This hilarious sequel to The Fall and Rise of Reginald Perrin follows his absurd trials and tribulations as he finds himself swept to fame and fortune.
Having recently read and thoroughly enjoyed The Fall And Rise of Reginald Perrin (1976) and, whilst still enthused by all things Reggie, I headed for this, the second novel.
Part of the joy is revisiting my hazy recollections of the BBC television adaptation. Both were written by David Nobbs and so perhaps unsurprisingly are very similar.
Another aspect of the pleasure, and in common with much great comedic writing, is the melancholy at the heart of these books. David Nobbs powerfully skewers many of the surreal and absurd aspects of modern life through his highly relateable and convincing everyman character. Emotional depth alongside the laughter - it's quite a feat. That Reggie is supported by a cast of sublime characters, many with memorable catch phrases, only adds to the satisfaction.
It's a shame that the books are still overshadowed by the television series as both are brilliant.
Segundo y, que yo sepa, último libro que protagoniza Reginald Perrin. Es un libro continuista con el primero, de forma que no sale de la inconformidad del protagonista, una inconformidad que daba frescura a su particular historia, la de un hombre atrapado en su propia vida y de la que no sabe cómo deshacerse, pero que no ha solucionado en el segundo. Este dilema es aprovechado por el humor inglés para transformar una tragedia existencial en comedia casi negra y un tanto absurda, y eso lo hacen muy bien los anglosajones. También es un libro que muestra la desesperación existencial de esa época, los años setenta del siglo pasado. Le pongo tres estrellas (aunque debería ponerla tres y media), porque este libro, más que añadir, remata el primero.
“El regreso de Reginald Perrin” de David Nobbs. Epítome de Humor Meláncolico.
Qué mejor que empezar este artículo con estas palabras del postfacio de Kiko Amat: “Caída y auge de Reginald Perrin” y esta secuela, “El regreso de Reginald Perrin, ambos de David Nobbs, son dos de los mejores ejemplos habidos de humor melancólico, hasta un punto tal que su existencia convierte el término en género. Hablamos de Humor Melancólico, en mayúscula. En ambos libros, el humor, el disparate, la hipérbole y el absurdo -todo lo cómico, en resumen- sirven a un fin: explicar una historia de congoja y desazón, de almas en quebranto y espíritus aplastados, de monotonía urbana y aburrimiento pertinaz. De gente sin rumbo encadenada a su propia rutina, abulia y ocasional desaliento.” Resume a la perfección el subgénero del que forman parte las novelas de David Nobbs, en este caso, la segunda que narra las aventuras de Reggie Perrin “El regreso de Reginald Perrin”; un humor melancólico que se caracteriza por el uso de todos los artificios disponibles y en todas sus modalidades humorísticas emplazados en una historia que, sin embargo, no tiene nada de gracioso y sí mucho de infeliz. De hecho, la novela, que empieza exactamente donde lo dejó la anterior nos presenta a Martin Wellbourne (¡¡bien nacido!!!) inmerso de nuevo en un vaivén donde el aburrimiento se convierte en la característica más reseñable. Ante tal desesperación Martin (nuestro Reggie) vuelve a hacer gala de un humor teñido de tristeza en cada manifestación, hasta cuando dicta una carta a su secretaria, donde, en realidad recuerda una broma que utilizaba en su anterior vida: “-A la atención del director del Colegio de Psicología Industrial -dijo Reggie-, Casa de Iniciativas de Helions Bumpstead. Afectísimo señor: gracias por su amable misiva en relación con la Fundación Reginald Perrin. El propósito de nuestras piernas es que nuestros empleados sean más felices… -¿Piernas, señor Wellbourne?” Nobbs aprovechaba estas novelas para mostrar, con toda su acidez, la infelicidad inherente en el trabajo, y lo extendía a una sociedad como la inglesa: “-Va contra natura ser feliz en el trabajo -opinó el doctor Morrisey-. Hay gente que disfruta de lo lindo criticando a los demás a sus espaldas, guardando rencor y quejándose porque las chicas de la cantina no se lavan las manos después de ir al baño. Es el modo de vida inglés.” Es una de esas cosas que sorprende bastante, esa capacidad de reírse de sí mismo que parece que en otros sitios no se puede ni llegar a pensar. Nuestro protagonista llega a plantearse la necesidad de desaparecer de nuevo para renacer como el que era; ante las vicisitudes que le llevan a perder su trabajo tendrá una idea feliz de trabajo; esa idea se basará en, quizás lo más absurdo que se pueda plantear: “-El mundo es absurdo, de modo que cuanto más absurdos seamos, más posibilidades de triunfar tendremos. -Pero la gente no es tan tonta. Se dará cuenta de que vendemos basura. -Pero lo sabrán desde el principio.” Sin embargo, se demostrará que la idea no es tan absurda, lo podemos ver en este diálogo desternillante del que solo pongo unas pocas frases pero que se extiende durante un par de páginas con idéntico resultado: “Reggie se les acercó discretamente. -¿Puedo ayudarles? -Querríamos unos de esos cuadros -le dijo el hombre. -¿Les gustan? -No, la verdad es que no. -Son horribles, ¿verdad? -Horrorosos. Son perfectos para nuestros amigos. -¿No les caen bien sus amigos? -No, al contrario, son una gente encantadora, pero los pobrecillos carecen por completo de gusto. -No sé por qué dices los pobrecillos -comentó la mujer-. Ellos son felices así.” No podemos dejar de darnos cuenta de los dos factores que hacen que tenga éxito: uno, efectivamente, es el hecho de vender cosas que no valen para nada y decirlo desde el primer momento, sólo por la curiosidad del público puede llegar a funcionar; el otro va más allá, ya que el regalo no es para una persona porque la odian, sino que, en realidad son conscientes de que les van a hacer felices, también son conscientes de que no tienen el suficiente gusto para apreciarlos. Esta segunda reflexión ayuda a entender cómo mucha gente se puede llegar a conformar con lo justo y a no indagar en momentos que quizá podrían traer más satisfacción: la querencia general por tener lugares seguros en los que guarecerse; la búsqueda de los refugios también en lo cultural. Fantástica la capacidad de Nobbs para pintar todo lo malo del hombre e impregnarlo con gotas de humor, como cuando habla con una de sus empleadas a la que “no le gusta criticar”: “-Dime: ¿se te ocurre alguna cosa más que el señor Morrisey haga mal aparte de lanzaros miraditas, hacer comentarios, rozarse con vosotras, vender las cosas más baratas a niños, viejos y chicas (sobre todo a chicas), olvidarse de hacer los pedidos y formarse un poco de jaleo con el papeleo? -No. Y aunque así fuera, no se lo diría. No me gusta criticar a la gente a sus espaldas.” Al final resulta que somos demasiado previsibles en nuestros comportamientos, pero si lo miras de diferente manera puede ser hasta divertido ser conscientes de esta situación: “-¿Está sugiriendo en serio que a la gente le gusta tirar el dinero? -Desde luego que sí, a la gente le encanta derrochar dinero. Es una de las pocas cosas divertidas que se pueden hacer con el dinero.” Las novelas de Nobbs no necesitan recurrir a moralinas, ellas mismas enseñan de una manera sutil pero siempre, siempre con muy buen humor, de eso van sobradas. Otro culmen de la novela humorística británica, del Humor Meláncolico. Los textos provienen de la traducción de Julia Osuna Aguilar de “El regreso de Reginald Perrin” de David Nobbs en Impedimenta.
the central plot development (reggie opening a chain of stores devoted to "useless rubbish" and producers-ing it into a massive success) is sooo good and sooo well suited to reggie as a character that this almost achieves escape velocity & avoids the sophomore slump. regrettably other plot elements (particularly a case of mistaken identity b/w reggie & a strangler/rapist prowling the town) are dark & dissonant in a bad way (which, it's hopefully clear from other reviews that i'm all about dark & dissonant in a good way). still more than enough reason here to polish off the trilogy!
Aunque la primera parte se me hizo un poco repetitiva con respecto al primer libro, tengo que reconocer que se disfruta un montón y que es fascinante cómo un libro escrito en 1975 puede retratar tan bien tantas cosas de la sociedad actual. Costumbrismo inglés con su toque absurdo que garantiza un buen rato de lectura.
Un personaje fascinante y con muchas capas. Un texto cuyo lenguaje llama a Beckett y a Ionesco y a Hamlet y a Joker. Un texto cuyas repeticiones cansan y a la vez dan risa y a la vez son críticas y a la vez son absurdas. Un hombre nada. Un hombre nadie. Me quedo con Reggie en el corazón.
Humor inglés y comedia dramática en estado puro. Tras leerlo descubrí que "Caída y auge de Reginald Perrin" es el verdadero inicio de estas aventuras, aunque creo que con uno de los dos libros es suficiente para asimilar la historia del protagonista.
Vaya por delante que disfruto mucho del humor ingles. Wodehouse o Sharpe siempre me hacen reír a carcajadas. Pero en El regreso de Reginald Perrin he encontrado una combinación difícil de digerir y que se me ha hecho muy pesada.
Es la primera obra que leo de David Nobbs y me ha dejado un poco abrumada. Por una parte creo que Nobbs es un escritor sublime. Su estilo es sencillo, sus descripciones claras y concisas, sus diálogos ingeniosos y sus personajes, a pesar de resultar irritantes, tienen un punto de ternura que los hace humanos. Pero en ocasiones resulta repetitiva y aburrida. Hay múltiples referencias culturales que no entiendes, motivo por el cual, no eres capaz de seguirle la pista a muchos de los chistes con los que cuenta el libro, lo que conduce inevitablemente al tedio.
La historia resulta ser toda una oda al hombre moderno, totalmente aplicable a la actualidad pese haber sido publicado en 1977. En ella, seguimos las aventuras de Reginald Perrin a través de su descenso a la ruina y su grandioso ascenso al éxito a través de una tienda que no vende nada más que Basura (y está vez es literal, además de ser el nombre de la tienda). Pero Perrin se cansa muy rápidamente del éxito y decide tomar las riendas para dar un último giro a su vida. En realidad aunque este tipo de trama presenta una leve capa de humor, sustentado en las repeticiones y en que comienzacon una premisa absurda que solo puede ir a peor. Pero en el momento en que rascas un poco la superficie te encuentras como una historia realmente triste que habla de la huida y el vacío que corrompen el alma de la sociedad moderna. Perrin es, además, un arquetipo clásico, que ilustra a la perfección el carácter británico. Incluso el desenlace refleja este modo de vivir y de afrontar las cosas. Confieso, a su vez, que no me lo esperaba y que me decepcionó un poco que terminara de forma tan abrupta.
En suma, El regreso de Reginald Perrin es una novela para pasar el rato. Lo disfrutarás enormemente si te gustan las novelas delirantes que te dejan igual al principio y al final. Si, como yo, eres de los que piensa que lo absurdo debe aparecer en momentos concretos y no estar presente en toda la trama, te aconsejo que huyas, ya que Perrin no tiene nada interesante que enseñarte.
There are many masterful satirical moments in the second Perrin book: the hilarious attempts by Reggie (having shed his disguise from the first book and revealed himself to his family) to destroy his own business but somehow becoming a success at everything he does and the brilliant role-swapping that Nobb's comedy-scientific mind executes with a precision that made me smile. And of course there's the incredible Nobbs momentum, which comes with a few cutesy but not annoying postmodern aspects. I'd say there are whole chapters in here that are even more masterful than the first book. But there are also some remarkably piss-poor moves, such as the inability for Dobbs to consider the horrors of sexual harassment (even in the 1970s, a guy as smart as Dobbs HAD to know; on the other hand, one of his weak spots as a writer is his fixation on the physicality of women) and a truly dark scene with Jimmy, whom he really doesn't know what to do with. He's trying so hard to top the incest moment from the first book, but the dark well of ideas feels a tad more desperate than instinctive. Which is surprising, given the solid run to the finish line and a beautifully ironic fate for one character. Even so, this is a truly solid novel and a terrific series.
Como diría Tom "no soy mucho de novelas de humor", pero me he reído y vaya si me he reído. Pero claro, todo tiene su porqué; según leía he recordado la serie de TV, cuando la veía hace mil años y eso ya es una ventaja. Humor inglés del considerado bueno, sin referencias a Benny Hill a Dios gracias. Segunda parte de un ciudadano medio con una vida media en una sociedad media, en la que lucha y pierde y cuando gana es cuando más pierde. Lo de los personajes es cosa aparte, en pocas novelas he visto personajes tan bien definidos, sin que pueda haber posibilidad de mezclarlos. Si tuviera que elegir a alguno, me quedo con Jimmy, es especialmente especial, pero eso sí, todos muy británicos. Novela para echar unas buenas risas y eso que yo no soy mucho de ...
I resisted reading these as the TV series was very big with me and I didn't think I would get much from the books. How wrong I was. Thanks to a recommendation from a much loved writer, Jonathan Coe, I went back to them and I gained so much. The language is wonderful, it's like taking a bath or shower in English. You see so much more of the internal life of Reginald Perrin. It is also wonderfully of England in the descriptions and characters as well as of the barminess of the mid to late 70's. A delightful read.
Reginald Perrin decided to become himself again. If you want to change your life, why would you go back to the people who made it miserable for you in the first place? It doesn't make sense. In Book One, Reggie decided to "die" because he was disillusioned with his work and the people he worked with and lived with. In this, the second book, he decided to work with the same people he was disillusioned to begin with. This is not the best of British comedy.
Aspaldian irakurri dudan libururik absurdoena, ñeee… luze batekin laburbil daitekeena. Suposatzen dut Lancashire edo Yorkshireko herri txikiren batean jaio den horrentzat marabilla bat izango dela, baina hain zait arrotza umore ingelesa non oso zaila egin zaidan liburua bukatzea ere. Absurdoaren kronika umore ingelesetik eratorria. Mr. Bean absurdo bat, nolabait esanda. Nota mentala neure buruari: umore ingelesa ardatz duten liburuak ez dira zuretzat eginak izan.
Second installment, a follow-up to one of the all-time great British comic novels. Not as good as the first in the series but a brilliant narrative arc (the rise and demise of Grot), peopled with the same joyous cast of characters, and tinged with a disgust for modern life.
Nobbs reverses the narrative of his original Death of/Fall and Rise/Reginald Perrin novel, ending up where the first one left off, but apparently inspiring a whole wave of middle class, middle age quiet revolt in the process. Embracing failure, shoddiness, incompetency, and unpurposeful uselessness as a general business model, Perrin's 'Grot' enterprise ends up his greatest success, but in fact exactly replicates the dissatisfaction and boredom of his days back at Sunshine Desserts. Go figure. Self-sabotage on various levels, including giving unsuitable jobs to his son-in-law, brother-in-law, Doc Morrissey, CJ, and an Irish laborer he meets in a pub backfire spectacularly, and Reggie goes on to even greater success, culminating in TV appearances, standing for parliament as an Independent, and taking off all his clothes on the podium to thunderous applause. Again, go figure. Nothing for him and Emily to do than to leave their unhappily wonderful lives on a beach once more, only to first encounter a tramp who "didn't get to where [he is] today...", and then to spy 39 near-identical sets of clothing lying in neat rows along the sand...
This entire review has been hidden because of spoilers.
Llego a la 214 de 376 páginas. Me aburro. Me cuesta seguir los diálogos entre los personajes. Tiene un humor interesante a veces pero la novela en su conjunto no consigue que desee continuar leyéndola.
It's not as fun as the first one and a bit over the top. But there are conversations, especially between Perrin and Tom/CJ, which are gems. The idea of a grot and useless store was super hilarious. I think there is a market for such devices or shops.....hmmm cyber truck per chance 🤔
Another weird and wonderful tale of Reggie. Yes, there are parts that are showing their age but for the most part it's a funny tale of a man who just wants to be absurd, but the world won't let him.
All three Perrin books are great, but this is my favourite. I re-read it following the sad news of David Nobb's death (tricky cove, death, drum it out of the regiment).
Nobb's skewering of the absurdities of modern life, and the internal, but unspoken, rage of the modern man hits fresh heights here. Reggie's creation of Grot, a shop designed to stick two fingers at the commercial world, is, naturally, doomed to failure by being an enormous success.
The book is a bit of a slow burn; Reggie's journey to business success with Grot is funny enough, but the 5 star rating comes when his Midas touch becomes unstoppable and his inner turmoil starts to simmer up to the surface.
This would all be brilliant if the characters were just cartoon figures - but Nobbs actually gives us real people to blunder through the satire. Of course we care about Reggie and Elizabeth, we share their distrust of CJ (I didn't get where I am today without distrusting CJ), we worry about Jimmy and wish he'd turned up for his wedding to Lettuce, we wonder why Linda stays with Tom but also hope, for Tom's sake, that she does.
Now, a toast to David Nobbs - how about raising a glass of that sprout wine that my brother-in-law got for me?
Reggie Perrin is one of those rare instances where I prefer the TV series (the original one, not the awful Martin Clunes remake) to the books. In the books Reggie comes across as a little seedy (and not just because he's suspected of being "The Flasher of the Poets Estate") and I never liked the Linda/Jimmy storyline which was a too adult and unsavoury to make it into the TV show. Reggie's relapse into madness/rejection of the rat race feels flat on the printed page - it takes Leonard Rossiter's maniacal intensity to bring it to life.
I can gladly echo the sentiments in my review of the Fall and Rise of Reginald Perrin. On the plus side there is additional material here, over and above what was used for the 70s TV show. This was very much a surprise given how accurately the BBC series is to the books. For me this felt very much like a bonus, that I was getting a little extra. Away from the humour it also added a little more depth and realism to the story.
Reggie is back again. He is back with an idea . No more sunshine desserts and no more toiling for the Man. Reggie is opening a shop and a shop that sells junk.
Funny and repetitive in some parts. Same characters from the first book The Fall and Rise of Reginald Perrin.