Un grupo de mujeres que se resiste a la sordidez de la vejez y la enfermedad; dos amigas de vacaciones en un paisaje imponente, donde acecha la oscuridad y el pasado como un animal feroz; dos hermanas que retrasan desprenderse de las cenizas de su madre en el mar; una pareja que vive instalada en la electricidad del conflicto permanente. Con la mirada y el oído atentos a lo terrible, pero también a lo bello, los cuentos de Magalí Etchebarne, plenos en maestría, inteligencia y humor, se internan en la vida de unos personajes en constante batalla con la crueldad de la intimidad. Cuatro universos en los que danzan enredados la tragedia y la comedia y que retratan con destreza e ironía la aspereza del paso del tiempo, el dolor en todas sus formas, y la incansable búsqueda del amor y la ilusión.
El jurado, del que formaron parte los escritores Brenda Navarro, Carlos Castán y presidido por Mariana Enriquez, resaltó que se trata de una propuesta contemporánea llena de agudeza, dinamismo, con los conflictos de lo cotidiano y la intimidad tomados con inteligencia y frescura, pero sin renunciar a la dimensión más oscura e inquietante de los vínculos humanos.
Una bikini roja con pespuntes blancos, un frasco con pastillas sobre una mesa de luz, una piedra de obsidiana o un labial en la guantera del auto son objetos que pueden contar una vida entera. Cada uno de estos cuentos podría ser una novela, pero Magalí elige el knock out para el lector. Van y vienen, del presente al pasado, pero hay una atmósfera de futuro, del porvenir, de lo que vendrá durante toda su lectura y es ahí cuando el título de este libro toma significado. De las mejores lecturas del año
La protagonista de cuatro relatos que componen este libro podría ser la misma mujer: una mujer que esta cerca de los cuarenta, que le festeja el cumpleaños a su madre con Alzheimer, o que la despide junto a sus cenizas en el mar, que discute con su pareja vencida, o se va de vacaciones con una amiga intentando no morir en el intento. Por que estos relatos comparten la esencia, el ritmo, la precisión de la construcción perfecta de un párrafo tras otro, tras otro, tras otro, inolvidable. Sin pausa. Una locura.
adorable y encantador. realmente un cuento es mejor que el otro. sentí alguna relación entre los relatos pero también diría que no tienen nada que ver ni hay repeticiones. cada historia es particular y distinta aunque siento que todos son sobre la vida cotidiana y el amor. ♥️
me alegra que el contenido del libro esté a la altura de su título que me parece hermoso. #romántica
Los 4 relatos se leen fácil. Y con esto me refiero a una escritura sencilla y calmada y aportando pequeños detalles poéticos de cuando en cuando, sin pretensiones. Los relatos tienen varios guiños conectados entre sí: los unicornios, las piedras de obsidiana, cosa que un lector atento agradece. Tienen ese punto de comprensión por acumulación pero que nunca acabas de comprender del todo (en el mejor de los sentidos), siempre puedes profundizar en ese ambiente gris y templado. Me han parecido los dos primeros mejor que los dos segundos, pero ninguno me pareció mal, aunque no me impresionaron tanto estos dos últimos. ‘Piedras que usan las mujeres’ es el más misterioso y puzzle. ‘Un amor como el nuestro’ me ha gustado mucho aunque tenga un broche final más de taller literario. ‘Temporada de cenizas’ está bien y ‘Casi siempre desesperados’ me ha parecido más convencional, me recordó a lo que escribió Marta Jiménez Serrano en plan él, ella, los dos, etc. En general bien, habrá que seguirla pero noto que el siguiente puede ser mejor. Me leeré lo suyo anterior ‘Los mejores días’ (2017)
La seducción es esta pista de marchas y contramarchas, frenadas fuertes y giros inesperados, un circuito de aprendices. Hay huecos por donde fundir la atención: eso que cuenta; tangentes delicadas por las que desviar la conversación, lianas para saltar hacia la evasión, un gesto hermoso cuando fuma y una mueca olvidable, las palabras que usa y las conjugaciones raras. Imposible no imaginarlo en la cama, hablándome en la nuca y diciendo mejores cosas, lo que diría un hombre que no existe porque vive en mi mente y está hecho de partes de todos los hombres que conocí, pero también de lo que leí y de lo vi en las películas. Un Frankenstein de caprichos y fantasías.
Me gustó mucho, mucho más que su libro de cuentos anterior. Pero hay algo que se mantienen entre los dos libros y es que me deja esa sensación de que las protagonistas son todas la misma voz y los cuentos tratan todos del mismo tema. Igual la banco, escribe muy lindo.
Sinceramente fue un suspiro largo, un resoplo, una suerte de incomodidad que me fue generando cada relato. Relatos incómodos porque se escabulleron en mis expectativas sobre el futuro y sobre la vida. Todos tratan sobre la muerte, envejecer, el amor y el desamor, el autosabotaje, en general, la frustración de no haber hecho nada de tu vida.
La vida por delante es eso, historias que nos cuentan lo complejo que depara la vida para algunos y probablemente para todos. Desde la intimidad Etchebarne construye personajes que son espectadores de sus propias vidas, es como si no fuesen partícipes y contemplan todo lo que los llevó hasta el momento que están actualmente narrando, y a partir de ahí se desenvuelven.
Fue una lectura breve, para descontracturar del estrés, pero caló en mí sentimientos un poco depresivos. Hay un par de reflexiones que hace la autora que son maravillosas, se nota que viene trabajando con poesía hace tiempo. Alguno de mis favoritos:
"Un show de magia necesita de la entrega de sus fieles"
"Se podía ser la trama oculta de de las historias ajenas, si su trabajo parece obra del resto, está bien hecho"
"Esos días finales, los que te llevan irremediablemente hacia la muerte, pueden ser los días más amables de la vida"
"Una sabe, siempre. Pero se hace la tarada" (en el contexto queda mucho mejor)
Aún así y todo, no me parece que es un libro que voy a recordar en unos años.
No suelo leer relatos, es más este libro me llegó a través de Bukku y decidí leerlo porque era corto. Los 4 relatos me parecieron bellísimos, faciles de leer y los sentí muy cercanos
Cuentos muy cercanos, pedacitos de vida de las que muchas no podremos huir y asustan lo real. Citas para leer en voz alta, pensar, marcar y anotar. Imposible siendo mujeres, no identificarnos con las palabras de Magali que es, una escritora extraordinaria.
Antología de relatos sobre la vida misma, la pareja, la familia, vejez y duelos. Extremadamente introspectivo. Lo disfruté mucho.
《La vejez también era esto, entendí esa vez, no solo labios que se afinan o un cuello que se agrieta, sino extrañeza pura. Tu verdadero cuerpo guardado adentro de otro cuerpo guardado adentro de otro cuerpo y tu alma al final de todo, chiquita, sin futuro, un pedacito entumecido.》
《Qué es lo que tiene que pasar para que una pareja implosione. Está la puñalada de la traición, la amante afilada que desgarra órganos y abre una herida que a la larga se infecta y envenena, pero también, piensa Ana, está la muerte lenta del amor.》💔
Pfff... No sé... Será que ha faltado conexión o yo qué sé. Me costaba retomarlo por falta de interés y de gusto. Eso sí; son solo cuatro historias y pocas sesiones de lectura, así que puedes probar. A mucha gente le ha gustado, quizás a ti también.
⭐3.5. Relatos de prosa fluida y rítmica acerca de la vida, del paso del tiempo. Cómo dice un personaje, Nada en la vida es desperdicio, la vida tiene profundidad, no es una carrera, la vida es un baile y no hay que ir a ninguna parte.
Elegí este libro para una lectura conjunta y me arrepiento mucho. Las historias no suelen tener la fuerza que me gusta y la narrativa tampoco sentí que destacara por nada en particular. Tal vez no es mi momento para disfrutar la temática de las historias que me parecieron envueltas en un halo de arrepentimiento y retrospectiva de la vida. Son historias que olvidé al día siguiente de haberlas leído. Lo más seguro es que no vuelva a leer a esta autora.
Me costó mucho. Son cuatro relatos, de los cuales uno solo me gustó y del resto no me quedó nada, sinceramente me quedó una idea vaga de qué iba cada historia. Para lo que cuentan, creo que podrían haber sido más cortos algunos. Tampoco me disgustaron, pero algunas partes de los cuentos me gustaba o estaba pasando algo y después nada. Así que no puedo decir si me gustó en general o no. Hacía como tres o cuatro semanas que me faltaba terminar MEDIO relato para terminar el libro y como no me enganchaban, recién hoy lo terminé xd
Y añade, la juventud podía estar llena de estupidez. La escritora Argentina Magalí Etchebarne ganó con esta obra el VIII Premio Ribera del Duero de Narrativa breve una recopilación de relatos. Vivimos sujetos a instantes no resueltos, en el caso de estos relatos hay un pasado que regresa constantemente al presente inundando y anclando, lo que fue, lo que tuvimos, lo que perdimos y a medida que nuestra vida avanza, son más los capítulos que leímos que los que nos quedan por leer.
Si tuviera que elegir una palabra que defina los relatos sería “dolor”, ese dolor emocional que perdura, que se enquista, que te culpabiliza, te devora y te ancla. Temporada de cenizas, la vejez es buscar entre los recuerdos, los lugares, las huellas que dejamos, ver si parte de aquel pasado podemos recuperarlo, rejuvenecer. Hay una frase que cobra sentido si la lees con detenimiento, "Qué es el presente, a quién le importa si no existe, no dura, no cuenta una historia", ¿cuánto dura el presente? Todo es pasado. Ana, protagonista de Casi siempre desesperados, se siente amenazada por la incertidumbre del futuro, no puede imaginarlo, se siente insegura, prefiere la locura de Ramiro tan predecible. Nos da miedo abandonar lo conocido, el pasado familiar.
La crisis de los cuarenta de los primeros milennial se muestra aquí como un agotamiento por las desilusiones de la vida adulta, lejos de la energía adolescente de la crisis para generaciones anteriores. Esto me gusta como concepto que liga los cuatro cuentos de la colección en una misma voz y también me interesa la conexión de la piedra de obsidiana entre el primer y tercer cuentos. Ese elemento misterioso, algunas imágenes interesantes y algunos toques de humor son excepciones en las narraciones convencionales y lánguidas que me dejan más bien frío.
No suelo leer muchos cuentos, me es muy difícil no aburrirme o quedarme con ganas de más. Pero la verdad que los cuentos de Magalí son perfectos. Me emocionaron, me reí y lo disfruté tanto como una novela.
Qué lectura sencilla, atrapante, conmovedora, oscura y verdaderamente profunda. Creo que la narrativa breve de la mano de esta autora lejos de ser minimalista, se vuelve un universo sumamente complejo. Aunque suene oximorónico la eficacia de la narración acotada radica en su efecto de lectura, en la economía sintáctica y su lirismo. Esto ya estaba presente en Quiroga, Poe y Hemingway en otras épocas. Etchebarne se roba mi corazón con estos 4 relatos breves arrolladores que tuve que frenarme para no devorar cada uno de ellos. Es de esos libros que dan ganas de leer más de una vez, y es precisamente lo que voy a hacer en cuanto procese la primera lectura.
Cada libro de Magalí Etchebarne, mejor que el anterior. Libros de relatos sobre la vejez propia y de los padres y madres, sobre todo estas últimas y los cuidados que empiezan a necesitar. También sobre las relaciones sexo afectivas y de amistad. Si encontré un eje que atraviese todo, fue la perspectiva situada de género, es decir, la observación de que los cuidados, las relaciones y la amistad tienen significados, formas y contenidos distintos de acuerdo a si se manifiestan en cuerpos de varones heterosexuales o mujeres u otras identidades no binarias.
Cuatro cuentos maravillosos, me quedo con este textual: "Cuando mi mamá se enteró de su crisis lo sentó y le dijo que nada de desperdicio, que la vida tiene profundidad, no es una carrera, tiene niveles, capas, subsuelos... Que uno cree que avanza pero la mayor parte del tiempo, nos estamos corriendo la cola". ¡Maravilloso!
Me lo compré apenas salió, con mucha urgencia, y al final ahí leí solo medio cuento (leer en papel implica luz prendida y se complica). Hoy me comí el resto.
Hermosos y pesados cada uno de los cuentos, se le nota mucho lo poeta en su prosa.
“La vejez también era esto, entendí esa vez, no solo labios que se afinan o un cuello que se agrieta, sino extrañeza pura. Tu verdadero cuerpo guardado adentro de otro cuerpo guardado adentro de otro cuerpo y tu alma al final de todo, chiquita, sin futuro, un pedacito entumecido.”