El informe: Trabajo intelectual y tristeza burocrática

by Remedios Zafra

Una propuesta para repensar nuestra relación con el trabajo y el papel del trabajo intelectual en la sociedad contemporánea.

Tiempo atrás, algunos pensadores nos vendieron la idea de un futuro en el que el ocio ocuparía el centro de nuestras vidas mientras las máquinas trabajarían por nosotros y crearían riqueza. Ese futuro utópico no llegó jamás, y a lo que nos enfrentamos es a un presente en el que al hablar del mundo laboral nos vemos abocados a utilizar palabras como hiperproductividad, precariedad, competición, burocracia…

Ante este panorama, Remedios Zafra se rebela y dice a la vez sí y no. No a la violencia burocrática, a la tristeza administrativa y a la deshumanización tecnológica; al desafecto que se extiende entre los trabajadores cuando su tiempo está ocupado por tareas que nada tienen que ver con su propó investigar, enseñar, crear… Sí a transformar esta situación, a liberar el tiempo propio, del que nacerían mejores ideas y mayor compromiso con aquello que hacemos, con la sociedad, los cuidados y el planeta, la atención que requieren la justicia y la ciencia, o el goce de la cultura.

Este informe pone al mando el alma y el estómago frente a tecnologías que en nada contribuyen a la emancipación. Frente al hartazgo de un hacer mecánico que engendra desapego, la autora se ¿qué está en juego si el trabajo intelectual sigue cediendo a la obediencia?, ¿quiénes perturbarán a las personas para recordarles que son personas?, ¿quiénes intentarán cambiar pesimismo por crítica, resignación por vínculos?

Genres: Nonfiction

208 pages, Paperback

Published May 15, 2024

About the author

Remedios Zafra es escritora y profesora de Arte y Cultura Digital en la Universidad de Sevilla. Ha sido profesora de Políticas de la Mirada en la Universidad Carlos III de Madrid (2010-2014), directora de X0y1 plataforma para la investigación y la práctica creativa sobre identidad y cultura de redes (2009-2014) y responsable de destacados proyectos culturales sobre Género y Ciberespacio durante los últimos doce años.

Es autora, entre otros, de los libros: (h)adas. Mujeres que crean, programan, prosumen, teclean; Un cuarto propio conectado. (Ciber)Espacio y (auto)gestión del yo; #Despacio; Lo mejor (no) es que te vayas; y Netianas. N(h)acer mujer en Internet. Su obra ensayística, orientada al estudio crítico de la Cultura Contemporánea y los Estudios Feministas y sobre Identidad y Género, ha sido traducida al italiano y al inglés.

Ha logrado importantes reconocimientos, como: Premio Meridiana de Cultura 2014; Premio de las Letras El Público 2013; Premio Málaga de Ensayo 2013; Premio de Comunicación de la Associació de Dones Periodistes de Catalunya 2010; Premio de Ensayo Caja Madrid 2004; Premio de Investigación de la Cátedra Leonor de Guzmán 2001 y Premio de Ensayo Carmen de Burgos 2000.

Reviews

[Aletheia · Rating 3 out of 5]

La idea principal es una queja objetiva y razonable de todo el que se dedica al mundo cultural o académico (al que no pertenezco, por suerte, según veo), la retórica en un principio es interesante, pero se hace muy repetitiva a las pocas páginas. Creo que como artículo largo funcionaría mejor.
Últimamente me da por leer no ficción y es corto, así que tampoco está mal.

[Miriam · Rating 4 out of 5]

Remedios para un mundo mejor

[Elena Del Cura · Rating 4 out of 5]

De todas las acertadisimas reflexiones de este libro (que empieza siendo una revisión un tanto depresiva de la realidad del trabajo creativo) me quedo con las del final, en tanto que generan un poco de esperanza para aprender a evaluar el propio trabajo y nuestro papel en el mundo, así como las motivaciones que no deben perderse bajo la productividad en masa capitalista:

"Lo que salva en las películas estadounidenses salva de la muerte inminente, de la catástrofe masiva y concreta. Rara vez esas ficciones apuntan a peligros que parecen pequeños como la desafección que supone dejar de desear, sentir que se fracasa, no amar más, ir rompiendo lazos con lo que hacemos. Desestimar la importancia de hacer bien eso que cada cual ronda y realiza, ya sea regar un jardín, sembrar, hacer una buena entrevista, escribir un libro, plantar patatas, diseñar una casa, reparar objetos... Cada actividad en su dimensión relativa para el mundo se hace grande en su buen ejercicio.
Le confieso que me gusta pensar que cuando alguien hace bien su trabajo, en cierta forma el mundo se salva."

[Pablo Gonzalez Guillen · Rating 4 out of 5]

"Creo que las frases sufren, que las palabras se tensan cuando se ha forzado al escribirlas, como niños obligados a sentarse en la casa de un familiar lejano [...]. Esos niños siempre terminan rompiendo cosas".

[Elena · Rating 4 out of 5]

Qué lucidez la de Remedios Zafra en esta queja-ensayo sobre la precariedad y el agotamiento de “trabajar para trabajar”. Este libro me ha acompañado tras escribir una propuesta de investigación con millones de justificaciones para una beca —es decir, intentando conseguir financiación para que una institución nacional me pague mi salario con dinero que, en realidad, yo misma les traería desde Europa. La institución decide cuánto de ese dinero me corresponde, y yo me quedo con… ¿qué? Con una carga infinita de trabajo y con un prestigio reducido a dos líneas en un CV. ¿Por qué he sido tan boba de invertir un tiempo que puedo preciosamente invertir en otras cosas que me llenan? Pues porque este sistema nos manipula para convertir nuestras ilusiones y vocación en hiperproductividad y, encima, nos lo venden de tal manera que tenemos que estar agradecidos del prestigio que nos va a dar recibir X financiación. Pero, yo no estudié una carrera, hice un doctorado y me alejé de los seres que me llenan por una titulitis o por el reconocimiento; yo me fui porque adoro mi trabajo y llena mi vida de sentido. El prestigio es la enfermedad del campo científico: convierte a la investigación en una carrera de obstáculos que premia más la habilidad de autopromoción que la calidad del pensamiento. Y es que, para ser “buen investigador” no basta con investigar. Hay que ser buen gestor, comunicador persuasivo, contable, escritor de excelencia, estratega comercial, políglota… y hacerlo todo sonriendo, sin “molestar” al sistema. Un sistema que, aun habiéndole demostrado todas esas habilidades, tienes que doblemente convencerlo a través de propuestas y de justificaciones para que te crea. Como si encarar la presión de descubrir, inventar y publicar no fuese ya buena prueba de fidelidad incondicional.

Leer a Remedios, primero con El entusiasmo en plena escritura de tesis (no fue buena idea entonces) y ahora con El informe, es como mirarme en un espejo que a veces duele, pero que me recuerda que no estoy sola. Me hizo parar y reflexionar que no quiero una cabeza pluriempleada; prefiero un corazón pluriemplorado, repartido entre la gente y las cosas que amo. Gracias, Remedios, por legitimar la rabia.

[Julia Lama · Rating 4 out of 5]

Primera vez leyendo a Remedios Zafra tras autoconvencerme de que sus temas y estilo iban a ser demasiado para mi. Error. Me ha encantado. Necesito más. Con el tema no iba demasiado desencaminada, eso sí. Jamás he leído a alguien describir con tanta poesía y belleza el horror que es el hastío de vivir para trabajar. Ha sido un libro que me ha dado tanta pena como rabia, pero es del todo tolerable y bienvenido cuando su autora derrocha tantísimo talento para poner en palabras nuestras frustraciones del día a día. Es más, lo hace tan bien que me he sorprendido pensando en más de una ocasión "Uf, no me puedo quejar, al menos no lidio con esos niveles de burocracia"... Pero para qué engañarnos, SIEMPRE me voy a quejar de que nuestras vidas giren, se organicen y se consuman alrededor de un calendario regido por estudios y trabajo ¿Dónde queda el vivir?

[Montse · Rating 4 out of 5]

Con qué precisión maneja el bisturí Remedios Zafra para diseccionar los males de nuestro tiempo y nuestra sociedad. No sólo para mostrarlos sino también para proponer soluciones personales mientras llegan las globales. Bravo.

[Onírica · Rating 3 out of 5]

Necesario, aunque tremendamente reiterativo en su discurso, lo cual le ha restado calidad para mí.

[agremon · Rating 4 out of 5]

Comentado en https://www.ribadeando.com/2024/08/re...

Ó longo do libro notei a repetición do recurso á palabra 'inefable'. a mesma autora o remarca ó final do libro, e recólloo aquí para defenderme contra unha ausencia de imaxinación (miña) para describir un libro con tema e estilo ós que non estou afeito.
Nun primeiro momento imaxineime o libro como un desparrame de palabras sobre o papel, onde a idea inicial tópase polo camiño cn outras que cruzan e parten cara outros lugares, levando o rumbo ás veces ben lonxe do que parecía ser a finalidade. Ago que fai que o seguinte tramo de libro comece nun camiño intermedio, ou sinxelamente achegado para rematar noutro lugar, lonxe do pensado mais con pintas de adecuado.
E, no medio, verdades coma puños.

[Nicolás Tobar · Rating 5 out of 5]

En El Informe, Remedios Zafra no convence desde el argumento abstracto ni desde la lógica analítica, sino a partir de su propia experiencia. En este libro te cuenta quién es, y toda letra que conecta captura aquellos inefables sufrimientos que padece producto de la estandarización burocrática de su vida intelectual. Ante tal honesto camino, no puedo si no contar quién soy. Quiero partir esta reseña hablando de mí trayectoria, pues desde ahí es probable que pueda transmitir las emociones que despertó en este libro en mi fuero interno.

De adolescente supe que en mí brotaban inclinaciones política e intelectuales. Lo mío era pensar y actuar como dos oficios de constante retroalimentación. Fascinado por utopías juveniles, jergas grandilocuentes y sentido de transformación, me uní a filas militantes en distintos frentes. Entre partidos, la educación popular y las iniciativas estudiantiles académicas intenté expresar aquel espíritu voluntarioso que llevo dentro mío. Sin embargo, con el tiempo, todas estas hermosas actividades, por distintos motivos, se fueron desvirtuando, y dejaron de valer la pena. Mi vida fue paulatinamente enclaustrándose en una única salida: El de hacer valer cierto talento y formación académica para perseguir una vida dedicada a la investigación en las Ciencias Sociales y las Humanidades. De temprana edad recorrí puestos de ayudante y asistente de investigación para darle algún rumbo a mi vida. Creía que al menos en este rubro encontraría alguna de las respuestas que buscaba respecto a la situación de mi sociedad. A mis cortos 25 años doy fé en que no lo he hecho, al menos no en estos espacios laborales. Y la desilusión ha vuelto a ser muy grande.

La academia hoy se encuentra en una verdadera encrucijada. Se llama a sí misma como un lugar donde florecen las ideas y una búsqueda desnuda de la verdad, pero lo cierto es que producto de constreñimientos estructurales e autocomprensiones de sus propios integrantes, está completamente asfixiada. En las oficinas universitarios que me toca recorrer día a día se piensa muy poco y se calcula mucho. La jornada está completamente absorbida por tareas como rellenar formularios, completar informes, sentarse a tener discusiones administrativas, y preparar laberínticas postulaciones a fondos, congresos, escuelas y demases. Quienes se sientan a comentar un libro conmovedor son bichos raros. Se les señala como ociosos a los que salen a divagar en medio de caminatas bajo el sol. Y los estudiantes son meros trámites, un número más.

En medio de este escenario me fui secando. Sin darme cuenta empezaba a odiar lo que hacía. No habían preguntas, sino intereses, ni tampoco ciencia, sino reproducción corporativa. Los especialistas ya ni siquiera lo son de sus temas, sino de cómo adecuarse al formato que les permite seguir reproduciendo publicaciones para que la máquina siga andando. Tratando de encontrar como vivir de esto sin perder aquella chispa original, me carcome todos los días las tareas a las que estoy destinado.

En medio de ese mar de angustias, este libro fue un cálido abrazo. Remedios Zafra —desde otra posición aún más atada a este sistema que la mía— escribe este informe a modo de grito de auxilio contra la tristeza burocrática que marca la experiencia en el ámbito intelectual. Escrito en un género que colinda entre diario, crónica y apuntes teóricos, El Informe logra hacerte sentir que te describen a ti mismo, y que de algún modo, se verbalizó todas esas quejas que uno tenía guardadas hace mucho tiempo.

Zafra es muy aguda para describir e interpretar lo que está pasando. La autora hace cierta fenomenología de la vida cotidiana del trabajador intelectual, que sea en las artes, en las ciencias o en las humanidades, está atrapado en labores de rendición de cuenta y auditorías interminables para justificar la existencia de su trabajo. Estos "pensadores" dedican casi todo su tiempo a rellenar archivos burocráticos en vez de ejercer lo que es intrínsecamente propio de sus posiciones. Así empieza lo que Kathya Araujo llamaría el ciclo del desapego: De la irritación estresante ante la fila infinita de documentos se produce una desafección con el trabajo cultural, lo cual decanta en un desapego con el sentido mismo de este oficio.

El desapego del trabajo academico ocurre donde ya no se encuentra ni se juega "el todo" que en algún momento nos movía para ingresar a este mundo. Se trata de la pérdida del todo, donde el trabajo se ejerce por "nada", está vacío, y toda la jornada se reduce no a buscar el sentido, sino a "aparentar hacer sentido". Toda renovación de proyectos, desarrollo de publicaciones y agendas de investigación termina reducido a una farsa —a demostrarle a las métricas que se rinde, se produce y se "innova", cuando en verdad no nos importa, ni sentimos que se nos va la vida en eso. El trabajo intelectual, aquel que obliga a ser creativos y apasionados, se remite a mero trámite robotizado. La hiperespecialización que estrecha el pensamiento humano se alía muy bien con el desapego, porque "las cosas grandes" ya no valen la pena conformarlas. La comoda mediocridad por sobre los esfuerzos sintéticos se vuelven suficientes para rendir y escalar en este sistema parametrizado.

En este escenario, Zafra se permite recorrer diferentes anécdotas de su trabajo, jugando con las palabras al señalar que este libro se trataría de un informe para justificar al fisco la compra de un ordenador para leer y escribir. Recorre temas más que contingentes para los trabajadores intelectuales: La precarización, el teletrabajo, los problemas de salud mental, la permanente urgencia, el syllabus y la educación bancaria. Llega hasta a especular lo compatible que es el uso masivo de ChatGPT, así como las malas prácticas científicias.

Lo que El Informe demuestra es que la burocracia está aplastando la vida cultural, la cual ya no se permite soñar en grande porque no ve grandeza en ella misma. Las grandes obras nacieron porque sus autores vieron en ellas algún sentido de trascendencia; un modo de entender la libertad estrechamente atado a la necesidad, en cuanto no puede ejercer otra acción que a la que uno se siente inclinado. Creamos porque sentimos que hay algo que tenemos que decir, que no podemos vivir si no es por esa pregunta que habita en nuestra conciencia. Las cosas nacen porque uno se identifica apasionadamente por ellas. Cuando uno ama lo que hace, las cosas las quiere hacer bien. El hacer con sentido es hacer comprometido. Relacionarse significativamente con la actividad debiese ser la primera preocupación de cualquier laborioso de la cultura, para nunca desestimar la importancia de su misión.

En cambio, el control burocrático conforma un aparato de gestión que termina por desvincularnos de lo que hacemos, lo despersonaliza, y le quita su valor. La ley asume de primeras que los trabajadores intelectuales guardan malas intenciones, pero producto de esta desconfianza las van creando. Remedios Zafra entrega algunas pistas hacia una nueva institucionalidad científica ¡No puede ser otra que una que forme individuos intrínsecamente movidos por la Ciencia, las Artes o las Humanidades! Juego y grandeza serán las claves de una renovación. Como también lo serán aquellos individuos que no dejen de pensar y actuar en medio de este mar grisaceo y turbulento, que carcome las almas débiles, pero no las de suficiente carácter.

Agradezco a Remedios, me ayudó a despertar. A no obedecer sin más, y buscar mi propio camino que no renuncie a elevar de algún modo mi experiencia vital, en este universo inconmesurable de conocimientos que hacen que me quiera despertar todos los días. Cito textual

Pero no voy a decepcionarme con esto. Esa aceptación se me atraganta, como si asumirla conllevara matar la convicción adolescente de que las personas hemos de implicarnos en el mundo y estar dispuestas a equivocarnos y enmendarlo. Bien mirado, es lo único que he logrado mantener de las muchas personas que he sido.

Esa convicción puede ser el contrapunto a la banalidad del mal que nos acecha, porque habla de un ser humano que mantiene un compromiso sincero consigo mismo cuando era niño, además de en todos los jóvenes de ahora y los que vendrán. Los veo cuando les damos la oportunidad de imaginar su futuro científico y creativo implicándoles en mejorar las cosas, en afrontar tantos errores.

[Inés López Del Castillo · Rating 5 out of 5]

Es tan real que en mitad de la lectura llamé a mi madre para cerciorarme de que no lo había leído como me había dicho cuando me lo regaló, sentía que la autora me había estado persiguiendo y describiendo mi día a doa. Describe las rutina, burocracia y trabas de la vida académica expresando sentimientos que yo no había sabido identificar y, mucho menos, verbalizar de una forma tan precisa. Me sentí reconfortada y arropada al saber que no estoy sola sintiéndome así de agredida por la dinámica que envuelve al día a día de realizar una tesis doctoral en la universidad española, pero a la vez sentí rabia por lo normalizado de la situación. He tardado muchísimo en conocer a Remedios Zafra, lo que no va a impedir que lea todo lo que ha publicado hasta ahora.

[Daniel · Rating 4 out of 5]

“Y he aquí la gran dificultad política de las palabras. Nacer en la medida justa para ayudar a los demás a comprendernos y a explicarnos en lo que nos daña, callar en el momento adecuado para escuchar (…), soportar conscientemente la realidad”.

[Norberto · Rating 5 out of 5]

Ya tenía deseo de leer a Remedios Zafra, y su novela Kafkiana, en la que la entrega de un informe burocrático va abriendo lugares oscuros e insospechados, inicialmente personales, pero posteriormente sociales y humanos. Transforma así una actividad anodina en una profunda crítica al sistema en que nos encontramos enfrascados.
Es profundamente reflexiva y suficientemente realista, para hundirnos en ese agujero que es la vida moderna, así como a los atavíos que nos impiden tener una aproximación más saludable con la “realidad”.
Al ser una obra alejada del canon anglosajón que para mejorar sus índices de ventas se promociona como el manual de respuestas a todos los problemas del mundo y el desasosiego que lo acompaña; Remedios Zafra simplemente nos abandona en ese árido y oscuro espacio que es la vida contemporánea, lo cual es de gran valor, ya que contrasta con las pantallas que nos llevan a las antípodas, haciéndonos creer que esto es un paraíso idílico.
En resumen, un estupendo libro.

[Rafael Borrego · Rating 2 out of 5]

Este libro se basa principalmente en los problemas que genera la burocracia para poder llevar a cabo un trabajo normal. Dificultades como la que se le plantea a una profesora de universidad para pedir un nuevo ordenador porque el suyo se ha quedado viejo o simplemente, se ha estropeado. No hablemos ya de acreditarse para poder pedir una mejor situación laboral.
Retomando ideas de Mark Fischer por ejemplo cuando decía que el régimen comunista se vino abajo le los requerimientos burocráticos y eso acabaría también con el régimen capitalista.
O bien las teoría de Guy Debord sobre un trabajo alienante. Remedios Zafra aboga por una mejor distribución del trabajo, por un aumento de un tiempo libre que, gracias a la burocracia, parece escaparse de la manos.
No le falta razón en buena parte de sus planteamientos burocráticos.
La mezcla con la autoficción generan interés en los avatares que tienen que ver con la situación personal de sus padres o el fallecimiento de su hermana.

[Rocío · Rating 4 out of 5]

«Si la ciencia nombra y nombra, ¿por qué sentimos que nos faltan las palabras para comprender y encajar en el mundo que habitamos? ¿Por qué entorpecemos aquellas que no describen ni exponen sino que indagan en las contradicciones, motivaciones e irracionalidades, habitualmente expulsadas del 'paper' como daños colaterales? De esas palabras que se rebelan ante la decadencia de las Humanidades y que precisan acompañar a los vivos trata este 'informe'. De la crisis de una ilusión que tiene que ver con nuestro actual "estado de conciencia". Conciencia que precisa palabras. Palabras para conocer, para comunicar, para 'rehumanizar'».

Qué buena es Remedios Zafra. ❤️

[Estef · Rating 3 out of 5]

El principio hablando de “Porque ¿qué es vivir? ¿Es vivir trabajar y sentirte ocupada la mayor parte de la vida soñando con poder jubilarte algún día, justo cuando enfermas más, incluso todo el tiempo?
¿No es la vida el tiempo? ¿No tengo cincuenta años de vida que son cincuenta años de tiempo?
¿De qué manera ese tiempo que es la vida que vivo boicotea cosas que deseo pero siempre aplazo a «cuando tenga tiempo»?” Me fascinó, y creo que la idea esta bien, pero al rato se me hacía un poco aburrido con falta o más bien repetición del mensaje, como artículo estaría genial o ahondando mas en cuestiones filosóficas y de clase.

[helena · Rating 4 out of 5]

«Quizá miramos hacia abajo porque cargamos con los cadáveres de nuestros tiempos perdidos como si fueran parte del sujeto drenado que se hila a nuestros pies, blando y amoldándose a nuestra sombra. Con ese tiempo de han ido tantos días en los que podría afirmar que he actuado como una autómata y fingido como una humana que es terrorífico que a golpe de vista los otros lo hayan pasado por alto, porque también a mí me ocurre con ellos».

[Emilio Garcia · Rating 4 out of 5]

De nuevo, Remedios Zafra reflexiona sobre los trabajos creativos. La precariedad y autoexplotación asoman de nuevo a las páginas de la autora, pero también su conflictiva relación con la burocracia y las exigencias del procedimiento en el ámbito público, perfectamente descrito. Abre también el debate sobre la jornada reducida y su positiva incidencia en la productividad, tanto creativa como en todo trabajo, así como en el desarrollo de la sociedad de los cuidados.

[Natali Sánchez · Rating 5 out of 5]

"Fracasar no es -no alcanzar- el objetivo. es dejar de amarlo". Un libro necesario para frasear las consecuencias de la tristeza burocrática. Describe la constante necesidad de recordarnos porqué hacemos las cosas, para que nos esforzamos en un sistema que se empeña por apagar los sueños.
Me gusto mucho, pero en cierto punto fue algo reiterativo.

[Gis:elle · Rating 4 out of 5]

Otra necesaria reflexión de Zafra sobre el malestar en los trabajos creativos y la autogestión de la marca propia. La falta de lazos afectivos. La necesidad de reconectar con los iguales para sostenernos en el desafecto hacia el trabajo.

[Graciela · Rating 5 out of 5]

Perfecto como siempre lo de Remedios. Qué lucidez para poner por escrito lo que nos pasa.

[Ángela Álvarez · Rating 4 out of 5]

Muchos párrafos sublimes y poéticos. Lo que me saca del libro es el uso constante de Usted.

[Army of Me · Rating 4 out of 5]

Poético y necesario, como profesora vivo ese desafecto provocado por la interminable e inservible burocracia. ¿Para qué hacemos lo que hacemos? Ha sido una grata sorpresa leer a Remedios Zafra.

[Sandra R · Rating 4 out of 5]

Me gustó mucho al principio, luego sentí que se desinfló y después retomó lo bueno para terminar de lo mejor. Me interpeló y me explicó. Qué bien hice en leer a Remedios en este momento (:

[Marta Ruiz López · Rating 5 out of 5]

"De pronto, en un inesperado tiempo de espera, alguien que te quiere te lee un poema y levemente comienzas a recuperar el brillo bajo el párpado, y recuerdas lo que es la vida, lo que te trajo aquí."

[Marina Leiva · Rating 5 out of 5]

Las ideas que nacen del golpe de una injusticia no encuentran forma de inmediato; solo cuando se aquietan pueden ordenarse y empezar a tejerse en palabras que realmente puedan ser leídas. Remedios Zafra verbaliza ese malestar para conferir legitimidad a una tristeza compartida.