En 1987 la tumba de Juan Domingo Perón fue profanada y su cadáver mutilado. El asesinato del juez que investigaba el caso paralizó las pesquisas; y hoy; casi 40 años después; nadie sabe dónde están las manos del ex presidente argentino.
Julio del año 2000. Un hombre aparece tirado en una calle de Avellaneda. Tiene unas manos distintivas; aparentemente más viejas que su cuerpo: son las manos de Perón. Ricardo Moreno, tenaz y ambicioso periodista del diario Crónica, relegado por sus jefes en la redacción de notas sin importancia; está dispuesto a seguir cualquier información de algo tan serio como delirante. Pronto queda atrapado en una red de intrigas que conecta la profanación de la tumba de Perón; la muerte de comisarios y policías; el supuesto suicidio de un importante cirujano y la desaparición de una doctora en una colonia neuropsiquiátrica cercana a Buenos Aires.
En esta novela; finalista del Premio Clarín 2020, el escritor argentino Gonzalo Fassón retoma el misterio de una de las mayores conspiraciones de la historia argentina. Con una narración ágil y un suspenso apremiante; desarrolla una investigación policial que busca lo que ya nadie busca y quizás encuentre lo que nadie quisiera encontrar.
Es de lectura facil; mantiene la intriga; como fusiona hechos y personajes con una ficción que es muy creible por momentos. Me encantó; terminé de leer y me puse a googlear sobre ese momento de la historia argentina :)
Reseña con audio y video en IG, TikTok, Spotify y YouTube de @descalzaleo También entrevista con el autor en IG de descalzaleo, sector "historias destacadas"
¿Por qué tanto revuelo en torno a esta novela policial? Porque la investigación del autor para darle forma a la trama fue tan exhaustiva que está plagada de datos reales. El protagonista, un héroe a medias que intenta sobrevivir entre extorsiones y un trabajo en el que lo subestiman constantemente, es un periodista que quiere llegar al fondo de un crimen sospechosamente conectado con Juan Domingo Perón. El puntapié de la aventura aparece desde la primera página: un hombre es hallado inconsciente en la vía pública y sus manos no parecen coincidir con el resto de su cuerpo, parecen haber sido añadidas quirúrgicamente. A medida que avanza la trama y se descubren pistas, se develan verdades y se incorporan personajes descubrimos la famosa desaparición de la doctora Giubileo en Luján, las historias y mitos que surgen en torno de la colonia neuropsiquiátrica Open Door y la profanación de la tumba de Perón. Todos hechos verídicos que aportan sustancialmente a la verosimilitud de la novela de Fassón. La lectura es ágil, pasan cosas todo el tiempo, tiene un plot twist interesante al final porque como lectora elaboré algunas hipótesis a partir de los datos que fui recuperando pero logró sorprenderme de todos modos cuando se revela quién es este hombre que apareció inconsciente en la via pública con las manos de Perón cosidas a las muñecas. Lectura de fin de semana, de transporte público, de vacaciones. Un policial bien construído con mucho amor por el saber, ya que el autor mismo aclara en el epílogo que realizó entrevistas y fue hasta el fondo de la olla histórica para regalarnos una novela que es perfectamente creíble con el añadido de un romance y en medio de una persecución policial.
Se trata de un libro muy malo. En cuanto a las formas y, también, en relación al contenido. Los diálogos son muy flojos, están construidos con una torpeza exasperante. Los personajes fallan: son simples y estáticos y, además, parecen estar distribuidos entre buenos y malos, sin matices, ni mayores complejidades. No es necesario que todos los personajes tengan un apodo: es repetitivo y cansador. No se resuelven las caracterizaciones con apodos malgastados. Hay muchos errores de conjugación verbal, y oraciones que repiten palabras erráticamente. Da la sensación de que faltaron algunas, varias, relecturas. A su vez, el argumento es ridículo, estúpido e irrespetuoso. Hay escenas que el autor no puede resolver y que deja abiertas sin ningún sentido. Se mete con la memoria de Favaloro: ¡sugiere que no se suicidó, sino que fue asesinado por haber estado relacionado, de alguna manera, con el robo de las manos de Perón! Elucubra, sin aportar absolutamente nada, en torno a la desaparición de la Doctora Giubileo, un caso que está irresuelto. Y, como si todo esto fuera poco, la trama central de la historia lo tiene a Perón teniendo un hijo con una menor de edad. No olvido que esto es literatura de ficción, pero no creo que todo esté permitido y menos en favor de un juego infantil, aburrido y previsible -quizás esto sea lo peor de todo- como el que propone el autor.
El vértigo. Esa creo que es la sensación distintiva de éste policial.
Situado en los 2000, la aparición de un NN con unas manos particulares, casi que no le corresponden, hace que pasen cosas raras.
Ricardo El Topo Moreno, periodista de Crónica, termina en contacto con esta historia y comienza a investigarla a fondo. Todo es más turbio y enroscado de lo que esperaba.
Hay algo que menciona el autor en el epílogo y me parece fundamental, El Topo existió y, efectivamente, desapareció en el contexto de su investigación respecto a qué pasó con el robo de las manos de Perón. Fasson, lo que eligió hacer, fue rellenar la historia con lo que cree que pasó. Se apoyó en entrevistas a familiares del periodista y compañeros de redacción del diario, para poder reconstruir sus pasos.
Por último, es DEMENCIAL, el nivel de datos históricos que tiene todo el libro. Se nota el laburazo que hubo ahí.
This entire review has been hidden because of spoilers.
La trama es atrapante, pero la forma de la escritura y la falta de clareza de algunos detalles fueran las responsables por las 2 estrellas faltantes. Sin hablar de los errorres de edición (¡La Pollera!).
3.5⭐️ Un policial muy original, con ritmo. Lo disfruté mucho, siento que es una buena primer novela, me parece que se puede mejorar algunos dialogos de los personajes, sin embargo espero leer mas de Fasson.
3,5 estrellas. Muy atrapante al inicio, las primeras 100 páginas las leí en un par de días. Tiene todos los componentes pertinentes para generar intriga en el lector, así como la necesidad de llegar hasta el final. Sin embargo, en la segunda mitad se desinfla bastante. El pequeño giro del final me pareció muy predecible y la resolución en general algo apresurada. En líneas generales, es una buena historia, pero tenía potencial para más.
(spoilers)
El motivo real por el cual se profana la tumba de Perón y se le injertan las manos a su propio hijo me pareció poco satisfactorio, no le veo el atractivo a una interna entre dos facciones del ejército que mantienen una pelea mezquina. Tampoco me parece acertado que una de las grandes revelaciones del libro sea que Perón tuvo un hijo nada más ni nada menos que con Nelly Rivas, confirmando (en el marco de esta realidad argentina paralela) rumores absurdos que conforman uno de los tantos intentos de la oligarquía de socavar la imagen de Perón.