Con una voz que ronda entre la parodia y el humor negro, la narradora nos invita a recorrer los rincones de su memoria. A través de los lugares que marcaron distintas etapas de su vida, conoceremos a personajes tan particulares y entrañables como el Padre, la Chica o El Niño. Desde el espacio de la reclusión, atravesaremos las puertas que formaron su carácter, acompañándola a tomar decisiones, a veces extremas y cuestionables que la llevaron a intentar salvar del sufrimiento a esos Otros tan queridos. Miles de pececitos devoran mi neurosis cuestiona las fronteras que definen la locura, el sitio que ocupa en quien la padece y entre quienes le rodean. Una novela de contrastes, cruda pero conmovedora, que incomoda y obliga a movernos. Una lectura de la que, definitivamente, no saldremos impunes.
Es difícil decir de qué trata esta novela. La trama es lo de menos, lo que importa es su estructura: retadora, sutil, poliédrica. Creo que haber construido una voz femenina con este grado de distorsión de la memoria y fragmentación de lo real es un mérito y una prueba para la tenacidad y crecimiento de cualquier lector. En ese sentido, la novela es inquietante y alienante como la protagonista: Ele Palindrómica. Y creo que esa misma inquietud se acrecienta con la reiteración de los espacios y momentos de ruptura, cuidado y fricción entre los personajes Niño, Madre, Padre y Ese, demostrando que la posibilidad de encontrar un remanso de paz sólo se obtiene después de una larga espera que parece infinitamente lejana pero también inevitable.
No le pongo 4 porque siento que no es un libro tan fácil de recomendar.
Debe ponerse atención para seguir el hilo conductor de los personajes. Hay una historia interesante sobre temas de salud mental y bastante introspectivos.
Sí es un galimatías, resultó enriquecedor platicar vía zoom con la autora.
Temas que me gustaron:
Los no lugares, umbrales Medicina new age La búsqueda del nombre Para reflexionar: la asistencia para terminar una vida ¿se justifica? Espectro del autismo El dar significado a lugares El recordar dulces de leche, chocolates, café
No es un libro fácil de leer, pero es una joya. Poético, a veces sutil, sarcástico y con humor negro, pero siempre profundo. Es doloroso para quienes hemos visto morir poco a poco a algún ser amado. Inquietante echarle un vistazo a la vida de personas que viven con algún trastorno mental, agotador acercarse a lo que viven las familias que tienen que cuidar a alguien con una discapacidad, pero enternecedor y hermoso al mismo tiempo.
Esta es una novela que plantea una trama única, muy potente y profunda. Sus personajes son, a la vez, perturbadores y entrañables. La historia que narra la autora es un tesoro literario riquísimo que la autora logra orquestar con pasión, profundidad, misterio y sentido de trascendencia. Logra retratar la enfermedad mental de un modo sorprendente: el flujo de pensamiento inconexo, las sensaciones corporales, las distorsiones en el tiempo y en la percepción, la visión desorbitada de los acontecimientos, todo contribuye a la creación de una protagonista creíble, fuerte y poderosa, cuyas acciones, incluso las más nimias están dotadas de hondo significado. La lectura de esta historia engancha de tal modo que el lector no puede soltar la obra y una vez terminada quiere volver a empezar porque sabe que hay mucho más que visitar y que volver a considerar. Me sorprendió muchísimo. Hacía tiempo que no leía algo tan original.
“Nunca estamos a la altura del enfermo. Intentamos prepararlo para la muerte cuando en realidad somos nosotros los que tratamos de prepararnos para verlo morir.”
“La vida es como ese helado que queremos que dure para siempre, pero al que hay que saborear pronto, antes de que se nos derrita entre los dedos.”
“La locura es la imposibilidad de narrar. De narrarse. De nombrarse.”
Libro que poco a poco te va haciendo entrar en un contexto de enfermedad mental, el cómo se vive, se observa, incluso cómo se siente… mi percepción me deja una sensación de ternura hacia estas circunstancias. Creo es una manera muy original de generar empatía.
Este libro ha sido toda una sorpresa. Lo compre sólo por el titulo, sin conocer a la autora y ahora soy su fan. Una manera de escribir única, lo leí en una sentada.