvo el X Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska de la Ciudad de México por la novela Tony Ninguno, y en 2022 recibió el Premio del Círculo de Críticos de Arte, el Premio de la Academia de la Lengua y el Premio Mejores Obras Literarias del Ministerio de las Culturas por La muerte viene estilando.
También ha recibido el Premio Marta Brunet, el Premio Municipal de Santiago y el Premio Pedro de Oña, entre otros, y ha sido publicado en Chile, Argentina, México, España, Italia, Grecia y Dinamarca.
Junto a Nicole Castillo dirige la Escuela de Literatura y Oralidad Casa Contada y conduce el programa de televisión "Los cuenteros en ruta".
En 2017 obtuvo el X Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska de la Ciudad de México por la novela Tony Ninguno, y en 2022 recibió el Premio del Círculo de Críticos de Arte, el Premio de la Academia de la Lengua y el Premio Mejores Obras Literarias del Ministerio de las Culturas por La muerte viene estilando.
También ha recibido el Premio Marta Brunet, el Premio Municipal de Santiago y el Premio Pedro de Oña, entre otros, y ha sido publicado en Chile, Argentina, México, España, Italia, Grecia y Dinamarca.
Junto a Nicole Castillo dirige la Escuela de Literatura y Oralidad Casa Contada y conduce el programa de televisión "Los cuenteros en ruta".
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Community Reviews
Displaying 1 - 30 of 540 reviews
July 23, 2024
4.5
talento latinoamericano papá
talento latinoamericano papá
April 18, 2024
nunca hay apuro en la isla 💔
August 18, 2025
Doy gracias, de verdad, que la literatura chilena tenga un exponente como Andrés Montero.
El año en que hablamos con el mar es la historia de los hermanos Garcés, Julian y Jerónimo, que se reencuentran después de 50 años en la isla en la que nacieron y de la que uno de ellos nunca salió.
Esta es la segunda vez que leo al autor y confirmo que me ENCANTA como escribe. La forma en que va hilando los capítulos, la inclusión de distintas voces narrativas (incluso un narrador colectivo, con el que personalmente no me había encontrado nunca), la manera de describir "sin hacerlo", de detenerse en situaciones que probablemente nunca se me hubiese ocurrido que dan para tanto (como el "orden de la fiesta"), de referir a la propia literatura de una forma tan sutil y precisa, sus reflexiones de la vida... Nada que decir, me encanta.
Entre tantos libros internacionales, leerlo me hizo respirar el "alma chilena" y de la mano de una historia muy bonita sobre el reencuentro, los distintos caminos que toma la vida y el amor de hermanos.
Dejo algunas frases que marcaron mi lectura:
-"-Es que a nosotros el país no nos importa mucho, donde Jéronimo. -¿Por qué? - Porque nosotros no le importamos mucho al país"
-"Al final una historia solo existe en la forma en que se cuenta"
-"Entre más se acercaba a la ciudad más se convencía de que el mundo era inmenso y que los caminos estaban hechos para andarlos"
-"Y al que habla no se le mira, o muy de vez en cuando, porque en realidad, y esto es muy importante, muchachos, lo que se dice se lo dice al fuego"
-"Era bonito contarnos una historia, pero advertíamos que nos iba a dejar un vacío cuando se acabara"
-"Pregúntate de dónde viene tu pena"
-"Te van a pasar muchas cosas, Jero -me dijo-. Y te pueden pasar por al lado o habitarte. Por las dudas, podés escribirlas aquí, como una extensión de esa cabeza que tenés, que siempre lo olvida todo"
-"No se puede cambiar el pasado, me dije. Acaso únicamente se puede porfiar en la fantasía de entenderlo"
-"Me dijo que era imposible conocer todo el mundo, y que en vez de buscar toda la vida un lugar donde ser feliz, prefería quedarse en un lugar donde ya lo había sido"
-"Una vida es una vida. No vale la pena mirar atrás"
Lean a este autor chileno por favor.
El año en que hablamos con el mar es la historia de los hermanos Garcés, Julian y Jerónimo, que se reencuentran después de 50 años en la isla en la que nacieron y de la que uno de ellos nunca salió.
Esta es la segunda vez que leo al autor y confirmo que me ENCANTA como escribe. La forma en que va hilando los capítulos, la inclusión de distintas voces narrativas (incluso un narrador colectivo, con el que personalmente no me había encontrado nunca), la manera de describir "sin hacerlo", de detenerse en situaciones que probablemente nunca se me hubiese ocurrido que dan para tanto (como el "orden de la fiesta"), de referir a la propia literatura de una forma tan sutil y precisa, sus reflexiones de la vida... Nada que decir, me encanta.
Entre tantos libros internacionales, leerlo me hizo respirar el "alma chilena" y de la mano de una historia muy bonita sobre el reencuentro, los distintos caminos que toma la vida y el amor de hermanos.
Dejo algunas frases que marcaron mi lectura:
-"-Es que a nosotros el país no nos importa mucho, donde Jéronimo. -¿Por qué? - Porque nosotros no le importamos mucho al país"
-"Al final una historia solo existe en la forma en que se cuenta"
-"Entre más se acercaba a la ciudad más se convencía de que el mundo era inmenso y que los caminos estaban hechos para andarlos"
-"Y al que habla no se le mira, o muy de vez en cuando, porque en realidad, y esto es muy importante, muchachos, lo que se dice se lo dice al fuego"
-"Era bonito contarnos una historia, pero advertíamos que nos iba a dejar un vacío cuando se acabara"
-"Pregúntate de dónde viene tu pena"
-"Te van a pasar muchas cosas, Jero -me dijo-. Y te pueden pasar por al lado o habitarte. Por las dudas, podés escribirlas aquí, como una extensión de esa cabeza que tenés, que siempre lo olvida todo"
-"No se puede cambiar el pasado, me dije. Acaso únicamente se puede porfiar en la fantasía de entenderlo"
-"Me dijo que era imposible conocer todo el mundo, y que en vez de buscar toda la vida un lugar donde ser feliz, prefería quedarse en un lugar donde ya lo había sido"
-"Una vida es una vida. No vale la pena mirar atrás"
Lean a este autor chileno por favor.
October 5, 2025
*Si pudiera calificarlo con más de cinco estrellas definitivamente lo haría.
Hasta hace un mes atrás todavía no era testigo del talento de Andrés, más allá de haber leído recomendaciones de sus libros por personas en cuyo gusto confío bastante. Entonces me decidí a leer Taguada y me gustó tanto, que durante los siguientes días tuve a todos a mi alrededor escuchando mis comentarios al respecto, al punto de que me regalaron el presente libro. Quizá así me callaba un poco: Sucedió lo opuesto, porque desde ayer que acabé con esta lectura, no me he callado. Además, me gustó incluso más que Taguada, cosa que no creí posible.
La novela se divide en cuatro partes, cada una de las cuales representa una estación, y se inscribe dentro de una isla ficticia, pero que sabemos que se encuentra al sur y que pertenece a Chile tanto por su proximidad geográfica como por los modismos y referencias historicas que se mencionan. Ocurre además que en este caso, la isla se encuentra doblemente aislada de la civilización, por cuanto hay un "bicho", una enfermedad que está propagándose por el mundo y, para evitar muchos más contagios, se prohíben cada vez más los vuelos hacia nuestro espacio geográfico protagónico.
La novela es el relato sobre dos hermanos mellizos, Julián y Jerónimo Garcés, quienes alguna vez fueron tres antes de que la tragedia los visitara. Mientras el primero se quedó a vivir de forma permanente en la isla, alejado incluso del resto de los isleños, el otro se marchó en busca de aventuras para regresar, medio siglo más tarde, en una avioneta y sin vuelo confirmado de regreso, quedando varado allí en medio de la pandemia.
A lo largo del libro podemos darnos cuenta de la importancia de la isla, como personaje, como testigo de todas las aventuras y desventuras, de las conversaciones y silencios, de los encuentros y desencuentros de todos quienes la habitan. Además, los isleños se comunican a través de una voz unificada, siempre alerta al reencuentro de los hermanos. A ratos, parecen un coro, moviéndose, juntándose y comentando, todo con la intención de hacer su magia, confabular en favor de una reconciliación.
Los isleños como conjunto representan una ilusión de un regreso a un tiempo anterior, donde gran parte de los lazos afectivos se construían a partir de los encuentros en la cantina del pueblo o las historias contadas alrededor de una fogata nocturna donde todos tenían un vaso con vino en la mano. Este pasado latente se encontraría de frente con el presente que supone un avance, un mundo que supera las fronteras de esa pequeña isla al sur del mundo: Jerónimo, quien regresa después de recorrer el mundo por cincuenta años.
En este aspecto, es que siento -al igual como lo sentí con Taguada-, que Andrés tiene un don para contar historias orales.
La forma en que las palabras fluyen, uniendo pasado y presente, uniendo el ella dijo con lo que dijeron y pensaron y sintieron todos los demás. Su escritura se siente a ratos como la de un hombre mucho mayor, porque su forma de narrar historias condensa mucho conocimiento popular, experiencia y múltiples voces. Ahí uno se puede dar cuenta de que para escribir, Andrés ha visitado y se ha sentado con un montón de personas a conversar, y que todos ellas son las protagonistas de sus novelas.
El libro combina lo real con lo mítico y se hacen presentes elementos tan particulares como un hotel sin turistas, una campana hundida en el mar desde los tiempos de la conquista española y la taberna dentro de un barco encallado que llegó hace tiempo producto del tsunami que asoló a la isla. Es allí justamente donde las historias fluyen, tanto más que incluyen los enredos entre los hermanos como las que cuentan el origen fantástico de su hogar con el enfrentamiento de dos culebras.
No creo que sea una historia que se pueda "spoilear", pero, al mismo tiempo, siento que ya dije todo lo que tenía para decir respecto a ella, y lo restante lo tienen que descubrir como lectores. Simplemente quisiera terminar diciendo que en todo momento me sentí muy acompañada, por los isleños, la nostalgia y la dulce pluma de Andrés. Además, su final es, me atrevería a decir, prácticamente perfecto.
Hasta hace un mes atrás todavía no era testigo del talento de Andrés, más allá de haber leído recomendaciones de sus libros por personas en cuyo gusto confío bastante. Entonces me decidí a leer Taguada y me gustó tanto, que durante los siguientes días tuve a todos a mi alrededor escuchando mis comentarios al respecto, al punto de que me regalaron el presente libro. Quizá así me callaba un poco: Sucedió lo opuesto, porque desde ayer que acabé con esta lectura, no me he callado. Además, me gustó incluso más que Taguada, cosa que no creí posible.
La novela se divide en cuatro partes, cada una de las cuales representa una estación, y se inscribe dentro de una isla ficticia, pero que sabemos que se encuentra al sur y que pertenece a Chile tanto por su proximidad geográfica como por los modismos y referencias historicas que se mencionan. Ocurre además que en este caso, la isla se encuentra doblemente aislada de la civilización, por cuanto hay un "bicho", una enfermedad que está propagándose por el mundo y, para evitar muchos más contagios, se prohíben cada vez más los vuelos hacia nuestro espacio geográfico protagónico.
La novela es el relato sobre dos hermanos mellizos, Julián y Jerónimo Garcés, quienes alguna vez fueron tres antes de que la tragedia los visitara. Mientras el primero se quedó a vivir de forma permanente en la isla, alejado incluso del resto de los isleños, el otro se marchó en busca de aventuras para regresar, medio siglo más tarde, en una avioneta y sin vuelo confirmado de regreso, quedando varado allí en medio de la pandemia.
A lo largo del libro podemos darnos cuenta de la importancia de la isla, como personaje, como testigo de todas las aventuras y desventuras, de las conversaciones y silencios, de los encuentros y desencuentros de todos quienes la habitan. Además, los isleños se comunican a través de una voz unificada, siempre alerta al reencuentro de los hermanos. A ratos, parecen un coro, moviéndose, juntándose y comentando, todo con la intención de hacer su magia, confabular en favor de una reconciliación.
Los isleños como conjunto representan una ilusión de un regreso a un tiempo anterior, donde gran parte de los lazos afectivos se construían a partir de los encuentros en la cantina del pueblo o las historias contadas alrededor de una fogata nocturna donde todos tenían un vaso con vino en la mano. Este pasado latente se encontraría de frente con el presente que supone un avance, un mundo que supera las fronteras de esa pequeña isla al sur del mundo: Jerónimo, quien regresa después de recorrer el mundo por cincuenta años.
En este aspecto, es que siento -al igual como lo sentí con Taguada-, que Andrés tiene un don para contar historias orales.
La forma en que las palabras fluyen, uniendo pasado y presente, uniendo el ella dijo con lo que dijeron y pensaron y sintieron todos los demás. Su escritura se siente a ratos como la de un hombre mucho mayor, porque su forma de narrar historias condensa mucho conocimiento popular, experiencia y múltiples voces. Ahí uno se puede dar cuenta de que para escribir, Andrés ha visitado y se ha sentado con un montón de personas a conversar, y que todos ellas son las protagonistas de sus novelas.
El libro combina lo real con lo mítico y se hacen presentes elementos tan particulares como un hotel sin turistas, una campana hundida en el mar desde los tiempos de la conquista española y la taberna dentro de un barco encallado que llegó hace tiempo producto del tsunami que asoló a la isla. Es allí justamente donde las historias fluyen, tanto más que incluyen los enredos entre los hermanos como las que cuentan el origen fantástico de su hogar con el enfrentamiento de dos culebras.
No creo que sea una historia que se pueda "spoilear", pero, al mismo tiempo, siento que ya dije todo lo que tenía para decir respecto a ella, y lo restante lo tienen que descubrir como lectores. Simplemente quisiera terminar diciendo que en todo momento me sentí muy acompañada, por los isleños, la nostalgia y la dulce pluma de Andrés. Además, su final es, me atrevería a decir, prácticamente perfecto.
January 12, 2025
cuando haya palabras que me sean suficientes para hablar de este libro vuelvo a contarles cuánto me encantó.
December 2, 2024
qué hermosa y necesaria es la narración colectiva de este libro. cómo desborda la identidad cuando somos nosotros - y todos nosotros - los que contamos la historia. buenos para el cahuín los isleños. me encantan los relatos de pueblos/islas perdidas, me encanta su arraigo por las historias, por tener algo que contar siempre, como si eso fuera lo único que los detuviera de volverse locos.
solo queda leer mas de andrés montero. ojalá este libro fuera infinito y estuvieramos siempre en la taberna de la isla, buscando las mejores palabras para rematar una muy buena historia.
solo queda leer mas de andrés montero. ojalá este libro fuera infinito y estuvieramos siempre en la taberna de la isla, buscando las mejores palabras para rematar una muy buena historia.
January 10, 2025
-"Querías que volviera, Jujui?"
-"Nunca he querido tanto otra cosa."
Viva el amor de hermanos.
-"Nunca he querido tanto otra cosa."
Viva el amor de hermanos.
June 30, 2024
Suena cursi, pero esa isla, esos hermanos y sus vecinos/amigos ya son parte de mí. Andrés Montero es mi escritor chileno favorito. Ninguno de sus libros defraudan, este es una caricia al alma, una preciosura. De los que llamo “joyitas”. Cuando lo terminé, me dije: ojalá siempre pudiéramos leer literatura tan buena. Pero en la vida hay de todo y momentos para todo. Esta historia lo demuestra.
May 22, 2025
De lo mejor que leí en este último tiempo. Planeo devorarme los libros de Andrés Montero
September 3, 2024
Me gustó cómo está escrito, pero no me gustó tanto lo que está escrito.
Se nota mucho que el autor sabe escribir demasiado bien. Yo no sé tanto de literatura, nunca pude estudiarla, pero me pareció que podía sentir la calidad de la escritura en la forma en la que estaban descritas algunas imágenes, las palabras escogidas y en la forma de desarrollar la trama. Hay un momento que me gustó mucho en el que se hace una especie de ¿analogía? entre una conversación y el movimiento de las olas. Nunca había leído algo así.
También me gustó mucho que el libro se narrara, en su mayoría, por un “nosotros”. Un organismo compuesto de muchos de los habitantes de la isla. He leído muy pocos libros escritos desde esta perspectiva y lo encontré muy bacán y muy bien hecho. La narración es siempre clarísima, consistente, entretenida y nunca es confusa.
Me gusta que también hay un punto, una especie de “capítulo” entero en que la voz cambia, y el cambio se nota un montón. Me gustó mucho eso y esa parte del libro fue mi favorita. Creo que lo que más disfruté fue la ¿oscuridad? de esa voz, en contraste con la luz y la pureza de la voz plural. No doy tantos detalles porque creo que la gracia es llegar ahí sin saber mucho qué va a pasar.
Creo que la trama también está muy, muy bien desarrollada. Es redondita, entretenida y viene hasta con sorpresas. Me gusta que a ratos se sienta una historia un poco mágica, pero que esta después se revele cruelmente terrenal, haciendo referencia a algunos de los conflictos políticos que más han dolido en Chile. También me gustó que hablara del estallido y no fuera de esa forma media cursi que he leído en otras partes. Sentí que, de la forma en la que está escrito en este libro, el estallido queda en la historia de una forma sincera y realista, con lo bello y lo triste. Me gustó mucho también que los protagonistas, a pesar de ser chilenos, se relacionaran con Chile a la distancia y lo miraran un poco como algo ajeno.
Hay una línea del libro que me gustó muchísimo. No tienen tanto que ver con la historia, creo, pero para mí fue quizá lo más memorable:
“Las letras, a mí, me salvaron la vida, me ofrecieron un camino. El hecho de que no haya llegado a ser un gran escritor no quita en modo alguno lo otro”.
Y hasta ahora he dicho puras cosas que me gustaron, entonces ¿por qué le puse tres estrellas? Creo que es porque, en general, y a pesar todas estas virtudes, lo encontré un poco fome. Pero creo que es simplemente otro caso de: “no eres tú, soy yo”.
Me gustan los libros emocionalmente intensos, y me parece que eso fue lo único que este libro no pudo hacer tan bien. Aunque la historia contiene varias partes que, se supone, son tristes, o sobrecogedoras, la verdad es que yo no me sentí conmovida en ningún momento. No sé por qué. ¿Quizá el problema efectivamente soy yo? Siempre es posible. He escuchado a muchas personas que respeto diciendo que se enamoraron de este libro, pero a mi no me pasó.
El libro, creo, tiene un rollo con la muerte que nunca pude entender muy bien y tengo la sensación de que no quedó bien desarrollado. Tampoco entendí muy bien los conflictos. Creo que los entendí racionalmente, sí, y podría enumerar cuales son, pero no los entendí emocionalmente. Por las palabras intercambiadas y las escenas descritas, no sufrí los conflictos. Y la principal voz narrativa, esa voz “plural”, aunque técnicamente excelente, no me gustó mucho porque la encontré un poco ¿anticuada? Quizá era la gracia, y yo simplemente no pude apreciarla.
Con todo, creo que es un buen libro, y lo recomiendo, pero dejo la advertencia de que, en mi opinión, no es un libro emocionalmente demasiado intenso.
Quizá simplemente no lo pude entender porque no tengo hermanxs jjj.
Se nota mucho que el autor sabe escribir demasiado bien. Yo no sé tanto de literatura, nunca pude estudiarla, pero me pareció que podía sentir la calidad de la escritura en la forma en la que estaban descritas algunas imágenes, las palabras escogidas y en la forma de desarrollar la trama. Hay un momento que me gustó mucho en el que se hace una especie de ¿analogía? entre una conversación y el movimiento de las olas. Nunca había leído algo así.
También me gustó mucho que el libro se narrara, en su mayoría, por un “nosotros”. Un organismo compuesto de muchos de los habitantes de la isla. He leído muy pocos libros escritos desde esta perspectiva y lo encontré muy bacán y muy bien hecho. La narración es siempre clarísima, consistente, entretenida y nunca es confusa.
Me gusta que también hay un punto, una especie de “capítulo” entero en que la voz cambia, y el cambio se nota un montón. Me gustó mucho eso y esa parte del libro fue mi favorita. Creo que lo que más disfruté fue la ¿oscuridad? de esa voz, en contraste con la luz y la pureza de la voz plural. No doy tantos detalles porque creo que la gracia es llegar ahí sin saber mucho qué va a pasar.
Creo que la trama también está muy, muy bien desarrollada. Es redondita, entretenida y viene hasta con sorpresas. Me gusta que a ratos se sienta una historia un poco mágica, pero que esta después se revele cruelmente terrenal, haciendo referencia a algunos de los conflictos políticos que más han dolido en Chile. También me gustó que hablara del estallido y no fuera de esa forma media cursi que he leído en otras partes. Sentí que, de la forma en la que está escrito en este libro, el estallido queda en la historia de una forma sincera y realista, con lo bello y lo triste. Me gustó mucho también que los protagonistas, a pesar de ser chilenos, se relacionaran con Chile a la distancia y lo miraran un poco como algo ajeno.
Hay una línea del libro que me gustó muchísimo. No tienen tanto que ver con la historia, creo, pero para mí fue quizá lo más memorable:
“Las letras, a mí, me salvaron la vida, me ofrecieron un camino. El hecho de que no haya llegado a ser un gran escritor no quita en modo alguno lo otro”.
Y hasta ahora he dicho puras cosas que me gustaron, entonces ¿por qué le puse tres estrellas? Creo que es porque, en general, y a pesar todas estas virtudes, lo encontré un poco fome. Pero creo que es simplemente otro caso de: “no eres tú, soy yo”.
Me gustan los libros emocionalmente intensos, y me parece que eso fue lo único que este libro no pudo hacer tan bien. Aunque la historia contiene varias partes que, se supone, son tristes, o sobrecogedoras, la verdad es que yo no me sentí conmovida en ningún momento. No sé por qué. ¿Quizá el problema efectivamente soy yo? Siempre es posible. He escuchado a muchas personas que respeto diciendo que se enamoraron de este libro, pero a mi no me pasó.
El libro, creo, tiene un rollo con la muerte que nunca pude entender muy bien y tengo la sensación de que no quedó bien desarrollado. Tampoco entendí muy bien los conflictos. Creo que los entendí racionalmente, sí, y podría enumerar cuales son, pero no los entendí emocionalmente. Por las palabras intercambiadas y las escenas descritas, no sufrí los conflictos. Y la principal voz narrativa, esa voz “plural”, aunque técnicamente excelente, no me gustó mucho porque la encontré un poco ¿anticuada? Quizá era la gracia, y yo simplemente no pude apreciarla.
Con todo, creo que es un buen libro, y lo recomiendo, pero dejo la advertencia de que, en mi opinión, no es un libro emocionalmente demasiado intenso.
Quizá simplemente no lo pude entender porque no tengo hermanxs jjj.
August 17, 2025
⭐⭐⭐⭐⭐5/5
Tercer libro que leo de Andrés Montero y nuevamente se lleva mis 5 estrellas.
Me gustó mucho, lo disfruté, amo el realismo mágico y este libro tiene mucho de él. Sentí la influencia de Gabriel García Márquez.
Me encantó que el narrador fuera colectivo, los habitantes de la isla, esa construcción de la historia de los hermanos Garcés y de toda la familia. Me recordó mucho a Cien años de soledad, tanto que me dieron ganas de releerlo después de tantos años (lo leí siendo adolescente)
En conclusión, lo recomiendo totalmente, y sin duda seguiré leyendo al autor.
*Mención especial a las recomendaciones para el orden de una fiesta, las tomaré en cuenta jejeje
Tercer libro que leo de Andrés Montero y nuevamente se lleva mis 5 estrellas.
Me gustó mucho, lo disfruté, amo el realismo mágico y este libro tiene mucho de él. Sentí la influencia de Gabriel García Márquez.
Me encantó que el narrador fuera colectivo, los habitantes de la isla, esa construcción de la historia de los hermanos Garcés y de toda la familia. Me recordó mucho a Cien años de soledad, tanto que me dieron ganas de releerlo después de tantos años (lo leí siendo adolescente)
En conclusión, lo recomiendo totalmente, y sin duda seguiré leyendo al autor.
*Mención especial a las recomendaciones para el orden de una fiesta, las tomaré en cuenta jejeje
May 21, 2024
¡Ah, cómo disfruto de la forma de escribir de Andrés Montero! Encantador y brillante narrador del que quiero leer todo. Me pareció fascinante leer la novela, en una de sus partes, desde la primer persona en plural. Además, un sentido del humor sutil pero extraordinario. Muy, muy recomendable.
August 10, 2024
Qué linda esa voz narrativa colectiva de la isla, me encantó que hablara desde distintos puntos de enunciación en un mismo párrafo, como cuando algunos estaban en la punta del cerro y otros abajito cerca del mar.
La parte que no me gustó fue precisamente cuando aparece la voz de Jerónimo a través de su diario, que de diario no tiene mucho 👀, pero en fin, un libro disfrutable y recomendable. Linda la obra -en plural- que está construyendo Andrés.
La parte que no me gustó fue precisamente cuando aparece la voz de Jerónimo a través de su diario, que de diario no tiene mucho 👀, pero en fin, un libro disfrutable y recomendable. Linda la obra -en plural- que está construyendo Andrés.
May 12, 2024
tuve la suerte de asistir a la presentación del libro que se hizo en el cine ccc en santiago durante el mes de abril. ese hecho cambió completamente la visión que tuve al leer el libro.
en la presentación, andrés junto a nicole (compañía la matrioska) se pegaron una narración oral del libro INCREÍBLE. nunca nunca había escuchado una narración de esa forma, tan pasional, al punto de que me abstraje totalmente mientras duró, viví la historia que me contaron. eso me dejó con ganas de leer el libro altiro, pero esperé unos días a tener más tiempo para poder enforcarme de lleno, pero increíblemente llevé los personajes y su historia conmigo mientras aún no leía el libro.
del libro ya se han dicho muchas cosas: simplemente maravilloso. de esas historias que calan y cuyos personajes permanecen, y que parece que los puedes conocer -o has conocido- en algún momento de la vida.
solamente quiero recalcar mi opinión: andrés montero es uno de los grandes escritores -y narradores- chilenos en la actualidad. el cómo maneja las polifonías es algo que me sorprende en creces. siento que en esta historia hay mucho de la importancia que tiene la narración oral a través del tiempo y a lo largo de nuestras vidas, algo que no sé si hubiese entendido de no haber participado en la presentación.
admiro profundamente su escritura, pero sobre todo cómo marca las distintas voces y cómo a través de sus historias se dan a conocer las tradiciones/culturas/matices/palabras que tiene el territorio chileno.
en la presentación, andrés junto a nicole (compañía la matrioska) se pegaron una narración oral del libro INCREÍBLE. nunca nunca había escuchado una narración de esa forma, tan pasional, al punto de que me abstraje totalmente mientras duró, viví la historia que me contaron. eso me dejó con ganas de leer el libro altiro, pero esperé unos días a tener más tiempo para poder enforcarme de lleno, pero increíblemente llevé los personajes y su historia conmigo mientras aún no leía el libro.
del libro ya se han dicho muchas cosas: simplemente maravilloso. de esas historias que calan y cuyos personajes permanecen, y que parece que los puedes conocer -o has conocido- en algún momento de la vida.
solamente quiero recalcar mi opinión: andrés montero es uno de los grandes escritores -y narradores- chilenos en la actualidad. el cómo maneja las polifonías es algo que me sorprende en creces. siento que en esta historia hay mucho de la importancia que tiene la narración oral a través del tiempo y a lo largo de nuestras vidas, algo que no sé si hubiese entendido de no haber participado en la presentación.
admiro profundamente su escritura, pero sobre todo cómo marca las distintas voces y cómo a través de sus historias se dan a conocer las tradiciones/culturas/matices/palabras que tiene el territorio chileno.
December 2, 2024
"¿Cuánto dolor cabe en la verdad?"
Por fin logré conectar al 100 con Andrés Montero, no sé si será porque este libro está ambientado más cerca de mis tierras, por los detallitos y guiños a Isla Mocha, por la inclusión del mito Treng Treng y Kai Kai, por la construcción bellísima de los hermanos Jerónimo y Julián o por la voz colectiva de la comunidad cahuinera buena pal carrete.
La forma en que logra plasmar la historia de muchas familias chilenas, en la lógica del hacendado y el frío del sur, de la herencia criolla y mapuche, con las particularidades del aislamiento de la Isla Mocha, es una delicia.
No quería que se acabara nunca este libro, me reí y sufrí, temí por el destino y la muerte de los personajes, fui sorprendido por un giro que no vi venir. Sentí mucha nostalgia del sur y de los relatos de cómo era la vida antes con los que crecí.
Por fin logré conectar al 100 con Andrés Montero, no sé si será porque este libro está ambientado más cerca de mis tierras, por los detallitos y guiños a Isla Mocha, por la inclusión del mito Treng Treng y Kai Kai, por la construcción bellísima de los hermanos Jerónimo y Julián o por la voz colectiva de la comunidad cahuinera buena pal carrete.
La forma en que logra plasmar la historia de muchas familias chilenas, en la lógica del hacendado y el frío del sur, de la herencia criolla y mapuche, con las particularidades del aislamiento de la Isla Mocha, es una delicia.
No quería que se acabara nunca este libro, me reí y sufrí, temí por el destino y la muerte de los personajes, fui sorprendido por un giro que no vi venir. Sentí mucha nostalgia del sur y de los relatos de cómo era la vida antes con los que crecí.
September 18, 2025
Posiblemente el mejor libro que he leído este año. Cálido, una oda a la comunidad, a reunirse, al vino, al mar y a la tierra. Me encantó. será el libro que le regalaré a mis amigos, así luego juntos podemos hacerle honor al gusto de encontrarse con el que te deja esta historia.
el libro pa las perritas buenas pa la tertulia. lo terminé de leer 1 hora antes de que lleguen los invitados del 18. la previa perfecta
el libro pa las perritas buenas pa la tertulia. lo terminé de leer 1 hora antes de que lleguen los invitados del 18. la previa perfecta
June 17, 2025
hermosa historia!! y me encantó que enseguida te mete en tema con esta isla y los personas que viven en ella. me encanta que en varios momentos te deje en claro que no se sabe si fue tan así la situación que están contando y que la misma narración esté exagerando para que en la prosperidad la anécdota tenga más sentimiento o porque así les gustaría que se recuerde.
es muy buena esta dinámica de la misma gente de la isla contando la historia de estos hermanos, tomando de inspiración que era julian el que les contó tantas historias y ahora sienten ellos la necesidad de ser narradores de la historia de él. me fascina la idea de que practican, analizan, debaten, etc, como tienen que ir contando las situaciones para que queden mejor o con más emoción.
al final esta narración hace que la historia sea muchísimo más especial y se sienta muy real y personal, aun cuando estas viviendo la vida de estos hermanos a través de los ojos de otras personas.
es muy buena esta dinámica de la misma gente de la isla contando la historia de estos hermanos, tomando de inspiración que era julian el que les contó tantas historias y ahora sienten ellos la necesidad de ser narradores de la historia de él. me fascina la idea de que practican, analizan, debaten, etc, como tienen que ir contando las situaciones para que queden mejor o con más emoción.
al final esta narración hace que la historia sea muchísimo más especial y se sienta muy real y personal, aun cuando estas viviendo la vida de estos hermanos a través de los ojos de otras personas.
September 23, 2024
El año en que hablamos con el mar es el décimo libro del joven y ahora aclamado escritor chileno Andrés Montero. Sus libros han sido publicados en otros países de América y de Europa. Algunos de sus reconocimientos son el Premio Municipal de Literatura de Santiago por su libro de cuentos, La muerte viene estilando y el Premio Marta Brunet por su novela Alguien toca la puerta. El año en que hablamos con el mar es su último libro.
La historia transcurre en una pequeña isla chilena que ha quedado aislada del resto del mundo debido a la pandemia. Ya no llegan más vuelos ni tampoco embarcaciones. Si bien nunca lo dice, me recuerda mucho a la isla Mocha, de la Región del Bío-Bío, porque da la sensación de estar hacia el sur de Chile, se llega en avioneta y en algunos sectores se puede prender fuego en el mar (en la isla Mocha hay reservas de gas que emanan en la playa).
Los protagonistas de la historia son dos hermanos mellizos: Julián y Jerónimo. El primero nunca ha puesto un pie fuera de la isla. El segundo ha viajado por todo el mundo y vuelve luego de 50 años de estadía en el extranjero. Debido a la pandemia y la suspensión de los ya escasos vuelos, se verá obligado a compartir nuevamente con su hermano por largo tiempo.
Me imagino a Jerónimo como una especie de Ryszard Kapuściński chileno: un cronista del mundo, un periodista narrativo en búsqueda de historias, que viaja constantemente y escribe crónicas de lo que vive y ve en distintos países. En algún momento Jerónimo menciona su predilección por las revoluciones en otros países, lo que me recordó al libro Cristo con un fusil al hombro de Kapuściński, en el cual se recopilan crónicas de países como Bolivia, Guatemala, Palestina, Chile y Mozambique.
Durante el libro los mellizos van reconstruyendo su historia, luego de tanto tiempo separados. En cierto sentido, deben conocerse de nuevo. Y también se encontrarán con algunas sorpresas en el camino, que serán delicadas para ambos. Como sabemos, las relaciones humanas no siempre son fáciles.
Este libro tiene un tipo de narración peculiar: primera persona plural. Son los isleños quienes cuentan parte de la historia de los mellizos. Me los imagino reunidos en la taberna de la isla reconstruyendo la historia, juntando los pedazos que tiene cada uno. Más tarde, en el mismo lugar, están contándole a un recién llegado la historia, entre todos. Una parte cada uno. Siempre algún vecino agrega un detalle o precisa alguna información. Así es precisamente como se narra una historia colectiva en el sur de Chile.
Muchos de los temas que se tocan tienen cierta resonancia con los de La muerte viene estilando, su libro previo: leyendas sureñas, rumores, pactos con el diablo, lugares rurales, naturaleza, dichos chilenos. El estilo de ambos libros guarda cierto parecido, si bien esta no es una colección de cuentos, sino un solo cuento más largo. Todos estos escritos tienen algo inexplicable que reconforta, una sensación cálida que te hace viajar hasta el sur de Chile estando en tu pieza.
Destaco también la edición del libro a cargo de La Pollera, que es muy cuidada. Se nota en el diseño de la portada, la calidad del papel y la tipografía. Aún siendo la primera edición del libro no hay faltas. También incluye un marcador muy bonito. Ese cariño que le ponen a estas ediciones siempre se agradece.
En suma, es un libro que recomiendo. De lectura veloz y cálida, y con misterios por resolver, creo que es muy recomendable para alguien que esté trancado con la lectura últimamente, o que le ha costado terminar los libros que empieza. Se nota que Andrés Montero conoce muy bien cómo escribir. Tiene un talento especial para la forma de su escritura. Eso es, sin duda, lo más destacable de su obra.
La historia transcurre en una pequeña isla chilena que ha quedado aislada del resto del mundo debido a la pandemia. Ya no llegan más vuelos ni tampoco embarcaciones. Si bien nunca lo dice, me recuerda mucho a la isla Mocha, de la Región del Bío-Bío, porque da la sensación de estar hacia el sur de Chile, se llega en avioneta y en algunos sectores se puede prender fuego en el mar (en la isla Mocha hay reservas de gas que emanan en la playa).
No hay nadie en la isla que no haya jugado con un fosforito a prender el mar. Don Jerónimo nos dijo que eso pasa porque en nuestro mar hay algún tipo de gas; don Julián negó con la cabeza y explicó que es porque nuestra isla está cargada y el mar, cuando se acerca a la orilla, se carga también. No sabemos a quién creerle, pero sea por una cosa o por la otra, lo cierto es que una chispa puede prender el fuego sobre el agua (p. 87).
Los protagonistas de la historia son dos hermanos mellizos: Julián y Jerónimo. El primero nunca ha puesto un pie fuera de la isla. El segundo ha viajado por todo el mundo y vuelve luego de 50 años de estadía en el extranjero. Debido a la pandemia y la suspensión de los ya escasos vuelos, se verá obligado a compartir nuevamente con su hermano por largo tiempo.
Me imagino a Jerónimo como una especie de Ryszard Kapuściński chileno: un cronista del mundo, un periodista narrativo en búsqueda de historias, que viaja constantemente y escribe crónicas de lo que vive y ve en distintos países. En algún momento Jerónimo menciona su predilección por las revoluciones en otros países, lo que me recordó al libro Cristo con un fusil al hombro de Kapuściński, en el cual se recopilan crónicas de países como Bolivia, Guatemala, Palestina, Chile y Mozambique.
Ese era mi trabajo: recorrer el mundo, encontrar historias y escribirlas. Salían en entrevistas, la gente las leía y me felicitaban. Conocía el mundo y además me pagaban. Era una maravilla (p. 51).
Durante el libro los mellizos van reconstruyendo su historia, luego de tanto tiempo separados. En cierto sentido, deben conocerse de nuevo. Y también se encontrarán con algunas sorpresas en el camino, que serán delicadas para ambos. Como sabemos, las relaciones humanas no siempre son fáciles.
Este libro tiene un tipo de narración peculiar: primera persona plural. Son los isleños quienes cuentan parte de la historia de los mellizos. Me los imagino reunidos en la taberna de la isla reconstruyendo la historia, juntando los pedazos que tiene cada uno. Más tarde, en el mismo lugar, están contándole a un recién llegado la historia, entre todos. Una parte cada uno. Siempre algún vecino agrega un detalle o precisa alguna información. Así es precisamente como se narra una historia colectiva en el sur de Chile.
Muchos de los temas que se tocan tienen cierta resonancia con los de La muerte viene estilando, su libro previo: leyendas sureñas, rumores, pactos con el diablo, lugares rurales, naturaleza, dichos chilenos. El estilo de ambos libros guarda cierto parecido, si bien esta no es una colección de cuentos, sino un solo cuento más largo. Todos estos escritos tienen algo inexplicable que reconforta, una sensación cálida que te hace viajar hasta el sur de Chile estando en tu pieza.
Destaco también la edición del libro a cargo de La Pollera, que es muy cuidada. Se nota en el diseño de la portada, la calidad del papel y la tipografía. Aún siendo la primera edición del libro no hay faltas. También incluye un marcador muy bonito. Ese cariño que le ponen a estas ediciones siempre se agradece.
En suma, es un libro que recomiendo. De lectura veloz y cálida, y con misterios por resolver, creo que es muy recomendable para alguien que esté trancado con la lectura últimamente, o que le ha costado terminar los libros que empieza. Se nota que Andrés Montero conoce muy bien cómo escribir. Tiene un talento especial para la forma de su escritura. Eso es, sin duda, lo más destacable de su obra.
¿Qué tal si creí ser yo mismo recorriendo el mundo, cuando mi felicidad se hallaba aquí, ante el mismo mar cada día, ante la misma bandada de gaviotas que pasa siempre a la misma hora de la luz, describiendo nada más que la isla en vez de todos esos lugares del mundo que nada tienen que ver conmigo? (p. 217).
March 26, 2025
¡me gustó un montón! me gustaron las distintas voces de narración, le da una intriga particular y unos puntos de vista más diversos.
lo de El Orden de La Fiesta es estupendo. me gustó cómo eso después se conecta con la parte final del libro. adorable, súper latinoamericano.
lo de El Orden de La Fiesta es estupendo. me gustó cómo eso después se conecta con la parte final del libro. adorable, súper latinoamericano.
June 10, 2025
Leo este libro en un viaje junto a cinco amigos, donde se nos ocurre ir a un lugar en medio del desierto, sin luz eléctrica ni señal alguna, tan solo con la arena, el mar y la compañía mutua. Allí, en ese espacio tan distinto al de la isla aquí descrita, se ilumina la importancia del espacio para construir las relaciones humanas y cómo la comunidad se forja con los pequeños actos, con la cotidianidad y los distintos rituales que le acompañan inevitablemente.
Con todas las distancias correspondientes, mi experiencia leyendo esta novela fue preciosa, porque tanto el libro como el viaje se convirtieron en un retrato fiel de cómo contar historias es parte de la naturaleza humana para estrechar relaciones y generar lazos profundos entre nosotros. Formar colectividad es difícil, pero, alrededor del fuego, riéndonos a partir de un mismo relato, pareciera que de alguna forma nos transformamos en uno solo, tal y como ocurre con el narrador colectivo que construye el universo ficcional del libro. Sin duda, implicarse emocionalmente con una lectura siempre es una experiencia memorable de aprendizaje.
Con todas las distancias correspondientes, mi experiencia leyendo esta novela fue preciosa, porque tanto el libro como el viaje se convirtieron en un retrato fiel de cómo contar historias es parte de la naturaleza humana para estrechar relaciones y generar lazos profundos entre nosotros. Formar colectividad es difícil, pero, alrededor del fuego, riéndonos a partir de un mismo relato, pareciera que de alguna forma nos transformamos en uno solo, tal y como ocurre con el narrador colectivo que construye el universo ficcional del libro. Sin duda, implicarse emocionalmente con una lectura siempre es una experiencia memorable de aprendizaje.
September 21, 2024
Por favor, qué gran descubrimiento de este año fue Andrés Montero! Sin dudas entra en mi lista de autorxs favoritos del 2024. Ya había leido su libro de cuentos "La muerte viene estilando" y recuerdo que me encantó esa sutileza para ir deshilvanando y conectando cada relato. Ahora con esta novela, "El año en que hablamos con el mar", quedé totalmente flechado. Me encariñé por completo con los hermanos Garces, con los isleños (ese relato en primera persona del plural me maravilló!) y con ese mar tan protagonista, silencioso, amenazante y poético. Imposible olvidarse de esa isla.
Dato aparte: hay un capítulo tremendo donde la narración cambia de perspectiva y se hace mención a los sucesos políticos y sociales recientes de Chile y me conmovió mucho. Viviendo en la Argentina de hoy y con el gobierno que tenemos, más aún. Recomendadísimo ♥
Dato aparte: hay un capítulo tremendo donde la narración cambia de perspectiva y se hace mención a los sucesos políticos y sociales recientes de Chile y me conmovió mucho. Viviendo en la Argentina de hoy y con el gobierno que tenemos, más aún. Recomendadísimo ♥
April 16, 2025
Pedazo de libro, por favor! De la categoría ADORABLE. La historia que lo lleva, la de los hermanos, es súper emotiva y loca. La parte del amor te deja con el corazón golpeado pero también contento. Y todo lo que tiene que ver con la isla y su gente es de una maravillosidad tremenda.
Creo que he leído un libro único e inolvidable y no me cansaré de recomendarlo! Mil puntos y un gran lugar en mi cora.
Creo que he leído un libro único e inolvidable y no me cansaré de recomendarlo! Mil puntos y un gran lugar en mi cora.
July 16, 2024
Confieso que hasta las primeras cien páginas no terminaba de convencerme. El sábado lo volví a agarrar con un taza de café al lado pensando que no merecía ser guardado en la biblioteca sin ser terminado. Cuando quise darme cuenta se me caían las lágrimas y ya no pude parar de leer... Es una historia muy conmovedora ❤️🩹
May 30, 2024
Andrés Montero ya me había sorprendido mucho con La Muerte Viene Estilando, pero aquí ya se consagró.
Esta novela cuenta la historia de dos hermanos, dos hermanos en una isla, una isla con habitantes que viven en una comunidad que busca mantener su historia a través de las historias, la narración: el cahuineo. La historia te toma desde las primeras páginas. Tiene valores geniales en el contenido, la sección del orden de la fiesta, la pregunta por la casa y el viaje, la perspectiva de perder al primer amor, la nostalgia, el olvido y por sobre todo, extrañar a alguien.
Ya en contenido la obra gana, pero en la forma es exquisita. La decisión del narrador colectivo es perfecta, la comunidad narra porque solo la comunidad tiene sentido que narre. Jerónimo no puede narrar, es cronista, su experiencia se pierde y revive solo cuando Julián la cuenta a la comunidad. Todos esos detalles, muy calcados de Walter Benjamin, se agradecen y se disfrutan un montón.
Si no han leído el libro (probable, que es bien nuevo), ya se están demorando.
Esta novela cuenta la historia de dos hermanos, dos hermanos en una isla, una isla con habitantes que viven en una comunidad que busca mantener su historia a través de las historias, la narración: el cahuineo. La historia te toma desde las primeras páginas. Tiene valores geniales en el contenido, la sección del orden de la fiesta, la pregunta por la casa y el viaje, la perspectiva de perder al primer amor, la nostalgia, el olvido y por sobre todo, extrañar a alguien.
Ya en contenido la obra gana, pero en la forma es exquisita. La decisión del narrador colectivo es perfecta, la comunidad narra porque solo la comunidad tiene sentido que narre. Jerónimo no puede narrar, es cronista, su experiencia se pierde y revive solo cuando Julián la cuenta a la comunidad. Todos esos detalles, muy calcados de Walter Benjamin, se agradecen y se disfrutan un montón.
Si no han leído el libro (probable, que es bien nuevo), ya se están demorando.
May 2, 2025
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June 6, 2024
Esta novela me sacó del bloqueo lector que llevaba meses. La leí súper rápido y con mucho gusto, de la misma forma que he leído a Montero antes. No deja de impresionarme lo excelente narrador que es.
August 21, 2024
Bello y entretenido, lleno de pasajes que enternecen, entristecen, te hacen reír y te llevan a entrar a esa taberna, pedir una caña y quedarte para compartirla con los isleños.
No da lo mismo cuándo y dónde se cuenta esta historia, la isla, la punta del cerro, el faro, la taberna en el mar, el tsunami, un solo hotel, el bicho, sin bancos ni cajero, la casona. Y la naturaleza llega a ser un personaje más, el mar, las olas, el viento, la lluvia, las nubes.
La verdad no contada me encogió el corazón hacia el final y la incertidumbre…finalmente, quién se fue de la isla?
Me encantó que el verano, el otoño y la primavera fuera narrado por nosotros, nunca se sabe quiénes, es un colectivo. En cambio, el invierno es relatado por Jerónimo, que es el único que nos saca por un rato de la isla.
Amé esta novela que se lee con gusto. Sin pausa, pero sin prisa, porque ‘Nunca hay apuro en la isla’. ❤️🩹
No da lo mismo cuándo y dónde se cuenta esta historia, la isla, la punta del cerro, el faro, la taberna en el mar, el tsunami, un solo hotel, el bicho, sin bancos ni cajero, la casona. Y la naturaleza llega a ser un personaje más, el mar, las olas, el viento, la lluvia, las nubes.
La verdad no contada me encogió el corazón hacia el final y la incertidumbre…finalmente, quién se fue de la isla?
Me encantó que el verano, el otoño y la primavera fuera narrado por nosotros, nunca se sabe quiénes, es un colectivo. En cambio, el invierno es relatado por Jerónimo, que es el único que nos saca por un rato de la isla.
Amé esta novela que se lee con gusto. Sin pausa, pero sin prisa, porque ‘Nunca hay apuro en la isla’. ❤️🩹
October 26, 2025
La idea de un narrador colectivo es muy novedosa, pero lo interesante de este libro es la descripción de elementos de la naturaleza presentes en la isla, el mar, pájaros, etc. Da la sensación que el lector está presente en el relato a través de este narrador colectivo, pero también es tan vívido que uno puede sentir el frío viento de la isla, o la fiesta del último capítulo. Conmovedor ❤️
April 26, 2024
el libro entero fue un eterno ❤️🩹❤️🩹❤️🩹
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