«Ninguna otra época ha estado tan marcada por el deseo de cambiar de vida. En algún momento de nuestra existencia todos queremos ser otra persona».
A sus cuarenta años, porciado y padre de un adolescente al que apenas ve, Éric Kherson es director comercial de una gran marca deportiva. A pesar de su éxito laboral, se encuentra al borde de la depresión, consumido por un drama familiar. Cuando una vieja amiga del instituto le ofrece un puesto en el gobierno, él acepta. Pero la alegría es temporal. Durante un viaje a Seúl para cerrar un importante trato, Éric se va encontrando cada vez peor. De repente, en una calle cualquiera, se topa con la tienda Happy Life, que ofrece a sus clientes algo que podría cambiarlo todo: un funeral falso.
David Foenkinos is a French novelist, playwright, screenwriter and director who studied both literature and music in Paris.
His novel La délicatesse is a bestseller in France. A film based on the book was released in December 2011, with Audrey Tautou as the main character. His novels have appeared in over forty languages, and in 2014 he was awarded the Prix Renaudot for his novel Charlotte.
Growing up in a home with few books and often absent parents, David Foenkinos read and wrote little during his childhood. At 16, he required emergency surgery as a result of a rare pleural infection and spent several months recuperating in hospital, where he began to devour books, learning to paint and play the guitar. From this experience, he says, he kept a drive for life, a force that he wanted to convey through his books.
He studied literature at the Sorbonne and music in a jazz school, eventually becoming a guitar teacher. In the evenings, he was a waiter in a restaurant. After unsuccessfully trying to set up a music group, he turned his hand to writing.
After a handful of failed manuscripts, he found his style, and his first novel Inversion de l'idiotie: de l'influence de deux Polonais (“Inversion of idiocy: influenced by two Poles”), though refused by many other publishers, was published by Gallimard in 2002; the book earned him the François-Mauriac literary prize, awarded by the Académie Française.
David Foenkinos is the brother of director Stéphane Foenkinos.
La Vida Feliz está ahí, en un ratito de nada dentro de nuestras vidas. En todo lo cotidiano que a nuestro alrededor nos sucede, en los rincones de nuestras casas. Ahí está todo lo que necesitamos. Realmente ¿somos felices con nuestro trabajo? ¿Porqué nuestra pareja nos ha abandonado? y nuestro hijo, ¿lo vemos tanto como quisiéramos? Así es la vida de Eric Kherson, el protagonista de esta historia breve y contundente, y que nos va a llevar hacia distintos paisajes para reflexionar sobre esa imperiosa necesidad del ser humano por alcanzar la vida que merece tener.
Cuando Eric no puede más, aparece en su vida Amelie, una vieja compañera de colegio en la infancia y que, gracias a un grupo en las RRSS sobre exalumnos de aquella quinta, da con él para proponerle un nuevo trabajo y que nada tiene que ver con su anterior posición. Es a partir de ahí, cada uno dueño de una vida que no disfruta en absoluto, cuando todo cambia y ambos empiezan a plantearse millones de circunstancias en sus vidas. Se atreven con todo, incluso a coquetear con la muerte y, de una manera particular, consiguen alcanzar nuevos hábitos y conseguir nuevas metas.
Esperaba mucho de este libro y vuelve a colmarme totalmente. Foenkinos en estado puro. Breve pero intenso, te hace reflexionar, te lleva a la profundidad del pensamiento, con mimo y con delicadeza, cosas que yo siempre busco en un libro. La felicidad, la vida, lo que queremos, todo está en nuestras manos. Simplemente, espectacular.
CITAS: "Suele decirse que uno ve la vida pasar ante sus ojos antes de morir." (Página 84)
je suis restée d’une insensibilité profonde face à ce livre, et pourtant Foenkinos a parfois réussi à me faire verser une ou deux larmes dans d’autres ouvrages… là rien, nada. je ne suis pas rentrée dans l’histoire, j’ai détesté les personnages, c’est trop, pas assez subtil parfois, l’écriture ne m’a pas touchée non plus, bref, une énorme déception
Foenkinos al cien por cien. El autor tiene diferentes registros en su bibliografía pero hay algo en común en todos sus libros, da igual que sea La delicadeza, número 2, o esta obra que se acaba de publicar. Ese algo común podría ser la simplicidad de hablar de los sentimientos. Hay obras que se acercan al cuento con moraleja, otras son un cuadro sensorial y otras escudriñan más en la complejidad de los personajes. Éste es quizá más de los primeros. Es una historia sencilla en su estructura, dos personajes y la evolución de cada uno a partir de un punto de inflexión original. Tiene su parte reconfortante para los sentidos. Y es que hay otro aspecto de Foenkinos que al menos a mí es el que más me gusta; tiene una gran facilidad para expresar lo que es difícil de expresar con palabras, esas sensaciones, esas vivencias que son tan internas que parece que son únicas hasta que alguien lo cuenta como él. Por lo demás, la novela gira en torno a algo original, que suele ser también marca de la casa, y engancha por su frescura. A los que les gusta leer para sentirse mejor, les va a gustar. La traducción es mejorable. Revisitar por recordar y otros deslices lexicológicos de la traducción. Pero vamos, bien.
“En la modernidad hay una especie de deseo inconsciente de complicarse la existencia” En esta novela, tan peculiar, creativa, muy al estilo de Foenkinos, tendremos como protagonista a Eric, una persona que necesita un cambio, tanto en el tema laboral por tener un puesto que no le apasiona y del que se aburre como en el tema personal, separado con un hijo al que prácticamente no ve. Con esto, y en el mejor momento una ex compañera contacta con el para ofrecerle trabajo, un trabajo con el que viajará a Seul, y es allí donde ocurre un evento que lo transformará por completo, tanto a el como a su vida, un evento que es muy común en Corea y que le permitirá volver a cogerle el gusto a la vida, un hecho que es mejor que descubras por ti mismo. Una historia cargada de reflexiones y que te harán reflexionar a ti por igual, sobre nuestras prioridades, nuestra idea sobre una vida exitosa, agradable y satisfactoria, el pararse a pensar que a veces hay que hacer una pausa en nuestras vidas… Como siempre la forma de escribir del autor es magnífica, haciendo que te enganche, que se lea de forma ágil, siendo una historia ligera y profunda a la vez. Quizá el final es muy previsible y un poco “convencional” o un poco “felices para siempre” pero es algo personal. Me encanta como el autor utiliza los pies de pagina para darle humor a la historia ( algo que ya hace en otras novelas) y sobretodo como crea historias originales de un concepto que el conoce.
C'était NUL. Comme une pluie du mois de novembre, ça tombe sans surprise sans style et sans grâce en plus d'être tout à fait oubliable. Aussi j'ai une théorie comme quoi ce roman est macroniste.
Género feelgood, 224 páginas, 3 horas tiempo de lectura, narrada en tercera persona, capítulos cortos, dos protagonistas principales. Un único ámbito temporal y dos espaciales.
Nuevo libro de Foenkinos, para mí el mejor escritor francés contemporáneo junto a Pierre Lemaitre; en esta última novela nos pone delante la relevancia de disfrutar del presente, de la vida que se nos ha concedido mientras esta perdure, pues el tiempo que estemos muertos será muy superior al que permanezcamos vivos
Con una prosa exquisita y unos personajes entrañables, el autor nos regala una nueva historia, quizás un poco corta, interesante e inquietante a partes iguales.
De los que menos me han gustado de Foenkinos. La trama me ha parecido algo desvaída, como si no estuviera muy clara la historia que el autor quería contar.
Y una vez más vuelvo a leer a David Foenkinos, siendo esta la cuarta vez que me vuelvo a encontrar con este autor en una lectura conjunta. Y por cuarta vez vuelve a ser un acierto total. El francés es una opción idea si buscas una historia sencilla pero llena de significado, con la que es fácil identificarte y que representa con realismo, pero a la vez con ternura, como es la vida en nuestra sociedad actual. Cada uno de sus libros lo disfruto mucho; no son pesados de leer, los personajes resultan cercanos y entrañables, y son lecturas que siempre suelen tener algo que aportarme como lectora..
Éric Kherson parece un hombre de éxito. De un puesto de importancia en la compañía Decatlón ha pasado a trabajar para el ministerio francés gracias a Amélie, una antigua compañera de instituto. Sin embargo, la realidad es que Éric está al borde del abismo. Con un matrimonio roto a sus espaldas, un hijo al que nunca ve y una madre con la que tiene una relación complicada por una tragedia familiar, Éric está muy abatido y se siente totalmente indiferente y desapegado respecto a su vida. La cual dará un giro de 180º cuando en un viaje de negocios a Seúl descubra una curiosa tradición coreana que le hará cambiar sus perspectivas y le obligará a enfrentarse a sus heridas abiertas y tomar las riendas de su vida.
¿Quienes de nosotros no hemos sentido en algún momento una ruptura total con lo que es nuestra vida, la sensación de que trabaja, se mueve, habla, hace cosas normales… pero todo le resulta indiferente? ¿O no ha tenido unas ganas inmensas de dejarlo todo atrás y empezar de cero? ¿ A quien no le ha sucedido jamás el replantearse el por qué está llevando una existencia que quizás no le aporte todo lo que realmente necesita o quiere? En esta breve y sugerente novela, Foenkinos nos habla de como el mundo actual se ha convertido en una suerte de rueda de hámster de ritmo frenético en la que las personas estamos atrapadas. Ahora parece que el éxito se mide en cuánto cobras al final de mes y cuantas fotos puedas colgar en Instagram demostrando lo bien que te va tu vida y lo feliz que eres en tu vida personal. Muchas veces en redes sociales nos empeñamos en mostrar que nuestras vidas son completas y felices, cuando lo cierto es que estamos viviendo en un momento social en el que las tasas de depresión y suicidio no paran de crecer. Lo que se espera de nosotros a nivel social y personal no tiene porque encajar con lo que realmente necesitamos para ser felices, en un mundo liquido de relaciones volátiles en el que nos movemos en un compas laboral y social desenfrenado y basado en la necesidad patológica de ser productivos, en el que parece que la única opción vital es la de estar felizmente emparejado o casado. Así que en un mundo así, en el que aparentemente todos estamos más conectados que nunca gracias al internet y las redes sociales (con todo lo que eso conlleva para bien y para mal) pero, irónicamente, en el muchos se sienten fuera de onda y en el que todo parece escrito en piedra; a veces es necesario romper con el presente y hacer tabula rasa, empezar de cero y renacer. Y es de eso de lo que va “La Vida Feliz”, de las segundas oportunidades y de la esperanza que puede resurgir cuando menos te lo esperas y parece que has tirado la toalla.
Como siempre, Foenkinos nos trae una historia fresca, sencilla y carente de pretensiones. Y es ahí donde radica el punto fuerte de toda su obra, en la manera tan sutil y cercana que tiene de hablar al lector por medio de argumentos muy sencillos y lineales, con un tono muy melancólico, pero también profundamente amable. Son historias muy humanas, de prosa fácil y aparentemente simple, pero más compleja de lo que parece a simple vista y que se introduce muy bien en los recomen de las mentes y sentimientos de sus personajes, esos en los que el autor francés se mueve tan bien. Gracias a todo esto, las suyas son lecturas que fluyen muy bien pese a lo parco de sus recursos narrativos y literarios. Además, el que sus capítulos sean bastante cortos hace que las lecturas se haga de una manera rápida y ágil. Y en todos ellos se encuentran uno con una atmosfera profundamente francesa, encantadora a la vez que suavemente taciturna.
Foenkinos sabe a lo que va y es muy directo en desarrollarlo delante del lector, pero sin perder de vista la caracterización suave y humana de unos personajes muy bien construidos y que se mueven con soltura en una historia sobre la depresión y el vació existencial. Quizás al principio me costó bastante entrar en la lectura, por la sencilla razón de que la veía muy parecida a las tramas de novelas anteriores del autor como “La Delicadeza” y sobre todo “Hacia la Belleza”. Y es que historias de Foenkinos siempre suelen girar entorno a personas de vidas aparentemente normal (o incluso exitosa) que están, por diferentes motivos, inmersos en una suerte de duelo personal y deben hacer frente a sus sentimientos de tristeza y depresión en medio de un mundo que la mayor parte del tiempo siente que les ahoga y devora. Pero la gracia de Foenkinos es como logra darle a este leitmotiv tan suyo su propia esencia y, sobre todo, hacer que cada historia sea única, diferente y especial. En esta ocasión quizás al principio me costó verlo, pero una vez que le pillé el tranquillo a la historia la disfruté enormemente y termino enterneciéndome profundamente.
Quizás el punto de partida a esto sea el revulsivo que resulta el descubrimiento casual por parte del protagonista de una antigua costumbre coreana por la que pasará, y que le ayudará a cambiar su perspectiva sobre cómo vivir. La idea resulta un tanto macabra: simular tu propio funeral en vida, estar un rato en una tumba, después de haber compuesto tu propio epitafio. Al principio, cuando lo leí dentro de la novela, me dejó bastante indiferente. Me recordaba a una de esas cámaras en las que te encierras para desconectar o meditar, llamadme insensible si queréis. El concepto para hacer algo así me parecía bastante interesante, pero no lo veía como para cambiar el desarrollo vital de nadie tan drásticamente como le ocurre a Éric. Sin embargo, ha sido después de cerrar el libro cuando empecé a ver las posibilidades de esta propuesta tan original. El poder enfrentarte a cara a la muerte, pero sabiendo que no va a ser algo definitivo y que vas a tener la oportunidad de hacer algo para modificar lo que no te gusta en tu existencia puede ayudarte a poner las cosas en perspectivas, tiene muchas posibilidades a nivel analítico de manera personal de cada uno. Y Foenkinos usa esa premisa para dotar a su novela de una intención vital que nos habla de las segundas oportunidades y de como siempre es un buen momento para que las personas evolucionemos y cambiemos el chip; en una obra en la que se conjuga la vida y la tristeza, la esperanza y la pena. Y todo esto viene acompañado de dos personajes que, cada uno, a su manera, están perdidos en sus existencias. Resulta conmovedor leer sobre Éric, la manera en que se siente solo y sin ganas de nada, como bucea en su día a día y simplemente existe, pero sin un propósito específico, demasiado encerrado en sus propios problemas como para mirar más allá de sí mismo. A él le acompaña el personaje de Amélie, una mujer segura de sí misma y del éxito que tiene en su vida personal y laboral, ambiciosa y dispuesta a hacer lo que sea necesario para mantener su ritmo de vida. Pero que lentamente, de la misma manera que Éric, tendrá que reconstruirse asimismo y descubrir hasta qué punto los valores en los que se cimentaba su vida eran tan prioritarios como siempre pensó. La de deconstrucción de estos dos personajes será diferente para cada uno, pero ambas irán paralela porque ambos, sabiéndolo no sabiéndolo, parece un importante hastío vital al que deben hacer frente. Y gracias a eso se crea entre ambos una relación humana y llena de matices que el lector verá como va evolucionando de la al compás que los propios personajes, y que Foenkinos maneja de una forma totalmente orgánica,. Y que nos permitirá hablar de como tantas existencias fueron cambiadas radicalmente por culpa de la pandemia del COVID 19 y como esta afectó de diferentes maneras a la sociedad en muchos sentidos; además de ser un alegato para replantearnos hasta qué punto debemos hacer caso a lo que aparece por redes sociales o esforzarnos por dar en ellas una imagen idílica que no siempre es verdad. en ese sentido me ha parecido muy interesante el daño que nos hacemos a nosotros mismos cuando nos ponemos a mirar las redes de otros conocidos y comparamos las vidas que muestran en ellas con las nuestras, la necesidad que tenemos de aparentar y de pensar, muchas veces, que lo nuestro es mucho peor que lo de los demás. Es algo que creo que todos, de alguna manera, hemos sufrido y que ahora es un daño generalizado en nuestra sociedad tan informatizada.
“La Vida Feliz” es un libro potente, en su sencillez, en el que no sobra nada y en el que Foenkinos, una vez más, hace gala de su excelente don ya no solo como narrador, también a la hora de describir muchos de los problemas psicológicos y emocionales que fustigan a la sociedad occidental del siglo XX. Y lo hace desde una perspectiva tierna y que se engrandece por la humildad de su propuesta.Pero gracias al buen hacer de su autor la lectura de esos fragmentos se lleva muy bien, y cierras la novela con una sensación de bienestar en el cuerpo. Para mí esa es la grandeza del autor, la manera en que de cosas tan pequeñas consigue hacer algo tan grande y conmovedor. Quizás a nivel narrativo me falte que en el último cuarto del libro sucediese algo más impactante y que dice un poco más de vidilla a la trama, que esta no fuera tan introspectiva. Sin embargo, también soy la primera que os digo que cuando lees a este autor es lo que vas a encontrar: novelas de personajes que bucean entre sus propias congojas, historias de aprendizaje y auto descubrimiento.
J’avais entendu de « mauvais » avis par rapport aux autres livres de Foenkinos, pourtant moi je l’ai bien aimé ! C’est dingue comme Foenkinos arrive à chaque fois à parler d’un sujet ennuyant (littéralement pas de sujet ici), et rendre ça si intéressant, avec des passages poétiques sur la vie. Il rend la vie absurde plus claire et logique
Une plutôt bonne lecture, qui tient ses promesses mais qui n’a pas réussi à vraiment m’emporter. J’ai trouvé qu’il y avait quelques longueurs. La plume de Foenkinos est, toutefois, toujours aussi plaisante à lire !
Bin etwas zwiegespalten...vom Klappentext her hätte ich mir die Geschichte anders vorgestellt. Es war nicht schlecht, ich habe es gern und schnell gelesen - aber für meinen Geschmack war es doch etwas viel Drumrumgeplänkel um das eigentlich spannende Kern-Thema.
Je ne suis jamais déçue des écrits de cet auteur, ça a encore été le cas avec son nouveau roman.
L’histoire débute sur les retrouvailles de Amélie et Éric, deux camarades de lycée. On y découvre ensuite le divorce de ce denier et un drame familial qui vont peu peu le plonger dans une sorte de dépression. Amélie elle, est carriériste, ambitieuse, et pleine de vitalité. Ce duo semble donc aux antipodes, et pourtant... Après un voyage en Corée, la vie de Éric va basculer, pour retrouver le goût de la vie, il va vivre l’expérience de sa propre mort. Comme un moyen de recommencer une nouvelle vie.
Comme à chaque fois, les pages se tournent toutes seules, la lecture est frénétique, fluide et rapide. Comme à chaque fois la plume est d’une simplicité et à la fois d’une beauté qui sait toujours me toucher, avec des petites pointes d’humour. Et enfin, comme à chaque fois, l’auteur nous propose des histoires qui nous ressemblent et qui embellissent le quotidien.
Même si certains événements semblent attendus, ça n’enlève en rien la beauté de ce roman.
💬 « Certaines vies semblent ainsi être écrites contre l’avis de leur auteur. » « Son mal-être a souvent fait de lui un être absent du monde ».
Muchas frases para recordar, libros y autores nombrados, reflexiones de vida. Etc. Me encanta el ingenio del autor, la forma como escribe es encantadora e inteligente. Este es el cuarto libro que leo del autor y espero seguir con toda su obra. Totalmente ecomendado.✨
C’est doux, simple, bref on ne se prend pas la tête avec ce roman. J’ai passé un bon moment de lecture, même si ça ne sera pas un roman marquant. J’ai tout de même noté quelques jolis passages.
Je suis très déçue… étant grande fan de foenkinos j’attendais de lire ce livre avec impatience, et ça ne m’a franchement pas transcendé. L’histoire ne m’a absolument pas touchée, contrairement à toutes les autres histoires du D. Quand j’ai cru que ça commençait à devenir intéressant ça s’est très vite essoufflé… bref le seul point positif c’est qu’il était pas long Je dirais pas non plus que c’est un mauvais livre, mais en tous cas pas à mon goût
Tout comme La délicatesse, j'ai adoré ce livre de David Foenkinos. Il serait dommage d'en révéler l'histoire surprenante alors je me contenterais de quelques adjectifs : optimiste, prenant, intrigant, agréable...
De Foenkinos solo había leído Número Dos y este libro sin duda tiene ese mismo aire, historias aparentemente sencillas pero siempre diferentes y originales que con una pátina de cotidianidad ahondan en los sentimientos mas profundos del ser humano, fundamentalmente en esa sensación de vacío y soledad que tanto abunda en estos tiempos y que muchas veces está en nuestras manos cambiarla. La verdad es que me ha gustado bastante, está bien escrita y además no intenta alargar de más la historia que se lee del tirón
Una lectura traída por la casualidad pues, a pesar de haber contemplado mil y una veces las portadas de Foenkinos durante mi erasmus en Francia, nunca me había lanzado a comprar uno de sus libros. Quiso el azar –y las largas horas de tren para volver a España desde Austria– que agotara mis ideas sobre las autores franceses en un supermercado y me decidiera finalmente por Foenkinos. He de agradecer, por tanto, a los inescrutables caminos de la Providencia que me trajeran por la selección de literatura del Monoprix del 18ème arrondisement de París.
El relato trata un tema de, en ocasiones, insidiosa repercusión en nuestra conciencia, pero de grato alcance, las más de las veces, para nuestro desarrollo personal y que suele plantearse más bien cómo un interrogante: “¿Qué estoy haciendo con mi vida?”; y los subsecuentes: “¿Es esto lo que yo quería?”, “¿Soy feliz haciendo esto?”; para llegar al definitivo interrogante de no retorno: “¿Debería darle un vuelco a mi vida?”; y que se suele acabar resolviendo por la toma de una decisión precipitada, inusitada y temeraria, sin mayor reflexión que la que le dedica Eric, el protagonista, cuando decide aceptar la oferta de una antigua compañera de instituto para ostentar un puesto político y dejar atrás una realidad profesional y personal que le atravesaba sin pena ni gloria.
Al cabo de un tiempo, este nuevo horizonte profesional le lleva de viaje a Korea donde, de repente, un día, previo a una reunión de suma relevancia, tiene una revelación vital gracias a una experiencia de lo más curiosa –no desentrañaré detalles– que revoluciona su perspectiva existencial, remodela su actitud ante la vida y reanima su proactividad.
Ahora bien, más allá de la historia, qué sencillez tan sublime en el escribir, como una brisa de verano que te atraviesa y te colma, en volandas, por las costas de la plenitud.
¿Me leeré toda la obra de Foenkinos? Tarde o temprano, no me cabe duda.
Premisa: La vida de Éric está divagando sin un rumbo fijo. Sin darse cuenta, se ve abotargado y desconcertado a nivel personal y familiar. De repente, tiene la oportunidad de cambiar de trabajo y decide no dejarla pasar. Todo desemboca en un viaje a Seúl donde tiene una experiencia que lo cambiará todo.
Opinión: Foenkinos tiene la habilidad de calar hondo de manera sencilla e imprevista. Sus historias tienen ese aura de luminosidad, de sensaciones placenteras y sencillez. Pero no son tramas ligeras. Intercala la profunidad sutilmente, sin que estorbe ni desentone, de forma orgánica. Siempre con mensaje, con capacidad de incitar a la reflexión y a la autocrítica.
Es algo que siempre me sucede al terminar alguno de sus libros. Tengo que pensar, que dar vueltas a lo que acaba de suceder. Tiende a tratar temas universales para el ser humano y no siempre demasiado cuestionados. Aspectos de nuestra psique que son protagonistas sosegados en nuestro día a día, a los que no prestamos atención pero que siempre están ahí. Como esa mascota silenciosa que tanto te quiere o como ese amigo que, aunque no lo parezca, te piensa y te observa para aparecer en momento oportuno.
Y como si de una meta-experiencia se tratase, la reflexión que genera esta lectura es el tener que hacer esa reflexión. Tener que parar y contrastar. Ver hasta donde hemos llegado, si hemos caminado en la dirección correcta y sobre todo, si es la que hemos escogido. Si necesitamos cambiar de rumbo, aunque el timón esté encallado y haya que engrasarlo. Para eso siempre estamos a tiempo, no nos olvidemos que nuestro barco es solo nuestro.
Además, para ser temas tan trascendentales y relevantes no penséis que se excede en longitud o en florituras y filigranas. No, va al grano. De forma directa y clara, precisa. Con puntería y eficacia. Toca donde debe tocar, señala lo pertinente y lo justo. Qué fácil parece y qué difícil es. Cuanta sabiduría hay detrás de su escritura y cuanto disfrute genera en el lector. En el que tiene recorrido introspectivo y en el que no. Porque es lo bueno de que una trama tenga diferentes capas. Que puedes disfrutar todas las que descubras, sean muchas o pocas.
Menos mal que es un autor prolífico. Menos mal que aún me quedan libros suyos que disfrutar. Si no, habría alargado el momento de ponerme con esta historia. Porque no quiero dejar de encontrarme con él. No quiero despedirme. Necesito que nuestra relación sea larga y estable.
Avec un titre pareil, « La vie heureuse », David Foenkinos a su piquer ma curiosité. Aurait-il trouvé la recette du bonheur et souhaite-t-il la partager ? Éric travaille depuis plusieurs années chez Décathlon. « Il avait quarante ans ; il était encore jeune pour être vieux, mais l’avenir lui paraissait sans surprise. » Après une progression plutôt constante dans l’entreprise, Éric s’ennuie. C’est à point nommé qu’Amélie Mortiers, nouvelle nouvelle directrice de cabinet du secrétaire d’État au commerce extérieur, le contacte pour intégrer son équipe. Enfin, un nouveau challenge, capable de réveiller Éric qui passe son temps à regarder par la fenêtre pendant ses réunions commerciales ! L’arrivée d’Éric au ministère se passe plutôt bien, même si Amélie constate rapidement un manque d’enthousiasme ou en tout cas une absence de passion.
Éric a été marié, il est père d’un garçon prénommé Hugo. Dans ce nouveau rôle qui lui est attribué, et même si les premières années sont douces, Éric ressent très vite une forme de lassitude. « La vie heureuse » n’est donc pas si facile à établir dès lors que la routine familiale s’installe, comme dans la vie professionnelle. Éric et Amélie se sont rencontrés durant leurs études. C’est elle qui le retrouve sur les réseaux sociaux. Cette prise de contact, puis le fait de travailler ensemble aiguisent la curiosité de l’un et de l’autre qui cherchent à se connaître par l’intermédiaire de quelques clichés « de bonheur » postés sur les susdits réseaux. Éric n’est pas dupe de ce bonheur qu’il juge factice. « Éric commençait à percevoir dans cet incessant étalage du bonheur la promesse d’un précipice. » Fin janvier, un déplacement professionnel pour rencontrer le patron de Samsung à Séoul est organisé, un voyage qui va tout changer…
David Foenkinos nous entraîne à la découverte de l’Asie, plus particulièrement de la Corée, avec quelques expériences qui m’ont franchement fait sourire, comme celle du fonctionnement de la douche « Il y avait dans la modernité comme une volonté inconsciente de vous compliquer l’existence. », ou de la cuisine « Tout ici était un combat contre l’épice ». Ses notes en bas de page sont toujours aussi drôles, si vous avez déjà lu Foenkinos, vous savez de quoi je parle. On pourrait dire que tout ce qui se passe à Séoul reste à Séoul… Sauf que… Un évènement précis va complètement métamorphoser la vie d’Éric. Le chemin vers « La vie heureuse » est en marche, et pour cela, il s’offre l’expérience d’un concept singulier, très en vogue en Corée qui permet de lui redonner goût à la vie, concept dont je ne vais évidemment rien dire pour ne pas vous gâcher le plaisir de la découverte.
Lorsque j’ai fermé « La vie heureuse », je n’étais pas entièrement convaincue par cette lecture. J’ai trouvé un petit goût de réchauffé dans ce nouveau roman de David Foenkinos. J’ai même pensé que franchement il ne s’était pas foulé… D’ailleurs, je n’avais pas prévu de le chroniquer ne sachant pas réellement quoi dire. Mea culpa, car, depuis, les thématiques abordées dans ce livre trottent dans ma tête, et que, bizarrement, je pense souvent à cette vie heureuse. Au-delà de l’expérience phare que connaît Éric à Séoul et qui va redéfinir sa vie, il y a dans ce texte des réflexions très pertinentes sur notre époque, et sur la vie en général qui me taraudent. Par exemple, à l’heure où j’ai mille et une interrogations sur l’essence et l’utilité des réseaux sociaux, Foenkinos dépeint à travers le personnage d’Amélie ce qu’est une vie « instagrammable ». À force de poster des photos d’instants de bonheur éphémères et factices, Amélie ne réalise pas à quel point sa vie personnelle, sa famille, son couple sont en train de s’écrouler. Obsédée par la réussite sociale, au détriment de tout, semblable à un hamster courant dans une roue, ce personnage symbolise les injonctions sociales de réussite, mais aussi d’obligation au bonheur communiquée aux yeux de tous.
A contrario, Éric, qui n’est pas l’incarnation de la joie de vivre, finit par comprendre qu’il faut mettre un terme à cette obligation de vivre à tout prix « La vie heureuse » en luttant contre ces mêmes injonctions sociales. Vivre heureux, c’est d’abord vivre en paix avec soi-même. Ce n’est pas si aisé, car on est si souvent fatigué de soi-même… À Séoul, Éric se met sur pause. Il cesse de courir, il a besoin de lenteur. Ce qui est fascinant en Asie, et pour l’avoir expérimenté au Japon comme touriste, et non comme actif (parce que là, la situation est très différente), c’est comme si la quiétude ambiante rejaillissait sur vous. En conséquence, ce genre de voyage est souvent propice à une totale remise en question. C’est précisément ce qui arrive à Éric : « Il ne voyait tout simplement plus le sens de ce qui lui apparaissait comme une épuisante comédie. » Il est temps pour lui de s’interroger sur les directions prises et de redonner du sel à sa vie, de cesser d’« être absent au monde », et de devenir plus fort d’avoir été si fragile.
David Foenkinos possède un don certain pour aborder les étapes de la vie avec une réelle simplicité, tout en venant régulièrement tarauder l’esprit de son lecteur. Ce n’est pas parce qu’il ne fait pas montre d’artifices qu’il n’y parvient pas. La preuve, avec mon expérience de lecture. Donner un sens à son existence, y réfléchir, poser les cartes de la vérité sur la table demande du temps. Il faut éprouver « ce besoin viscéral de vivre sa vie et non plus de la subir. » « La vie heureuse » ressemble à une lycoris radiata. Elle pousse sur le chemin qui mène aux enfers, et promet la réincarnation des défunts. En attendant cette heure, à défaut, elle permet au moins de réinventer sa vie…
Pas mon préféré de Foenkinos mais l'histoire est originale et soulève de nombreuses questions intéressantes. On retrouve la capacité de l'auteur à aller en profondeur avec une écriture des plus légères. Idéal à lire pendant l'été !
Como es habitual en él, Foenkinos juega con el azar, con las segundas oportunidades y con las experiencias de una vida que a veces pega unos golpes terrible, pero de los que siempre uno se puede levantar.
Sus personajes son la mar de cotidianos, nadando en la rutina de sus vidas. Pero lo hace muy bonito, con un lenguaje simple y directo. Y siempre, siempre, siempre sus toques de humor y referencias al arte (y su poquito de salseo) 😏
Me ha encantado entrar en un mundo desconocido para mí: los funerales falsos. Al parecer, son tendencia actual en Corea. Y se ve que funcionan que flipas. Muy guay cómo habla de la muerte como metáfora (muy Escorpio el David)
Le pongo un 4 por el cariño que le tengo, pero es un 6,75 sobre 10 para mi 🤍